La actual Briviesca ha recorrido una andanza histórica de, al menos, mil años.
Su existencia como núcleo importante está ya documentada a comienzos de la era cristiana. El primero de los documentos al que hay que referirse es la Historia Natural del geógrafo romano Plinio el Viejo, quien en torno al año 77 d.C., hace una descripción de los pueblos que habitaban el norte peninsular; así, habla de los autrigones, asentados desde el siglo III a.C. en el valle superior del Ebro, citando como capital de los mismos “Virovesca”. Briviesca aparece en las monedas como Virovia, y en los textos latinos como Virovesca. La solución más aceptable es que Virovesca signifique Virovesika, “la (ciudad) de los Virovesi o virovios”. Virovesika> Virovesca> *Virvesca> *Brivesca> Briviesca.
En su origen la ciudad estaba situada en el alto conocido como Monte San Juan, pero más tarde ya, probablemente obligados por los romanos, el asentamiento se desplazó debajo del monte a la margen derecha de la vega del río Oca en las cercanías de dicho lugar, aunque más tarde volvería a cambiar su ubicación a la otra orilla hasta encontrarse en el lugar actual, donde después se ha ido expansionando hasta nuestros días.
Está fuera de toda duda que existió una “mansio” fortificada y organizada al estilo campamental en el llano. La Briviesca actual es urbanísticamente el eco del campamento romano que rodeó la “mansio”, aún conservando el reducto inexpugnable y elevado en el monte de San Juan al que daba acceso el destruido Puente Palomar.
En el Monte San Juan, aparecieron restos de cerámicas y otros desechos de la época prerromana.
En el Monte San Juan, aparecieron restos de cerámicas y otros desechos de la época prerromana.
Las fuentes documentales visigodas otorgan a Virovesca el título de ciudad (la “Veroviscentium civitatis” que aparece en la leyenda de la actual bandera de la ciudad) .
Con la invasión musulmana se produjo el desmoronamiento final del reino visigodo y con ello las últimas referencias a Virovesca, como núcleo urbano, datando del 714 su capitulación ante Muza.
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