sábado, 9 de julio de 2022

-Una tumba de caliza con techo de madera. (En El Pendón de Reinoso, Burgos)

 Enlace: https://www.diariodeburgos.es

 

«¡La de enigmas que esconde este monumento! Cuando se acercaba el momento de finalizar las campañas de excavación siempre pensaba que serían las últimas, pero no, aquí seguimos porque continúan apareciendo nuevos secretos que nos hacen regresar», asegura Manuel Rojo, el arqueólogo que dirige las investigaciones en el dolmen El Pendón de Reinoso.

Los días previos a terminar los trabajos de 2021 aparecieron en la cámara y en el pasillo dos misteriosos hoyos. Acabó la campaña y cubrieron con plásticos el monumento megalítico para que quedara resguardado durante el resto del año. Pero Rojo tiene claro que acabarán por descubrir el significado de ambos boquetes. «El que se ubica en el centro creo que guarda relación con que el dolmen estaba protegido por una cubierta fabricada con maderas y material perecedero. Posiblemente en el agujero colocaron una pila que sujetaba el techo», expone.

Según los conocimientos del experto, «resulta de lo más habitual que estas tumbas prehistóricas contaran con una cubierta para proteger los restos, pero al no encontrar piedras de gran tamaño que sirvieran como tejado, lo más probable es que lo construyeran con otros materiales, aunque intentaremos llegar a la conclusión», añade. El segundo hoyo que asoma junto a la pila funeraria presenta varias piedras clavadas «a propósito por alguien» y restos óseos. Otro de los enigmas que el equipo compuesto por unos 20 expertos y estudiantes de historia y patrimonio pretenden descifrar a lo largo del mes de julio.

Pero en la campaña actual, que se alargará durante un mes, no solo se centrarán en encontrar respuestas sobre los llamativos agujeros, si no que intentarán acabar de excavar la cámara porque siguen apareciendo huesos humanos, y delimitarán el pasillo para realzar al monumento. Asimismo, también prolongarán la investigación un metro desde el pasillo hacia el suroeste para lograr que la estructura tumular se aprecie como en la parte noreste. La limpieza de la vegetación que rodeaba al dolmen hace más espectacular si cabe el lugar. No obstante, el director sostiene que el acceso al monumento puede que comenzara más lejos de lo que en un principio pensaban, por lo que excavarán desde el pasillo, pasado por un terraplén hasta llegar a una finca de cereal, para descubrir si la entrada original del Neolítico comenzaba en ese punto.

Las actuaciones de este año concluirán con los estudios de dos zonas en las que se aprecian «cortes de piedra caliza», que los expertos consideran que pueden tratarse de las canteras de donde obtuvieron el material para construir el monumento funerario. «Se encuentran muy próximas a la tumba y en otros dólmenes en los que he trabajado o he visitado trasladaban las rocas de lugares más lejanos, incluso situados a kilómetros de distancia», aclara Rojo.

programación para julio. Durante las próximas semanas los más pequeños podrán disfrutar de varios talleres que el Ayuntamiento de Reinoso ha organizado. Las visitas gratuitas en el dolmen y el museo de la torre realizadas por los arqueólogos se llevarán a cabo a las 19 horas.

Los tres últimos días de julio (29, 30 y 31), se celebrará en el municipio un encuentro científico novedoso en el país en el que se reunirán decenas de investigadores de cinco universidades españolas (País Vasco, Valladolid, Granada, La Laguna y Alcalá de Henares), con el fin de poner aún más en valor el monumento megalito. El programa de las jornadas incluye, entre otros actos, charlas, debates y representaciones.

-Atapuerca pone cara a los primeros europeos.

 Enlace: https://www.diariodeburgos.es

 

Ayer fue otro día histórico en los yacimientos de Atapuerca y por eso nadie se lo quiso perder. El hallazgo de dos fragmentos de una mandíbula de hace 1,4 millones de años «obligará a reescribir el libro de la evolución humana», tal y como dijo Juan Luis Arsuaga en una multitudinaria rueda de prensa a la que asistió el Equipo de Investigación prácticamente al completo. «No solo va a extender la cronología hacia atrás sobre la llegada de los primeros humanos a nuestro continente, sino que va a modificar ideas sobre la evolución del ser humano», añadió el codirector del proyecto.

Para empezar, el descubrimiento de este adulto en el yacimiento de la Sima del Elefante (en el nivel TE7) descarta la hipótesis de quienes sostenían que en esa época el viejo continente no estaba ocupado. «Cuando excavábamos TD6 de Gran Dolina se creía que Europa entonces (hace 850.000 años) era un continente despoblado. Pero encontramos a Homo antecessor y demostramos que en realidad Europa estaba petada, por decirlo vulgarmente. Ahora volvemos a reforzar esa afirmación sobre la situación ocupacional y podemos decir que estaba petada desde mucho antes. Este descubrimiento va a servir para conocer con precisión cómo se ha producido la evolución humana en los últimos 1,5 millones de años. Y nos ayudará a conocer a la especie que socializó Europa», sostuvo Eudald Carbonell, codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA).

 Atapuerca pone cara a los primeros europeos

-Hallada en Atapuerca la cara del humano más antiguo de Europa.

 Fuente: https://elpais.com

 Las excavaciones en la sierra burgalesa destapan el rostro fósil de un homínido que vivió hace entre 1,2 y 1,4 millones de años.

 Presentación del descubrimiento de la cara del primer europeo, este viernes en el yacimiento de Atapuerca.

  El equipo de excavación de los yacimientos de Atapuerca (Burgos) ha hallado el fósil de la cara de un homínido que vivió hace entre 1,2 y 1,4 millones de años y es el más antiguo de Europa. El hallazgo es una sorpresa, pues no había hasta ahora evidencias tan rotundas de presencia humana en este continente en aquella época. El análisis científico de estos restos tiene una importancia excepcional para comprender los primeros pasos de la evolución del género humano fuera de África y la aparición de especies genuinamente europeas.

Hasta el momento, los fósiles humanos más antiguos de Atapuerca eran los del nivel 9 de la Sima del Elefante: una mandíbula y otros pocos fragmentos óseos de dos individuos que vivieron en este lugar hace 1,2 millones de años y que se hallaron en 2007. Estos fragmentos son tan escasos que los paleoantropólogos no los han atribuido aún a ninguna especie, solo al grupo Homo, al que pertenecen también los humanos actuales, Homo sapiens.

El nuevo fósil ha aparecido en un nivel inferior de la sima, el 7, cuya antigüedad máxima puede ser de 1,4 millones de años. La mandíbula hallada en el nivel 9 presentaba un rasgo en la barbilla que era moderno, es decir, aquellos primeros europeos podían ser los primeros en tener un rostro muy parecido al de una persona actual y alejado de la cara más simiesca de ancestros humanos de África como el Homo ergaster o el Homo habilis. El análisis detallado de la nueva cara hallada en el nivel 7 puede aclarar ahora quiénes eran los primeros humanos europeos, qué relación tenían con los grupos posteriores y si todos pertenecían a la misma especie.

El fósil lo halló el 30 de junio Édgar Téllez, un estudiante de doctorado del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana. Estaba unos dos metros más abajo que la mandíbula hallada en 2007. Primero apareció entre la arcilla el fragmento de hueso del pómulo y, un rato después, el maxilar donde irían encajados los dientes. Téllez avisó rápidamente a Rosa Huguet, coordinadora del yacimiento de la Sima del Elefante. “Su cara al ver lo que había encontrado era distinta que otras veces”, recuerda el científico. El día después, tras un análisis detallado, los científicos de la excavación concluyeron que los restos eran inequívocamente humanos. “En este maxilar también hay una proyección vertical, como en la mandíbula hallada en 2007, lo que podría indicar que ese rostro moderno ya estaba presente en esta época”, destaca.

Los fósiles han sido presentados este viernes en la localidad burgalesa por los tres codirectores de Atapuerca ( Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell), por Rosa Huguet y por Gonzalo Santonja, consejero de Cultura de Castilla y León.

 “Este descubrimiento probablemente nos ayudará a conocer la especie que socializó Europa”, ha resaltado Carbonell. Es posible que haya homínidos anteriores, ha argumentado, pero estos fueron los que comenzaron a establecer poblaciones más numerosas y permanentes.

El análisis científico y datación de los restos llevará al menos un año, ha explicado Bermúdez de Castro. Junto al maxilar se encontró un diente, pero estaba partido, por lo que no está claro si se podrán rescatar proteínas. Las excavaciones continuarán hasta finales de este mes y el equipo espera poder encontrar más restos humanos, posiblemente dientes de los que extraer material biológico. “Este fósil obligará a reescribir los libros de evolución humana”, ha destacado Arsuaga. Los restos “retrasan en el tiempo la presencia humana en Europa y nos muestran que cosas que pensábamos que aparecieron al final de la evolución [como el rostro moderno] surgieron al principio”, ha añadido.

Los yacimientos de Atapuerca comenzaron a excavarse de forma sistemática en 1978. Se sitúan en la trinchera de un ferrocarril minero que atravesaba esta sierra burgalesa y que dejó al descubierto antiguas cavidades con restos fósiles. El 8 de julio de 1994, hace hoy 28 años, la arqueóloga Aurora Martín se quedó petrificada al encontrar un diente sobresaliendo de la tierra que parecía de un humano. El equipo de excavación encontró más dientes y otros fósiles humanos y, tres años después, anunció los hallazgos al mundo en un estudio histórico publicado en la revista Science, donde le dieron nombre a una nueva especie humana: el Homo antecessor.

Los investigadores piensan que antecessor es descendiente de los primeros homínidos que abandonaron África hace 1,8 millones de años, los Homo erectus, que ya caminaban erguidos y fabricaban herramientas de piedra con las que cortar la carne de animales. La especie burgalesa sería el antepasado común de los neandertales que evolucionaron en Europa hace unos 400.000 años como de nuestra especie, los Homo sapiens, que aparecieron en África hace unos 250.000 años.

Los humanos de Atapuerca eran nómadas y establecían sus campamentos allí donde estuvieran en ese momento la mejor caza y los mejores frutos. El yacimiento de la Gran Dolina es el campamento temporal más antiguo de Europa. En este abrigo rocoso han aparecido más de 170 fósiles de al menos nueve antecessor que vivieron hace más de 860.000 años, junto a los restos de sus muchas presas animales.

Los restos humanos muestran que antecessor tenía una cara tan moderna que si fuera arreglado y peinado en un vagón de metro, no llamaría la atención. Su cuerpo aún presentaba rasgos arcaicos, como un tronco más robusto que los de los sapiens. Medía entre 1,65 y 1,85 metros. El tamaño de machos y hembras era muy similar, lo que sugiere que eran una especie sociable en la que no había encuentros violentos asociados al apareamiento, como sí sucede en otros primates, como los chimpancés.

La mayoría de los individuos de la Gran Dolina eran niños de pocos años y jóvenes. El detalle más escalofriante es que muchos de sus huesos conservan marcas inequívocas de que fueron devorados por otros humanos en un acto de canibalismo cultural. En aquella época no escaseaba ni la caza ni los frutos en la sierra de Atapuerca, por lo que los investigadores piensan que el canibalismo sucedió tras un enfrentamiento por estos recursos en el que habrían participado grupos rivales; una especie de germen de la guerra. Es algo parecido a lo que sucede en los chimpancés. Aunque sea una práctica abominable, el canibalismo es marca común entre la mayoría de las especies humanas del pasado y la práctica es mucho más frecuente entre los miembros de nuestra propia especie, el Homo sapiens.

 

 

-Hallan un nuevo nivel de 1,4 millones de años de antigüedad en un yacimiento de Atapuerca.

Enlace: https://www.elespanol.com

 

 Un grupo de unos catorce investigadores hallan un nuevo nivel en el yacimiento Sima del Elefante de Atapuerca (Burgos) que supera los 1,4 millones de años de antigüedad datados hasta el momento en los yacimientos de la sierra burgalesa. Así lo confirmó hoy la investigadora Rosa Huguet del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes), coordinadora del yacimiento de Sima del Elefante, en la Trinchera del Ferrocarril de la sierra de Atapuerca (Ibeas de Juarros, Burgos).

 Yacimientos de Atapuerca

 En este sentido, confirmó que debajo de la zona arcillosa del nivel 7 se encuentra otra de color más amarillo, aparentemente arenisca, donde en superficie se aprecian restos de caparazones de tortugas. Así, desveló que “ya podemos confirmar que por debajo del nivel 7, que hasta ahora era el último nivel que conocíamos, está apareciendo otro nivel, el nivel 6”, al tiempo que manifestó que “lo estamos dejando todo en superficie para poderlo luego acabar todo y hasta el momento lo único que hemos visto es que en el techo están apareciendo caparazones de tortuga”.

 

En esta línea, recordó que durante la campaña de 2021 comenzó la excavación de la parte superior del nivel 7 (aproximadamente 1,3-1,4 millones de años) de la secuencia de este yacimiento y que se obtuvieron restos de tortugas y suidos, que están ayudando a entender las condiciones paleoecológicas existentes en la sierra de Atapuerca en esa época del Pleistoceno inferior. En ese nivel se encontró una lasca en cuarzo, que hasta el momento es la única evidencia de la presencia humana en la Sierra hace aproximadamente 1,4 millones de años.

Hallan un hueso del pie y un fragmento de un diente de hipopótamo
De esta forma, explicó que los objetivos de la campaña 2022 están relacionados por esos “extraordinarios” resultados y se continúa con la excavación de los sedimentos del nivel 7, con el objetivo de localizar restos paleontológicos y arqueológicos. En particular, se excava la parte inferior del nivel 7, con el objetivo de averiguar el lapso temporal que comprende este nivel. Los restos fósiles que eventualmente se puedan recuperar, ayudarán en este cometido.

Así, informó de que en los primeros días de campaña de excavaciones, a finales de junio, ya se encontraron “un fragmento de un diente de hipopótamo”, así como “un astrágalo, que es un hueso del pie de hipopótamo” y que “es el primer resto poscraneal” dado que “hasta ahora en Atapuerca teníamos algunos restos, pero muy pocos, de hipopótamo” si bien, añadió que “pero todo eran dientes y es el primero que es del esqueleto, del que podemos tomar medidas también para empezar a ver cómo eran esos hipopótamos del Pleistoceno inferior”.

Por ello, aplaudió estos hallazgos y expresó su deseo de obtener más elementos de origen antrópico: industria lítica, huesos con marcas de corte o restos humanos, que permitirían caracterizar a los grupos de homininos que habitaron las inmediaciones de la Sima del Elefante hace 1,4 millones de años.

 

Una docena de investigadores recuperan hasta el momento costillas, vértebras y restos de cráneo de ciervos y caballos en el yacimiento de Galería, un yacimiento de Pleistoceno medio situado en la Trinchera del Ferrocarril de la sierra de Atapuerca (Ibea de Juarros, Burgos), que contribuirá a seguir documentando las evidencias de actividad (cacería) de los grupos humanos de esta época del Pleistoceno.

Así lo confirmó hoy una de sus responsables, la investigadora Isabel Cáceres, quien precisó que Galería presenta una secuencia arqueológica con cinco unidades estratigráficas datadas entre los 200.000 y los 400.000 años. Esta cueva funcionó como una trampa natural para los animales que merodeaban por la Sierra y que accidentalmente caían al interior de la cavidad.

Actualmente los trabajos de excavación se centran en la Unidad GIIIa, cuya antigüedad se ha estimado en unos 300.000 años. El objetivo fundamental de esta campaña es continuar con la excavación del tramo inferior de la Unidad GIIIa. Según las excavaciones que se llevaron a cabo en las décadas de 1980 y 1990, este tramo de la secuencia es uno de los más ricos en lo que a restos arqueológicos se refiere. Así, se espera seguir recuperando abundantes restos de animales, sobre todo, caballos y ciervos, así como las herramientas -bifaces y hendedores- que los grupos humanos utilizaban en los procesos de carnicería.

Por su parte, otra de las investigadoras, Paula García, se refirió a que “para procesar esos restos de fauna, los homínidos utilizaban instrumentos de piedra”, que aparecen en este yacimiento. Además, añadió que “la particularidad de este yacimiento de Galería es que como ellos no viven aquí prácticamente no configuran nada aquí, solo cubren necesidades puntuales y lo que hacen es aportar a la cueva instrumentos ya configurados de fuera y los abandonan aquí después del proceso de carnicería que hicieron”.

 

También se trabaja en el nivel superior del yacimiento de Gran Dolina, uno de los principales yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril, con una estratigrafía de aproximadamente 25 metros de potencia, y en el que se han localizado varios niveles arqueológicos con evidencias de ocupación humana, que ha permitido demostrar la presencia humana en la sierra de Atapuerca durante el tramo final del Pleistoceno inferior y la mayor parte del Pleistoceno medio.

En la campaña de 2022 se continúa la intervención en el tramo inferior de TD8, que ya ha ofrecido datos muy importantes sobre las especies de mamíferos, y evidencia de presencia de homínidos -herramientas de piedra. TD8 es una unidad muy interesante, no solo porque viene a completar información sobre la secuencia temporal de la sierra de Atapuerca, sino porque se corresponde con un período de entre los 800.000 y los 500.000 años sobre el que existen muy pocos datos en toda Europa occidental.

Concretamente, el contenido de la unidad TD8 y de la inmediatamente subyacente, TD7, permitirán evaluar por primera vez el alcance de esa fase de relativa despoblación de Europa que podía interpretarse con el registro actual. Es decir, aportará datos relativos al sustrato sobre el que se asienta la expansión de la tecnología achelense en esta parte del continente, hace aproximadamente medio millón de años. Durante este período y de ahí en adelante se produce lo que se ha denominado proceso de neandertalización (evolución hacia los neandertales clásicos de Europa), que tenemos documentado de forma privilegiada en el registro de la Sima de los Huesos.

En el nivel inferior, TD4, de Gran Dolina, se espera recuperar una colección significativa de fauna del Pleistoceno inferior, presumiblemente en buen estado de conservación, así como indicios de presencia humana, como el hallazgo de herramientas de cuarcita. En 2021, las excavaciones en TD4 llegaron hasta los niveles excavados en la década de 1990, bajo la dirección de Emiliano Aguirre.

Entre los hallazgos de 2021 destacó el hallazgo de una mandíbula de rinoceronte que encaja con el cráneo actualmente expuesto en el Museo de la Evolución Humana, hallado 30 años antes. Estos niveles se caracterizan por una abundancia significativa de grandes mamíferos, como osos, grandes bóvidos, caballos, rinocerontes y cérvidos de grandes cornamentas, que habitaron Europa hace 900.000 años.

-Destruyen unos 200 metros de calzada romana cerca de Lerma.

 

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 A Isaac Moreno le llevan los demonios. Toda la vida dedicado al conocimiento, divulgación y protección de las calzadas romanas y no gana para disgustos. El último no es baladí: el arreglo de un camino rural en Revilla Cabriada, pedanía de Lerma, ha provocado la destrucción de más de doscientos metros de un tramo perfectamente conservado de calzada romana perteneciente a la vía que unía la ciudad de Clunia conSasamón. Su indignación es tal, que va a poner en manos de la Fiscalía de MedioAmbiente el asunto. Denuncia Moreno, que conoce a la perfección el tesoro que se ha ido al traste por culpa de maquinaria pesada, que en el año 2009 este tramo se sondeó «con muy buenos resultados. En ellos se veía perfectamente el afirmado de la vía romana con bolos y zahorras bien dispuestas». Y recuerda que, desde entonces, está publicada en la web www.viasromanas.net y que toda esa información obra en manos de la Junta de Castilla y León y la conoce mucha gente. Pero como siempre ocurre, «el que manda pasar la máquina por allí parece ser el único que no sabía nada de esto», explica con indignación el historiador.
En este punto, sostiene Moreno, la vía romana de Clunia a Sasamón cruzaba de sur a norte el río Arlanza entre las localidades de Castrillo Solarana, en la margen izquierda, y Santa Inés, en la derecha, por donde pasa en ambos casos. «Este era el único trozo de vía romana cierta que el término municipal de Lerma tenía bien conservada. El resto ya está destruido desde hace decenios. Es una pena, porque es un patrimonio que se ha perdido para siempre», apostilla con dolor. Sin embargo, indica, otros municipios contiguos, como Solarana, cuentan con una importante longitud de vía romana muy bien conservada «pero, como sucedía con la que se ha destruido, absolutamente desatendida de toda promoción, así como con un importante yacimiento de una ciudad romana por la que pasa esta calzada. Yo voy a seguir trabajando por que se intenten poner en valor éste y otros sitios, como he conseguido en algunos lugares de Soria».
Considera Isaac Moreno que despropósitos como el sucedido en Revilla Cabriada no se darían si los tramos de calzada estuviesen al menos no ya realzados, pero sí señalizados. Recuerda el investigador que el sondeo arqueológico llevado a cabo en el año 2009 (y al que pertenecen algunas de las imágenes de este reportaje, cedidas por el propio Moreno) permitieron ver perfectamente toda la estructura del firme en todo el tramo de loma, que era muy bonita, que se podía haber limpiado y puesto en valor. «El terraplén estaba intacto; era un tramo curioso, bonito, en el que podía haberse puesto una señal como se ha hecho en otras provincias. Pero ya se lo han cargado, ya no hay nada que hacer».
Lamenta Isaac Moreno que este tipo de agresiones sigan sucediendo en un momento «en el que existe muchísima información, accesible a todo el mundo. Mucha de la gente que me avisa para denunciar algún destrozo saca la información de la página web www.viasromanas.net. Al final, el Ayuntamiento es el propietario del camino y el último responsable». No ocurre lo mismo con el contiguo Tordómar, indica el investigador, «donde precisamente se pretenden promocionar como romanos restos de caminos y puentes de época moderna, del siglo XVI en adelante».