viernes, 16 de abril de 2021

-Excavación en la cueva de Prado Vargas en Cornejo.

 Fuente: https://www.facebook.com

 

La excavación de un nuevo sector en el yacimiento de Prado Vargas aporta 600 nuevos restos de hace 46.000 años. El estudio de los nuevos fósiles y herramientas localizados en el nivel 4 permitirá comprender la complejidad tecnológica y de estructuración del espacio doméstico alcanzada por los neandertales que ocuparon esta cavidad.

Ayer finalizó una nueva campaña de excavación en la Cueva de Prado Vargas en el norte de Burgos. Este yacimiento situado en la localidad de Cornejo (Merindad de Sotoscueva) forma parte del BIC y del Monumento Natural de Ojo Guareña. El equipo codirigido por Marta Navazo, profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU), Rodrigo Alonso, responsable de Didáctica y Dinamización del Museo de la Evolución Humana (MEH) y profesor Asociado de Prehistoria en la UBU, y Alfonso Benito investigador del Centro Nacional en Evolución Humana (CENIEH), estuvo formado por 6 estudiantes predoctorales de la Universidad de Burgos.
En esta ocasión los trabajos se han centrado en una zona de la cueva no intervenida previamente denominada “sector hornacina”. En total se han excavado 22 metros cuadrados nuevos pertenecientes al nivel 4. Este nivel tiene una cronología de 46.000 años y durante esta campaña se han recuperado más de 600 restos, entre los que destacan varias mandíbulas de ciervo, otra de zorro, lobo así como un incisivo de oso de las cavernas. Por lo que se refiere a las herramientas en piedra se han documentado varios núcleos de cuarcita y de sílex así como láminas, un perforador de este último material entre otras herramientas. Una de las piezas más características ha sido una punta de sílex de tipo “levallois”. La producción de este tipo de puntas por parte de los neandertales definen la complejidad tecnológica que alcanzaron estos grupos humanos, los cuales estuvieron ocupando la Península Ibérica desde hace 180.000 hasta los 27.000 años. Junto a los fósiles y los restos de herramientas se han localizado numerosos carbones y restos de materiales quemados que evidencia el control del fuego por parte de estas poblaciones.
 
 
 
La Cueva de Prado Vargas inaugura la temporada de excavaciones arqueológicas en el norte peninsular.
La excavación actual de la Cueva de Prado Vargas se retomó en el año 2016 y desde entonces ha continuado de forma sistemática verano tras verano. La potencialidad y riqueza del yacimiento ha motivado que por primera vez se decidiera llevar a cabo una campaña de excavación durante las vacaciones de Semana Santa. La situación actual derivada del covid ha motivado que se diseñara un plan estratégico de intervención que garantizase la seguridad de los miembros del equipo de investigación. La intervención arqueológica en este yacimiento abre la temporada de excavaciones arqueológicas en el norte de nuestro país, las cuales se amplían de manera sustancial con la llegada del buen de tiempo.
Los resultados obtenidos en esta campaña de excavación se sumarán a los más de 8.000 restos recuperados en las campañas anteriores y que sirven para reafirmar la singularidad de este yacimiento para comprender el modo de vida de los últimos neandertales del norte peninsular.
Desde su puesta en marcha el proyecto de investigación en Cueva Prado Vargas cuenta con el apoyo económico y material de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, Diputación Provincial de Burgos, el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, las localidades de Cornejo y Quisicedo, la Fundación Palarq y la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña.
Más información: Marta Navazo Ruiz mnavazo@ubu

-Un parque con silos de la Edad de Bronce y viñas medievales.

 

 Fuente: https://www.diariodeburgos

Las obras de construcción de un parque eólico en el entorno de Estépar han sacado a la luz un peculiar yacimiento arqueológico en el que conviven silos de la Edad de Bronce y medievales con decenas de franjas excavadas en la roca calcárea que constituyen una plantación agrícola, posiblemente viñas plantadas en la última fase de la Edad Media, según los restos de cerámica vidriada recogidos allí. 

Tras el hallazgo de los primeros restos, el servicio arqueológico contratado por la empresa instaladora remitió el preceptivo informe a la Delegación de la Junta en Burgos, que ha considerado que los trabajos pueden continuar mientras se termina de excavar la explanada del cerro y se preserva una amplia franja de terreno para ahondar en la investigación del yacimiento. Algunas de las muestras recogidas, fundamentalmente semillas y huesos, han sido remitidas a un laboratorio para su datación exacta, mientras prosigue el trabajo para aflorar todos los restos. 

Estas labores se compatibilizan con las de instalación del aerogenerador que irá en este alto, frente a la pedanía de Medinilla de la Dehesa. De hecho, ya se ha vertido cemento sobre parte del yacimiento para iniciar en breve la colocación de las piezas del molino.

Según los arqueólogos, este sistema de plantación fue ideado por las culturas púnico-fenicias y copiado después por los romanos, aunque se mantuvo durante muchos siglos. Se excava la roca hasta encontrar suelo fértil en el que plantar una o dos viñas por cada rectángulo, de tal manera que la planta queda protegida y calefactada naturalmente. También se empleó para los frutales, aunque en esta zona resulta poco probable, al menos con el clima actual, dado el intenso viento que sopla y que precisamente ha atraído a las compañías de energías renovables.

Con respecto a los silos, se cree que podrían convivir algunos horadados en elMedievo con otros de la Edad de Bronce, lo que probaría que en este alto hubo un asentamiento poblacional  entre el 1700 y el 800 antes de Cristo. Una vez que ya no les servían para su función original de almacenaje de alimentos o cosechas, se convertían en basureros a los que arrojaban todo tipo de desechos, como por ejemplo útiles domésticos rotos.En el yacimiento hay restos de cerámica vidriada, medieval o moderna, pero ninguno de sigillata, lo que sería un indicio clave de presencia romana. No obstante, habrá que esperar a que concluya el estudio para conocer los resultados.