lunes, 7 de febrero de 2022

-Los restos arqueológicos del Solar del Cid se volverán a tapar.

 Fuente: www.diariodeburgos.es

 Después de tres campañas de excavaciones arqueológicas entre 2017 y 2019, el Solar del Cid, ubicado en la calle Fernán González y próximo al arco de San Martín, recuperará su aspecto previo una vez dada por concluida la intervención en la zona. La próxima semana el área de Vías Públicas  y Obras del Ayuntamiento comenzará con los trabajos que se prolongarán por espacio de mes y medio, según ha explicado el concejal Miguel Balbás.  

La actuación arrancará el martes y el espacio excavado, que abarca desde el monumento hasta las escalinatas, se protegerá con la tela geotextil que ya posee, se rellenará de arena y después con tierra. Con la idea de preservar el elemento más frágil, el horno metalúrgico que se apuntaló para mantener en pie lo que queda de la bóveda, se creará una estructura que lo delimite. 
Una vez tapados los restos arqueológicos, los trabajos concluirán con la recolocación de las losetas y los pivotes que rodean al monumento. «Todo el material se ha guardado en los Almacenes Municipales y se  volverá a poner en su sitio», señaló el concejal.

La excavación en el Solar del Cid se inició para investigar si bajo el monumento se podían encontrar restos de lo que fue la vivienda del Campeador, que es lo que decía la tradición sobre ese solar que perteneció al monasterio de San Pedro de Cardeña. Pero en lugar de la casa del Cid la excavación se cerró en 2019 con los restos de una vivienda porticada de unos 180 metros cuadrados levantada en los siglos XIII o XIV -unos cuantos cientos de años después de la muerte de Rodrigo Díaz, que falleció en el 1099-. Y si debajo hubo otras estructuras habitacionales es probable que se destruyeran para construir esta.

 La excavación permitió conocer que esa casa medieval fue habitada por una familia pudiente dado que se encontraron restos de yeserías, azulejos mudéjares y distintos tipos de tejas, además de una pintura mural. Del hogar de dos alturas se consiguieron definir algunas estancias, como un patio en la parte trasera con un pozo de cuatro metros de profundidad y al menos dos espacios más.

En cuanto a lo que se creía podía ser un torreón junto a la casa, se terminó considerando que era un muro que probablemente se necesitó para un añadido o una ampliación de la vivienda.

Al margen del hogar hallaron una zona dedicada a la actividad artesanal -el horno mencionado- y, por otro lado, una quincena de silos que fueron usados antes de que se construyera la casa (en la época alto medieval) para guardar grano.
Tras los trabajos, algunos expertos eran partidarios de hacer un rebaje en el terreno retirando las escalinatas para que la excavación quedase a la vista y protegida a la altura del viandante. Pero dado que no se ha hecho así, confían en que al menos se coloque un cartel explicativo con la historia del monumento y la de las excavaciones.