domingo, 26 de julio de 2009

-Historias del Santo Grial.


Durante siglos, el arte no sólo fue la más alta y hermosa forma de expresión con la que el ser humano interpretaba la realidad o los sueños. En determinadas épocas, hizo las veces de código cifrado, de arcano insondable en que eran depositados ciertos conocimientos que pretendían ser ocultados. Así sucedió en la Edad Media, tiempo de fanatismos religiosos, supersticiones, misterios y leyendas. Al abrigo de la literatura de la época, tendente al mito sobre el que sostener personalidades políticas y identitarias, fueron surgiendo, de la mano de poetas, amanuenses, canteros y algunas órdenes seudoreligiosas, lenguajes cifrados que escondían mensajes.

Así, a finales del siglo XII e impulsados por las Cruzadas, aquellas campañas militares impulsadas por el Papa con el objetivo de reconquistar Tierra Santa, entonces en manos de los sarracenos, autores como Robert de Boron o Chrétien de Troyes escribieron poemas épicos y alegóricos nacidos de la bruma de la leyenda que tenían un mismo protagonista: el Santo Grial. Este deseado enigma sería, según los relatos de la época, el cáliz que Jesús utilizó en la Última Cena y a la sazón una reliquia mágica con poderes ultraterrenales. Las versiones más actuales, activadas por la literatura seudohistórica, señalan que el Santo Grial es la Sangre Real, esto es, el linaje de sangre de Jesús, quien habría tenido descendencia, preservada en secreto durante siglos hasta la actualidad.

Sin embargo, todo son hipótesis. La del Grial es la leyenda sobre la que más tinta se ha vertido en toda la historia de la Humanidad. No existe un solo documento o manuscrito que avale su existencia. Es un mito antológico que, eso sí, ha cautivado al hombre desde tiempo inmemorial. Las teorías sobre su presunto emplazamiento, aun sin saberse a ciencia cierta qué es el Grial, son infinitas. Una de las más recientes sugiere la posibilidad de que se encuentre en algún punto del norte de la provincia de Burgos, en concreto entre tres lugares que remiten y guardan reminiscencias toponímicas y artísticas en torno al Santo Grial.

Fue Mar Rey Bueno, escritora e investigadora, la primera en llamar la atención (ahora son legión los que apoyan la tesis) sobre ese triángulo mágico del norte de la provincia que es depositario de numerosas coincidencias que sugieren una conexión mística con el gran secreto de la Cristiandad. La mitología griálica, realidad o fantasía, señala que el Grial se esconde en un lugar llamado Mont Salvat. Durante siglos, se buscó en media Europa; también en España, sobre todo en Cataluña, atraídos por Montserrat. Sin embargo, Rey Bueno indica que sólo existe un lugar en España con un nombre idéntico al que cita la leyenda, y que es la Sierra Salvada, el macizo montañoso que hace de frontera natural entre la provincia de Burgos y las de Álava y Vizcaya.

Al abrigo de esta cordillera, y en la misma época en que la Orden de los Templarios y la Orden de Sión -según numerosas fuentes los guardianes del Grial- se extendían por Europa tras la conquista de Jerusalén, fueron levantándose en sus valles del lado burgalés de Mena y Losa varias construcciones religiosas que son hoy el argumento principal sobre el que la investigadora asienta su tesis.

Una de las más relevantes y misteriosas es San Pantaleón de Losa (cerca de Criales, cuyo nombre también tiene comparte la raíz Grial). Encaramada sobre una atalaya rocosa, como un buque varado que acariciara el cielo y muy a menudo envuelta por la niebla, esta iglesia -o lo que oculta- está custodiada por una extraña y hierática figura que hace las veces de pilastra en el pórtico de entrada: se trata de un Atlante, que porta en su regazo una especie de bolsa. ¿Significa que tiene algo dentro, tal vez el Grial? La construcción está enteramente adornada de monstruos y figuras grotescas, animales fantásticos, todas ellas de un insólito movimiento, alejado de los cánones arquitectónicos de la época. Esta ermita es también por eso una rareza, aunque destaca principalmente por el famoso ‘milagro’ que, todos los años, hacia el 26 de julio, se produce en su interior: se trata de la licuefacción de la sangre de San Pantaleón, mártir del siglo IV a quien está consagrado el templo. Este prodigio lo relaciona aún más con el Grial, al vincular esa sangre licuada con la que contendría el famoso cáliz sagrado.

Otro de los templos mágicos es Santa María de Siones, cuya relación griálica está implícita desde su toponimia. Siones (de Sión) es de origen templario, está situada en paralelo a la de San Pantaleón y su rica iconografía remite también a la leyenda artúrica del San Grial: luchas entre caballeros, seres demoníacos, guardianes enigmáticos, representaciones de personajes y episodios bíblicos... Y, entre la decoración de elementos vegetales, destaca una flor, que bien podría ser una rosa que simbolizara el vientre fértil de María Magdalena, la madre de los primeros descendientes de Jesús según la teoría más reciente en torno al Grial. Resulta curioso que la peña que hay frente a Siones se conozca precisamente con el nombre de La Magdalena.

Por último, y cerrando el triángulo griálico, se erige la iglesia de San Lorenzo de Vallejo de Mena. La mayor parte de los rasgos decorativos de este templo coinciden con los de los anteriores: escenas bíblicas, seres monstruosos, fantásticos junto a imágenes esotéricas. Esa iconografía compartida hace que este triángulo arquitectónico del norte de la provincia parezca esconder un secreto. ¿Será un cúmulo de casualidades? ¿Oculta este rincón telúrico de Burgos algún misterio relacionado con el San Grial? Todo son hipótesis, sugerencias, presunciones. Pero ninguna respuesta. Sólo la piedra esculpida por los canteros; sólo las leyendas de una época repleta de atavismos y supersticiones; sólo la magia que desprende cada templo. Nada más.
¿Nada más?

Fuente: diariodeburgos.es

sábado, 25 de julio de 2009

-Recuperan restos del craneo 17 en la Sima de los huesos.


Los investigadores que excavan en la Sima de los Huesos han recuperado durante esta campaña un hueso parietal y un hueso frontal del cráneo número 17, según informó el equipo de este yacimiento, que coordina Juan Luis Arsuaga.
Los fragmentos, que serán reconstruidos y estudiados a lo largo del invierno, corresponden a homínido masculino adulto y joven de la especie Homo heidelbergensis con una antigüedad de 500.000 años.

El primer fósil humano fue encontrado en este yacimiento en 1976, aunque las excavaciones sistemáticas no comenzaron hasta 1984. En la campaña de 1992 se hallaron tres cráneos humanos muy completos y desde entonces se han ido rescatando numerosos restos craneales con los que ha sido posible reconstruir un decena de cráneos bastante completos. En las campañas de 2001, 2007 y 2008 se desenterraron otros tres cráneos muy completos.

El equipo también ha trabajado en la Galería de las Estatuas de Cueva Mayor, donde se ha iniciado una excavación que ya ha proporcionado interesante material fósil y arqueológico. A lo largo del invierno se conocerán los resultados de los análisis sobre su antigüedad, que podría corresponder a la época de los neandertales.
En El Portalón se ha continuado con la excavación de niveles de finales del Neolítico y comienzo de la Edad de los Metales (4.500 años). En concreto se está excavando un gran túmulo funerario en el que han aparecido restos humanos.

Fuente: diariodeburgos.es

viernes, 24 de julio de 2009

-Presencia humana en Atapuerca hace 1,3 millones de años.


La Sierra de Atapuerca pudo tener ocupación humana hace más de 1,3 millones de años. El hallazgo de varios restos de cérvidos de más antigüedad hace pensar a los científicos que en esa acumulación pudo intervenir la mano del hombre, aunque este extremo no ha podido ser contrastado al no haberse encontrado marcas de corte ni herramientas asociadas.

Los restos de ‘macromamíferos’ se han encontrado al hacer una pequeña cata en la Sima del Elefante, el yacimiento en el que durante esta misma campaña se ha encontrado un resto de húmero con marcas de corte correspondiente a un homínido de 1,3 millones de años y que constituye la evidencia de canibalismo más antigua. Se trata del mismo individuo al que pertenece la mandíbula encontrada en 2007 y que mereció la portada de la revista Nature.

Los codirectores están convencidos de la existencia de fósiles más antiguos de los documentados hasta ahora, pero es necesario pasar de indicios a hechos. «Sabemos que en la Sima del Elefante hay niveles más antiguos por la presencia de fauna, con un registro bien representado por mamíferos. Por analogía con los restos encontrados en los yacimientos de Galería o Gran Dolina, los fragmentos presentan morfologías como las antrópicas (afectadas por la acción del hombre), pero no podemos asegurarlo porque no hay marcas de corte ni industria lítica», indicó Eudald Carbonell.

Los restos de homínidos de 1,3 millones de años de la Sima del Elefante se han atribuido por el momento a la especie Homo antecessor, la misma que se encontró en el yacimiento de Gran Dolina y datada en 800.000 años. Todos ellos tienen marcas de corte, lo que avala la teoría de que esta especie practicó el canibalismo. «En Gran Dolina tenemos confirmada la práctica de canibalismo de manera generaliza al haber encontrado restos de 11 individuos, mientras que en la Sima del Elefante con el resto de húmero es más difícil decir que fue generalizado».

Los codirectores insistieron en la necesidad de que la Junta construya un puente en la Trinchera del Ferrocarril, donde se encuentra la Sima del Elefante, para poder excavar bajo el suelo del yacimiento en una extensión de 15 ó 20 metros. «Es en la pared de la cueva donde puede haber una mayor acumulación de fósiles porque, dada la inclinación que existe, muchos han podido rodar y acumularse allí. Es una inversión pequeña para el buen resultado que podía dar para encontrar más restos del primer europeo», explicó José María Bermúdez de Castro, otro de los codirectores.

Durante esta campaña se han encontrado nuevos restos de Homo antecessor en el sondeo del nivel TD6 de Gran Dolina, donde aparecieron los primeros fósiles de esta especie en 1994, que se da por terminado hasta que pueda excavarse en extensión, algo que se producirá dentro de entre 6 y 9 años. En la parte superior del yacimiento se ha hallado un matadero de bisontes, lo que indicaría que un grupo de cazadores se estableció en la zona durante algunas temporadas hace unos 350.000 años al tener cerca las fuentes de agua.

Asociados a estos bisontes ha aparecido una industria lítica que puede servir para saber cómo se produjo la transición en Europa de las herramientas de los preneandertales a las de los neandertales. «Durante esta campaña han aparecido marcadores de industria Achelense (Modo 2), de modo que podemos decir que entre hace 350.000 y 400.000 años se acabó con esta manera de hacer herramientas en esta zona», apuntó Eudald Carbonell.

Hasta el momento se han encontrado herramientas achelenses (bifaz, hendedor o pico) en la Sima de los Huesos (500.000 años), en Galería (300.000-450.000 años) y en Dolina. «Sabemos que el Homo heidelbergensis utilizó el modo achelense en su adaptación a la Sierra, que no tiene nada que ver con el modo 1 u Olduvayense (cantos rodados tallados y pequeñas lascas poco elaboradas) que adoptó el Homo antecessor, aunque luego se pasaría al modo 3 o Musteriense cuando evolucionó».
Los codirectores hicieron ayer un balance muy positivo de la campaña de excavaciones 2009, que hoy concluye.

Fuente: diariodeburgos.es

domingo, 19 de julio de 2009

-Nueva campaña en el yacimiento de huellas de dinosaurios de Quintanilla de las Viñas

La Universidad de Burgos colaborará por primera vez con la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León en la campaña de excavaciones que tendrá lugar este año por medio de la realización de planos y perfiles informáticos del yacimiento de Quintanilla de las Viñas. “Como novedad, este año la UBU colabora por medio del escaneo del yacimiento. De esta forma el lugar permanece para siempre en plano y en reconstrucciones en 3D. La Universidad también realizará un estudio científico del mismo para no tener que ir constantemente al yacimiento”, explicó el director del museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida.

En esta nueva campaña, la octava, de excavaciones de dinosaurios, que tendrá lugar del 20 al 31 de julio en Quintanilla de las Viñas, participarán 20 profesionales y estudiantes de distintas disciplinas y universidades españolas que se dedicarán a limpiar y documentar lo encontrado en el yacimiento de Las Ereas 3, en Quintanilla. “El proyecto consiste en trabajar en el yacimiento de modo científico, pero nuestra intención también es ponerlo en valor turísticamente”, afirmó el director del museo de Dinosaurios. En esta ocasión, los investigadores se van a centrar en detallar huellas de dinosaurios, en lugar de extraer y catalogar huesos, debido a que el museo de Salas no dispone de más capacidad.

El yacimiento de Quintanilla de las Viñas es un megayacimiento que se extiende por la comarca de Lara a lo largo de cuatro kilómetros y que se estima que contiene más de un millar de huellas. La zona pertenece al tránsito Jurásico-Cretácico, con una antigüedad de unos 145 millones de años. Este periodo tiene especial importancia en la evolución de los dinosaurios porque al final del Jurásico desaparecieron una gran parte de especies. Los científicos también estudian la flora y fauna de la zona para comprobar la conexión existente entre la flora americana y la europea, debido a que fue en el Jurásico cuando se empezaron a separar los continentes.

“Falta impulso político. Esta es la Comunidad Autónoma que menos en serio se ha tomado este asunto”, así se expresó el presidente de la Fundación para el estudio de los dinosaurios en Castilla y León, Fernando Castaño, sobre la aportación y el compromiso de la Junta con el proyecto de los dinosaurios.
Castaño también añadió que “falta voluntad política” y que el proyecto de estudio y de puesta en valor de la comarca de Salas se encuentra en la Consejería desde el año 2001.

Fuente: gentedigital.es

sábado, 18 de julio de 2009

-Enterramientos de hace 4.500 años en El Mirador.


Los codirectores de Atapuerca anunciaron al comienzo de la campaña de excavaciones que tenían depositadas muchas expectativas en el yacimiento de El Mirador al darse un giro a la estrategia de trabajo. Y la sorpresa ha llegado.
Tras la realización de un sondeo mecánico en el exterior para superar la caída de bloques del techo de la cueva, se comenzó a excavar en los laterales para comprobar la existencia de galerías. En uno de esos laterales los investigadores han encontrado un sepulcro colectivo de una antigüedad de entre 4.000 y 4.500 años muy bien conservado.

Hasta el momento se han encontrado restos de al menos diez individuos, aunque no se descarta que aparezcan más a medida que avance la excavación. «Sabíamos que existía un sepulcro colectivo de la Edad del Bronce antiguo, pero pensábamos que estaba destruido. En los años 80 miembros del grupo espeleológico Ramón y Cajal expoliaron la cueva, localizaron este sepulcro y entraron a pico y pala buscando el ajuar que acompaña a este tipo de enterramientos (puntas de flecha o cerámicas) y tiraron los restos humanos tal y como iban apareciendo. Ahora, al entrar hemos visto que la parte baja del depósito del sepulcro no llegaron a tocarla y aparecen restos humanos en conexión anatómica, tal y como fueron depositados», explicó, José María Vergés, responsable del yacimiento.

También se han recuperado gran cantidad de fósiles humanos del removido que hicieron los saqueadores, cuyo estudio será más complicado al no estar en su posición original.
Los restos encontrados permitirán hacer un buen estudio paleoantropológico de las patologías que tenían estos humanos o conocer su dieta. «Hasta ahora estábamos documentando la cultura material y la información relacionada con la agricultura y la ganadería, pero no sabíamos mucho de las gentes. Ahora podremos saber más de los pobladores, que dieta seguían, las enfermedades que padecían o cómo eran. Además, se abre la posibilidad de hacer estudios genéticos», añadió el investigador.

Los restos que se han recuperado, que corresponden a todas las partes del cuerpo, han salido muy enteros y la mayoría son de mujeres, según una primera investigación. Destacan algunos fragmentos de mandíbulas muy bien conservadas, uno de ellos podría pertenecer a una mujer de unos 17 años. También hay maxilares con sus piezas dentales, que presentan un gran desgaste, probablemente, debido a una dieta rica en cereales. En uno de estos maxilares puede verse una incipiente muela del juicio.
De ese modo, la cueva fue utilizada como espacio sepulcral a últimos de la Edad de Bronce, para estabular al ganado en el Neolítico y la Edad del Bronce y finalmente como hábitat.

Fuente: diariodeburgos.es

jueves, 16 de julio de 2009

-Canibalismo hace 1,3 millones de años.


Los yacimientos de la Sierra de Atapuerca siguen deparando sorpresas campaña tras campaña. El hallazgo de un fragmento de húmero de un adulto de hace 1,3 millones de años con marcas de descarnación en la Sima del Elefante confirmaría el caso de canibalismo más antiguo conocido en la historia de la evolución humana.

El resto apareció hace unos días en el nivel TD9 de este yacimiento y los investigadores creen que pertenece al mismo individuo de la mandíbula encontrada en 2007, que mereció la portada de la revista Nature al tratarse de los restos de fósiles humanos más antiguos de Europa, y una falange encontrada en 2008. Las dataciones de estos fósiles realizadas por el método de núclidos cosmogénicos y la industria lítica asociada a ellos confirman que tienen 1,3 millones de años.

Según explicó José María Bermúdez de Castro, uno de los codirectores, el resto de húmero tiene un golpe dado con una piedra, probablemente para extraer la médula, y varias marcas de corte o descarnación. «Además, está junto a otros animales que tienen marcas de descarnación y un canto de río partido que tiene un filo. El individuo fue matado para ser comido y arrojado en la Sima. De este modo, sería el caso de canibalismo más antiguo conocido hasta el momento», apuntó.

El hallazgo adelantaría en casi medio millón de años esta práctica. Las evidencias más antiguas se habían encontrado en el yacimiento de la Gran Dolina y las practicó el Homo antecessor de hace 800.000 años.
Los investigadores esperan hallar más restos humanos que confirmen esta hipótesis en este nivel del yacimiento de la Sima del Elefante, pero para poder excavar en extensión sería necesario la construcción de un puente. «Estamos convencidos de que en esta zona aparece la cueva, pero el nivel está muy inclinado y es posible que el resto de los huesos hayan rodado y se hayan acumulado dentro. Las posibilidades de encontrar más restos de este individuo son cada vez mayores», añadió.

Tras el hallazgo, los codirectores se plantean ahora una posible relación entre los homínidos de la Sima del Elefante y la Gran Dolina. «Existe la posibilidad de que tuvieran un origen común o que sean unos descendientes de otros por evolución en Europa».
Alimentarse de individuos de la misma especie podría ser consustancial al género homo porque todas las especies del Pleistoceno lo han practicado. «Nosotros trabajamos sobre la hipótesis de que los restos humanos encontrados en la Sima del Elefante son de Homo antecessor. De este modo, hace pensar que se trata de un canibalismo de especie y cultural que siempre ha acompañado al género Homo y habría comenzado a practicarse 500.000 años antes de lo que teníamos documentado hasta ahora. «Igual que, por ejemplo, comían hojas incluían en su dieta carne de otros homínidos», indicó, Eudald Carbonell, otro de los codirectores.

La investigadora Gala Gómez fue quien encontró el húmedo mientras estaba excavando en el cuadro del yacimiento que tenía asignado. «Fui a extraer un hueso que estaba muy sucio y no se podía observar muy bien. La alegría estalló más tarde en el laboratorio. Una vez limpio este fósil, los especialistas en restos óseos identificaron que era un húmero humano. Fue un momento muy emocionante y todos se pusieron muy contentos», indicó.

Fuente: diariodeburgos.es

viernes, 10 de julio de 2009

-Futura obra sobre Leonor Plantagenet, esposa de Alfonso VIII y reina de Castilla


Leonor Plantagenet y Alfonso VIII están enterrados en Las Huelgas, el monasterio cisterciense que ambos fundaron en el año 1180 y en el que ella moriría en 1214. Sin embargo, poco se sabe de la que fuera reina de Castilla, hija de Leonor de Aquitania y Enrique II de Inglaterra y hermana de Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra.
El primer y único trabajo histórico que hay sobre este personaje es un discurso de 16 páginas que ofreció en 1908 el jesuita e historiador español Fidel Fita para los miembros de la Real Academia de la Historia en Madrid. Después ha aparecido mencionada en trabajos históricos sobre Alfonso VIII, el reino de Castilla o la Edad Media. Pero ninguno hasta la fecha se ha centrado en la figura de esta mujer que desde el siglo XIII ha permanecido en la sombra.
El investigador chileno José Manuel Cerda quiere poner luz sobre una reina «fascinante» de la que, en 2014, se cumple el octavo aniversario de su muerte. El historiador prepara un proyecto postdoctoral subvencionado por el gobierno de su país con el que desarrollará un ensayo de carácter biográfico que espera publicar en inglés y en castellano.
Para indagar en las huellas de la que fuera conocida también como Leonor de Inglaterra y Leonor de Castilla, José Manuel Cerda se trasladó hace unos días a Santa María la Real de Las Huelgas, el monasterio que desde 1187, por deseo de los reyes, se convirtió en la casa madre de todas las abadías femeninas del territorio de Castilla y que, además, fue escogido como panteón real.

La iconografía de los sarcófagos de la pareja (en la nave central), los sepulcros de algunos de sus hijos (están enterrados hasta ocho, algunos de ellos fenecidos a corta edad) o el vestuario que pudo llevar la reina (y que se conserva en el Museo de las Telas) son algunos de los detalles en los que se ha fijado el académico de la Universidad de Chile, que también ha visitado el Hospital del Rey, el Castillo y la Catedral.
A pesar de la poca documentación que existe sobre esta dama nacida en el castillo de Domfront (Normandía) en 1161, José Manuel Cerda maneja datos suficientes como para afirmar que la reina realizó una importante labor diplomática (tuvo una gran influencia política y Alfonso VIII especificó en su testamento que sería ella quien gobernaría Castilla durante la minoría de edad del heredero), promovió la reforma cisterciense en Castilla, colaboró en la introducción del gótico cisterciense, participó en el proceso hegemónico de Castilla y ejerció un importante patronazgo.
Los motivos por los que la hija de Leonor de Aquitania no ha merecido hasta ahora el estudio de los expertos son, a juicio de Cerda, diversos y variados. Además de la escasez de fuentes documentales, el hecho de formar parte de una familia tan protagonista de la Historia le ha hecho permanecer en un segundo plano.

Sin embargo, aparte de lo ya mencionado, Leonor Plantagenet o Leonor de Inglaterra fue la promotora de la construcción de una capilla en la catedral de Toledo dedicada a Santo Tomás Becket; fue ella la que encargó que sobre el solar de la mezquita de Cuenca se construyera una catedral; dicen que fue cosa suya también la donación del castillo de Uclés a los Caballeros de Santiago y, por supuesto, aparece en la carta fundacional de Las Huelgas, en este caso, como esposa de Alfonso VIII.

«Leonor Plantagenet es una reina convencional, no es una reina extraordinaria, pero es un personaje fascinante porque aunque hace lo que se espera de ella lo hace muy bien», afirma el historiador. José Manuel Cerda destaca la personalidad de esta reina que hará que sus hijos e hijas se casen con los ‘mejores partidos’. Sus hijas van a ser reinas de Castilla, Aragón, León, Portugal y Francia y dos de sus nietos serán reyes santos (Luis IX de Francia y Fernando III de Castilla). Y por si esto fuera poco, durante su reinado se inauguran un periodo de relaciones anglo castellanas «sin precedentes».
Por todo ello, Cerda considera «imprescindible» poner en su sitio dentro de la Historia a esta mujer que reposa en Las Huelgas. Para dentro de cinco años, cuando se cumpla el octavo centenario de su muerte y de la de Alfonso VIII, el investigador espera tener concluida la biografía y participar así en el homenaje que se le debiera rendir.

Fuente: diariodeburgos.es

martes, 7 de julio de 2009

-Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)


A primera vista, las cifras del CENIEH impresionan. Y eso que de las tres piezas diseñadas por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg para el Complejo de la Evolución Humana es la de menor tamaño y coste. Pero aún así los números son significativos: 10.372 metros cuadrados construidos; una inversión que supera los 21,2 millones de euros, a los que hay que sumar 8,8 millones destinados a infraestructuras y equipamientos; 7 plantas -2 de ellas subterráneas-, una plantilla que en estos momentos ronda las 40 personas, de las que 14 son investigadores; una veintena de estancias entre laboratorios, salas de preparación de muestras y gabinetes... Son algunos de los parámetros que dejan a las claras la importancia de este inmueble.
Pero además, al ser la primera de las tres piezas, este edificio construido por las empresas Dragados y Zarzuela, es también el primero en el que se observan las líneas generales del proyecto del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, en las que uno de los elementos más destacados es la luminosidad.
Luminosidad patente en las grandes superficies acristaladas diseñadas tanto en las zonas que miran al Paseo de la Sierra de Atapuerca y a la calle Doctor Fleming como en la fachada que linda con el futuro Museo de la Evolución, que ha sido concebida como una prolongación de éste a través de la cual el visitante podrá penetrar visualmente en el CENIEH.

Por lo que se refiere a la jerarquización espacial del inmueble, la planta -1 puede definirse como la zona de recepción de materiales, con un laboratorio para este fin, otro de análisis físico-químico de sedimentos y suelos y la unidad de preparación de muestras y la de corte de piezas para su estudio microscópico.
Por su parte, la planta baja acoge los servicios auxiliares, además de la entrada principal. Desde el centro de proceso de datos -auténtico ‘cerebro’ del inmueble, hasta una sala de reuniones y un salón de actos con capacidad para 121 personas y dotado de la última tecnología, pasando por la biblioteca especializada.
Las plantas primera, segunda y tercera se encuentran divididas en tres grandes zonas: la norte, que comprende la fachada que mira al Arlanzón y parte de la calle doctor Fleming; la central, a lo largo de la calle Doctor Fleming, y la sur, entre esta y la calle Burgense.
La primera cuenta con una zona reservada al almacenamiento de fósiles que tiene su continuación en la segunda y también posee una cámara blindada que guarda los de más valor, los de los homínidos. En total, 400.000 fósiles podrán almacenarse en sus estanterías.
También cuenta con diversos laboratorios, como el de Restauración en el que se recuperan todos los fósiles que llegan al centro; la sala SIG multimedia -destinada a estudios de mapas geotécnicos y geológicos- y el laboratorio de microscopía, que dispone de los más avanzados equipos para el análisis pormenorizado de los restos hallados en los yacimientos. La zona administrativa completa esta primera planta.
El segundo piso, además junto a las ya mencionadas zonas para el almacenamiento de fósiles y parte de los despachos de los investigadores, alberga varios gabinetes y laboratorios, como los de lítica, en donde se analizarán las características morfológicas de todas las piezas pétreas que se encuentren, y los de anatomía comparada, tanto humana como zoológica, en los que existen réplicas de diferentes especies que permitirán establecer similitudes y diferencias entre ellas a lo largo del tiempo.

Si el segundo piso se cierra con una unidad de Luminiscencia o ‘sala oscura’, espacio esencial para la datación de los restos hallados en los yacimientos, en la tercera se ubican las denominadas ‘salas limpias’.
Su nombre técnico es Unidad de preparación de muestras para el análisis de núclidos cosmogénicos, pero a los ojos de los profanos lo primero que llama la atención es la ausencia de cualquier elemento metálico. Todo, desde los muebles a la grifería, pasando por las bisagras de las puertas o los taburetes, está realizado en plástico. El objetivo es eliminar al máximo las partículas del ambiente, especialmente metálicas, y evitar que interfieran en los trabajos de datación que en ellas se realizan.
En este nivel también se sitúan otros de los laboratorios de datación que concentran varios de los equipos punteros con que cuenta el CENIEH, en concreto el de Resonancia Paramagnética, y las unidades de Arqueomagnetismo y de Uranio-Torio. Un laboratorio de rayos X y otro de Geoquímica y Arqueometría, además de varios de los despachos de los investigadores, completan el equipamiento científico de esta planta.
También se encuentra aquí otra de las ‘joyas’, la Sala de Colecciones, en la que los expertos del propio CENIEH y los de fuera, podrán estudiar los fósiles existentes bajo la supervisión de los gestores de las colecciones. Equipado con la última tecnología, única en Europa, la sala cuenta con sistemas de radiofrecuencia y programas informáticos que permiten localizar los fósiles con gran rapidez y conocer toda la información que se posee de cada uno. Todo, con las máximas medidas de seguridad.
Finalmente, la cuarta planta acoge una sala de reuniones y varias dependencias vacías a la espera de que en al CENIEH vayan llegando más investigadores y nuevas áreas de trabajo.

Fuente: diariodeburgos.es

jueves, 2 de julio de 2009

-Trabajo en 7 yacimientos


El equipo de investigadores de Atapuerca, integrado por 150 personas, trabaja desde hoy en siete yacimientos, tras incorporarse un centenar de miembros más que se suman a los 50 que han trabajado durante la última quincena de junio. El refuerzo permitirá excavar simultáneamente en siete yacimientos, convirtiéndose en una de las excavaciones más grandes del mundo. Los científicos proceden del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, el Instituto de Paleontología Humana y Evolución Social, el Instituto Mixto Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III de Madrid de Evolución y Comportamiento Humanos o las universidades de Burgos y Zaragoza, así como de otros centros internacionales.

Los codirectores dieron ayer la bienvenida al equipo en la residencia Gil de Siloe, donde se alojan y se instala el laboratorio para documentar los fósiles que salen de la excavación.
La campaña número 31 se centrará en los yacimientos de Gran Dolina, Covacha de los Zarpazos, Sima del Elefante, Portalón, El Mirador, Sima de los Huesos y el asentamiento al aire libre Hotel California. Los codirectores han anunciado que marcará un cambio de estrategia en los trabajos arqueológicos debido a que el próximo año se inaugurará el Museo de la Evolución Humana y el CENIEH funcionará a pleno rendimiento.

Los investigadores que trabajan en el asentamiento al aire libre Hotel California, ubicado en el término de Cardeñuela Río Pico, han conseguido sacar a la luz en los quince primeros días de excavación cerca de 150 herramientas que usaron los neandertales.
Desde que en 2006 se iniciaron los trabajos se han recuperado unas 500 piezas en los cinco niveles arqueológicos que van desde los 46.000 a los 55.000 años. «En esta campaña de 2009 estamos trabajando en 11 cuadros. Tenemos que mirar bien en cada nivel el material que traían los neandertales y comprobar qué hacían para fabricar las piezas. Hasta el momento nos ha aparecido tecnología Musteriense y del Paleolítico medio. Hemos encontrado lascas con filo que corta y que muchas veces está retocado, los núcleos donde sacan las lascas y los restos de talla que saltan», indicó Marta Navazo, responsable del asentamiento Hotel California.

Este asentamiento fue descubierto en 2001 dentro del proyecto iniciado por el profesor de la Universidad de Burgos Carlos Díez para documentar los asentamientos en más de 300 kilómetros del entorno de la Sierra de Atapuerca, encontrándose 180 (30 de Paleolítico medio).
Lamentablemente al tratarse de espacio al aire libre no se encuentran restos de fauna ni humanos porque el suelo es ácido y no se conservan los fósiles, algo que no ocurre en las cuevas porque la humedad es constante.

No obstante, los hallazgos servirán para conocer la vida cotidiana de nuestros antepasados y compararla con la encontrada en las cuevas. «Miraremos qué hacían los neandertales, el Homo heidelbergensis y el Homo antecessor y podremos comparar las tecnologías», añadió.
La investigadora recordó que los grupos de homínidos que vivieron en la Sierra de Atapuerca realizaban todas sus actividades al aire libre, de ahí la importancia de estudiar los asentamientos. «Hemos escogido esta cronología, aunque hay de todas, porque es la única que hasta el momento no se ha encontrado en ninguna de las cuevas de Atapuerca al colmatarse hace entre 150.00 años y 200.000 años y no haber sedimentos de neandertales, lo que sí sucede al aire libre», sentenció Navazo.