sábado, 18 de julio de 2009

-Enterramientos de hace 4.500 años en El Mirador.


Los codirectores de Atapuerca anunciaron al comienzo de la campaña de excavaciones que tenían depositadas muchas expectativas en el yacimiento de El Mirador al darse un giro a la estrategia de trabajo. Y la sorpresa ha llegado.
Tras la realización de un sondeo mecánico en el exterior para superar la caída de bloques del techo de la cueva, se comenzó a excavar en los laterales para comprobar la existencia de galerías. En uno de esos laterales los investigadores han encontrado un sepulcro colectivo de una antigüedad de entre 4.000 y 4.500 años muy bien conservado.

Hasta el momento se han encontrado restos de al menos diez individuos, aunque no se descarta que aparezcan más a medida que avance la excavación. «Sabíamos que existía un sepulcro colectivo de la Edad del Bronce antiguo, pero pensábamos que estaba destruido. En los años 80 miembros del grupo espeleológico Ramón y Cajal expoliaron la cueva, localizaron este sepulcro y entraron a pico y pala buscando el ajuar que acompaña a este tipo de enterramientos (puntas de flecha o cerámicas) y tiraron los restos humanos tal y como iban apareciendo. Ahora, al entrar hemos visto que la parte baja del depósito del sepulcro no llegaron a tocarla y aparecen restos humanos en conexión anatómica, tal y como fueron depositados», explicó, José María Vergés, responsable del yacimiento.

También se han recuperado gran cantidad de fósiles humanos del removido que hicieron los saqueadores, cuyo estudio será más complicado al no estar en su posición original.
Los restos encontrados permitirán hacer un buen estudio paleoantropológico de las patologías que tenían estos humanos o conocer su dieta. «Hasta ahora estábamos documentando la cultura material y la información relacionada con la agricultura y la ganadería, pero no sabíamos mucho de las gentes. Ahora podremos saber más de los pobladores, que dieta seguían, las enfermedades que padecían o cómo eran. Además, se abre la posibilidad de hacer estudios genéticos», añadió el investigador.

Los restos que se han recuperado, que corresponden a todas las partes del cuerpo, han salido muy enteros y la mayoría son de mujeres, según una primera investigación. Destacan algunos fragmentos de mandíbulas muy bien conservadas, uno de ellos podría pertenecer a una mujer de unos 17 años. También hay maxilares con sus piezas dentales, que presentan un gran desgaste, probablemente, debido a una dieta rica en cereales. En uno de estos maxilares puede verse una incipiente muela del juicio.
De ese modo, la cueva fue utilizada como espacio sepulcral a últimos de la Edad de Bronce, para estabular al ganado en el Neolítico y la Edad del Bronce y finalmente como hábitat.

Fuente: diariodeburgos.es

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