viernes, 29 de febrero de 2008

-Soncillo


Una antigua historia, asegura que el nombre de Soncillo viene de la palabra “mesoncillo”, y era debida a un mesón de reducidas dimensiones que existía al final de la calle Del Río, actual calle Rodriguez de Valcarcel.
La fundación de Soncillo se puede datar no más tarde del 816, fecha del documento de donación del conde Gundesindo. El término del Valle de Valdebezana se encuentra en la zona de contacto de las cordilleras Cantábrico e Ibérica. Su relieve forma una serie de pequeñas alineaciones con dirección NO-SE entre las que se abren pequeños valles regados por arroyos que se dirigen al Ebro. Junto a los límites del término, al norte y al sur, se encuentran las mayores alturas: Maza, 1.162 m.; Tureña, 1.170 y Cielma, l.194. Por el interior, las cotas mayores apenas alcanzan los 1.000 m. Soncillo se encuentra a 854 m. de altitud.

El hecho de estar situado el pueblo de Soncillo en la parte más alta del eje de comunicación de aquella época de Espinosa a Reinosa y Herrera de Pisuerga, hace suponer, fundadamente, que ya hubiera asentamiento de población en esta primera época. Sin olvidar tampoco, que en el siglo II la vía III, que cruzaba la Autrigonia, figura con casi idéntico trazado.
Su situación geográfica le permitió estar al abrigo de las sucesivas campañas. Situación, pues, privilegiada la de Soncillo por encontrarse en zona de altura, de no fácil acceso. Y también, por otro lado, más pobre y, por tanto, de menor interés para el invasor que los fértiles valles de Valdivielso y Tobalina o que las llanadas de Villarcayo y Medina. Todos estos factores fueron posibilitando que aquellos primeros moradores gozaran de una relativa seguridad. Haciendo uso del derecho de presura irán roturando esa tierra, vital para su subsistencia.

La historia de Soncillo esta muy ligada a la del Valle de Valdebezana. En efecto, desde que en 931 Fernán González incluyera a Arreba, Bricia y Soncillo bajo su demarcación con independencia del reino de León, se asiste a un continuo traspaso de dominios. Tanto es así que, cien años después, el titular de esas tierras era el rey navarro Sancho García.
Luego, tras la batalla de Atapuerca (1054), su hijo Don Fernando se hará cargo de ellas. En el año 1171, según relata el cartulario del monasterio de Santa Mária de Rioseco, Arreba y Bezana son gobernadas por el conde Gómez Pérez de Soncillo, quien realiza ventas de todo su patrimonio en San Cibrián y Vil1arcayo al monasterio de Rioseco.
Es una prueba manifiesta de la prosperidad de la que luego será cabeza administrativa del Valle de Valdebezana. Nuevas e importantes transformaciones ocurrieron durante los siglos XIV y XV que afectaron profundamente a todo el Valle de Valdebezana.
La Villa de Soncillo disfruta de la capitalidad del Valle. En ella reside el “gobernador e justicia ordinaria”, pero la vida de los pueblos del Valle discurre por unos cauces de normalidad y de participación de todos los vecinos en los asuntos de la vida diaria.
En el aspecto económico y comercial, Soncillo sigue evolucionando. Al encontrarse en inferiores condiciones con respecto al resto de los pueblos del Valle por tener menos cantidad de terreno de cultivo, por tener una tierra en peores condiciones. Estas circunstancias obligan al pueblo a buscar otras formas de subsistencia.

Pronto llegó a convertirse en el principal lugar de abastecimiento de alimentos, aceite, vino traídos de unas ocho leguas de distancias, de la actual ciudad de Reinosa (Cantabria). Así se fueron formando los primeros mercados ya en el siglo XV y también fueron apareciendo las primeras ferias de ganados: vacas, cerdos, ovejas..., que se celebraban dos veces al año, una en la víspera del Corpus Christi y la otra la víspera de la Ascensión. Los mercados se celebraban todos los miércoles del año, tradición que sigue conservándose actualmente. Se cobraban unas pequeñas alcabalas por cada puesto de mercancías en el mercado y por cada animal vendido.

El pueblo fue evolucionando lentamente y así aparecieron algunos gremios zapateros, herreros, carreteros etc. y personas dedicadas al transporte para la compra-venta de mercancías de las que carecían en el principal centro abastecedor, Reinosa.El mercado y las ferias se incrementaron en gran medida porque por el sur de la actual provincia de Cantabria (Valle del Pas etc.) no existía ningún centro de mercado abastecedor de los productos imprescindibles. Todos los habitantes del Valle acudían los miércoles de cada año, unos con animales, otros con trigo, con cebada para venderlo; y con el dinero obtenido comprar aceite, vino, sal, calzado, etc.
En el año 1670, por falta de permiso real para la celebración de ferias y mercados, éstos son suspendidos en parte. A partir de este año, los mercados, que se celebraban, desde tiempo inmemorial, todos los miércoles del año, sólo se podrán celebrar de San Martín (11 de noviembre) hasta el Miércoles de Ceniza. Mediante una serie de trámites consigue, diez años más tarde, la concesión del permiso real para celebrar ferias y mercados.

miércoles, 27 de febrero de 2008

-Restos romanos en el valle de Losa.



Parece probada la existencia de una calzada romana que atravesaría el Valle desde Berberana hasta el Ribero, y de otra vía que lo haría desde Trespaderne a Arceniega.
Alrededor de estos caminos están apareciendo restos de antiguas villas, algunos de ellos de gran lujo, como es el caso de la villa romana de San Martín.

Otra villa importante se situaba en Salinas de Rosío. En aquella época explotaba los recursos salinos existentes. Aquí también han aparecido mosaicos y monedas.

Es de destacar también el asentamiento situado en Villaventín, donde apareció un sarcófago tallado con el tema del Antiguo Testamento de "Susana y los ancianos", que se halla expuesto en el Museo Arqueológico de Burgos.
Otros yacimientos aparecen en Lastras de las Eras, San Llorente, Villaluenga, Río, Villalba y Berberana:
--BERBERANA. Este yacimiento se sitúa al lado del río Humecillo, junto a la antigua torre medieval, en el término denominado Ostuño, muy cerca del paso de Santueña.

--VILLALVA. El asentamiento de Villalba se encuentra en el cruce de los ríos Zaballa y Galbarra, en una finca denominada "El Pedregal", por aparecer en ella gran cantidad de piedras pertenecientes a la pavimentacióm y a los cimientos de edificaciones romanas.

--EN SAN LLORENTE DE LOSA:
Se han localizado tres yacimientos romanos, pero muy separados el uno del otro.
El pueblo de San Llorente creemos que pudo ser con seguridad el punto de enlace de dos vías romanas: una, la que atravesaba todo el Valle de Losa desde Berberana hasta Villasante; y la otra, que desde Trespaderne se dirigía a los valles cantábricos.

-Uno llamado los llanos. Otro llamado La cubilla. Muy alejado del anterior y separado por el río Nabón y por todo el pueblo de San Llorente. Otro tercer yacimiento pero de menor importancia, es el que se encuentra alrededor del cementerio hasta la misma orilla de la carretera.

--RIO DE LOSA:
Se trata de un lugar en que aparecen fragmentos de vasijas de los romanos, de pequeñas dimensiones. Este lugar está cerca de una torre de tendido eléctrico. El término se llama "Entreriberos".

--NÁVAGOS: El yacimiento está situado en terrenos pertenecientes al, pueblo de Návagos. El término se llama: "Páramo de Nocedo".
- Las cascajas, que es la zona en que aparecen las cerámicas romanas y que está llena de cascajas y de piedra.
- Las cuchías, que es la zona donde aparecen los restos de la Edad de hierro. Una punta de hierro, (parece una punta de lanza). - Un fragmento de bronce, dorado, de la Edad de Hierro.

--LA VILLA DE SAN MARTÍN
El yacimiento de Sal, Martín de Losa conocido como Los Casarejos, data de la segunda mitad del siglo V. Se encuentra situado a un lado de la carretera que va de Quincoces a Berberana, cercano al río Nabón. A finales de 1972 se hallaron en este lugar numerosas teselas, y junto a los restos del mosaico, otros indicios de ocupación en época romana: fragmentos de teja, estucos, cerámica común, sigillata, restos de escoria... En la excavación llevada a cabo en 1976 se descubrió una habitación completa, en donde se hallaba el mosaico principal y parte de dos habitaciones más. El límite de las habitaciones está formado por un muro compuesto de lajas de piedra unidas con tierra y cal.

martes, 26 de febrero de 2008

-Puentearenas



Puentearenas está situado en el valle de Valdivielso, en las laderas de la sierra de la Tesla, y a él se accede tras cruzar el puente sobre el río Ebro que da nombre al pueblo. Este puente es el más antiguo del valle, data del siglo XVI, aunque fue reformado en 1885, está construido en sillería y tiene cinco arcos principales y otros dos para tiempos de crecidas. Éste fue un lugar clave, ya que era el único puente existente en el valle y se utilizaba durante la Edad Media para el transporte y el comercio entre los puertos del Cantábrico y el interior de la península.
El transporte se realizaba a través de un camino, del que se duda su procedencia romana o medieval, que cruzaba el valle pasando por Puentearenas y El Almiñé, es el llamado "camino del pescado".

El pueblo en un principio se llamaba La Puente, posteriormente se cambió a Puente de las Arenas debido a los bancos de arena que el río producía en esa zona. En la actualidad, Puentearenas se extiende en paralelo al río, formando dos barrios, uno junto al puente y otro junto a la iglesia de Santa María.
Esta iglesia es una de las más grandes del valle, el edificio original data del siglo XII y de él aún se conserva su portada románica, el resto del edificio es una mezcla de estilos góticos y renacentistas. Tiene dos capillas laterales, la de la derecha, construida en el siglo XVII, en la que se muestran las armas de sus fundadores Salazar y Mata, y la de la izquierda, construida un siglo después y dedicada a los Dolores de María Santísima.

En torno a la iglesia, se levantan varias casonas y palacios, que exhiben gran número de escudos e inscripciones. Destacan entre otras "la casa grande" de los Yedra, del siglo XVII o el Palacio del Obispo don Pedro Fernández de Temido.

A unos 500 metros del pueblo se encontraba el monasterio de San Pedro de Tejada, fundado en el año 850, del cual sólo ha llegado a nosotros su iglesia, construida en estilo románico en el siglo XI. San Pedro de Tejada es el monumento románico burgalés más importante y uno de los más importantes de la península. Está formada por una sola nave, ábside semicircular y torre de dos cuerpos sobre la cúpula. En su portada, ventanas y capiteles se concentran abundantes figuras escultóricas. En su interior, destaca la calidad escultórica de sus capiteles. Su retablo data del siglo XVI y se compone de nueve tablas de temática diversa y una escultura de San Pedro de talla gótica.

lunes, 25 de febrero de 2008

-La Torre de Castrobarto.



Edificada sobre una colina estratégica, con amplia visibilidad sobre el terreno circundante, la construcción siempre ha generado numerosas discusiones sobre su origen, aunque gracias a un testimonio escrito de 1753 se puede colegir que en esa fecha ya se encontraba deshabitada. De planta casi cuadrada ( 13,50 X 11 m.), sus muros tienen una anchura de más de un metro, encontrándose originariamente la puerta de entrada situada al este. Se conservan numerosas saeteras adinteladas.


Las teorías sobre su origen la hacen remontarse a los tiempos de los foramontanos, cuando se hacía necesaria una vigilancia por parte de esos primitivos asentamientos cristianos ante las frecuentes incursiones sarracenas. Con el devenir de la Historia la torre pasa a propiedad de la familia García de Salazar, una de las más importantes y belicosas de la historia de las Merindades. Como consecuencia de las constantes luchas con otras familias rivales, la edificación pasa de una mano a otra, quedando como testimonio dos pequeños escudos de armas pertenecientes a la familia Velasco, y que en la actualidad se pueden contemplar sobre el vano de dos ventanales.

domingo, 24 de febrero de 2008

-Castrobarto


La localidad de Castrobarto está situada al norte de la provincia de Burgos, al norte del valle de Losa y a una altura de 750 metros. Es la cabeza de la Junta de Traslaloma.

Enmarcado por los espectaculares relieves calizos de los Montes de La Peña goza de una abundante vegetación y una buena tierra para el cultivo, principalmente de cereales y de la famosa patata de Losa. Su terreno es húmedo, con abundante pluviosidad y generoso en nieblas, lo que favorece el desarrollo de una vegetación abundante en la que predomina el roble, haya, fresno, encina y pino de repoblación. En un pasado fueron sus bosques pastos para las ovejas trashumantes, lo que suponía para el pueblo cuantiosos ingresos.

En la antigüedad fue conocido con diversas variaciones léxicas, como Castro-Obarto, Castro Dobarto, Castro de Obarto y otras similares. Aunque la raíz céltica de su denominación sugiere orígenes más remotos, las primeras referencias se encuentran en torno a finales del siglo VIII, principios del siglo IX.
En el Alto de La Espina, entre los vallejos de Castresana y Castrobarto se pueden encontrar restos de túmulos megalíticos. En San Miguel y Castrobarto también podemos encontrar las “loberas”, enormes trampas para cazar lobos, emplazadas en pleno monte, en lugares de paso utilizados por estos animales.

En el campo de los Casares se cree que se asentaba Obarto, población más antigua aún que Castrobarto, de la que se han encontrado restos arqueológicos, cuyo testimonio fue recogido por el Padre Saturio, monje benedictino de Santo Domingo de Silos y comisario de arqueología de la Diputación Provincial de Burgos.

Los hallazgos romanos en la zona de la Junta de Traslaloma son escasos y se centran en algunos yacimientos concretos en los que se han efectuado excavaciones y han aparecido fragmentos de terra sigillata hispánica tardía. De la época romana quedan también vestigios en la Junta de Traslaloma de las vías de comunicación que trazaron los romanos, las principales calzadas que atraviesan este municipio burgalés son dos: La vía que une Villasante con Berberana y la vía que une la Hoz de Arreba con el Valle de Mena.

El origen de Castrobarto está unido al nacimiento del condado y posterior reino de Castilla. Tras los primeros asentamientos realizados en el vecino valle de Mena, en concreto en dos monasterios en las localidades de Taranco y Burceña, por el abad Vitulo, pronto se vio la necesidad de proteger ambos monasterios, así como los terrenos circundantes de las numerosas incursiones de castigo enviadas desde Córdoba. Se apostaron así diversos puntos de vigilancia orientados hacia el sur, en las estribaciones de los montes de La Peña, optando por puntos de amplia visibilidad hacia el sur, como Castrogrande o Castrobarto. Estas atalayas advertían con la antelación suficiente de la posible llegada de tropas del Califato dispuestas a realizar una de las numerosas batidas de castigo con las que solían asolar el extremo oriental del Reino de Asturias.

Sobre los restos de aquella avanzadilla se levantó, allá por el siglo XV, un castillo en el que dejaron, tras disputarse violentamente su posesión, sus blasones las más importantes familias feudales de Las Merindades: los Salazar, los Angulo y los Velasco. Las escasas ruinas de esta fortaleza reflejan una estructura de cuatro pisos rematados con adarve y almenas. Hoy día solo quedan en pie tres lienzos incompletos de pared.

El caserío, este está formado por un conjunto diseminado de edificaciones en piedra, que responden a las estructuras clásicas de las viviendas losinas. En su iglesia gótica delsiglo XIV, destaca el sobresaliente pórtico románico, proveniente de una construcción anterior, probablemente del siglo XI y que ha dejado también trazas en los muros. Está consagrada a los santos San Prudencio y San Primitivo, patronos de la localidad. También se encuentra en el pueblo la ermita de San Roque, alzada a finales del siglo XVII.

Entre los nombres de los señores que fueron historia en Castrobarto figuran algunos como Lope García de Salazar, Fernán Sánchez de Angulo, don Nuño, Martín Alfonso de Aniellas, Fernando Pérez de Ayala...
Fue villa de realengo, dependiendo de Fernando VI y de otros señores y abades como el Duque de Frías, el Conde de Lences, el Mayorazgo de los Calvo, la abadía de Tabliega, el convento de Santa Clara de Medina y el convento de San Pedro de Medina, entre otros. A nivel de jurisdicción, la villa de Castrobarto se cita ya en el Monasterio de Oña en el año 1011, cuando aparece registrada como la Villa de Castro. También se cita en el Becerro de las Behetrías, donde figura como Castrodobarto; incluso en el Cartulario de San Juan de la Peña se le cita como dentro de un alfoz.
Otro de los grandes documentos escritos que hablan de esta zona es el famoso Catrastro del Marqués de la Ensenada, realizado a mediados del siglo XVIII. En este registro se dice que Castrobarto dependía de la Corona y directamente del corregidor de Villarcayo. En este documento figuraban las ocupaciones de los habitantes de la Junta; como datos curiosos podemos citar que en Las Eras vivían 9 nobes y un cura, y que no figuran viudas ni pobres.

Esta población, que pasó por diferentes manos y se rigió por diversos fueros, pertenece a la Junta de Traslaloma, que nació por decreto del año 1835.

viernes, 22 de febrero de 2008

-Ermita de San Roque y San Felices de Herrán.

La ermita de San Roque (antiguamente San Felices) es la que se levanta poco después de los puentes ubicados en el desfiladero del rio Purón, cobijada por la peña, por donde primitivamente pasó el camino hacia Ribera.

Todavía puede verse el edificio que consta de dos partes semejantes consecuencia, seguramente, de alguna ampliación. En 1780 «estaba cuasi arruinada». Consta que en 1912 guardaban la imágenes de S. Roque y Nuestra Señora de la Silla. Las tierras de su contorno fueron puestas en cultivo en los primeros momentos de la repoblación por lo que diezmaban a S. Martín. En realidad eran de esta ermita todos los diezmos desde los puentes arriba, lo que podría indicar que antes fue parroquia de algún pequeño poblado que allí se levantaba, posiblemente el antiguo Pontecerci.


Se corresponde con las ruinas de una ermita situada unos 800 m al N de Herrán, en la margen derecha del río Purón, anexa a la pared de un farallón rocoso. Realizada en toba y arenisca con fábrica de mampostería y sillares en esquinas y vanos, presenta planta rectangular (10 x 5 m) con cabecera plana al O. Se accede por el E, no pudiendo determinar la forma de la puerta al estar desmantelada; consta de una nave con pequeña ventana rectangular abocinada al S, que estaría cubierta con bóveda de cañón; arco triunfal de herradura apoyado sobre anchas pilastras; cabecera cuadrada (4 x 4 m) con probable cubierta de bóveda de arista. La zona meridional utiliza la roca del farallón como lienzo. Su posición en ladera determina el refuerzo del zócalo en el muro N, un contrafuerte al S de la puerta y escalones para acceder a ésta.

jueves, 21 de febrero de 2008

-La Abadía de San Martín de Escalada.



"EN UN DOCUMENTO EN CASTELLANO ANTIGUO, CONSERVADO EN EL ARCHIVO DE SILOS SE DICE QUE EL CONDE DON FERNANDO NEGRO O TAL VEZ NUÑEZ Y SU ESPOSA GODINA, SUYO ES EL CASTRO DE SIERO DE VALDELATEJA, DAN AL ABAD ROLDAN Y COMPAÑEROS LA IGLESIA DE SAN MARTIN. HABRIA QUE SEÑALAR LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO IX COMO LA HORA DE LA FUNDACION.

HASTA 1141 NO VOLVEMOS A SABER MAS DE LA IGLESIA Y BENEFICIARIOS. EN ESTE AÑO ALFONSO VII DONA AL ABAD DE SAN MARTIN DE ESCALADA LOS LUGARES DE AYOLUENGO Y QUINTANILLA. EL PERGAMINO SE CONSERVA EN LA COLEGIATA DE SAN MIGUEL, DE AGUILAR DE CAMPOO.

En 1262 ALFONSO X EL SABIO CONFIRMA GENERICAMENTE SUS DERECHOS Y PRIVILEGIOS AL MONASTERIO DE SAN MARTIN DE ESCALADA. EL 1290 EL REY SANCHO IV AFIRMA QUE LA ABADIA SAN MARTIN DE ESCALADA LA COMPRO SU PADRE, DON ALFONSO EL SABIO Y QUE POR TANTO ERA PATRONATO REAL.

EL AÑO 1352 EL BECERRO DE LAS BEHETRIAS NOS DICE QUE LOS PUEBLOS DE AYOLUENGO, TURZO, CORTIGUERA Y QUINTANILLA SON DEL ABAD DE SAN MARTIN DE ESCALADA Y TIENE VASALLOS O DERECHOS EN ESPINOSA DE BRICIA, RUCANDIO (CANTABRIA), SIERO DE VALDELATEJA, TUBILLA DEL AGUA, COVANERA, SARGENTES Y VILLANUEVA DE LA PUENTE (RAMPALAY).

EL 1430 EL ABAD Y CABILDO DE SAN MARTIN ARRIENDAN UNA PRESA EN EL RIO EBRO A SU PASO POR QUINTANILLA, A PEDRO GONZALEZ, PRIOR DEL CITADO CABILDO. CINCO AÑOS MAS TARDE REALIZAN LA MISMA OPERACIÓN CON UN MOLINO. QUE TENIA LA ABADIA EN TUBILLA DEL AGUA, SE LO ARRIENDAN AUN VECINO DEL LUGAR.
EL 1451 DISPUTAN DERECHOS DE PASTOS POR UNA PARTE SIERO Y VALDELATEJA Y POR OTRA EL MONASTERIO DE SAN MARTIN Y QUINTANILLA.

EL APEO EPISCOPAL DE 1516 SEÑALA QUE SAN MARTIN DE ESCALADA PAGA AL PRELADO DE BURGOS UNA PROCURACION DE SESENTA REALES DE PLATA CADA AñO. SEGÚN ESCRITURAS, QUE CUSTODIA LA COLEGIATA DE SAN MIGUEL DE AGUILAR, EL 26 DE AGOSTO DE 1541, LAS ABADIAS DE SAN MARTIN DE ESCALADA, SAN MARTIN DE HELINES Y CASTAÑEDA (CANTABRIA), FUERON ANEXIONADAS A LA DE AGUILAR TRAS GESTIONES, QUE HIZO EN ROMA EL MARQUES DE AGUILAR Y EMBAJADOR DE CARLOS V ANTE EL PAPA.
SABEMOS QUE EL 1680 LOS CANONIGOS DE AGUILAR PONIAN UN CAPELLAN EN SAN MARTIN DE ESCALADA PARA ATENDER EL CULTO Y OBLIGACIONES ANEJAS.
EL 1710 OTRO VISITADOR CANONIGO ESCRIBIO EN EL ACTA: FUE COLEGIATA. LA IGLESIA, MUY FUERTE A LO ANTIGUO Y CON SUS MOLDURAS MUY CURIOSAS POR FUERA; SOLO LE HA QUEDADO ALGUNAS RUINAS DEL CLAUSTRO. ESTA EN DESPOBLADO Y CERCA DE ALLI LOS PARROQUIANOS TIENEN AYUDA ENTRE LAS CASAS.

EL 1675 SE AUTORIZO A PONER PILA BAUTISMAL EN UNA ERMITA DE QUINTANILLA ESCALADA (LA DE SAN ROMAN), YA QUE SAN MARTIN ESTA LEJOS, MAL ATENDIDO POR LOS CANONIGOS DE AGUILAR Y CON MUCHAS HUMEDADES Y QUE SE CONSUMA EL SANTISIMO.
EL 1785 SOLO EXISTIA LA MITAD DEL TEMPLO. A LO LARGO DEL SIGLO XVIII SE VINO ABAJO LENTAMENTE Y LAS PIEDRAS DESPUES EN BUENA PARTE FUERON APROVECHADAS POR EL VECINDARIO PARA CONSTRUIR O REPARAR SUS CASAS. ASI, EN UNA CASA, LLAMADA DEL MEDICO, HEMOS VISTO RESTOS DE CORNISA Y CANECILLOS ROMANICOS Y CAPITELES, QUIZAS DE LA PUERTA DEL TEMPLO EN LA ERMITA DE SAN ROQUE.

A RAIZ DE LOS TRABAJOS DE LA ZONA DONDE ESTABA LA ABADIA PARA LA ESTACION DE CARGA DE PETROLEO, SE DESCUBRIERON ALGUNAS PIEDRAS, UN CAPITEL SE LO LLEVO UN INGENIERO AMERICANO Y EN LOS TRABAJOS DE DESESCOMBRO DESPUES DEL DESPRENDIMIENTO DE TIERRAS DEL MES DE DICIEMBRE DE 1987 APARECIO UNA PIEDRA PEQUEÑA, RESTO DE ADORNO ROMANICO Y ALGUN HUESO."

TEXTO DE JOAQUIN CIDAD PEREZ

miércoles, 20 de febrero de 2008

-San Martín de Ferrán.


Un documento conservado en el Monasterio de San Millán de la Cogolla se nos dice que fue el abad Pablo, en el año 852 fundó el cenobio de San Martín de Ferrán. De este antiguo monasterio se conserva la necrópolis y una estructura semirrupestre excavada en la roca.

Está situado unos 200 m. al este de Herrán, en el flanco suroccidental del cerro El Castillo, donde existe un pequeño afloramiento rocos. En la parte más elevada del roquedo se localizan al menos seis tumbas talladas en la roca, todas de individuos adultos, con forma antropomorfa y de bañera.

En el extremo oriental del afloramiento se localizaba la primitiva iglesia, de planta rectangular y pequeñas dimensiones, presenta el muro oeste tallado en la roca, con mechinales, así como un banco corrido que discurre también por el flanco norte; sobre este último, existe un muro de mampostería. Al este de este recinto se observan restos de muros y escalones, que accederían a otro recinto de menor tamaño, por su localización el ábside, muy oculto por la vegetación. En el sector norte, tanto de las tumbas como de la iglesia, se observan diversos derrumbes de muros y entalles en la roca, que parecen corresponder con estructuras más extensas realizadas en una segunda fase, ampliación del monasterio.

lunes, 18 de febrero de 2008

-Castillo de Ubierna.


A dieciocho kilómetros al norte de Burgos, en el camino de Santander y cobijado entre
abruptos relieves rocosos, se encuentra el pintoresco pueblo de Ubierna. El nacimiento de esta localidad se produjo en el año 884 por iniciativa del Conde Diego Porcelos, fundador también de la ciudad de Burgos. El castillo es mencionado con ocasión de las frecuentes luchas que Castilla y Navarra sostuvieron en las décadas centrales del siglo XI, por el control de estas tierras. En esos momentos se convierte en un punto muy disputado por su gran valor estratégico. Tras la batalla de Atapuerca (1054), Ubierna y su comarca se incorporan definitivamente al reino castellano.

El castillo de Ubierna se encuentra un tanto separado del pueblo en el sitio llamado “el Castro”. Se alza sobre una colina defendida al suroeste por las rocas cortadas a pico. Tiene forma alargada , no regular por adaptarse sus cimientos a las líneas sinuosas del cerro.
Es de grandes dimensiones: unos 47 metros por 13 de anchura media. Los muros miden 1,55 metros de grosor. En el frente sur quedan algunos restos que pertenecieron a un elemento defensivo (prolongación del castillo) de dimensiones parecidas a éste, pero más irregular.

Alrededor del cerro pueden apreciarse diferentes trabajos hechos en el terreno. Las defensas burgalesas de los siglos VIII y IX parecen tener en común que son continuación de antiguos castros, dominan pasos importantes, aprovechan el terreno quebrado para enriscarse y que al ser escasas hubo que completarlas con lugares de refugio situados en difíciles posiciones que se redujeron a simples cuevas. Por tanto el castillo de Ubierna es un claro ejemplo de lo dicho, pues además cuenta con cuevas situadas a menos de dos kilómetros al norte de dicha fortificación, concretamente en el barrio de San Martín de Ubierna.


Y es que en los primeros momentos de la reconquista las peñas y cuevas fueron defensas y refugio seguro que con el tiempo debió de levantarse edificaciones elementales o castillos roqueros. Es muy poco lo que se mantiene en pie, sólo escasos trozos de lienzo, todos de mampostería con relleno de piedra y canto rodado mezclado con cal, - la piedra que pertenecía al castillo fue comprada y utilizada por una familia del pueblo para realizar un construcción privada.

A mediados del siglo XVIII se describía como " casa fortaleza con sus cercos y muros , sita en la cuesta de la Barresas… la cual por hallarse medio arruinada y sin puertas ni tejado, no hay quien de a renta por ella cosa alguna ".
Bastantes años después se decía de él: Ubierna " no tiene murallas, pero a la parte del regañón se conserva hasta hoy un castillo encima de una peña alta por la parte de atrás hace un fuerte espaldón de peña viva y por delante tiene su foso y a los lados unas torrecillas ya todo muy antiguo y arruinado por muchas partes y al ábrego y cierzo conserva en su interior dos portadas, los cañones de artillería no permanecen en él , no obstante se hallan en una casa que es del Duque de Hixar, conde Salinas, un cañón de a 22, otro largo pequeño y dos morteros de yerro muy antiguos, que son de los que antes estaban en el castillo, el cual Castillo es de propiedad de los Estados de dicho Duque de Hixar y de él se ve muy bien el castillo de Burgos…".


http://www.ubierna.org/

domingo, 17 de febrero de 2008

-Repoblación del valle del Arlanzón.


El conde Diego resistirá en Pancorbo los ataques que en el año 882 y 883 sufrirá el territorio castellano. En el 884 Alfonso III y Muhammad consiguen una paz que durará varios años; los dos que quedaban al emir Muhammad, los del reinado de Al-Mundir (886-888) y los catorce años de Abd-Allah entre 888 y 912. Este periodo de calma permitirá al rey Alfonso fortalecer y repoblar los territorios ganados entre la cordillera cantábrica y el río Duero.

Así, en la primavera del año 884 ordena al conde Diego Rodríguez salir de su refugio montañoso y repoblar las tierras del Ubierna y del Arlanzón, lo que daría lugar a la fundación de Burgos. A la entrada del páramo de Masa, y sobre un otero edificó un castillo, que dominaba el valle del río Ubierna. Al mismo tiempo, sobre el cerro de San Miguel, que dominaba el valle del Arlanzón, edificó sendas torres en cada uno de los dos montículos que formaban el cerro.

En ese año, alejado del peligro de los ejércitos cordobeses, los avances más asequibles parecian ser los valles del Ubierna y del Arlanzón, ya que era inimaginable pensar en asentamientos estables en la Bureba y en las tierras de Oca, controladas por los muladíes Banu Qasi de La Rioja, en la persona de Muhammad ibn Lub. Quizás por esas fechas se produciría también la repoblación de Villadiego, a la que parece el conde pudo dar su nombre.

El 31 de enero de 885, durante una escaramuza contra los musulmanes riojanos, caía muerto cerca de Cornudilla, a unos siete kilómetros de Oña, el conde Diego Rodríguez, llamado “Porcelos”, segundo conde de Castilla, y fundador de Burgos.

-El Pópilo de Herrán.


Los restos documentados en El Pópilo, en el pueblo de Herrán, confirman que los primeros pobladores de este paraje son unos grupos prehistóricos (4.500-5000 AC) que instalaron sus cabañas bajo la misma visera rocosa donde, cientos de años después, se asentó una comunidad cristiana en el Valle de Tobalina.


De la ermita de Nuestra Señora del Pópulo, (que significa lugar de pobos o chopos, hoy denominada de Pópilo) queda una sección de arco de medio punto perfectamente tallado en la roca viva en dirección sureste-noroeste. En un extremo se conserva el nicho de una tumba que debió de estar cubierta de lápida con un hueco superior para Sagrario o lucerna. Dicha tumba mide 2 metros de longitud por 0,90 de profundidad y 1,10 de altura. A media altura pueden verse tres agujeros para incrustar vigas que sirvieron seguramente de base a la vivienda del ermitaño. El conjunto rupestre mide 6,25 metros de largo por 4 de altitud. Cerca de esta ermita existe un camino tallado en la roca que se dirige al sur. En la finca cercana se han encontrado algunas tumbas.

En la web valledetobalina.com lo describen así:
"Se trata de un complejo eremítico semirrupestre, localizado unos 650 m al S-E de Herrán, en un afloramiento rocoso situado al pie del cerro El Castillo, en su flanco S-E, donde se configura una pequeña vaguada abierta hacia la margen derecha del vallejo formado por un arroyo subsidiario del Purón. "
"La pared rocosa se dispone con orientación E-O, por tanto, las estructuras talladas corresponden a la zona meridional del complejo. En el extremo Oeste se encuentran los restos de la ermita de Nuestra Señora del Pópulo. En la pared curvada en la zona superior indica un cierre de bóveda de cañon y a media altura de la zona occidental, tres mechinales; en la zona inferior del extremo oriental un edículo rectangular dividido en dos alturas por un entalle horizontal, con huellas también de un cierre vertical; sobre él, un estrecho friso o cornisa, disponiéndose encima una pequeña hornacina con arco de herradura mozárabe."
"Unos 2 m. al Sur, hay una pequeña cavidad de boca rectangular y planta semicircular, ligeramente abovedada. Al Sur de ésta, una gran oquedad, también ligeramente abovedada, donde se ha realizado un entalle horizontal a una altura de 1, 5 m, posible nicho inacabado. Por último, en un peñasco situado en el extremo Este de la pared, se observa tallada una cruz latina sobre calvario."

viernes, 15 de febrero de 2008

-Desfiladero del Purón.

En la también llamada Hoz de Flavio, su nombre evoca el uso romano de este paso natural, por donde transcurría un ramal de la vía 27 del Itinerario de Antonino, una de las rutas de repoblación que utilizaron los foramontanos durante los siglos IX y X. En sus alrededores se ha localizado un extenso yacimiento romano que defendía este estratégico paso conocido como Las Puentes.

Se trata de un paraje natural en el que los valores paisajísticos están perfectamente representados en la Sierra de Arcena, que constituye el nexo de unión con el Parque Natural de Valderejo (Álava), situado en la vertiente norte. Este lugar llega hasta Herrán por un camino cargado de significación histórica, la Vía romana y atraviesa el desfiladero excavado por el río Purón, uno de los parajes más espectaculares no sólo de este municipio, sino de toda la comarca de Las Merindades.
El río Purón se abre paso entre las masas de calizas, margas y tobas característicos de la geología de la Sierra, conformando un paisaje espectacular de crestones y farallones rocosos, con un microclima particular que ha favorecido el desarrollo de una variada masa forestal.

El río aparece encajado profundamente en las blandas y potentes formaciones tobáceas, donde se observan tubos y otros restos de estructuras orgánicas, principalmente de tipo vegetal, como ramas, raíces y hojas, alrededor de las cuales se depositaba el carbonato cálcico a modo de capas concéntricas sucesivas.

En efecto, aquí encontramos junto con los habituales quejigos, encinas y pinos, especies como el haya, tilo, tejo, arce, enebro, acebo o boj y numerosas plantas rupícolas. Lógicamente, un espacio tan definido orográficamente y con esta diversidad de flora, encierra también una fauna variada, en la que destacan mamíferos como el corzo, el jabalí, gato montés o garduña y aves como el buitre común, azor, halcón abejero, águila real, halcón peregrino, búho real o el pico picapinos y el carbonero palustre entre otros muchos.

jueves, 14 de febrero de 2008

-Necrópolis de la Cueva de los Moros.


Se localiza unos 700 m al norte de Montejo de Cebas, un pequeño pueblo del valle de Tobalina, en un afloramiento rocoso cuyo frente se localiza hacia el sur. En el borde meridional de la zona superior, en la zona más elevada situada en el extremo occidental, se disponen en hilera cinco tumbas excavadas en la roca, que presentan una orientación este-oeste.

Todas corresponden a individuos adultos, siendo dos de tipo bañera y las otras antropomorfas, una con cabecera rectangular y las otras dos con cabecera de herradura. Entre las tumbas se documentan algunos rebajes de forma rectangular y circular, de diversos tamaños, que pudieran corresponder a apoyos coetáneos a la necrópolis.

En el frente sur, en su extremo oriental, se encuentra tallado en la roca un pequeño edículo, que presenta boca rectangular e interior ligeramente abovedado, con una altura aproximada de 1,40 m, una anchura media de 65 cm y una profundidad de unos 60 cm. Se trata de un posible eremitorio. En el extremo occidental se encontrarían los restos de la posible ermita asociada.

Esta ruta puede ampliarse con la visita a otras necrópolis del Valle, como son: "Corpus Christi" (Cormenzana), "Quintanalobos" (La Revilla de Herrán), "San Torcat" (Leciñana), "Las Eras/San Esteban" (Santa María de Garoña), "Alto Calvario" (Cuezva) y "Alto San Julián" (La Prada).

-Necrópolis de Peña del Mazo.

Este farallón rocoso del pueblo de Pajares, en el valle de Tobalina, de unos 100 m de longitud aproximada, es una estribación de la Sierra de Arcena en la que se han excavado dos oquedades ovaladas y numerosas tumbas en roca de época altomedieval.

Las oquedades están excavadas en la pared sur y se localizan en su lado oriental. La inferior tiene 3 m de boca, 2,5 m de profundidad y 1,5 m de altura y en su interior se han documentado hasta cuatro tumbas excavadas en la roca, tres de ellas cubiertas de sedimento. La oquedad central tiene 2 m de boca, 1 m de profundidad y 1,5 m de altura. Desde las oquedades se asciende a la zona superior del farallón a través de unas escaleras talladas en la roca. Ya en la zona superior, en su extremo este se observan 3 tumbas antropomorfas con cabecera rectangular y orientación este-oeste. Desde este lugar y avanzando hacia el oeste las tumbas son similares, variando ligeramente sus dimensiones o características morfológicas.

No obstante, algunas de estas tumbas entre la vegetación y el sedimento pudieran estar enmascaradas. En la zona central, más ancha, hay una hondonada de posible planta rectangular bordeada por una elevación en el terreno, alrededor de la que se observa algún fragmento de teja. Dicha hondonada pudiera ser los restos de una ermita. El extremo oeste del crestón está cubierto por numerosas tumbas de individuos adultos e infantiles y se observan numerosos entalles y mechinales así como posibles nichos. En total el número de tumbas documentadas es de unas 25, algunas de ellas muy deterioradas. Por otra parte, bajo las oquedades anteriormente descritas, hay un derrumbe que pudiera ser un muro de cierre.

Las tumbas más antiguas están situadas en la parte baja del farallón y no están excavadas en la roca sino hechas con lajas; llama la atención de estas tumbas la teja (imbrex) que se incaba detrás de la cabeza del cadaver y que sobresaldría de la tumba a modo de estela funeraria. Consta también el yacimiento de una turris semirrupuestre que contralaría un paso (meatus) que ascendería la Sierra de Arcena.

martes, 12 de febrero de 2008

-Tobera


El río Molinar rasga con su curso los Montes Obarenes y después de abrirse paso a través de un desfiladero adornado de vegetación se precipita hacia el Ebro, entre Tobera y Frías, por unos rápidos aprovechados desde el siglo trece para mover molinos, batanes, pisones y demás artilugios hidráulicos. Estos molinos surtían de papel a las acreditadas prensas burgalesas del siglo XVI.
En lo más estrecho de la hoz encontramos las ermitas góticas ( s. XIII ), de Santa Maria de la Hoz, el humilladero del Santo Cristo y el puente medieval que cruza el río.


El paso del puente muestra un tramo de la calzada romana que comunicaba Briviesca con Orduña y los puertos del Norte. Sus orillas, entre Tobera y Frías, se adornan de frutales y huertas cultivadas con mimo. Colgada de las rocas, por las que suben los peldaños de acceso, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Hoz. No hay que discurrir mucho para llegar a la conclusión de que nos encontramos en un lugar secularmente sagrado en el que los templos góticos sustituyeron a otros anteriores. Una senda pegada a las rocas conduce el paseo hasta el mirador situado sobre la caída del Molinar en su entrada a Tobera. Luego la senda desciende hasta cruzar el río y retorna aguas arriba para observar el vuelo de la cascada desde su lecho.

lunes, 11 de febrero de 2008

-Necrópolis de Quintana María.



Quintana María es un pueblo que esta situado en el Valle de Tobalina en la comarca de las Merindades, a 87 Km. de la ciudad de Burgos, y cerca de Frías.
En donde estuvo la ermita de San Clemente, se encuentran varios enterramientos alto medievales excavados en la roca.
La necrópolis está situada unos 350 m. al Sur de la iglesia de Quintana María sobre un relieve que domina el valle del Ebro llamado Peña de San Vicente. Estos enclaves reflejan las formas de vida y muerte que adopta la colonización castellana de las áreas de frontera entre mediados del siglo VIII y principios del siglo Xl.

El yacimiento consiste en un afloramiento de arenisca con disposición Este-Oeste y un pequeño farallón al Sur, localizándose unas 40 tumbas a lo largo del borde meridional; son bastante profundas y presentan forma de bañera y antropomorfa, siendo la cabecera de éstas semicircular y rectangular, observándose en algunas los entalles para las tapas.

La mayoría son de individuos adultos, otras infantiles y algunas de lactantes. El extremo occidental del afloramiento presenta diversos entalles que podrían corresponder a la cimentación de la primitiva estructura de la ermita. En la zona central, al Norte de las tumbas, se observa un derrumbe de piedras y tejas y un alineamiento de piedras de 6,5 m con orientación Este-Oeste y 3,5 m con orientación Norte-Sur, tratándose de la cimentación de la moderna ermita. En el farallón se localiza una oquedad artificial, bastante erosionada, con unos 3 m de altura, 2 m de ancho en la boca y 1 m de profundidad.

domingo, 10 de febrero de 2008

-El puente de Frías.


Sobre el Ebro, en el valle de Tobalina, se levanta el imponente puente medieval de Frías, paso obligado en la comunicación de la Meseta y la Rioja con el Cantábrico desde tiempos de los romanos.

El puente es asimétrico y se asienta sobre nueve arcos anclados en la roca.
Es un paso imprescindible para salvar el Ebro y fue un punto neurálgico de las comunicaciones del norte burgalés. A este puente siempre se le ha conocido con el apellido de “romano”, aunque este calificativo es erróneo. Ciertamente fueron los romanos los primeros en descubrir la importancia estratégica de este paso para sus comunicaciones. Por ese motivo trazaron una calzada, de la que aún se conservan restos en buen estado, que partiendo de Briviesca cruzaba el Portillo de Busto y, trasatravesar la estrecha garganta del Molinar, se adentraba a la búsqueda del Ebro.

El puente, sin embargo, aparece por primera vez citado en el fuero de Medina de 1181 y es coetáneo del de Trespaderne. La construcción de lo que hoy se conserva, al igual que la torre, se remonta a finales del siglo XIV y comienzos del XV.

La base del puente y los tajamares son de época romana y por él cruzaba la calzada romana antes citada. Ya en tiempos medievales fueron necesarios importantes reconstrucciones.
Este puente fortificado de Frías es un portento de longitud y belleza. Mide 143 metros de largo y una altura máxima de 11,3 de petril al río y otros tanto tiene la gran torre central .
Consta de nueve arcos de distinto perfil (apuntados y rebajados) y su trazado algo irregular responde a la necesidad de aprovechar las rocas que emergen distintos puntos del río para asentarlo.
Esta torre construida en el centro tiene planta poligonal, se aboveda con cañón apuntado y por encima está la propia sala de la torre con saeteras para los vigilantes del mismo.
La función de la torre era controlar el paso y cobrar el impuesto de paso o "pontazgo" que permitía, entre otras cosas, sufragar las continuas reparaciones que serían necesarias para mantener su integridad.

En la Edad Media el sentido del puente fue triple: económico, estratégico y religioso; éste
último se explica por la construcción dentro de la torre, de la ermita del Santísimo Cristo de la Salud y por su imagen religiosa.

viernes, 8 de febrero de 2008

-Avance repoblador en el siglo IX.



En el año 852, Abd Al-Rahman II envía su última aceifa contra la tierra llamada “de los Castillos”, ya que ese año moriría, dejando el califato en manos de su hijo Muhammad. Por otra parte, en el territorio cristiano Ordoño I sucedería a partir del año 850 a su padre Ramiro I, iniciando una verdadera recuperación de las tierras llanas de la meseta. Sin embargo, Musa Ibn Musa, gobernador de Tudela, comandaría nuevas incursiones en tierras castellanas en los años 855 y 859.
Por lo tanto, en tiempos de Ordoño I, la repoblación avanza firmemente hacia el sur. En ciudades como Amaya Patricia se nos cuenta que; “se las rodeó de muro, les puso altas puertas y las llenó de gente, en parte de las suyas, en parte de las llegadas del sur”.



En ese momento, el frente de repoblación se extendía desde Tuy hasta Amaya. En el año 860, el rey Ordoño I encomienda la repoblación de Amaya al conde Rodrigo. Es la primera vez que en los escritos castellanos encontramos la figura de un conde en territorio castellano. En ese siglo IX, el reino astur del que formaba parte Castilla, estaba dividido en sus formas de gobierno y administración en distritos territoriales llamados “comías” o “mandationes”, gobernadas por los llamados “imperante” o “mandante”. La administración central, donde residía el rey, era el “palatium”. A los nobles más destacados se les distinguía por el rey con el título de conde, que podía ejercer sus funciones en la corte o en los diversos territorios.



Es precisamente contra el conde castellano Rodrigo, cuando en el 865 se envía un fuerte contingente musulmán contra su territorio, produciéndose la famosa batalla de la Morcuera , dirigida contra las tierras del conde Rodrigo. Posiblemente el lugar donde sucedió esta batalla fuera cerca de Bujedo, entre las tierras de Burgos y La Rioja.
No se sabe nada del origen familiar del conde Rodrigo, sin embargo sí que era alguien muy cercano a la familia real. Su dominio territorial abarcaba desde Amaya y el río Pisuerga hasta la frontera con el reino de Pamplona.



A la muerte del rey Ordoño I, después de dieciséis años de reinado, le sucedió su hijo Alfonso, que contaba en esa época apenas 18 años. Este fue destronado por el conde Fruela de Galicia. Alfonso busca refugio en Castilla y encuentra el apoyo del conde Rodrigo, quien en 866 avanza hacia la capital asturiana para reponer en el trono al Alfonso III. Aprovechando estas disputas internas en el reino cristiano, un nuevo ejército musulmán penetró por el este en territorio cristiano, arrasando y reduciendo a las gentes a una situación lamentable, sin ofrecer apenas resistencia. Se cree que esa incursión tuvo lugar por el valle de Mena.



En el 867 se producirá la última aceifa del emir Muhammad contra los cristianos, ya que durante los siguientes catorce años, las divisiones internas y las sublevaciones en territorio de Al Andalus permitirán un cierto periodo de paz para unos territorios asolados por el hambre y por la guerra.
Este periodo de escasez y de paz en el reino asturiano propiciará un nuevo avance repoblador sobre las tierras desérticas del sur. En 882 se reconstruye el castillo de Castrogeriz a cargo de Munio Nuñez, y en 884, por orden del rey Alfonso, se fundan Ubierna y Burgos a cargo de Diego Rodríguez. Asimismo se atestigua la fundación de Cardeña en el año 899. De esta manera, antes del año 900 queda asegurada y fortificada toda la línea del Duero hasta su confluencia con el Pisuerga, transformando y robusteciendo el baluarte montañoso de resistencia frente a los árabes.

jueves, 7 de febrero de 2008

-Jornadas de puertas abiertas en el Claustro Bajo de la Catedral



Descubrir rincones hasta ahora desconocidos para el visitante y conocer la evolución de nuestro templo más emblemático, a través de sus 800 años de historia.
La Catedral de Burgos abre sus puertas al saber, a través del "Área de Interpretación" que se inaugura oficialmente hoy, haciendo realidad uno de los grandes sueños del Cabildo Catedralicio, la creación de una gran aula didáctica en el claustro bajo de la seo burgalesa.

Los burgaleses conocerán desde mañana viernes 8 de febrero hasta el viernes 2 de marzo los trabajos de restauración que se han llevado a cabo en el Claustro Bajo de la Catedral de Burgos. Gracias a la apertura del área de interpretación, los burgaleses y turistas se acercarán de una manera didáctica al conocimiento de la historia artística y constructiva de la seo burgalesa.


Esta área de interpretación compuesta por maquetas, vidrieras, retablos o piezas únicas en el arte burgalés harán valorar más, sí cabe, la relevancia de los tesoros artísticos de la catedral. Las estancias recuperadas permiten conocer rincones de una belleza excepcional como la cripta o la bodega. Destacan en la exposición cinco maquetas espectaculares: de la actual catedral, la representación de la antigua catedral románica, las puertas del Sarmental y Coronería o la Capilla de los Condestables. En breve, se sumará también la maqueta de la Puerta de Santa María. En la muestra también se pueden ver esculturas y piezas originales como las claves de la Capilla de los Condestables, esculturas del Cimborrio o retablos románicos de incalculable valor.


Todos los visitantes y burgaleses podrán conocer este "Área de Interpretación", a través de unas Jornadas de Puertas Abiertas que comenzarán el sábado día 9 y se desarrollarán hasta el 2 de marzo, en horario de lunes a domingo: de 11 a 14 h y de 17 a 20 h (entrada por la Calle Diego Porcelos).

martes, 5 de febrero de 2008

-Escalada


El pueblo de Escalada se encuentra en pleno Cañón del río Ebro, junto a un pronunciado meandro del río, al pié de unos impresionantes farallones rocosos presididos por los altos llamados de Aidal y Espeluca, y envuelto en frondosos bosques de quejigos y encinas.

En la primera mitad del siglo IX, los condes castellanos proceden a la repoblación y organización sociopolítica de los valles del norte montañoso burgalés, uno de cuyos hitos fue el entorno en el que hoy se sitúa Escalada. En las inscripciones y documentos aparecen mencionados diferentes personajes protagonistas de este periodo histórico: los nobles Fernando y Gutina, señores del emplazamiento defensivo de Castrosiero; el conde Gundesindo, que hacia el año 816 condujo a su familia y ganados desde los valles cántabros de Esles y Toranzo hasta estas tierras burgalesas; y el abad Rodanio, el cual fundó el monasterio de San Martín de Escalada.

La población de Escalada dependió, jurídicamente, del alfoz de Siero-Sedano desde el siglo X, y ya en el XIV se integró dentro de la merindad de Burgos-Ubierna. En este término existió el mencionado monasterio dedicado a San Martín, del que se tiene noticia desde finales del siglo IX. En el siglo XIII pasó al patronato regio, y, una centuria más tarde, todavía se mantenía en pie, al frente de un extenso patrimonio señorial que abarcaba bienes en Turzo, Covanera, Tubilla del Agua y Cortiguera, entre otros.
Con el paso del tiempo, Escalada se convirtió en un próspero pueblo dedicado a la agricultura y a la ganadería. Esto facilitó la llegada de gentes enriquecidas pertenecientes a la baja nobleza, que levantaron una serie de casonas señoriales con sus escudos y armas respectivas. Las entradas a estos edificios presentan una característica común: una puerta con arco de medio punto, resaltado con decoraciones geométricas, entre las que destaca una flor inscrita en un círculo, motivo que también encontramos en otros lugares de la zona. La vivienda más señalada es el palacio de los Gallo, elegante edificio del siglo XVII, alzado en las inmediaciones de la carretera. Cuenta con dos esbeltas torres que sobresalen del resto del caserío, y fue construido por Gregorio Gallo, obispo de Segovia.
Próxima se encuentra la denominada Torre de los Gallo que debió ser la casa primitiva de la familia hasta la construcción del nuevo palacio.

Otro edificio singular es la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, emplazada en lo más
alto del caserío. Su estructura actual responde a las sucesivas reformas llevadas a cabo durante los siglos XVI y XVII, aunque todavía conserva algunos vestigios románicos en la espadaña reutilizada, el muro meridional y la portada. Esta última, de finales del siglo XII, es el elemento de más bello contenido artístico. En el entorno de la portada aún se conservan algunos restos pictóricos que deben fecharse en la Baja Edad Media. Es un edificio de nave única, con muros de sillarejo y mampostería, salvo el antecuerpo de la portada, y una espadaña a los pies hoy reconvertida en torre. En su interior conserva un destacado retablo plateresco.

Escalada conserva un conjunto urbano de notable arquitectura popular. El elemento arquitectónico más destacado es la solana o balcón corrido de madera, propio de las casas de estilo montañés, muy habituales en la comarca. En cuanto a la organización interna de las viviendas, constan de una planta baja con un zaguán, desde el que se accede a las cuadras en la parte trasera; en el piso superior se sitúan las estancias habitables, y el desván se utiliza como granero y trastero.

Desde Escalada un precioso camino nos lleva siguiendo el río Ebro hasta el espectacular emplazamiento de Orbaneja del Castillo.
Fuente: Turismoburgos.org

lunes, 4 de febrero de 2008

-Alfonso II



A Alfonso II le tocó vivir uno de los reinados más complicados de la incipiente resistencia cristiana en la península. Pese a las dificultades, tuvo tiempo de embellecer Oviedo para convertirla en sede regia, abrirse a la influencia carolingia, repoblar Castilla, León y Galicia y, especialmente, alumbrar el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en la diócesis de Iria Flavia, para lo que mandó construir la primera basílica jacobea. Fue el artífice de la verdadera consolidación y organización del nuevo reino leonés, el que vertebró sus instituciones y quiso reinstaurar y ser continuador del antiguo "orden godo".

Alfonso nació en el año 762 en Ovetao, la actual Oviedo, y era hijo de Fruela II y Munia, prisionera vascona, formando parte del linaje de Alfonso I. Fue rey de Asturias entre los años 791 a 842. Apodado ‘El Casto’, la crónica Sebastianense dice que murió “tras haber llevado por 52 años casta, sobria, inmaculada, piadosa y gloriosamente el gobierno del reino”.

Fue nombrado rey de Asturias tras la muerte del rey Silo gracias a la mediación de Adosinda, la reina viuda. Sin embargo, la juventud del monarca motivó que un grupo de nobles encabezado por Mauregato se hiciera con el poder, teniendo que refugiarse el joven Alfonso en las tierras alavesas de su madre.
Mauregato reina hasta el año 789, y a su muerte le sustituye Bermudo I, que apenas dura dos años en el poder. Tras su derrota ante los musulmanes en Burbia, en el 791, abdica en Alfonso, que es ungido monarca según el rito visigodo el 14 de septiembre del mismo año. Una de sus primeras decisiones es la de trasladar la sede regia a Oviedo.

Las dificultades llegaron pronto procedentes del sur, diversos ataques cordobeses saqueaban la zona de Alava y el corazón del reino asturiano, llegando hasta la capital, Oviedo. Para evitar estos continuos ataques, el rey asturiano inicia estrechos contactos diplomáticos con los reyes de Pamplona y con Carlomagno, pues hay constancia de que tres delegaciones asturianas viajaron a la corte de los francos en los años 796, 797 y 798. El contacto con la corte carolingia motiva la llegada al reino asturiano de influencias culturales, religiosas y políticas.

A partir de ese momento, el reino conoce tiempos de expansión. Alfonso II impulsa las artes, especialmente la arquitectura gracias al arquitecto Theoda (Tioda), reconocido urbanista medieval cuya firma autógrafa figura en el Testamento del rey. Edifica, entre otras, la iglesia prerrománica de Santullano y la Cámara Santa y manda construir la Cruz de los Ángeles, símbolo de la ciudad de Oviedo.
La situación interna del reinado de Alfonso II tuvo un momento de gravedad, entre los años 801 y 808, cuando el rey fue obligado a retirarse al monasterio de Ablaña ante la presión de un grupo nobiliario. Recuperó el reino gracias a la intervención de un grupo de “fideles regis” dirigido por Teuda, un noble visigodo, poniendo en marcha desde ese momento una importante labor de reorganización del reino, vinculándose a la herencia visigoda para reforzar el poder real.

Su política territorial se centró en la repoblación de los territorios que más adelante darían lugar al condado de Castilla. Fundó monasterios como el de Taranco, en el valle de Mena, y repobló el valle de Valpuesta, donde el obispo Juan estableció una diócesis. Sin embargo, Alfonso tuvo que dedicarse a contener los ataques de Hisham I, que en el año 795 volvió a ocupar la ciudad de Oviedo. Los musulmanes se dedicaron a lanzar razzias periódicas sobre las tierras recién repobladas, especialmente en Álava, la futura Castilla y Galicia, para garantizar su sometimiento, pero afortunadamente para Alfonso, las revueltas internas que tuvieron lugar en Al-Andalus y la presión franca en los pirineos, obligaron a los dirigentes musulmanes a distribuir sus esfuerzos. Esto permitió a Alfonso reorganizar sus dominios y presentar una resistencia formidable, que cristalizaría en victorias como la del río Lutos, cerca de Grado, en el año 794, lo que le otorgó una gran fama como caudillo militar.

Por otro lado, Alfonso II es el primer peregrino que camina a Santiago de Compostela. Tras haber sido visitado por Teodomiro, obispo de Iria-Flavia, quien le asegura haber hallado el enterramiento del apóstol Santiago, el monarca organiza un viaje a este lugar rodeado de sus principales nobles, y al llegar al citado "Campo de Estrellas" (Compostela) manda la construcción de una pequeña iglesia de estilo asturiano, que ha sido constatada por las excavaciones arqueológicas. El rumor se propagó por todo el orbe cristiano, creciendo la devoción por el santo y viniendo de Francia, Italia y Alemania multitud de peregrinos.

A los ochenta y cinco años de edad y cincuenta y dos años de reinado con grandezas y triunfos Alfonso II, que no se casó, murió sin descendencia en el año 842. Su muerte provocó dificultades en la sucesión al no haber dejado descendencia directa y haberse negado a que la descendencia indirecta reinase. El Conde Nepociano se autoproclamó rey, al tiempo que Ramiro era designado como sucesor legal. De la batalla entre ambos producida en el río Narcea, salió victorioso Ramiro I, otro importante monarca en la historia del joven reino cristiano.

viernes, 1 de febrero de 2008

-Castrosiero





Junto al evocador pueblo de Valdelateja, donde confluyen los ríos Ebro y Rudrón, se alza la mole de Castrosiero, uno de esos lugares difíciles de olvidar, tanto por la belleza y espectacularidad de su situación, como por la historia que se respira a su alrededor.

El cerro de Castrosiero, a 835 metros de altitud, es un retazo de la Paramera que ha quedado aislado por erosión fluvial, al excavar el río Rudrón un meandro, que posteriormente fue abandonado.
La peña se levanta unos 200 metros sobre el nivel del río Rudrón y está rematada por un macizo y duro bloque de calizas. Su carácter casi inaccesible y su situación estratégica propiciaron que desde los tiempos prehistóricos distintas gentes y culturas lo eligiesen para instalar en su cima puntos de vigilancia y defensa.
Parece segura la presencia céltica y romana en lo alto del monte.
Las estelas encontradas en la cumbre demuestran su primera ocupación romana. Se dice que en época del emperador Diocleciano fueron martirizadas en este lugar las santas Centola y Elena. Un pequeño monumento cubre una roca sobre la que, según la tradición, fueron decapitadas las santas. La leyenda cuenta que si se moja esta roca con un trapo mojado, se teñirá de rojo por la sangre derramada por las santas...Sus reliquias se guardan hoy en el altar mayor de la catedral de Burgos.

Tanto los romanos como los visigodos siguieron utilizando la fortaleza natural de Castrosiero para controlar a los pobladores cántabros que vivían al norte del río Ebro. A principios del siglo VIII, tras la invasión del Islam, se produjo la huida hacia el norte de la población de la meseta. Algunos de sus nobles quedaron aislados pero siguieron ejerciendo su labor de vigilancia. Éste puede ser el caso de Fredenandus y de su esposa Gutina, que además de encontrar refugio en Castrosiero mandaron edificar una sencilla iglesia en honor a las dos veneradas santas burgalesas, Centola y Elena.

La ermita, que se alza en lo más alto del cerro, es un pequeño templo de tradición tardovisigoda o mozárabe, fechado a finales del siglo VIII, que puede considerarse como una de las basílicas cristianas más antiguas que se conservan en Burgos. Es un pequeño templo de una sola nave de planta rectangular con ábside cuadrado. Sus muros son de mampostería y sillarejo y el arco de triunfo del presbiterio insinúa su primitivo trazado en herradura. En la cabecera, cubierta con bóveda de cañón y en la que se pueden ver los tres altares que marcaba la tradición litúrgica hispanovisigoda, se abre una pequeña ventana en forma de aspillera, con arco de herradura y culminada por una inscripción. En ésta figura el nombre de los fundadores, Fredenandus y Gutina, la fecha de su consagración, año 782 de nuestra Era, y aparece un elemento decorativo que recuerda el árbol de la vida. En la primitiva basílica se encontraron dos valiosas piezas del mobiliario litúrgico: el ara del altar y un disco, ambos de piedra, adornados con distintos motivos religiosos.

En su inaccesible peñasco estuvo instalado, como así lo atestigua un documento fechado en el año 945, el castillo del importante alfoz altomedieval de Siero, desde donde se siguió controlando la intensa repoblación del alto Ebro. La aldea de Siero fue habitada hasta el año 1.914 (sus últimos habitantes fueron Daniel y Jerónimo, que bajaron a vivir a Valdelateja en ese año). Todavía son visibles en el lugar algunas casas y el cementerio adosado a la derruida iglesia.

Sin duda, una sosegada visita nos hará disfrutar de este lugar mágico. Además de sus evidentes atractivos históricos y paisajísticos, disfrutaremos del vuelo de algunas de las aves rapaces más representativas de nuestra fauna. El majestuoso buitre leonado, el inteligente alimoche, la poderosa águila real o el veloz halcón peregrino habitan las inaccesibles paredes verticales. El inconfundible canto de las chovas nos acompañará en el descenso hacia el frío cauce del Rudrón, donde un magnífico bosque de ribera formado por alisos, fresnos, sauces, avellanos y chopos, acoge las andanzas de la esquiva nutria, el espectáculo de los saltos de la trucha y la vista de grandes ejemplares de barbos de montaña.

-Los 200 mártires de Cardeña.



Una inscripción en latín que podemos encontrar en el claustro de los martires del monasterio de San Pedro de Cardeña, nos cuenta que:”El miércoles 6 de agosto, festividad de los mártires Justo y Pastor, (del año 934) fue arrasada Cardeña y fueron muertos 200 monjes en la grey del Señor”.

Efectivamente, parece ser que en el año 934, el califa de Córdoba Abd al Rahman III realizaba una de sus más duras campañas contra territorio cristiano. En ella atravesaba la provincia de este a oeste, desde Cerezo hasta Oña y Burgos, dirigiéndose luego a Palenzuela para girar de nuevo al este por el valle del Arlanza, arrasando Lerma y Clunia. Sería de camino a Burgos cuando recibe la noticia de la existencia del monasterio de San Pedro de Cardeña.

El cronista musulmán Ibn Hayyan nos ha dejado la narración del episodio de la destrucción del monasterio de San Pedro de Cardeña, en el año 934.
Nos lo relata así:
“ Mientras en una de las jornadas se dirigía el califa a la fortaleza de Oña, le indicaron una posesión sin par de los infieles, olvidada por las calamidades, amena y ampliamente cuidada, importante y bien construida, a la cual se dirigió con su ejército hasta darle vista y encontrarla superior a su descripción, pues se elevaba en un punto fuerte, bien surtido de agua, completamente rodeado de colinas que ocupaban su dilatada superficie donde se alzaban elevados edificios de altas columnas, maravilloso mármol y admirable fábrica, mientras entre casas y palacios estaban asignados a distintos fines y trazados para distintas utilidades, reuniendo allí cuantas actividades necesitaba la gente y completándose el conjunto con distintos árboles que ofrecían sus mejores frutos, junto a molinos y un mercado permanente, todo lo cual complació a an-Nasir contemplar, mirándolo de arriba abajo y opinando que no tenía parangón en tierra infiel. Dando gracias a Dios por habérselo puesto en mano, ordenó su quema total, juntándose operarios para su destrucción y arrasamiento hasta los cimientos, tala de arbolado e inutilización de las aguas, lo que tuvo ocupado al ejército todo un largísimo día, no obstante su número y constancia, hasta dejar el lugar como llano pelado sin el menor rastro ni señal. Cuidaban el lugar, según dicen los enterados, trescientos monjes, pues su iglesia era muy venerada entre ellos, con lo que el daño que sufrieron fue proporcional a la estima en que lo tenían.”

Los documentos cristianos verifican la cifra de 200 los monjes martirizados en el ataque al monasterio. Fueron Canonizados en 1603, acontecimiento que suscitó una fuerte demanda de reliquias, además de un importante movimiento devocional en torno a los santos Mártires. Al monasterio acuden muchos devotos, entre ellos el rey Felipe III y su esposa la reina Doña Margarita de Austria.

El claustro de los mártires del monasterio recuerda la suerte de aquellos monjes que fueron protagonistas de esta historia en aquellos tiempos tan difíciles. Un recuerdo para ellos.