El conde Diego resistirá en Pancorbo los ataques que en el año 882 y 883 sufrirá el territorio castellano. En el 884 Alfonso III y Muhammad consiguen una paz que durará varios años; los dos que quedaban al emir Muhammad, los del reinado de Al-Mundir (886-888) y los catorce años de Abd-Allah entre 888 y 912. Este periodo de calma permitirá al rey Alfonso fortalecer y repoblar los territorios ganados entre la cordillera cantábrica y el río Duero.
Así, en la primavera del año 884 ordena al conde Diego Rodríguez salir de su refugio montañoso y repoblar las tierras del Ubierna y del Arlanzón, lo que daría lugar a la fundación de Burgos. A la entrada del páramo de Masa, y sobre un otero edificó un castillo, que dominaba el valle del río Ubierna. Al mismo tiempo, sobre el cerro de San Miguel, que dominaba el valle del Arlanzón, edificó sendas torres en cada uno de los dos montículos que formaban el cerro.
En ese año, alejado del peligro de los ejércitos cordobeses, los avances más asequibles parecian ser los valles del Ubierna y del Arlanzón, ya que era inimaginable pensar en asentamientos estables en la Bureba y en las tierras de Oca, controladas por los muladíes Banu Qasi de La Rioja, en la persona de Muhammad ibn Lub. Quizás por esas fechas se produciría también la repoblación de Villadiego, a la que parece el conde pudo dar su nombre.
El 31 de enero de 885, durante una escaramuza contra los musulmanes riojanos, caía muerto cerca de Cornudilla, a unos siete kilómetros de Oña, el conde Diego Rodríguez, llamado “Porcelos”, segundo conde de Castilla, y fundador de Burgos.
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