Una inscripción en latín que podemos encontrar en el claustro de los martires del monasterio de San Pedro de Cardeña, nos cuenta que:”El miércoles 6 de agosto, festividad de los mártires Justo y Pastor, (del año 934) fue arrasada Cardeña y fueron muertos 200 monjes en la grey del Señor”.
Efectivamente, parece ser que en el año 934, el califa de Córdoba Abd al Rahman III realizaba una de sus más duras campañas contra territorio cristiano. En ella atravesaba la provincia de este a oeste, desde Cerezo hasta Oña y Burgos, dirigiéndose luego a Palenzuela para girar de nuevo al este por el valle del Arlanza, arrasando Lerma y Clunia. Sería de camino a Burgos cuando recibe la noticia de la existencia del monasterio de San Pedro de Cardeña.
El cronista musulmán Ibn Hayyan nos ha dejado la narración del episodio de la destrucción del monasterio de San Pedro de Cardeña, en el año 934.
Nos lo relata así:
“ Mientras en una de las jornadas se dirigía el califa a la fortaleza de Oña, le indicaron una posesión sin par de los infieles, olvidada por las calamidades, amena y ampliamente cuidada, importante y bien construida, a la cual se dirigió con su ejército hasta darle vista y encontrarla superior a su descripción, pues se elevaba en un punto fuerte, bien surtido de agua, completamente rodeado de colinas que ocupaban su dilatada superficie donde se alzaban elevados edificios de altas columnas, maravilloso mármol y admirable fábrica, mientras entre casas y palacios estaban asignados a distintos fines y trazados para distintas utilidades, reuniendo allí cuantas actividades necesitaba la gente y completándose el conjunto con distintos árboles que ofrecían sus mejores frutos, junto a molinos y un mercado permanente, todo lo cual complació a an-Nasir contemplar, mirándolo de arriba abajo y opinando que no tenía parangón en tierra infiel. Dando gracias a Dios por habérselo puesto en mano, ordenó su quema total, juntándose operarios para su destrucción y arrasamiento hasta los cimientos, tala de arbolado e inutilización de las aguas, lo que tuvo ocupado al ejército todo un largísimo día, no obstante su número y constancia, hasta dejar el lugar como llano pelado sin el menor rastro ni señal. Cuidaban el lugar, según dicen los enterados, trescientos monjes, pues su iglesia era muy venerada entre ellos, con lo que el daño que sufrieron fue proporcional a la estima en que lo tenían.”
Los documentos cristianos verifican la cifra de 200 los monjes martirizados en el ataque al monasterio. Fueron Canonizados en 1603, acontecimiento que suscitó una fuerte demanda de reliquias, además de un importante movimiento devocional en torno a los santos Mártires. Al monasterio acuden muchos devotos, entre ellos el rey Felipe III y su esposa la reina Doña Margarita de Austria.
El claustro de los mártires del monasterio recuerda la suerte de aquellos monjes que fueron protagonistas de esta historia en aquellos tiempos tan difíciles. Un recuerdo para ellos.
Acaban de publicar en Maxtor un librito muy interesante sobre esta historia.
ResponderEliminarOs dejo el enlace:
http://libreria.maxtor.es/84-9761-840-8
Un saludo a todos.