Se trata de un paraje natural en el que los valores paisajísticos están perfectamente representados en la Sierra de Arcena, que constituye el nexo de unión con el Parque Natural de Valderejo (Álava), situado en la vertiente norte. Este lugar llega hasta Herrán por un camino cargado de significación histórica, la Vía romana y atraviesa el desfiladero excavado por el río Purón, uno de los parajes más espectaculares no sólo de este municipio, sino de toda la comarca de Las Merindades.
El río Purón se abre paso entre las masas de calizas, margas y tobas característicos de la geología de la Sierra, conformando un paisaje espectacular de crestones y farallones rocosos, con un microclima particular que ha favorecido el desarrollo de una variada masa forestal.
El río Purón se abre paso entre las masas de calizas, margas y tobas característicos de la geología de la Sierra, conformando un paisaje espectacular de crestones y farallones rocosos, con un microclima particular que ha favorecido el desarrollo de una variada masa forestal.
El río aparece encajado profundamente en las blandas y potentes formaciones tobáceas, donde se observan tubos y otros restos de estructuras orgánicas, principalmente de tipo vegetal, como ramas, raíces y hojas, alrededor de las cuales se depositaba el carbonato cálcico a modo de capas concéntricas sucesivas.
En efecto, aquí encontramos junto con los habituales quejigos, encinas y pinos, especies como el haya, tilo, tejo, arce, enebro, acebo o boj y numerosas plantas rupícolas. Lógicamente, un espacio tan definido orográficamente y con esta diversidad de flora, encierra también una fauna variada, en la que destacan mamíferos como el corzo, el jabalí, gato montés o garduña y aves como el buitre común, azor, halcón abejero, águila real, halcón peregrino, búho real o el pico picapinos y el carbonero palustre entre otros muchos.
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