domingo, 24 de febrero de 2008

-Castrobarto


La localidad de Castrobarto está situada al norte de la provincia de Burgos, al norte del valle de Losa y a una altura de 750 metros. Es la cabeza de la Junta de Traslaloma.

Enmarcado por los espectaculares relieves calizos de los Montes de La Peña goza de una abundante vegetación y una buena tierra para el cultivo, principalmente de cereales y de la famosa patata de Losa. Su terreno es húmedo, con abundante pluviosidad y generoso en nieblas, lo que favorece el desarrollo de una vegetación abundante en la que predomina el roble, haya, fresno, encina y pino de repoblación. En un pasado fueron sus bosques pastos para las ovejas trashumantes, lo que suponía para el pueblo cuantiosos ingresos.

En la antigüedad fue conocido con diversas variaciones léxicas, como Castro-Obarto, Castro Dobarto, Castro de Obarto y otras similares. Aunque la raíz céltica de su denominación sugiere orígenes más remotos, las primeras referencias se encuentran en torno a finales del siglo VIII, principios del siglo IX.
En el Alto de La Espina, entre los vallejos de Castresana y Castrobarto se pueden encontrar restos de túmulos megalíticos. En San Miguel y Castrobarto también podemos encontrar las “loberas”, enormes trampas para cazar lobos, emplazadas en pleno monte, en lugares de paso utilizados por estos animales.

En el campo de los Casares se cree que se asentaba Obarto, población más antigua aún que Castrobarto, de la que se han encontrado restos arqueológicos, cuyo testimonio fue recogido por el Padre Saturio, monje benedictino de Santo Domingo de Silos y comisario de arqueología de la Diputación Provincial de Burgos.

Los hallazgos romanos en la zona de la Junta de Traslaloma son escasos y se centran en algunos yacimientos concretos en los que se han efectuado excavaciones y han aparecido fragmentos de terra sigillata hispánica tardía. De la época romana quedan también vestigios en la Junta de Traslaloma de las vías de comunicación que trazaron los romanos, las principales calzadas que atraviesan este municipio burgalés son dos: La vía que une Villasante con Berberana y la vía que une la Hoz de Arreba con el Valle de Mena.

El origen de Castrobarto está unido al nacimiento del condado y posterior reino de Castilla. Tras los primeros asentamientos realizados en el vecino valle de Mena, en concreto en dos monasterios en las localidades de Taranco y Burceña, por el abad Vitulo, pronto se vio la necesidad de proteger ambos monasterios, así como los terrenos circundantes de las numerosas incursiones de castigo enviadas desde Córdoba. Se apostaron así diversos puntos de vigilancia orientados hacia el sur, en las estribaciones de los montes de La Peña, optando por puntos de amplia visibilidad hacia el sur, como Castrogrande o Castrobarto. Estas atalayas advertían con la antelación suficiente de la posible llegada de tropas del Califato dispuestas a realizar una de las numerosas batidas de castigo con las que solían asolar el extremo oriental del Reino de Asturias.

Sobre los restos de aquella avanzadilla se levantó, allá por el siglo XV, un castillo en el que dejaron, tras disputarse violentamente su posesión, sus blasones las más importantes familias feudales de Las Merindades: los Salazar, los Angulo y los Velasco. Las escasas ruinas de esta fortaleza reflejan una estructura de cuatro pisos rematados con adarve y almenas. Hoy día solo quedan en pie tres lienzos incompletos de pared.

El caserío, este está formado por un conjunto diseminado de edificaciones en piedra, que responden a las estructuras clásicas de las viviendas losinas. En su iglesia gótica delsiglo XIV, destaca el sobresaliente pórtico románico, proveniente de una construcción anterior, probablemente del siglo XI y que ha dejado también trazas en los muros. Está consagrada a los santos San Prudencio y San Primitivo, patronos de la localidad. También se encuentra en el pueblo la ermita de San Roque, alzada a finales del siglo XVII.

Entre los nombres de los señores que fueron historia en Castrobarto figuran algunos como Lope García de Salazar, Fernán Sánchez de Angulo, don Nuño, Martín Alfonso de Aniellas, Fernando Pérez de Ayala...
Fue villa de realengo, dependiendo de Fernando VI y de otros señores y abades como el Duque de Frías, el Conde de Lences, el Mayorazgo de los Calvo, la abadía de Tabliega, el convento de Santa Clara de Medina y el convento de San Pedro de Medina, entre otros. A nivel de jurisdicción, la villa de Castrobarto se cita ya en el Monasterio de Oña en el año 1011, cuando aparece registrada como la Villa de Castro. También se cita en el Becerro de las Behetrías, donde figura como Castrodobarto; incluso en el Cartulario de San Juan de la Peña se le cita como dentro de un alfoz.
Otro de los grandes documentos escritos que hablan de esta zona es el famoso Catrastro del Marqués de la Ensenada, realizado a mediados del siglo XVIII. En este registro se dice que Castrobarto dependía de la Corona y directamente del corregidor de Villarcayo. En este documento figuraban las ocupaciones de los habitantes de la Junta; como datos curiosos podemos citar que en Las Eras vivían 9 nobes y un cura, y que no figuran viudas ni pobres.

Esta población, que pasó por diferentes manos y se rigió por diversos fueros, pertenece a la Junta de Traslaloma, que nació por decreto del año 1835.

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