lunes, 30 de junio de 2014

-La nueva campaña de excavaciones de 2014 en Atapuerca arranca el miércoles.


La Sierra de Atapuerca (Burgos) se prepara para una nueva campaña. El próximo miércoles, 2 de julio, dará comienzo con cuatro semanas de arduos trabajos por delante para intentar descifrar el complicado mapa evolutivo de la especie humana. Se trata de una campaña más corta que la de ediciones precedentes e igual que la de 2013 que se enmarca en un contexto científico único, puesto que debe preparar la llegada de alrededor de 1.500 científicos e historiadores que participarán en el mes de septiembre en el XVII Congreso Mundial de la UISPP que se celebrará en la capital burgalesa.

Entre los objetivos que siguen en la mesa se encuentra el sumar piezas al puzzle evolutivo que iniciaron en los años 90 los actuales codirectores y que busca conocer cómo vivieron las primeras ocupaciones de Europa. En este sentido, el enigma sigue en la Sima de los Huesos -donde se pretende conocer cómo llegaron los cuerpos de 32 individos- y establecer dónde estaban los neardertales y cómo vivían.
Uno de los yacimientos que más fósiles ha ido generando en las últimas campañas es el yacimiento de Gran Dolina. El nivel TD4 de este yacimiento dejó al descubierto en la pasada campaña industria lítica de casi un millón de años, lo que hace sospechar que en este nivel pueden encontrarse restos del Homo Antecessor de mayor antigüedad a los aparecidos hasta la fecha, 800.000 años. Con el yacimiento a punto de caramelo, los responsables creen que Sima de los Huesos y Gran Dolina estuvieron conectadas, aunque es necesario confirmarlo. Para ello será necesario estudiar el nivel TD-10, en cuyo tercer nivel se concentran kilos y kilos de piedras que habrán de retirar los arqueólogos para poder estudiar el tercer subnivel de ocupación humana.

  El nivel TD-4 de Gran Dolina se continuará estudiando para poder conocer la vida de los primeros europeos. En este mismo nivel aparecieron en el año 1994 varios instrumentos líticos que dieron la voz de alarma de que las ocupaciones humanas en Europa eran mucho más antiguas de lo que en aquel momento se pensaba.
El nivel más antiguo de Gran Dolina es en la actualidad TD4. Se formó debido a un colapso de tierra y estuvo poblado por el 'Ursus dolinenses', un tipo de oso, propio del yacimiento que hibernaba en la cueva. Todo ocurrió hace un millón de años, momento en el que un grupo de pobladores decidió entrar en la cueva para alimentarse de los restos de los animales que cayeron en aquella trampa natural. No es de extrañar, por tanto que en pleno siglo XXI haya aparecido en ese nivel una piedra arenisca con un filo plano que pudieron utilizar los que pudieron ser los primeros pobladores de Gran Dolina.
 
Los trabajos en Sima del Elefante seguirán preparando este yacimiento para el futuro. La pasada campaña sacó a la luz en este entorno un cuchillo de 1,4 millones de años encontrado en las profundidades de la antigua trinchera. Se trata de la pieza más antigua hallada hasta la fecha en Atapuerca y el material más antiguo de toda Europa, lo que pone sobre aviso a los científicos que confían en descubrir restos de los dueños del cuchillo más antiguo de Europa en la próxima campaña que se iniciará en unos meses.
Descifrar el enigma de la Sima de los Huesos es otro de los retos que se marcan los codirectores de las excavaciones de la Sierra de Atapuerca. En especial Juan Luis Arsuaga, quien lleva más de dos décadas intentando encontrar los porqués al hecho de que 30 individuos de distinto sexo y edad en perfecto estado de conservación, pertenecientes a la especie Homo Heilderbergensis, fuesen a parar al interior de esta cueva. El misterio del que se presupone el primer enterramiento de la Humanidad no encuentra solución.

Por último, desde hace varias campañas los responsables de Atapuerca sueñan con poder tener entre sus manos restos de la única especie que falta por descubrir en la sierra burgalesa, la especie Neandertal. Los responsables saben que en la Sima del Elefante hay un nivel donde estuvieron los neandertales, y por ello centrarán sus esfuerzos en poder conseguir lo que entienden como un “milagro”.

Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z37E7A890-9229-FF31-31B53A38D81A1330/20140630/nueva/campa%C3%B1a/atapuerca/arranca/miercoles

domingo, 29 de junio de 2014

-20 años del hallazgo del primer resto humano en Atapuerca.


Nadie se atrevía a decir nada. Aquello que parecía un diente humano y que había surgido de las profundidades del tiempo al mover unos tablones fue pasando de mano en mano entre el puñado de gente que en la mañana del 8 de julio de 1994 excavaba el nivel 6 del yacimiento de Gran Dolina.
Aurora Martín posa con su foto del día después de los hallazgos ante el punto de Gran Dolina donde se encontró el primer diente de Homo Antecessor el 8 de julio de 1994.  Jesús J. Matías Aurora Martín fue la primera que lo vio y, siempre sin mediar palabra, entendiéndose solo con la mirada, se lo enseñó a varios compañeros. Todos sospechaban que aquello podía ser una bomba. El primer resto humano hallado de la trinchera de Atapuerca. Pero había que confirmarlo. Llamaron a José María Bermúdez de Castro, uno de los codirectores de las excavaciones, y esperaron un rato que se hizo eterno hasta que llegó.
 
A Bermúdez de Castro ni siquiera le hizo falta sacarlo de la bolsa donde ya había sido depositado. Era humano. De sus gargantas salió algo así como un «¡Eureka!» a los cuatro vientos y la propia Aurora ni siquiera recuerda bien qué gritaban, pero mantiene muy vivo el recuerdo de que la pasarela y el andamiaje todavía rudimentarios sobre los que trabajaban comenzaron a temblar bajo el peso de sus saltos de alegría. Por fin tenían en sus manos el fruto de 14 años de trabajo desde los primeros equipos que llegaron en 1980. 
Dentro de diez días se cumplen 20 años del hallazgo que terminó de situar a los yacimientos de la sierra burgalesa a la cabeza de la paleontología mundial y que le permitió escribir el apellido de «los primeros europeos» en su tarjeta de presentación, que a partir de entonces sería incontestable. Un par de años antes la aparición de ‘Miguelón’, el cráneo completo de Heidelbergensis, ya había disparado la fama de Atapuerca, pero la campaña de 1994 supuso otra dimensión. 
 
Aquello significaba, para empezar el hallazgo de los humanos más antiguos del continente, algo que inmediatamente se supo por el nivel geológico en el que había sido encontrado (al menos 500.000 años) y por la presencia de fósiles del ratoncito ‘Mimomys savini’ que contribuyeron decisivamente a colocar esos dientes en la línea del tiempo. Caían así las teorías que afirmaban que no podía haber presencia humana en Europa más allá de medio millón de años.
Pero además las investigaciones posteriores descubrieron que la de la Gran Dolina era una nueva especie. «La llamábamos ‘La Dolinera’», explica Aurora Martín, «porque decidimos que era una chica y empezamos a marcar los hallazgos con color rosa». 
 
De hecho, en esa campaña aparecieron más restos de pequeño tamaño y fueron presentados pocos días después a la prensa local y regional con el nombre de ‘Homo Dolina’. Luego surgió una mandíbula, una frente, muchos más restos de hasta 11 o 12 individuos distintos y teorías sobre cómo vivieron aquellos homínidos, entre ellas las constatadas prácticas de canibalismo siempre tan morbosas.
Hubo que buscar un nombre científico definitivo para la nueva especie y se decidió el de Homo Antecessor. «Pudo ser ‘Atapuerquensis’ o ‘Burgensis’», relata su descubridora, «pero nos parecía demasiado localista y quisimos evitar eso que luego ha ocurrido con otros ejemplos como Neanderthal o Heidelberg». Así que la vocación internacional pesó en la elección.
La datación posterior ha colocado a Antecessor entre los 800.000 y los 900.000 años, y en la Sima del Elefante, a pocos metros de Dolina, surgieron en campañas posteriores restos de otros individuos de entorno a 1,2 millones de años cuya especie está pendiente de definir porque los investigadores siguen estudiando sus características.
La dimensión científica de Atapuerca no ha hecho más que crecer desde ese hallazgo soñado por cualquier paleontólogo. Ser la cuna de todo un continente ha llevado el nombre de Burgos por multitud de exposiciones internacionales. 
 
Toda una constelación de fósiles. Así, «el chico de la Gran Dolina», como también se le empezó a conocer, se convirtió en una marca insuperable en combinación con la riqueza de la Sima de los Huesos y otros hallazgos estrella como el bifaz ‘Excalibur’ o la pelvis ‘Elvis’. A la enorme potencia que Antecessor tiene por sí mismo se suma que los hallazgos de la cercana sierra no han dejado de seguir creciendo en cantidad y en calidad.
En los años siguientes al descubrimiento de la nueva especie siguiendo la concesión de Premio Príncipe de Asturias al proyecto científico o el nombramiento del entorno de los yacimientos como Patrimonio de la Humanidad, además de un sinfín de publicaciones en las revistas científicas más prestigiosas del mundo y, sobre todo, el reconocimiento social y político a un recurso exclusivo de esta tierra.
«Hasta mediados de los 90 los yacimientos de Atapuerca eran cosas de los especialistas y no de la población en general o de las autoridades. A partir de entonces se dieron cuenta de la importancia de lo que estábamos haciendo aquí», resume Aurora Martín.
El complejo de edificios del Solar de Caballería es el mejor ejemplo de que Burgos supo entender que tenía una mina de oro científica y cultural a sus puertas. También el Parque Arqueológico, o los centros de recepción de visitantes, o la apertura de la trinchera del ferrocarril al turismo y el movimiento económico que generan en su entorno más inmediato. Y la Universidad de Burgos respondió con la puesta en marcha y posterior refuerzo de áreas de conocimiento vinculadas directamente al conocimiento de quiénes fuimos y de dónde venimos.
 
Próximo inquilino del MEH. Además de nuevas alegrías científicas y muchos años de investigaciones en torno a su papel en la evolución (los expertos hablan de varias generaciones con trabajo pendiente en los yacimientos), Antecessor tiene ante sí un reto inmediato por cumplir: su figura se espera con gran expectación en la galería de los homínidos del Museo de la Evolución Humana. Actualmente hay un metacrilato que dibuja cómo pudo ser, pero falta su reproducción en tres dimensiones. Es la última que falta para completar el círculo mágico donde podemos mirar a la cara a nuestros antepasados gracias a esculturas de enorme realismo. El trabajo ya se ha completado en el especializadísimo taller de la francesa Elizabeth Daynès y ahora solo faltan «trámites administrativos» para su llegada al MEH, dice Martín, que precisamente es coordinadora general de la pieza central del Solar de la Evolución.
Si la siempre compleja burocracia no lo sigue retrasando, llegará este verano, previsiblemente antes del Congreso Mundial de Prehistoria que arranca el 1 de septiembre. Se convertiría, seguro, en uno de los invitados más solicitados de entre todos los asistentes.
 
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZE8E015DB-98DE-91F4-ED837CE2AAF9B5B1/20140629/dia/trinchera/temblo/alegria

viernes, 20 de junio de 2014

-Science publica un trabajo dirigido por Arsuaga sobre 17 nuevos cráneos de Atapuerca.

La revista americana Science ha publicado un trabajo completo sobre 17 nuevos cráneos de la Sima de los Huesos, en el yacimiento burgalés de la Sierra de Atapuerca, con más de 430.000 años de antigüedad, los más antiguos con rasgos neandertales.
Reconstrucción del cráneo 17.   Los investigadores, de varios centros españoles y extranjeros, presentan un trabajo dirigido por el director científico del Museo de la Evolución Humana (MEH), Juan Luis Arsuaga, en el que se muestra la colección de cráneos del yacimiento de la Sima de los Huesos y que se publica como 'Research Article', categoría que se reserva para trabajos destacados, a los que se les concede un mayor espacio en la revista.
   El artículo da a conocer una increíble colección de hasta 17 cráneos en diferentes estados de conservación y se publica 21 años después de que en 1993 se presentaran en la revista Nature (equivalente británico de Science) los tres primeros cráneos encontrados en este yacimiento, han informado a Europa Press fuentes del Museo burgalés.

   En el tiempo transcurrido desde entonces los investigadores han trabajado "pacientemente" en el yacimiento, que presenta inusuales dificultades para la excavación, identificando fragmentos craneales, a veces muy pequeños, para recomponer los cráneos, en un laborioso esfuerzo que todavía no ha concluido.
   Se estima que el número de individuos acumulados en este lugar se acerca a la treintena y sus esqueletos parecen estar completos, aunque los huesos se encuentran en muchos casos rotos y mezclados.
   Durante estos años también se ha trabajado en un mejor conocimiento de la geología del yacimiento, fundamental para entender cómo se produjo la acumulación de tantos cadáveres y para su datación. Aplicando una batería de nuevas técnicas puestas a prueba en otros yacimientos de Atapuerca, se estima una edad en torno a los 430.000 años para los fósiles.
   "No hay ningún yacimiento en la historia que haya proporcionado tantos cráneos de una especie humana extinguida", según afirma Juan Luis Arsuaga.

   Todos los individuos de la Sima de los Huesos pertenecen a una misma población biológica, lo que permite estudiar su variación individual, las diferencias sexuales, el patrón de desarrollo, etcétera.
   Desde finales de los años ochenta el equipo de investigación sostiene que la población de la Sima está relacionada con los neandertales. Ahora se sabe que el origen de todo el grupo tiene al menos 430.000 años. Los fósiles de la Sima son los más antiguos conocidos con rasgos neandertales.
   Una cuestión muy debatida es la de cómo se fue construyendo el cráneo neandertal a lo largo de la evolución. El estudio de la Sima confirma la teoría, ya avanzada por otros autores, de que el patrón evolutivo es de tipo "modular" o "en mosaico". Los primeros cambios se produjeron en los dientes y en la cara, lo que parece indicar que se trató de una especialización masticatoria. Otras partes del cráneo, como la caja craneal o neurocráneo y el encéfalo que contiene, se modificaron más tarde.
   La uniformidad de la población de la Sima contrasta con la variación que se encuentra cuando se comparan todos los fósiles europeos del Pleistoceno medio, periodo que va desde hace 780.000 años hasta hace 130.000 años.
   Algunas desemejanzas pueden deberse al tiempo que separa los yacimientos, pero otras parecen tener más que ver con diferencias regionales. Incluso es posible que convivieran poblaciones con rasgos neandertales más o menos marcados junto con otras que presentan un aspecto arcaico.
   Es probable que hubiera reemplazamientos de unas poblaciones por otras y también intercambios genéticos, como se ha apuntado al respecto del genoma mitocondrial recuperado hace poco en uno de los fósiles de la Sima, y que no es del tipo neandertal. Los autores del trabajo se decantan por un modelo evolutivo complejo, o cladogenético, antes que por uno lineal o anagenético, más simple.

   En resumen, la colección de la Sima de los Huesos, que previsiblemente seguirá creciendo en los próximos años, es cada vez más importante para el estudio de la evolución humana, han apuntado las mismas fuentes.
   Las excavaciones en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca son financiadas por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, y la Fundación Atapuerca, y las investigaciones en los diferentes laboratorios por el Ministerio de Economía y Competitividad.
   Los investigadores que han llevado a cabo el trabajo pertenecen al Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humanos (formado por la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Salud Carlos III) y a las universidades de Alcalá, Zaragoza, País Vasco, Burgos, Rovira i Virgili de Tarragona, al Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos, Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Tarragona), University of Adelaide (Australia), Binghamton University (SUNY, USA), National Taiwan University, Berkeley Geochronology Center (USA), U.S. Geological Survey, y Muséum National d'Histoire Naturelle (Paris).
   Todas las universidades y centros de investigación a los que pertenecen los investigadores del proyecto aportan también medios materiales y humanos.

Fuente: http://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-science-publica-trabajo-dirigido-arsuaga-17-nuevos-craneos-atapuerca-20140619200138.html

-Arsuaga abre el debate sobre qué especie habitó la Sima de los Huesos.

El equipo que dirige Juan Luis Arsuaga, en la Sima de los Huesos. Hasta ahora a los fósiles hallados en la Sima de los Huesos, de 430.000 años de antigüedad, se les consideraba de la especie Homo heidelbergensis, una especie anterior al Neandertal cuyo nombre se debe a una mandíbula hallada en la localidad de Heidelberg (Alemania). Ese fósil aislado, y los fragmentos de huesos de otros yacimientos catalogados de la misma especie, no aportan, sin embargo, datos sobre cómo eran los cráneos de estos individuos y cómo encajan con el resto del esqueleto.
La Sima de los Huesos, en Atapuerca, es el yacimiento con mayor cantidad de cráneos de una especie humana extinguida y todos los individuos pertenecen a una misma población biológica, «lo que permite estudiar su variación individual, las diferencias sexuales, el patrón de desarrollo, etc.». El estudio completo de 17 de estos cráneos, cuyos resultados acaba de publicar un equipo de investigadores dirigido por Juan Luis Arsuaga en la revista Science, aporta nuevos datos sobre la evolución de esta población.


«Hemos encontrado un eslabón intermedio entre el Homo antecessor y los neandertales. Mientras que en la cara y la mandíbula es donde empezamos a apreciar rasgos neandertales incipientes, el cráneo cerebral no presenta características ni de neandertales ni de Homo sapiens. Es primitivo, para entendernos.Y por otra parte el volumen del cerebro es inferior al de los neandertales y al Sapiens», resume el codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca.
Por tanto, los fósiles de la Sima de los Huesos son los más antiguos que existen de rasgos neandertales, pero no pertenecen a esta especie tal y como hoy la consideramos porque su cráneo y volumen cerebral no lo es y porque el ADN, cuyo resultado se conoció hace unos meses, tampoco.
Con estos nuevos datos que rastrean su origen Neandertal, ¿debemos seguir llamándoles Homo heidelbergensis, como hasta ahora? «Heidelbergensis es una especie creada a partir de una mandíbula. No sabemos cómo es el cráneo ni el esqueleto. Hay que ver en ese nombre qué fósiles se meten. Es una especie tan desconocida, tiene un ejemplar tipo tan poco elocuente, que tendríamos que ponernos de acuerdo sobre qué se acepta como Heidelbergensis», añade Arsuaga.
«Hay tres congresos próximos: uno la semana que viene en Francia, otro en Burgos en septiembre y otro en Florencia. A mí lo que me gustaría es poner orden en la taxonomía general, y no exclusivamente en este yacimiento. Es decir, discutir toda la clasificación evolutiva empezando por qué consideramos Homo heidelbergensis».


El director científico del Museo de la Evolución Humana propone abrir un debate con toda la comunidad científica para esclarecer qué pertenece a qué:«Hay que intentar alcanzar un consenso. En la taxonomía hay tal proliferación de nombres que necesitamos clarificar un poco el panorama y elaborar una síntesis más o menos aceptada acerca de cómo nombramos todos los fósiles que existen y cómo se organiza la clasificación de los fósiles homínidos».
En ese sentido, los restos de la Sima de los Huesos podrían incluso llegar a pertenecer a una nueva especie. «Hay opiniones para todos los gustos. Hay quien está a favor de nombrarlos como nueva especie, quien cree que deben seguir llamándose Heidelbergensis y quien los consideraría neandertales. Con este estudio abrimos el debate. Nosotros preferimos ser cautos y esperar. Tiempo habrá de tomar esa decisión».


Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z1D700164-EEF8-0BD8-CB7508CE0A92E8AE/20140620/arsuaga/abre/debate/especie/habito/sima/huesos