martes, 6 de febrero de 2024

-Una rica necrópolis romana en el vial de Kronospan en Castañares.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es/

 El hallazgo se llevó con sigilo, pero también con todas las garantías. Sucedió durante el pasado verano, durante las obras del ramal ferroviario promovido por Kronospan; tanto esta empresa como las involucradas en el proyecto -la consultora MBG, autora del mismo, Coalvi, su ejecutora, y la Junta de Castilla y León, copartícipe, sabían que se trabajaba en terreno sensible: no lejos del trazado ferroviario, ubicado en el término municipal de Cardeñajimeno, se halla la villa tardorromana 'El Millar', donde en los años 70 fue descubierto un conjunto de impresionantes mosaicos, algunos de los cuales se exhiben con toda su grandeza y majestuosidad en el Museo de Burgos. Al topar con restos en apariencia antiguos durante la realización de la citada obra, se hizo necesaria una excavación arqueológica, al frente de la cual se pusieron Gloria Martínez, Fabiola Monzón y Alberto Rodrigo. «Fue un subidón, enseguida nos dimos cuenta de la importancia de aquellos vestigios», explican con entusiasmo ambas arqueólogas, que ya han podido estudiar los vestigios hallados, algunos de los cuales han pasado ya por las sabias manos de Adelaida Rodríguez, responsable del servicio de restauración del Museo de Burgos.

 

 

La excavación arqueológica reveló una serie de enterramientos cuya existencia era desconocida pero que los expertos vinculan con la villa tardorromana 'El Millar'. «Son restos que se pueden datar entre los siglos IV y V; están muy bien conservados y son realmente espectaculares.Estamos ante una de las necrópolis más ricas e importantes de la provincia, a la altura de las de Cabriana y Hornillos del Camino», explican Martínez y Monzón. El espacio funerario intervenido ocupaba una superficie aproximada de 25 metros cuadrados. En total se han identificado 16 inhumaciones, todas ellas individuales. Doce de ellas en fosa simple, esto es, en un sencillo hueco abierto directamente en el terreno; una tumba delimitada por ladrillos; una tumba creada con lajas de piedra; y otra en la que se alternan piedras y ladrillo.

 

 Fuente 2: https://www.elcorreodeburgos.com/

La proximidad del yacimiento arqueológico de El Millar a la fábrica de tableros de aglomerado Kronospan era de sobra conocida. Este enclave, de hecho, propiedad de la factoría y emplazado en terreno municipal de Cardeñajimeno, figura en el catálogo de patrimonio de esta localidad en el que se indican los grados de protección de las distintas zonas, integral en el caso de El Millar y preventiva de distintos niveles en las zonas aledañas.

 Vista general del terreno ubicado entre la fábrica de Kronospan y la AP-1 en el que se ubican el yacimiento El Millar y otras áreas ricas en vestigios.-RAÚL G. OCHOA

Los responsables de la factoría lo sabían cuando solicitaron el permiso oportuno a la Confederación Hidrográfica del Duero para modificar el curso del arroyo Los Prados que, por fluir en ese área, muy cerca al límite de sus instalaciones, impide cualquier posible ampliación. Sabían por lo tanto que el terreno en el que iban a actuar, por su ubicación, requería -conforme a la exigencia municipal- «la presencia de un técnico que vele por la custodia, documentación y valoración de los elementos y áreas arqueológicas susceptibles de sufrir alteración». Pues bien, la arqueóloga contratada para tal labor, que también elaboró un informe previo a la intervención, ha tenido tarea y en la actualidad cataloga las piezas encontradas al ejecutar la obra.

 

Aunque prefieren esperar a que el documento -que también deberán trasladar a la sección de Patrimonio de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León- esté finalizado para dar cuenta de los detalles, desde Kronospan sí avanzan que entre los hallazgos hay algún elemento «de valor», como monedas o una vasija de cerámica casi completa, además de varios huesos.

Las mismas fuentes relatan que el ‘botín’ en cuestión se entregará al Museo de Burgos para su conservación y, si fuera oportuno, exhibición al público. Subrayan además que se han tomado todas las precauciones debidas para conciliar el desarrollo de las obras citadas con el respeto a los restos, tal y como requiere la normativa urbanística de Cardeñajimeno.

Cabe señalar que en ella se indica que El Millar, situado detrás de Kronospan, entre sus instalaciones y el trazado de la AP-1, consta de dos yacimientos, uno calcolítico y otro tardorromano con dos núcleos de concentración. La elaboración del Plan Regional del Camino de Santiago en Burgos y del plan regional de Ámbito Territorial del Complejo de Actividades Económicas (CAE) Burgos motivaron prospecciones arqueológicas intensivas en este punto que detectaron «parte de las estructuras de la villae, entre las que destacaron los muros, un fragmento del opus signinum y otro fragmento de pavimento musivo».


-Los primeros descubrimientos del proyecto Cota 1.000.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es/

 

Un equipo de arqueólogos y estudiantes de Prehistoria de la UBU, con Eudald Carbonell al frente, han localizado media docena de yacimientos entre Salas de los Infantes, Hortigüela, La Revilla y Contreras, con más de 100 herramientas de piedra.

 Lasca de cuarcita.

 

La realización de una prospección arqueológica en el valle alto del río Arlanza descubre nuevos yacimientos paleolíticos que permitirán estudiar cómo se movían los grupos humanos entre este valle y la sierra de Atapuerca, según informa la Fundación Atapuerca. La semana pasada se llevó a cabo una prospección arqueológica en el tramo del Arlanza que discurre entre Salas de los Infantes y Hortigüela, ambos en la provincia de Burgos. El objetivo de este nuevo proyecto de investigación, denominado Cota 1.000, consiste en localizar nuevos yacimientos arqueológicos de más de medio millón de años.

El nombre del proyecto hace alusión a la altitud en la que se ha trabajado, ya que es en torno a esta cota donde se pueden conservar depósitos geológicos de esta cronología que alberguen en su interior las herramientas de piedra fabricadas por los primeros grupos humanos que ocuparon este territorio.

En esta primera campaña de prospección se ha trabajado en los municipios de Salas de los Infantes, Hortigüela, La Revilla y Contreras y en ella ha participado un equipo de arqueólogos, arqueólogas y estudiantes de Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU). El trabajo de campo ha consistido primeramente en localizar y seleccionar los puntos susceptibles de contener depósitos de más de millón de años. Seguidamente se ha realizado una visita a dichos lugares donde se ha llevado a cabo una batida del lugar que ha permitido verificar si realmente había restos de herramientas de piedra.

 

En total se han descubierto media docena de lugares en los que se han recuperado una colección de un centenar de herramientas de piedra. De todos los lugares descubiertos destaca el nuevo yacimiento de La Revilla, situado al noroeste de la localidad de Hortigüela. En este lugar se ha llevado a cabo un sondeo arqueológico de ocho metros cuadrados y una profundidad de dos metros y medio, donde se han hallado una docena de herramientas de piedra de cuarcita y cuarzo.

El análisis inicial de estas piezas arqueológicas apunta a una forma de talla antigua que se conoce como "achelense" o "modo tecnológico II". Esta tecnología aparece a la península Ibérica hace algo más de medio millón de años y está muy bien documentada en el cercano yacimiento de La Revilleja de Valparaiso (Hortigüela) o en el yacimiento de Galería de la sierra de Atapuerca. El estudio de estos nuevos yacimientos del valle del Arlanza permitirá modelizar los movimientos realizados por los primeros grupos humanos que ocuparon este tramo del río y relacionarlos con los yacimientos de la sierra de Atapuerca de esta cronología.

En palabras del codirector del proyecto, Eudald Carbonell, "durante el Paleolítico los ríos Arlanza y Arlanzón funcionaron como auténticas autopistas por las que se desplazaban continuamente los grupos humanos en su camino hacia la sierra de Atapuerca. Por lo tanto, el estudio de estos nuevos yacimientos será clave para entender cómo se produjeron las primeras llegadas de estos grupos cazadores y recolectores a este lugar de Europa occidental". Del mismo modo, el análisis del conjunto de herramientas líticas permitirá comprender cómo era su tecnología y qué estrategias desarrollaron estos grupos humanos para gestionar este territorio.

 

El desarrollo del nuevo proyecto Cota 1.000 da continuidad de la excavación del yacimiento de 'La Revilleja de Valparaiso' (Hortigüela) realizada por este mismo equipo en los años 2021 y 2022. En esta excavación se documentó una importante colección de herramientas líticas de hace medio millón de años. Por su parte, el nuevo proyecto Cota 1.000 permitirá profundizar cronológicamente y entender cómo evolucionó la tecnología de los primeros grupos humanos que llegaron a este tramo del río Arlanza.

Estos trabajos de prospección han sido dirigidas por Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili, profesor colaborador honorífico en la Universidad de Burgos y vicepresidente de la Fundación Atapuerca; Marta Santamaría, beneficiaria de una ayuda económica para investigación de la Fundación Atapuerca; Marta Navazo, profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos; Alfonso Benito, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana; y Rodrigo Alonso, del Museo de la Evolución Humana-Universidad de Burgos.

Esta intervención arqueológica, organizada por la Fundación Atapuerca y la Universidad de Burgos, ha sido posible gracias a la colaboración del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, los ayuntamientos de Hortigüela, Cascajares de la Sierra, Barbadillo del Mercado, Contreras, La Revilla y Salas de los Infantes.

 

 

 

martes, 5 de septiembre de 2023

-Hallan una muralla medieval en las excavaciones de San Pedro de Arlanza .

 Fuente: https://www.burgosconecta.es

Las excavaciones en el monasterio de San Pedro de Arlanza han sacado a la luz los cimientos y restos de la muralla medieval que rodeaba esta edificación en el municipio burgalés de Hortigüela. El tramo ahora descubierto se encuentra en el sector noroeste, tiene casi un metro de espesor y cuenta con un vano que daba acceso directo a la iglesia, probablemente abierto en el momento en que el templo adquirió funciones parroquiales.Excavaciones realizadas en San Pedro de Arlanza este verano.

El hallazgo refrenda el contenido de un manuscrito de 1563, hoy desaparecido, que daba fe de la existencia de una muralla medieval con cinco torres: la de fray Pelayo en la zona occidental, la de Doña Sancha en el extremo suroeste, la del Tesoro en el norte y las del Capítulo y del Conde en la fachada este. Las sucesivas reformas y el abandono del edificio borraron parcialmente su trazado.

Además, la excavación en el claustro mayor ha permitido identificar un viaje de agua que conectaba con el claustro menor y que abastecería a la fuente central del patio. También se han registrado canalizaciones de cerámica vidriada y tumbas individuales y colectivas. Por otro lado, al sur del recinto se ha documentado un acueducto, labrado en piedra, que recogía caudal del río Arlanza para regar las huertas, gracias a una compleja red de captación y evacuación de aguas. 

 Tras la finalización del trabajo de campo, ahora comienza la fase de laboratorio para analizar los resultados preliminares y para estudiar en detalle los restos arqueológicos recuperados, como distintos materiales datados entre los siglos XIII y XVI que ayudarán a contextualizar las estructuras. Imagen principal - La primera imagen corresponde a un osario hallado en el claustro. Las otras dos muestran el acueducto.

El hallazgo ha tenido lugar este verano durante la última campaña de excavaciones, que terminó a finales de agosto y en la que ha trabajado un equipo multidisciplinar de arqueólogos, restauradores, topógrafos y técnicos de laboratorio. Todo ello coordinado por el Ministerio de Cultura y Deporte y el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE)

 Estas actuaciones forman parte del proyecto arqueológico global que el IPCE está llevando a cabo en el monasterio desde 2021 y que tuvo como punto de partida la fotogrametría aérea y la prospección geofísica. En 2022, en paralelo al procesado e interpretación de los resultados obtenidos, también se intervino sobre la antigua hospedería del monasterio.

Gracias a estas campañas, el IPCE está obteniendo información inédita para conocer mejor el origen y evolución de este enclave, golpeado en marzo de 1894 por un violento incendio que redujo a cenizas el fondo documental del archivo monástico y que borró gran parte de su historia y su memoria.

 Imagen secundaria 2 - La primera imagen corresponde a un osario hallado en el claustro. Las otras dos muestran el acueducto.

Imagen secundaria 1 - La primera imagen corresponde a un osario hallado en el claustro. Las otras dos muestran el acueducto.

-Comienzan las excavaciones arqueológicas en el castillo de Torregalindo.

 Fuente: https://www.elcorreodeburgos.com/

 Decidido a profundizar en su historia, Torregalindo acaba de iniciar los trabajos de excavación arqueológica en el castillo. Se trata de un proyecto valorado en 15.000 euros, que el Ayuntamiento promueve en un 50% gracias a la subvención que ha recibido de la Diputación de Burgos, dentro de la convocatoria pública para la realización de proyectos de excavación, prospección y documentación del patrimonio arqueológico y paleontológico de la provincia.

Las excavaciones durarán tres semanas

Es la primera intervención de estas características que se lleva a cabo en el castillo y la misma se integra en el ambicioso proyecto de recuperación cultural y patrimonial que impulsa la Asociación Villa y Tierra de Haza, Patrimonio y Territorio, constituida a principios del presente año, y en la que el Ayuntamiento de Torregalindo participa de forma activa.

 Tal y como manifiestan los responsables municipales, el alcalde Alberto Martín y la concejala Mariví Pérez; existe un enorme interés por recuperar el castillo como “referente identitario de la villa y como recurso para desarrollar una oferta de turismo cultural que, junto al resto de los bienes patrimoniales existentes en el pueblo, contribuya a dinamizar tanto Torregalindo como el resto de la comarca”.

Los trabajos arqueológicos están dirigidos por Ángel Palomino y Héctor Fonseca, de la empresa Patrimonio Global. “Se han planteado como un muestreo estratigráfico que permita obtener una primera aproximación a la secuencia ocupacional del castillo”, detalla el alcalde.

 Vista general norte del castillo de Torregalindo

Dos de los sondeos se han proyectado sobre la cara interna de los muros norte y sur, a fin de comprobar el estado de las cimentaciones, “un aspecto clave en la futura consolidación de los restos del edificio”.

También se ha planteado llevar a cabo un estudio de los paramentos conservados, ya que en los muros del castillo se observan varios sistemas constructivos que seguramente responden a momentos históricos diferenciados. “Esta fase del trabajo se ha iniciado con la realización de modelo digital en 3D del edificio, que permite generar modelos y puntos de vista de las diferentes partes que componen el mismo”.

 

-Nueva gesta en el Pozo Azul de Burgos tras el descubrimiento de otros 660 metros.

 Fuente: https://www.elcorreodeburgos.com/

 El reto abruma. Una semana bajo el agua, en el interior de una cueva mundialmente conocida como el Everest del espeleobuceo, requiere una preparación física y mental al alcance de muy pocos. Pero el Pozo Azul de Burgos es lo que tiene. Seduce desde fuera y enamora por dentro, aunque hay que ser consciente de los riesgos que conlleva sumergirse en dirección a la punta. Unos 14 kilómetros y lo que queda por descubrir. De momento, la última campaña de exploración ha permitido vislumbrar 660 nuevos metros. Un hito digno de celebrar a cargo del equipo liderado por el británico Jason Mallinson, guía y mentor en este paraíso subacuático de Covanera desde su primera inmersión hace más de dos décadas.

La última expedición en el interior del Pozo Azul culmina con el descubrimiento de 660 nuevos metros.

 «100 metros ya hubiese sido un éxito», confiesa el espeleólogo e integrante de la expedición, Pedro González, a sabiendas de que «iba a ser muy difícil avanzar en la exploración». Finalmente, demostraron que el que la sigue la consigue. Y la salida, que tuvo lugar el sábado, tranquilizó a quienes les esperaban en el exterior. Más que nada, porque durante varios días fue imposible contactar con varios miembros del equipo a través del sistema de comunicación Cave Link, que permite enviar mensajes de texto. 

La gesta, tal como señala González, es digna de mención y permite seguir soñando con desentrañar los misterios que el Pozo Azul alberga en su interior. No es tarea sencilla, pero tampoco lo fue en su día descubrir un sexto sifón de enorme profundidad.

Para esta nueva expedición, quisieron sumarse dos compañeros con dilatada experiencia y reconocimiento en el mundo del espeleobuceo: Craig Challen y Richard Harris. Oriundos de Australia, participaron en 2018 junto a Mallinson en el rescate de la cueva Tham Luang (Tailandia), que permitió salvar la vida a una docena de adolescentes de un equipo de fútbol y a su entrenador tras permanecer atrapados durante más de dos semanas debido a una inesperada inundación.

 Craig Challen, nada más salir del Pozo Azul.

Fascinado por el Pozo Azul, Challen confesaría a su salida que se trata de «una cueva top a nivel mundial». No en vano, también advirtió que es «muy peligrosa». En cualquier caso, no sería de extrañar que retorne a Covanera en campañas venideras para seguir investigando.

Durante su estancia a lo largo de la semana, el equipo llevaba consigo unos contenedores herméticos con comida que «aguantan presiones grandísimas». ¿Existe una dieta concreta o recomendable para este tipo de incursiones? En principio no, indica González, aunque no faltasen las barritas energéticas para reponer fuerzas. Tampoco la pasta u otros alimentos habituales del día a día que se cocinaban en un hornillo. En cuanto a las horas de sueño, es evidente que «cómodo no se duerme». Y es que a pesar de llevar ropa térmica para no quedarse helados, permanecen «mojados todo el día».

Si algo llamó la atención a González y a los miembros del Delfín Club Burgos que esperaban expectantes en la orilla fue lo «metódicos» que son Mallinson y compañía. Nada más emerger y quitarse los trajes, empezaron a «recolocar los equipos y comprobar que todo estaba bien». Profesionales como la copa de un pino, su aportación en el Pozo Azul es innegable y ya forma parte de la historia.

 

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

-Encuentran una iglesia visigoda inédita en las excavaciones de Olmillos de Sasamón.

 Fuente:

 La campaña arqueológica realizada entre los días 8 y 25 de agosto en Olmillos de Sasamón ha culminado con el descubrimiento de una iglesia visigoda inédita.

 Imagen secundaria 1 - Encuentran una iglesia visigoda inédita en las excavaciones de Olmillos de Sasamón

Es el séptimo año de campañas arqueológicas en Sasamón, Olmillos de Sasamón y Villasandino y en esta ocasión las prospecciones geofísicas en Santa Olalla, en Olmillos de Sasamón, han identificado la planta del gran complejo suburbano dentro del que se encuentra la mencionada iglesia.

Los trabajos también se han centrado en la excavación de varios sondeos arqueológicos en el entorno de la colegiata de Santa María La Real, en Sasamón, con el objetivo de obtener información de primera mano sobre la ciudad romana de Segisamo.

El equipo de arqueólogos dirigidos por Jesús García Sánchez (Instituto de Arqueología, Mérida-CSIC-Junta de Extremadura) y José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca) concluyó, el pasado día 25, su séptima campaña de investigaciones en la comarca segisamonense.

Esta intervención, financiada por la Diputación de Burgos y los ayuntamientos de Sasamón y Olmillos de Sasamón, ha tenido como objetivo prioritario estudiar el poblamiento romano en la zona desde sus inicios en el siglo I a.C. hasta época tardoantigua (siglos IV-VII d.C.). La campaña se ha centrado en dos espacios: las inmediaciones de la colegiata de Santa María la Real (Sasamón) y el yacimiento de Santa Olalla (Olmillos de Sasamón).

En los últimos años, el equipo de arqueólogos ha hecho uso de distintas técnicas de teledetección –incluyendo drones– y de prospección geofísica –en particular, georradar– con el objetivo de obtener planimetrías precisas de las ruinas todavía existentes en el subsuelo de la comarca. La prospección geofísica con georradar y magnetómetro es un método en auge, pues permite obtener imágenes tridimensionales del subsuelo e identificar estructuras soterradas. De este modo, es posible reconocer las trazas del antiguo callejero o las plantas de algunas edificaciones romanas sin necesidad de excavarlas.

En el lugar de Santa Olalla, en Olmillos de Sasamón, la fotografía aérea había permitido documentar las estructuras de un gran complejo edilicio corresponda con una gran villa o asentamiento suburbano de época tardorromana (siglos III-V d.C.), a juzgar por los materiales hallados hasta la fecha. Durante la campaña de 2023, los investigadores y técnicos del Instituto de Arqueología, Mérida (IAM-CSIC) Carlos Cáceres, Stefano De Nisi y Jesús García han continuado la prospección geofísica del yacimiento en su conjunto, que ha derivado en un hallazgo excepcional.

 Imagen secundaria 2 - Encuentran una iglesia visigoda inédita en las excavaciones de Olmillos de Sasamón

Los investigadores contaban con indicios de un edificio rectangular rematado en ábside visible en las fotografías aéreas realizada con dron desde 2018 por José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca). Sin embargo, el empleo de un georradar de alta resolución ha permitido documentar la planta completa de un posible edificio de culto paleocristiano.

 La iglesia tiene unas dimensiones de 8 por 14 metros y tiene una orientación ONO-ESE. Esta variación depende de la advocación de la iglesia siguiendo la salida del sol en el día del santoral, una liturgia introducida en el cristianismo en el siglo IV d.C. El cuerpo central está rematado por un ábside semicircular de 4,5 metros de luz en su lado sureste. Cuenta con dos espacios anexos con unas dimensiones de 4 por 5 metros: al norte, el posible baptisterio; al oeste, un nártex.

Las primeras hipótesis apuntan a una iglesia visigoda de los siglos VI-VII d.C. similar a la burgalesa Santa María de Mijangos (Merindad de Cuesta Urria), consagrada por Asterio (obispo de Oca) en el año 601. También se encuentran paralelos en otros lugares de culto cristianos como la villa de Fortunatus (Fraga, Huesca) o la iglesia exenta en Torre de Palma (Monforte, Portugal).

Imagen principal - Encuentran una iglesia visigoda inédita en las excavaciones de Olmillos de Sasamón

El hallazgo de esta iglesia permite conocer una nueva fase de ocupación del territorio de la ciudad de Segisamo tras el abandono de las grandes villas tardorromanas en el siglo V d.C. además de contribuir al estudio de la implantación del cristianismo en la Meseta y el papel que los aristócratas y obispos visigodos jugaron en la difusión del nuevo culto en el medio rural.

La iglesia se localiza en un amplísimo conjunto monumental de época romana que reúne al menos 13 edificios, muchos de ellos inéditos. Entre estos destaca una mansio, edificio destinado al reposo, alimentación y cambio de caballos en relación con la vía que comunicaba Segisamo con Clunia (Coruña del Conde, Burgos). También se han podido diferenciar estructuras destinadas al almacenamiento en conexión con un gran complejo residencial construido en torno a un gran peristilo o patio de 1200 metros cuadrados.

En las proximidades de la Colegiata de Santa María La Real de Sasamón, los investigadores han iniciado ya la siguiente fase de estudios arqueológicos una vez evaluados los resultados de las prospecciones desarrolladas en campañas anteriroes.

Mediante la apertura de dos sondeos se ha procedido a estudiar primera mano los restos de la ciudad romana de Segisamo todavía existentes en el subsuelo de la localidad con el fin de determinar en qué momento fueron construidos y cuáles fueron las vicisitudes que vivieron hasta nuestros días.

Las excavaciones arqueológicas en contextos urbanos son siempre dificultosas, puesto que estos espacios han sido constantemente ocupados, con distintas fases de esplendor, declive, abandono, expolio y reocupación. Solo su estudio minucioso mediante el método arqueológico -que contempla la detallada documentación de las estructuras y la recuperación sistemática de cualquier material superviviente (cerámicas, vidrio, metales, restos óseos, etc.)- permite recomponer este complejo rompecabezas.Excavaciones en el lugar.

De este modo, sabemos ahora que este espacio se encontraba dentro de los límites del camposanto de la iglesia antes de que sirviese como era para la trilla. Los arqueólogos han identificado los restos de al menos siete personas enterradas en sencillas fosas con orientación E-O, según el rito cristiano. Los pobres ajuares dificultan la labor de datar los restos, pero todo parece indicar que habrían sido enterrados antes de mediados del siglo XIX.

Bajo estos niveles se atestigua la existencia de estructuras de época medieval y romana, si bien prácticamente expoliadas por el continuado uso de las ruinas como cantera para otras empresas constructivas. El volumen de material arqueológico recuperado de época romana ha sido muy voluminoso, evidenciando el carácter cosmopolita de la ciudad antigua. Así, al tiempo que se identifican vajillas finas, vidrios, pinturas sobre estuco y otros productos importados que permiten establecer conexiones con otros puntos de la península ibérica y el mundo mediterráneo, también se han recuperado cerámicas pintadas de tradición indígena que siguen los modelos de época turmoga.

Las excavaciones arqueológicas continuarán en 2024 con la intención de seguir ahondando en el conocimiento de las primeras fases de ocupación de la antigua Segisamo.

- 1910- La polémica sobre las pinturas rupestres de Atapuerca.

 Fuente: https://www.elcorreodeburgos.com

 Las visitas, ya ordenadas mediante la explotación minera de Ramón Inclán, se sucedieron. Empezó a correrse la voz entre los eruditos de la prehistoria. Por Atapuerca llegó el estudioso del arte rupestre cántabro Jesús Carballo. De su visita a la que denominó Cueva de Ibeas parte el hallazgo de uno de los signos de la pared de la Galería del Silo. También identificó restos fósiles en Portalón, pero no dio credibilidad a la cabeza de caballo pintada en ese yacimiento. La aportación del jesuita, que realizó la labor de documentación y rescate de las piezas prehistóricas de Cantabria, se tomó en consideración por ser un experto del arte rupestre de Altamira, el templo por el que todos se guiaban. 

 

El padre Saturio, monje benedictino de Silos, ejercía en Burgos el mismo papel que Carballo realizó en Cantabria. Descubrir, preservar y documentar la riqueza prehistórica de su tierra. Su colección peleontológica de la provincia recorre los vestigios de los diferentes puntos arqueológicos de interés en Burgos. 

En 1912 logró atraer a los arqueólogos más afamados del momento en Europa. Compartió excavación con Heri Breuil y Hugo Obermaier que incluyen en su red de visitas a sitios arqueológicos de todo el país el de Atapuerca. Los resultados de su visita están en publicaciones conocidas del sector como ‘Hombre fósil’ de 1916. En su haber está el descubrimiento de las figuras geométricas en rojo en un bloque el salón del Coro, un zigzag en Estatuas y un panel de gravados en la Cueva del Silo. Ellos sí dieron credibilidad a los trazos del caballo en Portalón lo que generó una discusión con Carballo.

 

 

-Las primeras pinturas rupestres de Atapuerca salen a la luz en la cueva de Mirador.

 Fuente: https://www.elcorreodeburgos.com

 El registro de la prehistoria en Atapuerca es de lo más completo. Se registra presencia humana desde hace 1,4 millones de años hasta la actualidad. Se despliega todo el registro posible en yacimientos de este tipo: fósiles humanos de seis especies diferentes, restos de homínidos canibalizados, fauna de lo más exótica para la estepa castellana de hoy y ejemplares más comunes, industria lítica de diferentes épocas, túmulos funerarios, zonas de redil... Faltaba la época neandertal pero ya se ha podido completar el registro en los últimos años.

El trabajo en Mirador es doble: se mapea el registro arqueológico, se baja en escalón para acceder al sistema de galerías hoy completamente relleno .

Pero hay ausencias relevantes «Nos falta el mundo de los primeros sapiens, eso no lo tenemos», explicaba el codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, en la visita a la campaña de este año. O se esta por encima, el Neolítico antiguo, o por debajo, cuando los neandertales no tenían competencia. Pero ese tramo no está registrado. Aunque hay un lugar donde están a un metro de alcanzar registros de lo más moderno del Paleolítico Superior. Se avecinan sorpresas. Porque otra cosa que no tenía Atapuerca empieza a asomar: pinturas rupestres.

 Se trata del yacimiento más alejado de la Trinchera del Ferrocarril. Es Mirador. La cueva hoy está en un espacio en el que la zona se usaba como redil de ganado. 

El Neolítico fue fuerte en Atapuerca: en Portalón de Cueva Mayor tenían el hogar, en la Galería del Silex una zona de enterramiento, con pinturas y ofrendas registradas de los primeros de su época, y en Mirador organizaban el ganado. Así lo estima en su última publicación el investigador de la Universidad de Alcalá, Antonio Molina, que acaba de publicar un estudio sobre cinco de los 25 individuos enterrados en la Galería del Sílex, donde se conserva medio centenar de pinturas pospaleolíticas

En este yacimiento se excava en dos zonas con el objetivo de poder acceder a las galerías interiores, colmatadas hasta arriba de sedimentos. La zona de excavación denominada sector 100 es la más pequeña, con unos dos metros de superficie de excavación y donde se avanza más rápido. 

Aquí se han observado en las hendiduras de la pared pigmentos de pinturas rupestres. Por el sondeo saben que el Neolítico ocupa hasta seis metros de profundidad. Después, llegará el Paleolítico superior con el dominio de los últimos Homo sapiens cazadores recolectores. Están muy cerca y los primeros pigmentos podrían convertirse en las pinturas rupestres que le faltan a Atapuerca.

 «En el sector 100 en la pared hemos localizado restos de pigmentos de lo que en su tiempo fueron dibujos plasmados en la pared», explica el coordinador de los trabajos en el yacimiento de Mirador, Josep María Vergés. 

El uso de las cuevas como redil de ganado ha desgastado esos pigmentos. «Al usarse la cueva como redil de ganado las ovejas tienen la costumbre de frotarse en la pared y eso, a lo largo de los años, ha borrado lo que fueron dibujos pero han quedado restos del pigmento en las depresiones de la pared de la roca», explica el investigador del Iphes de Tarragona.

 Pigmentos rojos que se han localizado en el sector 100 de la excavación de Mirador. Es un rastro porque las ovejas, al rascarse con la pared, borraron el dibujo.

El equipo que trabaja en Mirador espera que al llegar a los niveles más modernos del Paleolítico Superior puedan conservarse ese tipo de expresiones artísticas del pasado tan comunes en las cuevas del cantábrico. «Será interesante cuando lleguemos a esos niveles en los que ya no había ovejas y se hayan podido conservar en la parte baja arte rupestre antiguo», señala.

Aún falta un metro de Neolítico, si se sigue la misma secuencia que el pozo central que el equipo realizó como sondeo. Después hay un registro de 15 metros de Pleistoceno superior hasta una caída de rocas. 

El objetivo de las aberturas laterales es realizar un sondeo vertical, en escalera, para acceder al interior de las cavidades. «Vemos que tanto en el sector 100, de dos metros cuadrados, como en el sector 200, de unos 10 metros cuadrados, se va ampliando el yacimiento por lo que, si la hipótesis es correcta y Mirador es una boca de entrada a un sistema de Galerías interior entraríamos en una fase muy interesantes», explica el coordinador del trabajo de campo. 

El sistema de cuevas de Mirador es similar al de Portalón de Cueva Mayor solo que está tapado por sedimento y caída de rocas. De esta manera, consideran que es un acceso a galerías similar que están colmatadas de sedimento y no abiertas como en la zona de Cueva Mayor. Por el momento mantienen esa hipótesis. 

«Los laterales van ensanchándose y se presenta un hundimiento del terreno que indica que en algún momento ese suelo bajó», explica Vergés.

Pero, como suele ocurrir en Atapuerca, se baja muy despacio porque «aparece mucho material, es un yacimiento riquísimo». 

Así, este año, en el mundo neolítico de Mirador, además de ovejas y cabras, se ha recuperado una abundante presencia de restos de caballo, poco comunes en ésta época, que permitirán «completar estudios genéticos sobre los équidos de la península que se están llevando a cabo en Mirador». Aunque el uso de la cueva es eminentemente para animales domésticos también se han recuperado diferentes elementos de cultura material que sorprenden por la variedad y riqueza de los elementos pero, especialmente, su materia prima que, en algunos casos, no es muy común a orillas del Arlanzón y del río Pico.

 «Cuanto más bajamos, cuando las poblaciones son más antiguas se ve una mayor preocupación por la estética de los útiles y, también por los materiales», señala el responsable del yacimiento.

De esta manera, en la rueda de prensa de final de campaña sorprendió un colgante de ámbar. Un material que se puede encontrar en el cantábrico y en la zona oeste. 

El año pasado se localizó un brazalete de mármol típicamente andaluz. Y se ha recuperado también una azuela, herramienta utilizada para trabajar detalles en madera, realizado con silimanita, roca que hace aguas de colores rojos y anaranjados, presente en la zona de Zamora. 

La obtención de elementos y materiales de zonas remotas habla de la probable existencia de una red de intercambio, pero se preocupan por tener materiales buenos y bonitos».

 

 

 

-Atapuerca, un cementerio neolítico excepcional.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es

En el Neolítico -hace entre 6.000 y 4.000 años- los homínidos enterraban a sus congéneres al aire libre o, si lo hacían en el interior de una cueva, utilizaban un rincón del habitáculo en el que vivían. Nunca hasta ahora se había encontrado un yacimiento que fue usado exclusivamente como cámara funeraria, sin un contexto doméstico, y no de forma casual, sino durante varios generaciones. La Galería del Sílex, en la sierra de Atapuerca, es el cementerio neolítico más antiguo de la península Ibérica y el único usado solo con ese fin.

 

Con la investigación publicada en la revista Quaternary Science Reviews Atapuerca vuelve a sorprender esta vez con un yacimiento que ya era excepcional. Porque la Galería del Sílex quedó cerrada al final de la Edad del Bronce (hace 2.700 años) y su interior permaneció intacto hasta que la descubrió el Grupo Edelweiss en 1972: «Es una maravilla. Tiene unos 500 metros de recorrido y al quedar cerrada y no entrar nadie, no hay ni grafitis ni estalactitas rotas ni nada. Es famosa por los grabados y pinturas rupestres. Y además hay cerámica y restos humanos prácticamente a lo largo de toda la galería», contextualiza Nacho Martínez, uno de los autores del estudio.

En su día, en los años 70, se extrajeron de la cueva 2.700 fósiles humanos, se encontraron restos de antorchas, más de 6.000 fragmentos cerámicos de unas 300 vasijas, varias herramientas y restos de fauna. El estudio preliminar asignó lo encontrado a la Edad del Bronce -la época de las pirámides de Egipto- y dio a la cueva la consideración de santuario por la presencia de grabados y actividades vinculadas al simbolismo. «No se volvió a intervenir porque había otros yacimientos. Se decidió en su lugar excavar en Portalón de Cueva Mayor, dentro del mismo complejo, y allí salió una secuencia del Bronce, pero también del Calcolítico y el Neolítico.

 

-Balance de la campaña de excavaciones 2023 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

 Fuente: https://www.atapuerca.org

 Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 21 de julio de 2023. El pasado 17 de junio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Durante este mes y medio, un grupo de más de 300 investigadores e investigadoras han participado en la excavación de los siguientes yacimientos: Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Penal, Cueva Fantasma, ?todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril?; Cueva de El Mirador; en los yacimientos de Cueva Mayor: Portalón, Sima de los Huesos, Ciclopes y Galería de las Estatuas; así como en el lavado de sedimentos a orillas del río Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros (Burgos).

 

Desde el año 1978, el EIA ha trabajado e investigado en estos yacimientos de manera ininterrumpida. Un año más, este equipo se ha alojado en la Residencia Gil de Siloé en la capital de Burgos, gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León.

Este año, los participantes en las excavaciones pertenecen principalmente a los centros de investigación incluidos en el Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Universidad Rovira i Virgili (URV), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid – Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano (UCM - ISCIII), Universidad Alcalá de Henares (UAH) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Cabe destacar la participación de varios estudiantes del University College de Londres y el National Museum of Georgia (República de Georgia), gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca con las dos instituciones.

Siguiendo las pautas de años anteriores, la Fundación Atapuerca y el Equipo de Investigación de Atapuerca han trabajado de manera conjunta en aspectos relacionados con la seguridad y la organización administrativa y documental. Durante la campaña, la mayoría de los miembros de la Fundación Atapuerca realiza tareas de organización, logística y comunicación, así como a tareas de divulgación relacionadas con las excavaciones.

A continuación, se detallan los hallazgos más destacados de la campaña en cada uno de los yacimientos en los que se ha trabajado:

Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril

Sima del Elefante

Los resultados de la campaña de excavación en Sima del Elefante este año han sido muy positivos. Por un lado, se ha excavado la parte de los sedimentos del nivel TE7 en el que se recuperó el año pasado los restos de la cara del homínido que denominamos Pink. En estos sedimentos se ha recuperado un canto de río de cuarzo tallado. Esto significa que a poca distancia de los restos del hominino se ha localizado una de las herramientas que posiblemente utilizara este individuo o cualquier otro de su grupo. Este resultado es muy interesante sobre todo si se tiene en cuenta que todavía queda un importante grosor de sedimento del techo del nivel TE7 donde apareció Pink y al canto de cuarzo tallado. En consecuencia, el próximo año se continuará trabajando en esta zona del yacimiento y es posible que aparezcan nuevas evidencias de las actividades de los homininos en la sierra de Atapuerca hace más de un millón de años.

Por otro lado, el descubrimiento de un esqueleto de un pequeño carnívoro, así como una tortuga en el nivel TE6 indica que este nivel, identificado el año pasado, presenta restos paleontológicos. Estos son los primeros restos fósiles recuperados en este nivel, pero el próximo año se volverá a excavar en TE6 con el objetivo de localizar evidencias de actividad humana.

  Galería

Los trabajos de excavación se han centrado en finalizar la Subunidad GIIIa con una antigüedad en torno a los 300.000 años. La siguiente Subunidad, la GIIb, aparece ya en prácticamente toda la superficie de Galería. A lo largo de esta campaña se han recuperado más de 1.300 restos faunísticos y 50 piezas de industria lítica. La fauna recuperada pertenece a ciervos, caballos y bisontes, tanto infantiles como adultos. La industria lítica destaca por la variedad de materias primas (sílex neógeno y cretácico, cuarzo, cuarcita y arenisca). Este año, además de lascas, percutores y pequeños útiles configurados, se han recuperado varios instrumentos de gran formato, entre los que destaca un bifaz de sílex neógeno. Con estos instrumentos, los grupos humanos llevaron a cabo tareas de carnicería (evisceración, descarnado y desarticulación de carcasas) encaminadas a facilitar el transporte de los animales caídos fuera de la cavidad. Al mismo tiempo, también se ha documentado el consumo in situ de otros recursos, al menos del tuétano, a partir de las abundantes evidencias de fracturación de huesos de herbívoros.

 

Gran Dolina (TD8, TD7 y TD6)

En el tramo medio del yacimiento de Gran Dolina se ha terminado de excavar la base de la unidad TD8, de la que quedaban todavía zonas con una alta densidad de fósiles, con la característica diversidad de especies (varios cérvidos, rinoceronte, oso, león y dientes de sable).

A continuación, se ha excavado la unidad TD7, con una antigüedad de 800.000 años. En ella, ha aparecido una concentración menos densa de fósiles, con una excelente conservación, y entre la que destaca una mandíbula completa de rinoceronte, o un carpo (huesos de la mano) de hipopótamo, con todos sus elementos en conexión anatómica. En este nivel la evidencia de presencia humana es prácticamente inexistente, aunque sí ha aparecido una pequeña lasca de cuarzo, que se suma a otra similar encontrada en 1994.

Y, tras levantar TD7, va apareciendo ya el techo de la esperada unidad TD6. La magnífica noticia es que este nivel se ha conservado en los 40 metros cuadrados que estamos excavando. Dicho techo presenta una característica superficie repleta de coprolitos de hiena, instrumentos de sílex y dos restos de hominino: un fragmento parietal y una falange del pie. Esta realidad augura para 2024, 30 años después del descubrimiento de Homo antecessor, el inicio de una nueva fase de campañas excepcionales.

 Gran Dolina (TD4)

Durante la campaña de 2023, en el nivel TD4 de la Gran Dolina, se ha recuperado una gran variedad de restos de fauna, entre los que destacan los animales de gran talla tan característicos en este nivel. Los grandes protagonistas de este yacimiento, con una antigüedad aproximada de 900.000 años, son los rinocerontes, caballos, bisontes, ciervos y osos. Los restos presentan un amplio rango de edad de muerte, encontrando desde vértebras de neonatos de oso hasta los dientes de un viejo rinoceronte cuyo enorme desgaste le habría dificultado severamente la masticación. Los fósiles se encuentran en un magnífico estado de preservación y, algunos de ellos, se encuentran en conexión, como la columna vertebral con sus costillas o la extremidad anterior o “mano” de un rinoceronte con los huesos de la muñeca. Pero no todo son animales de gran talla. Esta campaña nos ha sorprendido con el hallazgo de un carnívoro pequeño, ancestro del lobo actual, o el cráneo y la mandíbula completos de Mustela palaerminea, uno de los mustélidos más pequeños que se conocen de esa época. Las marcas de corte encontradas en una costilla y un fragmento de sílex, ratificarían la presencia humana en la Sierra hace cerca de un millón de años.

 Penal

Durante esta campaña se ha empezado el trabajo sistemático del yacimiento de Penal, limpiando, descubriendo y reanalizando la estratigrafía que se documentó en los sondeos excavados en los años noventa. Se ha trabajado con la hipótesis de estos depósitos se relacionan con los niveles inferiores de la Gran Dolina, es decir, que posiblemente estemos excavando niveles que se corresponden con TD4, TD5 y/o TD6, donde se halló la especie Homo antecessor. Esta hipótesis se ha corroborado con el hallazgo, durante esta campaña, de microfauna típica del Pleistoceno inferior, como Mimomys savini, en el lavado de los sedimentos en el río.

Durante la excavación se ha avanzado en la creación de un nuevo perfil estratigráfico, que permita comprender mejor la acumulación de sedimentos en este lado de la Trinchera y se han tomado muestras geológicas para comparar directamente Penal con los estratos de la Gran Dolina. En la zona de excavación conocida como Titanic, próxima a la Trinchera del Ferrorcarril, y tras retirar una gruesa capa de suelo superficial, se ha llegado ya al nivel in situ donde han comenzado a aparecer restos de carnívoros como félidos y osos. También durante la excavación de los niveles superficiales se ha encontrado una pequeña lasca de sílex que se suma al hallazgo del gran núcleo de cuarcita tallado que se encontró en primavera durante el acondicionamiento del yacimiento y la construcción de la cubierta protectora. Todos los indicios apuntan a que este yacimiento puede contener vestigios de los primeros pobladores de Europa.

Cueva Fantasma

En Cueva Fantasma los trabajos de excavación de la campaña 2023 se han centrado en los sectores del yacimiento. En el sector de Cueva Fantasma se ha intervenido sobre los niveles CF26 y CF25. En CF26 se ha recuperado una importante colección de instrumentos líticos como lascas de sílex, arenisca y cuarcita, así como productos levallois (lascas laminares). En CF25 se ha localizado una acumulación de huesos de grandes dimensiones. En estos huesos aparecen marcas de actividad humana (como la fractura para la extracción de médula ósea) y hay otros que han sido regurgitados por las hienas. En este nivel se han identificado muy pocas piezas de industria lítica, pero destaca una punta levallois de arenisca.

La industria lítica y los huesos intervenidos prueban la presencia de los neandertales, pero sus visitas en esta zona son muy esporádicas.

A unos metros de la entrada norte se ha excavado en una pequeña covacha. En esta covacha se han retirado las capas estériles superiores y se ha excavado el nivel CF26. En este nivel se han encontrado huesos largos de varios animales, así como lascas y raederas de sílex.

En el otro sector, Sala Fantasma, se ha intervenido sobre los niveles SF32, SF31 y SF30A. El nivel SF32 contiene materiales del holoceno, como cerámicas de la Edad del Bronce. El nivel SF31 contiene fauna y numerosos espeleotemas. El nivel SF30A contiene una gran acumulación de restos de caballos y ciervos consumidos, roídos y muy alterados por las hienas (es una zona de cubil de hienas). También se han recuperado huesos de hiena, león, oso, perro, marmota o bóvido, entre otros.

 

Cueva de El Mirador

En la cueva de El Mirador se han excavado niveles del neolítico antiguo, con una antigüedad de cerca de 7.000 años, ricos en restos de cultura material, principalmente cerámica e instrumentos líticos, y en restos óseos de especies domésticas. Destacan, junto a las habituales ovejas y cabras, la abundante presencia de restos de caballo, poco comunes en este periodo, que ayudaran a completar los estudios genéticos sobre los équidos peninsulares que se están llevando a cabo en El Mirador.

Por lo que respecta a los elementos de cultura material, sorprende la gran variedad y riqueza de instrumentos líticos y ornamentos personales recuperados, algunos de ellos elaborados con materias primas poco comunes, cómo el cristal de roca, o traídos de lugares lejanos, cómo un sorprendente colgante de ámbar. Muestras de la riqueza y amplios contactos comerciales de las primeras comunidades de ganaderos y agricultores que se establecieron en la sierra de Atapuerca.

 

Cueva Mayor

El Portalón

En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 venimos excavando dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico.

Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, datados alrededor de hace 7300 años, encontramos un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo. Cabe destacar también la excavación de un suelo de arcilla cocida acondicionado para vivir y que por su antigüedad es uno de los primeros realizados con esta técnica: “pusieron debajo unas ramas, les prendieron fuego y sobre ellas fueron depositando la arcilla para estabilizar la zona”. Los animales consumidos son tanto domésticos (vaca, oveja) como salvajes, sobre todo caballos, lo que demuestra una explotación mixta de los recursos animales (ganadería y caza).

Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de abundantes fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se han encontrado también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc.

Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, hace unos 3000 años, podemos destacar la excavación, este año, de un nivel muy rico en restos arqueológicos, con abundantes hogares y una importante cantidad de fragmentos óseos y cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por abundantes fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicáprinos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos.

 Sima de los Huesos / Sala de los Cíclopes

En esta campaña se ha profundizado la cata de la gran Sala de los Cíclopes donde se habían encontrado restos de oso en años anteriores. La Sala de los Cíclopes está en el camino de la Sima de los Huesos y los osos y humanos tuvieron que atravesarla para llegar a la Sima, donde se acumularon sus cuerpos.

En la Sima de los Huesos se han excavado los niveles superiores que contienen solo huesos de osos con el objetivo de preparar la excavación del año 2024 en los niveles con fósiles humanos.

 Galería de las Estatuas Exterior

Se ha excavado el nivel superior de cierre de la boca de la cueva, que contiene ocupaciones neandertales. Se han encontrado numerosas lascas, restos de talla y núcleos de sílex que indican que en ese lugar se confeccionaban utensilios. También han aparecido restos de herbívoros consumidas por los neandertales.

 Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón

Durante la campaña de excavación de 2023 de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, se han procesado aproximadamente 25 toneladas de sedimento a orillas del río Arlanzón (Ibeas de Juarros). De la gran cantidad de material lavado y tamizado, destaca en los yacimientos de la trinchera del ferrocarril la presencia de todo tipo de pequeños vertebrados (aves, anfibios, reptiles, musarañas, topos, erizos, murciélagos y roedores).

Lo más destacado ha sido la vuelta a la excavación del yacimiento de Trinchera Penal donde se han recuperado de los niveles TP5-TP8 restos de roedores extintos (Fig.1), como Mimomys savini, Allophaiomys chalinei, Microtus (Terricola) arvalidens o Microtus (Iberomys) huescarensis. Una asociación que aparece también en los niveles del Pleistoceno Inferior del yacimiento de Gran Dolina de TD4 a TD6. También hay que resaltar que se ha comenzado a procesar sedimento procedente del nivel GII del yacimiento de Galería, revelando por el momento una asociación muy rica dominada por la presencia de anfibios. De entre los nuevos descubrimientos en el resto de los yacimientos, destaca la aparición de un hámster extinto en el nivel TD4-2W (Fig. 2), probablemente perteneciente al género Allocricetus, que hasta el momento no se había identificado en el Pleistoceno Inferior de la Sierra de Atapuerca, aunque si aparece la especie Allocricetus bursae en los niveles del Pleistoceno medio de Gran Dolina, Galería y Sima de los Huesos. En TD4.2W se confirma también la presencia de Corvus pliocaenus, una especie extinta de cuervo que ya había sido identificada en la Sima del Elefante, donde durante el procesado del nivel TE7 de esta campaña se han recuperado numerosos restos de la misma especie.