Los restos de las murallas que se conservan en la actualidad responden a las actuaciones llevadas a cabo por orden del rey Alfonso X el Sabio que, en 1276, mandó construir una nueva cerca, ya que la primitiva estaba en malas condiciones y dejaba fuera a buena parte de los nuevos barrios que habían surgido durante los siglos XII y XIII. En 1313 todavía se trabajaba en su construcción, aunque las obras debían estar muy avanzadas.
Al final del Paseo de los Cubos, denominado así por las torres que jalonan la muralla, y poco antes de que ésta haga un quiebro, en ángulo recto, para subir hasta el Arco de San Martín, se encuentra el sencillo arco de la Puerta de la Judería, por donde la aljama burgalesa se comunicaba con el exterior.
Era en esta zona donde residían los judíos y moros burgaleses. Junto a esta puerta se halla un cubo o torreón defensivo, que puede tener unos orígenes más antiguos que el resto del lienzo de muralla, y que quedó incorporado a ésta cuando se levantó la cerca del XIII. Este cubo recibe el nombre popular de Torre de doña Lambra, ya que aquí la tradición sitúa la casa de doña Lambra, personaje causante de la muerte de los Siete Infantes de Lara, si bien, no hay ningún dato fehaciente que certifique la vinculación de esta construcción con el
personaje. Según las narraciones populares, doña Lambra se suicidó aquí, precipitándose,
desesperada y arrepentida de su comportamiento, desde lo alto del torreón.
personaje. Según las narraciones populares, doña Lambra se suicidó aquí, precipitándose,
desesperada y arrepentida de su comportamiento, desde lo alto del torreón.
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