A la muerte de Sancho III el Mayor de Navarra, ocurrida en 1035, sus hijos heredaron sus estados: a Fernando le correspondió el reino de Castilla como Fernando I, y García se convirtió en rey de Navarra como García Sanchez III. A la muerte del rey Bermudo III de León en la batalla de Tamara, Fernando pasó a ser rey de Castilla y León. Sin embargo los hermanos no se llevaban bien y trataban de despojarse mutuamente de sus territorios para tratar de recuperar los dominios de su padre, por lo que surgían constantemente disputas fronterizas entre Castilla y Navarra.
En 1053 el rey García cayó enfermo, y su hermano Fernando fue a visitarle a Nájera. García trató de hacerle prisionero, pero Fernando se enteró de sus propósitos y logró escapar. Al poco tiempo fué Fernando quien cayó enfermo, y su hermano García le devolvió la visita. Pero esta vez fue Fernando quien aprisionó a García en Burgos, llevándole prisionero al castillo de Cea. García logró escapar, pero regresó al frente de su ejército, acampando en la llanura al norte de Atapuerca. Fernando deseaba evitar una lucha fratricida, y envió a San Ignacio, abad de Oña, y a Santo Domingo de Silos al campamento del navarro trata tratar de negociar.
García rechazó cualquier posibilidad de trato, por lo que la batalla fue inevitable. Ésta se libró el 1 de septiembre de 1054, y como resultado de la misma los navarros fueron derrotados por los castellanos y leoneses, y su rey García Sánchez III muerto en los combates. Desde entonces, el lugar del campo de batalla fué conocido como "el campo de la Matanza". Muerto su rey, los navarros eligieron sobre el terreno a Sancho IV como su nuevo monarca.
Tras la batalla, Fernando I llegó hasta Nájera y se apoderó de todas las tierras y poblaciones de la derecha del Ebro. Desde entonces la Bureba y la Rioja se incorporaron definitivamente al reino de Castilla y la frontera oriental de éste alcanzó el rio Ebro.
En 1053 el rey García cayó enfermo, y su hermano Fernando fue a visitarle a Nájera. García trató de hacerle prisionero, pero Fernando se enteró de sus propósitos y logró escapar. Al poco tiempo fué Fernando quien cayó enfermo, y su hermano García le devolvió la visita. Pero esta vez fue Fernando quien aprisionó a García en Burgos, llevándole prisionero al castillo de Cea. García logró escapar, pero regresó al frente de su ejército, acampando en la llanura al norte de Atapuerca. Fernando deseaba evitar una lucha fratricida, y envió a San Ignacio, abad de Oña, y a Santo Domingo de Silos al campamento del navarro trata tratar de negociar.
García rechazó cualquier posibilidad de trato, por lo que la batalla fue inevitable. Ésta se libró el 1 de septiembre de 1054, y como resultado de la misma los navarros fueron derrotados por los castellanos y leoneses, y su rey García Sánchez III muerto en los combates. Desde entonces, el lugar del campo de batalla fué conocido como "el campo de la Matanza". Muerto su rey, los navarros eligieron sobre el terreno a Sancho IV como su nuevo monarca.
Tras la batalla, Fernando I llegó hasta Nájera y se apoderó de todas las tierras y poblaciones de la derecha del Ebro. Desde entonces la Bureba y la Rioja se incorporaron definitivamente al reino de Castilla y la frontera oriental de éste alcanzó el rio Ebro.
acabo de desembarcar en este blog que comparte inquietudes con Caelio: la historia.
ResponderEliminarenhorabuena por el trabajo realizado y te sigo a partir de ahora.