jueves, 15 de noviembre de 2007

-Tierras de Lara.


El paisaje de la Jurisdicción de Lara aparece presidido por la Sierra de Peñalara y el Picón de Lara, relieves destacados situados a medio camino entre la Sierra de la Demanda y la Sierra de las Mamblas. Constituye un alargado y estrecho macizo calcáreo que, desde el punto de vista geomorfológico se corresponde con un sinclinal colgado. Los materiales que lo integran pertenecen al mesozoico, entre el Jurásico Inferior y el Cretácico Superior. Es fácil diferenciar visualmente tres zonas: la llamada meseta de Peñalara, La Muela y el llamativo Picón de Lara. Aquí, la presencia humana se retrotrae a los tiempos prehistóricos. Tanto en la meseta de Peñalara como en La Muela se conservan vestigios de importantes castros fortificados de la Edad del Hierro. Concretamente en Peñalara, los numerosos y representativos materiales encontrados alcanzan los 2.500 años de antigüedad.

En los cantiles rocosos habita una abundante población de aves rapaces, entre las que se encuentran buitres leonados, águilas, búhos reales, alimoches y halcones peregrinos.

El Picón de Lara, es un llamativo promontorio rocoso en cuya cima aún se conservan los restos del legendario castillo de Lara. Las escasas ruinas, no permiten imaginar la importancia estratégica de esta fortaleza en la historia de Castilla. Según la tradición, entre sus muros nació el conde Fernán González, en torno al año 905. Esta construcción debió ser fundada años antes por su padre, Gonzalo Fernández, teniendo un papel destacado en el avance repoblador cristiano.
Posteriormente, será su hijo el que logrará aglutinar en torno a su persona un vasto territorio que incluirá, entre otras, las tierras de Lara. La fortaleza se convertirá entonces en la capital de este importante y extenso alfoz.

Al sur de la Sierra de Peñalara se encuentra uno de los enclaves naturales más interesantes de la comarca de Lara. Se trata del desfiladero del río de los Valles, un corto recorrido de apenas 10 kilómetros, abierto en las calizas cretácicas. Un valioso sabinar cubre las vertientes creando un paisaje siempre verde, a pesar de la aridez del suelo rocoso en el que se desarrolla esta especie adaptada a la austeridad de unas condiciones naturales bastante desfavorables. La única forma de acceder a este hermoso espacio es caminando a través de un antiguo camino carretero.

1 comentario:

  1. Zona estratégica, sin duda, en tiempos de Fernán González. Es aquí donde nació el Reino de Castilla y en el cercano Monasterio de S. Pedro de Arlanza donde se celebraron los primeros consejos del reino.

    Desde lo alto del castillo se otea una basta extensión del antiguo condado. Otro de los castros importantes y muy poco conocido es la Peña de Carazo, visible desde lo alto de Peñalara. Del Rivero va más allá y cataloga los cubos allí existentes como romanos.

    En la cima de Peñalara, andando un poco en dirección a Cubillejo se ven grandes montones de piedra. Son los restos de las murallas o fortificaciones del castro celta. Muy cerquita de aquí el dolmen de Cubillejo (único de la provincia de Burgos con inscripciones), que ya has hablado de él.

    Por si fuera poco, a los pies de Peñalara, lo que para mí es una joyita de nuestro patrimonio: la Iglesia visigótica de Virgen de las Viñas. Todo un placer para la vista cansada de un celtíbero bregado en batallas.

    Recientemente han aparecido huellas de dinosaurios, la escurridiza nutria anda por allí, estelas tardorromanas en el pueblo de Rupelo, restos de una villa romana cerca de aquí, el lobo ha aparecido en las cercanías y.... el proyecto de cantera en la Peña se ha esfumado.

    Mágica la zona, sin duda. Mi preferida de la provincia. Allí me suelo perder huyendo de la trágica vida cotidiana.

    ResponderEliminar