Los Montes Obarenes se alzan como una especie de inmenso murallón rocoso frente a las llanas tierras de La Bureba. Uno de sus pocos pasos franqueables lo constituye el estrecho y alargado desfiladero de Pancorbo. Esta sombría y espectacular garganta ha sido el camino obligado para todos los pueblos que desde tiempos inmemoriales se han trasladado por el continente europeo con dirección al corazón de la Península Ibérica.
Pancorbo, con sus roquedos y sus castillos, fue un bastión para la Castilla de Las Merindades y fue su Extremadura, como se la llama en un documento del año 893.
Pancorbo, con sus roquedos y sus castillos, fue un bastión para la Castilla de Las Merindades y fue su Extremadura, como se la llama en un documento del año 893.
La importancia del desfiladero de Pancorbo como vía de tránsito entre la meseta superior y el valle del Ebro es permanente a lo largo de toda su historia, y hay que suponer que también lo fue en su prehistoria. Sin embago los restos hallados hasta la fecha son escasos y poco representativos. No obstante, tanto en el desfiladero como en su entorno inmediato, están documentados asentamientos de época prehistórica que abarcan un amplio periodo comprendido entre el Calcolítico y el Hierro II.
Cuando los cartagineses y romanos llegaron a estas tierras las encontraron pobladas por la tribu de los cántabros autrigones. A esta época pertenecen algunos castros y fortificaciones del entorno de Pancorbo. Estrabón les designó como "Kantabroi Konikoi". Eran agricultores y ganaderos y muy buenos guerreros, especialmente a caballo. Con frecuencia pelearon como mercenarios tanto para los cartagineses como en las legiones romanas. Y en las guerras sertoriano-pompeyanas tomaron partido por Pompeyo. De ellos se han encontrado restos de cerámica y manufacturas metálicas sobre todo fíbulas, hebillas puñales, espadas bocados de caballo y espuelas. Su romanización fue relativamente pacífica y consiguieon mantener cierta autonomía respecto a Roma.
Cuando los cartagineses y romanos llegaron a estas tierras las encontraron pobladas por la tribu de los cántabros autrigones. A esta época pertenecen algunos castros y fortificaciones del entorno de Pancorbo. Estrabón les designó como "Kantabroi Konikoi". Eran agricultores y ganaderos y muy buenos guerreros, especialmente a caballo. Con frecuencia pelearon como mercenarios tanto para los cartagineses como en las legiones romanas. Y en las guerras sertoriano-pompeyanas tomaron partido por Pompeyo. De ellos se han encontrado restos de cerámica y manufacturas metálicas sobre todo fíbulas, hebillas puñales, espadas bocados de caballo y espuelas. Su romanización fue relativamente pacífica y consiguieon mantener cierta autonomía respecto a Roma.
En la Época alto imperial se trazaron por Pancobo la Vía de Hispania in Aquitaniam ab Asturica Burdigalam o Via Aquitana que unía Astorga con Burdeos.
En Pancorbo, conocida como Antecuvia en sus orígenes, también confluían otras calzadas secundarias como la que procedía de Cerezo de Río Tirón (Segisamunclo) o la que procedía de Varea.
Por la via Aquitana penetraron también los vándalos, suevos y alanos en el siglo V.
Recibe entonces el nombre de Ponticurvo, por el puente romano que existía, hoy conocido como Puente de la Magdalena y ubicado a la entrada de la localidad.
En el año 1029 tras la muerte del rey García Sanchez, Pancorbo pasó a formar parte de Navarra. Tras la batalla de Atapuerca (1054) regresó el rey castellano Fernando I.
Lo recuperaron en el 1068 los navarros y pasó definitivamente a formar parte de Castilla en 1076, reinando Alfonso VI. El rey Alfonso VII dotó de fuero a la villa de Pancorbo (8 de Marzo de 1147) y confirmó su alfoz quedando anexionada como villa raelenga a la corona. Pancorbo prosperó, se le otorgó el privilegio de hacer un mercado los lunes, se constituyo en capital de la Merindad de la Bureba, se estableció una importante aljama judía.
Existía mucha documentación medieval, aunque desperdigada, sobre el Pancorbo de esta época. Hasta cinco poblamientos sumó Pancorbo a su villazgo: Cuevagallegos, Fuentemiel, Hoyuelo, San Juan y Villanueva de los Judíos. Tuvo ferias y mercados, un campo defensivo y escarpado; fue cabeza de la Merindad de Bureba; prestó sus senderos al Camino de Santiago; alzó templos y ermitas y fue autónomo en pan y vino, en ovejas, tejidos y tenerías y supo hacer del Oroncillo un río de molinos; y supo además buscar y contratar artistas para sus templos y casonas.
En el desfiladero se encuentran dos ermitas: una semirrupestre dedicada a la Virgen del Camino y la del Santo Cristo de Barrio.
El nombre de la villa, con una curiosa e interesante etimología, aparece en un documento fechado el 1 de julio del año 957 procedente del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla.
La decadencia de Pancorbo comenzó en el s.XIV cuando Enrique II nombró a Briviesca capital de la Bureba y posteriormente, Juan I donó la villa a la ciudad de Burgos (1379).
A la decadencia política le siguió la decadencia económica y la pérdida de población, y a esto se sumó la epidemia de peste bubónica que vino de Flandes a finales del s.XVI. Otra peste llegó desde Milán en el año 1630. Entre el año 1597 y 1631 Pancorbo perdió el 40% de su población y siguió descendiendo durante el s.XVII. En el s.XVIII los vecinos de Pancorbo se dedicaban principalmente a la agricultura, la ganadería, el comercio y el transporte de mercancías entre Castilla y los puertos de Bilbao y Santander.
En 1793 España declaró la guerra a la República Francesa. Los franceses invadieron Las Vascongadas, por lo que el gobierno decidió construir en Pancorbo el fuerte de Sta.Engracia, al que se dotó con 173 piezas de artillería, 600 caballos y 10.000 hombres. Tras la alianza hispano-francesa de 1796, la fortaleza fue abandonada. En 1808, con la Guerra de la Independencia, Napoleón tomó posesión del fuerte de Pancorbo, poco antes de la batalla de Gamonal en Burgos. En 1813 el destacamento francés del fuerte de Sta.Engracia se rindió ante la tropa española. Desde Marzo de 1808 hasta Junio de 1813, Pancorbo estuvo tomado por las tropas francesas. Pero desde sus serranías no dejaron de atacar las partidas de guerrilleros como la de Benito, el cura Merino, Cuevillas o la de San Millán. En 1823 volvieron los franceses con el duque de Angulema y sus 100.000 hijos de S.Luis y arrasan la fortaleza de Pancorbo. Durante la primera guerra carlista, Pancorbo se mantuvo con los liberales, pero tuvo que soportar el asedio de los tradicionalistas que llegaron a incendiar el castillo de Sta. Marta (castillo moro) el 10 de Agosto de 1835.Pocos días después del alzamiento del 18 de Julio de 1836, fuerzas falangistas tomaron el pueblo y asediaron a su corporación republicana en el edificio del Ayuntamiento. En la refriega murió uno de los falangistas. Los ediles consiguieron huir pero fueron capturados en los campos y posteriormente fusilados.En 1856 la Compañia de Caminos de Hierro del Norte de España inició las obras del ferrocarril Madrid-Irún. En Agosto de 1862 pasó el primer tren regular por Pancorbo.
A la decadencia política le siguió la decadencia económica y la pérdida de población, y a esto se sumó la epidemia de peste bubónica que vino de Flandes a finales del s.XVI. Otra peste llegó desde Milán en el año 1630. Entre el año 1597 y 1631 Pancorbo perdió el 40% de su población y siguió descendiendo durante el s.XVII. En el s.XVIII los vecinos de Pancorbo se dedicaban principalmente a la agricultura, la ganadería, el comercio y el transporte de mercancías entre Castilla y los puertos de Bilbao y Santander.
En 1793 España declaró la guerra a la República Francesa. Los franceses invadieron Las Vascongadas, por lo que el gobierno decidió construir en Pancorbo el fuerte de Sta.Engracia, al que se dotó con 173 piezas de artillería, 600 caballos y 10.000 hombres. Tras la alianza hispano-francesa de 1796, la fortaleza fue abandonada. En 1808, con la Guerra de la Independencia, Napoleón tomó posesión del fuerte de Pancorbo, poco antes de la batalla de Gamonal en Burgos. En 1813 el destacamento francés del fuerte de Sta.Engracia se rindió ante la tropa española. Desde Marzo de 1808 hasta Junio de 1813, Pancorbo estuvo tomado por las tropas francesas. Pero desde sus serranías no dejaron de atacar las partidas de guerrilleros como la de Benito, el cura Merino, Cuevillas o la de San Millán. En 1823 volvieron los franceses con el duque de Angulema y sus 100.000 hijos de S.Luis y arrasan la fortaleza de Pancorbo. Durante la primera guerra carlista, Pancorbo se mantuvo con los liberales, pero tuvo que soportar el asedio de los tradicionalistas que llegaron a incendiar el castillo de Sta. Marta (castillo moro) el 10 de Agosto de 1835.Pocos días después del alzamiento del 18 de Julio de 1836, fuerzas falangistas tomaron el pueblo y asediaron a su corporación republicana en el edificio del Ayuntamiento. En la refriega murió uno de los falangistas. Los ediles consiguieron huir pero fueron capturados en los campos y posteriormente fusilados.En 1856 la Compañia de Caminos de Hierro del Norte de España inició las obras del ferrocarril Madrid-Irún. En Agosto de 1862 pasó el primer tren regular por Pancorbo.
Fuente: http://www.pancorbo.es/
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