Los primeros quince días de trabajo en Atapuerca han comenzado a dar
sus primeros frutos. Dolina, Elefante y Fuente Mudarra ya ofrecen nueva
información a los científicos. La primera fase de excavación, del 18 de
junio al 2 de julio, se ha saldado con trabajos fructíferos que se
completará a lo largo de este mes porque «toda la excavación está
preparada y alcanzará velocidad de crucero», afirmaba hace unos días
Eudald Carbonell.
El principal foco de trabajo de los excavadores
más expertos, que son los que se concentran en los primeros días, ha
sido la parte bajo la Trinchera del Ferrocarril de Sima del Elefante.
Pero no se ha descuidado Dolina. En el nivel bajo se han localizado
restos de Ursus dolinensis. Se trata de una especie arcaica del oso de
las cavernas y del oso pardo cuyo primer resto se localizó en este nivel
en Dolina en 2001. Una mandíbula entonces sirvió para definir esta
nueva especie. A ella se han sumado nuevos restos en Elefante, más
antiguos, y los primeros fósiles el año pasado. «Esta es una zona de
ocupación esporádica y es una época en la que Dolina no es apetecible,
es profundo, está oscuro pero sí hemos localizado piezas muy completas y
bonitas de Ursus dolinensis». Al ser zonas tan profundas permite que
los restos de fauna se puedan conservar muy completos. En la parte
superior de este yacimiento se trabaja en más de 80 metros cuadrados. Se
han introducido en el nivel TD-10-3. Esta zona está datada en más de
450.000 años y ya han dado los primeros restos de fauna pero interesa
todavía más las herramientas líticas. Es el umbral en el que se produce
el cambio tecnológico del musteriense (neandertal) al achelense. «No
sabemos si es final del campamento musteriense o el achelense pleno»
apuntó al respecto Carbonell. El achelense es un modo tecnológico 2,
sucede al Olduvayense y se inició en África por Homo ergaster hace 1,65
millones de años. La particularidad de este espacio, tal y como
reconocían el año pasado es el de tener las referencias del uso que los
heidelbergensis de la Sima realizaban en el exterior y este nivel puede
aportar información sobre ello. Entre estos 28 individuos se encuentra
el Cráneo 5, conocido como Miguelón, del que este año se cumple el 20
aniversario de su descubrimiento. En este espacio Carbonell tiene «el
convencimiento, que no la referencia científica, de que aparecerán
fósiles humanos».
En el yacimiento que
aporta niveles más antiguos, la primera quincena de trabajos se ha
centrado en preparar el yacimiento. La secuencia de 'obras' se ha
centrado en un techo de roca localizado bajo la Trinchera del
Ferrocarril. «Ha sido un trabajo muy duro y nos ha costado retirar el
techo de dos metros y medio de roca caliza pero ya tenemos todo el
yacimiento listo con sedimento», apunta al respecto Bermúdez de Castro.
Se trata del área TE-9 donde se localizaron los restos del primer
europeo. Para lograrlo se han extraído 140.000 kilos de piedra que ha
ocupado a 30 personas durante cuatro días utilizando herramientas poco
comunes en estos delicados trabajos como martillo neumático, mazas o
palancas. «Es un trabajo imposible de hacer en julio con más
investigadores y visitas y ahora la zona ya está limpia y Elefante ya se
ha convertido en un yacimiento casi tan extenso como Dolina». Un área
que es «improbable» que tuviera ocupaciones humanas pero «al estar
inclinado es posible que puedan aparecer fósiles si éstos han rodado
hasta allí», concluye Bermúdez de Castro.
En cuanto a Fuente Mudarra
se está convirtiendo en un posible campamento neandertal porque ya han
empezado a sobresalir las primeras herramientas. «El fósil de neandertal
no aparece pero sus herramientas están por todas partes», concluye.
Fuente: MARTA CASADO www.elcorreodeburgos.com
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