El europeo más viejo de la historia vivió en la sierra de Atapuerca hace 1,2 millones de años, un dato sobre el que los científicos ya estaban trabajando pero que se ha corroborado con el hallazgo de su mandíbula en el yacimiento de Atapuerca. El descubrimiento se produjo el 30 de junio de 2007.
La mandíbula, encontrada en la cueva denominada Sima del Elefante y vinculada "provisionalmente" a la especie Homo antecessor, "confirma y refuerza la teoría de la antigüedad de la presencia de los primeros homínidos que llegaron a Europa", informaron fuentes de la investigación. Los científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos y del Institut Catalá de Paleoecología Humana i Evolució Social (IPHES) de Tarragona evidencian con multitud de pruebas la presencia de homínidos en el sur de Europa en una fase muy temprana del Pleistoceno Inferior.
En el estrato de la cavidad donde apareció el fósil, denominado TE-9, se han localizado también utensilios de sílex de tradición Olduwaiense así como especies de roedores que demuestran el espacio temporal al que pertenece el hallazgo. El hueso consiste sobre todo en la sínfisis, la región anterior de la mandíbula donde se reúnen las ramas horizontales mientras que, en su parte externa, se localizaría el mentón del humano actual. La mandíbula conserva algunos dientes y a ella corresponde además un segundo premolar inferior que fue encontrado dos días antes en el nivel TE-9, y que se presentó a los medios de comunicación el 29 de junio de 2007. Este descubrimiento fue crucial, al igual que el de este nuevo fósil, porque hace retroceder en casi medio millón de años la llegada de los primeros homínidos a Europa.
En cuanto a la procedencia originaria del espécimen, aún por determinar, se apunta que la morfología de la cara anterior de la sínfisis es primitiva y recuerda a la de fósiles africanos del Pleistoceno Inferior atribuidos a Homo habilis y Homo rudolfensis. El lugar del descubrimiento está situado a unos doscientos metros del yacimiento de la Gran Dolina, donde en 1994 se encontraron los primeros restos del Homo antecessor, y a unos mil de la Sima de los Huesos, donde se han localizado más de 6.000 fósiles de la especie Homo heidelbergensis
Las excavaciones de Atapuerca, declaradas Patrimonio de la Humanidad, ofrecen desde hace treinta años continuas revelaciones sobre el modo de vida de los primeros humanos que habitaron el continente europeo. En particular, el fósil de la Sima del Elefante tiene muchas similitudes con las mandíbulas encontradas en el yacimiento de Dmanisi (República de Georgia) que datan de 1,7 millones de años. Por el contrario, la cara posterior de la sínfisis tiene un aspecto más derivado que, según los investigadores, recuerda a ciertas mandíbulas de Asia. Los científicos creen "probable" que la primera población europea proceda de la región del Oriente Próximo, verdadero cruce de caminos entre África y Eurasia, y que estuviera relacionada con la primera expansión demográfica fuera de África que, en la actualidad, está representada por los homínidos de Dmanisi.
Las herramientas, hasta un total de 32 piezas, fueron probablemente realizadas en el interior de la cavidad a partir de nódulos de sílex del Neógeno y Cretácico, que se localizan en un radio menor a dos kilómetros en torno a este lugar. La técnica de producción de las piezas es muy sencilla y su objetivo era obtener lascas de entre 30 y 75 milímetros de longitud mediante un percutor duro. Con ellas, los homínidos aprovechaban la carne de los grandes herbívoros, como muestran las marcas que los útiles líticos dejaron sobre algunos huesos. Los científicos han sido capaces de obtener todas estas pruebas mediante la utilización de una variedad de técnicas, como paleomagnetismo, biocronología y el estudio de la descomposición radiactiva de los isótopos en los sedimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario