sábado, 8 de marzo de 2008

-Batalla de Gamonal, 1808.


Los parajes del antiguo bosque de Gamonal y el río Arlanzón fueron el dramático escenario de la batalla entre franceses y españoles en el marco de la Guerra de la Independencia (1808-1814).Desde una perspectiva militar, la batalla de Gamonal se inscribe en la primera etapa o fase inicial de esta Guerra, caracterizada por la incapacidad de Napoleón de dominar la península Ibérica, ante los numerosos focos de insurrección armada tanto en villas como en pueblos españoles. Burgos sufrió como pocas ciudades el expolio de la soldadesca francesa, dejando un desolado paisaje tras su marcha.

La victoria de Bailén (Jaén, 19 de julio de 1808) en campo abierto entre un desorganizado ejército hispano al mando del general Castaños y tropas francesas de Dupont, hace concebir una aparente ilusión de éxito a los mandos españoles e incluso europeos de derrotar a la invicta: “La Grande Armée” napoleónica.

El dos de septiembre, el conde de Lassalle responsable del contingente militar francés, acantonado en Gamonal y en el Castillo, dirige una amenazante carta al Ayuntamiento burgalés, ante la noticia de la inminente llegada de tropas españolas a la ciudad : ”Son, pues, mis intenciones, si el enemigo se presenta, no combatirlos en la parte allá de Burgos porque no quiero sufrir el fuego desde los ventanales de la ciudad,sino esperarle en la llanada de Gamonal (…) Yo entraré vencedor en la ciudad (…) y haré poner fuego a las cuatro esquinas”.

El 22 de septiembre, la ciudad queda libre de la opresión francesa que abandona sus posiciones estratégicas más hacia el norte y de inmediato se formará una Junta local de Defensa de Armamento. El seis de noviembre corren rumores de que las tropas francesas vuelven otra vez a Burgos para acampar en Gamonal, la Cartuja y el Castillo. Temiendo lo peor, numerosos vecinos huyen de la ciudad. Napoleón ya se encuentra en Vitoria. La noticia de la llegada de un cuerpo del ejército denominado “Extremadura” a Burgos apresta a sus ciudadanos para la defensa. El 10 de noviembre en Espinosa de los Monteros, el ejército español al mando del general Blake sufre una estrepitosa derrota frente a las tropas del mariscal francés Víctor.

Un total 60.000 hombres compone el segundo cuerpo del ejercito francés del mariscal Ney, hombres expertos y curtidos al mando de Bessières. Una división comandada por Lassalle y Soult , desde Briviesca se dirige hacia Monasterio y su intención es acampar entre Gamonal y Villafría.

La tropa española compuesta por 12.000 hombres, mal armados y bisoños, dirigida por el inexperto conde de Belveder, que había reemplazado al teniente coronel Galluzo, deja considerables fuerzas en Lerma. Las primeras escaramuzas comienzan en la madrugada del 10 de noviembre de 1808: la caballería francesa de Lassalle avanza desde Villafría contra la posición española situada entre el bosque de Gamonal y el Arlanzón. Una división francesa comandada por Mouton y apoyada por Bonet inician un cerrado ataque contra el ala izquierda de los batallones de Belveder, poniéndolos en fuga, excepto al 4º batallón de Guardias Valones, al mando de Vicente Genaro de Quesada, que resiste diezmado los embates franceses. El ala derecha del ejército de Extremadura, al mando del general Hesnestrosa, tampoco logra sostener las posiciones ante la presión de los jinetes franceses del conde de Lassalle.

Los soldados españoles, hundidos y desordenados, inician una huida por todo el camino de Gamonal perseguidos de cerca por la caballería francesa del mariscal Soult y Lassalle que acuchillan a los fugitivos. No pocos se arrojan al río Arlanzón, pero allí son degollados.El mariscal Bessières llega al campo de batalla, se pone al frente de los Dragones, comandados por Milhaud y, rodeando la ciudad por el norte, cruza el Arlanzón, a la altura del puente de las Huelgas, e impide la salida de los supervivientes hacia los caminos de Valladolid y Madrid. Al mismo tiempo, una brigada francesa impide el reagrupamiento de los españoles en las elevaciones de la Cartuja. La parcial reorganización de los fugitivos españoles se produjo en Lerma, bajo la 3º división del ejército “Extremadura”. Las bajas españolas se estiman en 2.500 entre muertos y heridos, frente a las 50 víctimas y 150 heridos en el bando francés.


La ciudad sufre un saqueo, ordenado por Lassalle que manda pegar fuego a la ciudad por tres partes, resultando el Barrio de Vega la parte más afectada . Un testigo presencial de la época, el tornero Marcos Palomar, describe: “No puedo asegurar ciertamente lo que duró el saqueo, sólo que no dejaron casa, iglesia, convento que no fuese destrozado”. Se expolian las Huelgas, el Hospital del Rey y el Monasterio de San Pedro de Cardeña, sólo la Catedral fue preservada , a petición del gobernador de Castilla, Darmagnac, quien meses más tarde pretende en recompensa que le sea regalado el famoso cuadro de “La Magdalena”, a lo que el Cabildo le remite al duque de Frías, patrón de la Capilla de los Condestables y entonces embajador en París.

Napoleón llega a Burgos desde Cubo de Bureba, el 11 de noviembre y permanece hasta el día 22. Durante su estancia, se dice que observa detenidamente el Arco de Santa María, disuelve los organismos anteriores y crea otros nuevos como la Junta de Municipalidad y Gobierno, así como ordena reformas de fortificación en el Castillo.”La posición de Burgos- escribe a su hermano, el rey de España, José Bonaparte- es igualmente importante mantenerla, como ciudad de gran nombre y como centro de comunicaciones y de informaciones”.

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