En los documentos de compra-venta y donaciones que se registran en el Becerro Gótico de Cardeña (años 899 a 1085) no está consignada la escritura fundacional. Algunos han apuntado el hecho de que, probablemente, pudiera haber existido ya en el siglo VIII. Sin embargo, ante la escasez de noticias en los documentos escritos, la historiografía modera no ha podido precisar bien los orígenes de esta abadía.
La fecha de la segunda repoblación de Cardeña constaba, al parecer, en un breviario antiguo : "Era año 899 fue poblado el monasterio de Cardeña por el rey Alfonso de León". A partir de esta fecha, en particular desde el año 902, en el que consta una donación hecha al monasterio por Don Gonzalo Téllez y su esposa, es posible seguir con suficiente objetividad la historia de Cardeña hasta nuestros días, aunque exista algún vacío documental, sobre todo en las épocas en que el monasterio estuvo abandonado, esto es, desde el año 1835, cuando por voluntad de Álvarez Mendizábal son dictadas en España las leyes de desamortización y exclaustración de los religiosos, hasta el año 1942, momento en el que se restaura la vida monástico en el lugar.
Cardeña es célebre por la santidad de los 200 monjes que fueron martirizados por los musulmanes durante la invasión árabe a finales del siglo IX, en tiempos del abad Sancho.
El monasterio refuerza su celebridad y hasta él acuden muchos devotos, entre ellos el rey Felipe III y su esposa la reina Doña Margarita de Austria.
Es célebre por su vinculación con el héroe castellano Ruy Díaz (1043-1099), el Cid Campeador, quien dejó a su esposa y a sus dos hijas al amparo del monasterio, bajo la protección y hospitalidad del santo abad Sisebuto († 1086) y de sus monjes, cuando partía, en el año 1081, a sus empresas guerreras en el destierro. Y aquí reposarán los restos del Campeador tres años después de su muerte, acaecida en Valencia el año 1099, hasta que son saqueados por las tropas francesas en 1808. Existe en el exterior una lápida en el lugar donde se cree enterrado su legendario caballo Babieca.
Cardeña es célebre por la cultura y el arte que alumbró en el siglo XI a través de su famoso Scriptorium, foco de difusión de los textos benedictinos por excelencia (Libro de los Morales, primer manuscrito copiado en el scriptorium caradignense del que se tiene noticia (año 914).
Desde 1836 y hasta mayo de 1942 el monasterio de Cardeña se vio privado de sus monjes y de
la vida monástica.En 1880 lo ocuparon algunos monjes trapenses hispano-franceses, pertenecientes a la llamada "Comunidad Errante". La estancia en Cardeña duró unos meses.
la vida monástica.En 1880 lo ocuparon algunos monjes trapenses hispano-franceses, pertenecientes a la llamada "Comunidad Errante". La estancia en Cardeña duró unos meses.
En 1888 se instalaba una pequeña comunidad de Escolapios. En 1901 abandonaban el lugar .
En 1905 llegaron al monasterio un grupo de Frailes Capuchinos expulsados de Toulouse (Francia), Estuvieron aquí hasta 1921.
De 1936 a 1939 durante la Guerra Civil española, Cardeña se convirtió en campo de concentración de reclusos.
De 1936 a 1939 durante la Guerra Civil española, Cardeña se convirtió en campo de concentración de reclusos.
Por fin, el 1 de mayo de 1942 se restauraba la vida monástica en San Pedro de Cardeña por monjes cistercienses llegados del monasterio palentino de San Isidro de Dueñas.
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