Fuente: https://cadenaser.com
Son los huesos faciales más antiguos conocidos de un homínido en
Europa y tienen entre 1,4 y 1,1 millones de años. Revolucionan las
teorías sobre migraciones hacia nuestro continente y lo ha anunciado un
equipo español a través de la revista 'Nature'.

Lo han llamado "Pink" -por el grupo musical Pink Floyd y su álbum "The
dark side of the moon", una referencia a una "cara oculta", aunque en
este caso no sea la de la luna, sino la de uno de nuestros antepasados.
También es "pink", el color rosa en inglés, por Rosa Huguet, la autora
principal de la investigación. Hablamos con ella sobre la elección del
nombre y nos cuenta, con una sonrisa, que "el nombre oficial que le han
dado es el de Pink y a mi me parece muy bien. Pero a las mujeres del
equipo les gusta decirme que también es por mi, y me hace mucha gracia,
aunque quiero dejar bien claro que el hallazgo ha sido fruto del trabajo
de todos".

El nombre y quien se lo puso es, en realidad, solo una anécdota.
Digamos que es la pequeña broma "científica" que ha provocado también
algunas sonrisas durante la presentación internacional que se ha hecho a
través de una videoconferencia en 'Nature'
en la que han respondido a preguntas de periodistas de todo el mundo.
Los participantes han sido un dream-team de investigadores españoles
encabezados por la citada Rosa Huguet, investigadora de IPHES-CERCA
catalán, Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez, investigador de la Universidad
Rovira i Virgili, María Martinón-Torres Y José María Bermudez de Castro,
ambos del Centro nacional de evolución humana de Burgos.
Los
cuatro sonrieron cuando le preguntaron a Rosa por qué a estos huesos lo
habían llamado "pink". Modesta, no mencionó la segunda acepción, pero
sí lo hizo María Martinón-Torres: "A mí me gusta pensar que Pink es por
Rosa, también", señaló.
Así que estos huesos, que vienen a
revolucionar el mundo de la paleontología mundial, ya tienen su nombre
"popular" y fácilmente reconocible. Se unen a otros, encontrados también
en el yacimiento burgalés y que son 'hall of fame' de los nombres divertidos de hallazgos científicos de Atapuerca: Miguelón o Elvis son dos buenos ejemplos.
Sin
embargo, más allá del nombre, vayamos a lo importante. Estos dos
pequeños fragmentos de hueso son un fragmento interesantísimo de la cara
de uno de nuestros antepasados más antiguos. La datación los coloca en
un arco temporal entre 1,1 y 1,4 millones de años. Así que, como cuenta
Rosa Huguet "estamos ante el rostro más antiguo, la cara más de un
humano encontrado hasta ahora en Europa occidental". Y está, otra vez, en España, en la Sima del Elefante, de Atapuerca, Burgos.
¿Cómo encontraron a Pink?
En 2007, Huguet explica que
"encontramos una mandíbula de homínido que pensamos que era mucho más
antigua que las que se conocían hasta ahora para Europa occidental".
Tenía entre 1,2 a 1,1 millones de años de antigüedad y estaba -también-
en la famosa sima del Elefante. La llamaron ATE9-1 pero en ese momento
"por prudencia y porque los resultados no eran concluyentes" no se pudo
asignar de manera concluyente a un Homo Antecessor, que era el ser al que, por rango temporal, correspondía.
Tras este descubrimiento llegamos a "Pink". En 2022, el equipo de
Huguet, dos metros más abajo de donde estaba esta primera mandíbula,
encontró "los restos fósiles de la cara media parcial de otro homínido".
Estos fragmentos —a los que llamaron ATE7-1— son los que fueron
llamados luego "Pink".
En las fotos que han publicado en 'Nature',
vemos que son "una parte importante de dos huesos". El primero es un
maxilar y el segundo, un hueso cigomático. Según Huget son "parte de la
cara -sobre todo el pómulo de su lado izquierdo - de un individuo adulto
que no podemos saber si era hombre o mujer".
Si se le coloca un
espejo, o se simula con ordenador el otro lado de la cara, como han
hecho los expertos, podemos ver mucho más claramente este que ya es "el
rostro más antiguo de Europa occidental".
¿Y por qué es importante?
La teoría mayoritaria entre los
paleoantropólogos señala que Eurasia -el supercontinente formado por
Europa y Asia- fue colonizada, por primera vez, por homínidos parecidos a
nosotros hace, al menos, 1,8 millones de años. Sin embargo, la
evidencia de un asentamiento temprano de homínidos en la parte más
occidental de Europa -por ejemplo aquí, en España- es muy escasa. Son
fósiles "extremadamente fragmentados" que no nos han permitido hasta
ahora entender cómo era la cara de nuestros antepasados. Los expertos
dicen que, con lo poco que hay, tienen muy pocas pistas sobre cual era
su aspecto físico.
Los fósiles del homo antecessor más
antiguos encontrados hasta ahora -tienen 850.000 años- lo describen como
"una cara delgada parecida a la de los humanos modernos". En la
presentación del estudio, María Martinón ha explicado que “los antecessor (previos a los Sapiens) comparten con nosotros un rostro de apariencia más moderna y tienen una estructura nasal prominente".
Sin embargo los rasgos faciales de Pink son, según Martinón, "más primitivos, y se parecen más al Homo erectus, que es anterior al Antecessor.
Sobre todo se parecen "en su estructura nasal plana y poco
desarrollada". Nuestro pariente de hace 1,4 millones de años tenía la
nariz chata y la cara bastante plana. "Unos rasgos, aunque no sea un
término científico, un poco simiescos", dice Rosa Huguet.
Y
además, aparte de hablarnos de su aspecto, la presencia de los huesos de
"Pink" en el yacimiento de Atapuerca confirma otra cosa muy importante
que viene a cambiar la explicación que teníamos hasta ahora sobre cómo
fueron las primeras migraciones y la evolución de nuestros antepasados
en Europa durante el pleistoceno temprano: Nos dicen que "Europa
occidental estuvo habitada por al menos dos especies diferentes de
homínidos durante esta época", explica Huguet. Primero el Homo aff. erectus, (Pink) y más tarde el H. antecessor.
¿Y qué significa que Pink es un homo aff. erectus?
Los
autores señalan en su publicación en 'Nature' que "estos fragmentos de
hueso de homínido no muestran las características modernas" de la parte
media de la cara que se encuentran en los fósiles de Homo antecessor".
Y, aunque los restos tienen cierta semejanza con el linaje del Homo erectus,
"tampoco pueden asignarlo de manera concluyente a este grupo". Por
tanto, provisionalmente han asignado los fósiles al grupo llamado Homo. aff. erectus. Al menos, a la espera de más pruebas.
Homo aff. erectus es una designación utilizada en paleontología para referirse a fósiles que muestran características similares a las del Homo erectus,
pero que no se pueden clasificar con certeza dentro de esta especie. La
abreviatura "aff." significa "affinis", que en latín significa afín o
relacionado con.
¿Qué sabemos de cómo vivía?
Los datos
paleo-ecológicos del nivel TE7 de la sima del elefante sugieren que "el
paisaje de la Sierra de Atapuerca durante el Pleistoceno Temprano era un
entorno en el que se combinaban áreas boscosas, praderas húmedas y
fuentes de agua estacionales". Pink vivía en un hábitat rico en
recursos.
En el mismo nivel donde se descubrió Pink, también hay
muchas evidencias de la presencia y actividad de homininos durante el
Pleistoceno Temprano. Los investigadores han encontrado herramientas de
piedra y restos de animales con marcas de corte, lo que indica "el uso
de tecnología lítica para procesar animales".
El Dr. Xosé Pedro
Rodríguez-Álvarez, especialista en industrias líticas, ha contado que
"aunque las herramientas de cuarzo y sílex encontradas son simples,
sugieren que subsistían con ellas y, por tanto, nos hablan de la
capacidad de estos homininos para aprovechar los recursos disponibles en
su entorno.”
Las marcas de corte identificadas en los restos animales proporcionan
pruebas claras de que estas herramientas se utilizaron para el
procesamiento de cadáveres. La Dra. Rosa Huguet, experta en tafonomía,
cuenta que "con ello sabemos qeu los primeros europeos tenían un
conocimiento profundo de los recursos animales disponibles y sabían cómo
explotarlos sistemáticamente.”
Las herramientas de piedra y los huesos de animales con marcas de
cortes que se han encontrado a su lado, junto a otros restos
paleo-ecológicos del sitio, "ofrecen información sobre el entorno en el
que vivió este homínido y sobre su estilo de vida", señalan los autores.
Un futuro muy prometedor
Marina
Mosquera, directora de IPHES-CERCA y una de las investigadoras
principales del Proyecto Atapuerca: “Este yacimiento es crucial para
comprender nuestros orígenes, y este nuevo hallazgo refuerza aún más la
posición de Atapuerca como líder mundial en el estudio de la evolución
humana".
José María Bermúdez de Castro, codirector del Proyecto
Atapuerca y coautor del estudio, sueña y dice que "este hallazgo marca
una nueva era prodigiosa para el Proyecto Atapuerca porque nos da nuevos
datos sobre las olas migratorias que moldearon la historia humana y
servirá para entender el origen y la dinámica del asentamiento humano
temprano en Europa".