Enlace: http://burgosconecta.es/2017/06/18/en-busca-del-pasado-celta-burgales-en-el-yacimiento-de-penas-sacras-de-gete/
Un equipo de quince personas, entre
investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia
(UNED) y la Universidad de Burgos, apoyados por voluntarios del pueblo,
volverá este verano a trabajar en el yacimiento arqueológico de Gete
(pequeño pueblo perteneciente a Pinilla de los Barruecos). El objetivo
es buscar evidencias que demuestren que la peña descubierta al finalizar la campaña de 2016 es una Roca Sacra, que se sumaría a La Peña y el Altar de los Tres Tronos, los otros dos santuarios célticos identificados en la zona.
Ignacio Ruiz, profesor de la UNED y
coordinador del proyecto, ha recordado que la roca presenta muestras de
acción humana, pero toca limpiarla para comprobar el alcance de las
mismas antes de asegurar que se trataría del tercer santuario. Una vez
más, la casualidad ha jugado a favor de la historia, pues La
Peña y el Altar de los Tres Tronos también se encontraron
circunstancialmente, cuando vecinos de la zona (uno de ellos, una alumna de Ruiz), detectaron evidencias antrópicas en estas inmensas rocas.
Las peñas presentan oquedades
realizadas por la mano del hombre, lóculos a modo de ventanas; también
retranqueos y accesos subsidiarios, así como escaleras, si bien
este caso se trataría de elementos añadidos en época romana, lo que
demuestra a su vez que los santuarios conservaron su carácter religioso
más allá de la época celta. Los investigadores han trabajado en el
yacimiento en 2015 y 2016, limpiando La Peña y el Altar de los Tres
Tronos, en busca de epigrafías o grabados, aunque sin éxito.
Eso sí, la investigación sigue en
marcha, aunque este año se vayan a centrar en esa posible tercera roca
sagrada. Ignacio Ruiz ha recordado que Gete se ubica en una zona
de paso entre el Alto Arlanza y el Alto Duero, así que es un lugar
sagrado, como bien ponen de manifiesto la existencia de eremitorios de
la Edad Media o antiguas necrópolis, como la de Regumiel de la
Sierra. Era vía de comunicación en la Edad del Bronce, en la Edad del
Hierro y también en época romana, con asentamientos de población
permanentes.
El profesor de la UNED ha recordado que
los celtas, de ahí que sus asentamientos se dividiesen en los castros
(poblados amurallados para separarse de la naturaleza, el mundo
espiritual) y los lugares sagrados en los que se manifestaban los
dioses. Esos lugares podían ser cuevas, claros en el bosque,
lagunas o rocas, como en el caso de Gete, y en muchas ocasiones han
conservado su carácter religioso. Los romanos los
reconvirtieron, y también los cristianos, que ubicaron algunas de sus
ermitas en zonas con reminiscencia de altares célticos.
Si hablamos del yacimiento de Gete, las investigaciones apuntan a que
La Peña sería una roca de sacrificio y lugar de reunión, en el que los
pueblos celtas celebraban comidas colectivas y cerraban negocios.
Sería una transposición de las romerías católicas, ha afirmado el
profesor. Mientras, el Altar de los Tres Tronos es un ejemplo
paradigmático de santuarios celtas de tres, cinco o siete tronos, un
tipo de lugar sagrado que está poco estudiado, así que poco se sabe de
su simbolismo religioso. Podrían ser altares de ofrenda, pero no se sabe
con exactitud.
La campaña de excavaciones se realizará durante la segunda semana de agosto, aunque algunos trabajos podrían comenzar en julio. El proyecto cuenta con la colaboración económica de la Diputación y de la Fundación Caja Rural.
Ruiz ha recordado que la investigación en Gete forma parte de un
proyecto, más amplio, coordinado por el arqueólogo e historiador Martín
Almagro, para descubrir el pasado celta de España y Portugal, uno de los
menos estudiados en la época contemporánea.