Un rincón para conocer la historia, la naturaleza de Burgos y la magia de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca.
viernes, 22 de diciembre de 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
-Campaña 2017 en Clunia.
Fuente: http://cadenaser.com/emisora/2017/10/03/radio_aranda/1506982358_985542.html
Aunque la de este verano no ha sido una campaña de excavaciones al uso en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Clunia, los trabajos del equipo investigador durante los meses pasados han supuesto varios avances en algunas de las líneas de trabajo más importantes que mantienen abiertas. Es el caso de las catas que se han realizado en el solar donde se edificará el futuro centro de recepción de visitantes, del que se sabía que había albergado la necrópolis romana. Los hallazgos no solo lo han confirmado con la aparición de una estructura funeraria sino que también han sacado a la luz lo que parece ser un pequeño tramo de una de las calzadas de acceso a la ciudad.
En cualquier caso estos hallazgos no parece que vayan a entorpecer demasiado los trabajos de construcción del Centro de Recepción de Visitantes, dotado este año y en próximas anualidades con una importantísima partida en el presupuesto de la Diputación. Dice Francesc Tuset, codirector del yacimiento, que no resultará difícil adaptar el proyecto ya aprobado a las exigencias de conservación de los nuevos hallazgos. Asegura que todas las partes implicadas coinciden en el empeño de sacar adelante este edificio para impulsar la divulgación de Clunia y que precisamente por ello se han llevado a cabo las catas y prospecciones que permitan llevar a cabo la obra con toda tranquilidad. Afirma que a partir de ahora se documentarán los hallazgos o en su caso se procederá a su conservación, pero que las modificaciones en el proyecto no pasarán de mover unos pocos metros el lugar de construcción o el aplazamiento de 15 días en el comienzo de las obras.
Otra de las tesis que se va asentando gracias a las catas y prospecciones realizadas este año es la ubicación de la antigua ciudad celtibérica, que estuvo asentada en el mismo enclave antes de la llegada de los romanos. Aunque se trata de uno de los lugares más documentados precisamente por fuentes romanas se buscaban evidencias que precisaran el lugar concreto en el que estuvo. Los hallazgos de este año en el Alto del Cuerno junto a los conseguidos en las dos campañas anteriores dejan cada vez menos dudas de su localización.
Por otra parte también se ha dado un importante impulso a la documentación de espacios cuyo futuro es incierto por lo que resulta crucial poder dejar constancia y testimonio de la riqueza actual. Es el caso de la denominada Cueva del Román, un karst natural que tiene la clave del original sistema de distribución de agua que los romanos utilizaron en la ciudad de Clunia y que es genuino de este enclave sin que hasta el momento se conozca ninguno igual. Pero es un espacio vivo y su evolución conduce a un final del que no se sabe fecha pero sí que eliminará del mapa, nunca mejor dicho, los vestigios de la historia. Por eso es tan importante el trabajo que está haciendo el equipo de investigación del yacimiento en colaboración con el Grupo de Trabajo en Entornos Hostiles del departamento de robótica de la Universidad de Zaragoza, que está diseñando prototipos específicamente adaptados a los recovecos de la Cueva de Román, para recoger muestras, filmar, fotografiar, medir y en definitiva, documentar un espacio que camina inexorablemente a la destrucción natural.
Aunque de momento el equipo de investigadores va recogiendo los bártulos, este año las labores sobre el terreno se van a alargar unas jornadas más, en este magnífico comienzo del otoño ribereño. Pero luego el trabajo seguirá, en los laboratorios, en los despachos y en las aulas: está previsto que a lo largo de este año se lean dos tesis doctorales centradas en Clunia, mientras que hay comenzadas otras dos en las que se seguirá trabajando un par de años más, a lo que hay que añadir otro trabajo de investigación que finalizará en breve. Y lo que queda por hacer, porque no dejan de aparecer nuevas vías de investigación, propiciadas por nuevos hallazgos, pero también porque los intereses de la sociedad y por tanto de los investigadores van cambiando y ahora se centran en aspectos que antes ni se planteaban y también porque la aparición de nuevas tecnologías permiten preguntas para las que antes era imposible encontrar respuestas.
En cualquier caso la buena noticia es que el yacimiento conserva todavía materia de investigación para varias generaciones de arqueólogos, que cada vez más trabajan en coordinación con muy distintos profesionales de otras áreas. Un trabajo interdisciplinar en el que Clunia puede erigirse como un modelo a seguir.
Aunque la de este verano no ha sido una campaña de excavaciones al uso en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Clunia, los trabajos del equipo investigador durante los meses pasados han supuesto varios avances en algunas de las líneas de trabajo más importantes que mantienen abiertas. Es el caso de las catas que se han realizado en el solar donde se edificará el futuro centro de recepción de visitantes, del que se sabía que había albergado la necrópolis romana. Los hallazgos no solo lo han confirmado con la aparición de una estructura funeraria sino que también han sacado a la luz lo que parece ser un pequeño tramo de una de las calzadas de acceso a la ciudad.
En cualquier caso estos hallazgos no parece que vayan a entorpecer demasiado los trabajos de construcción del Centro de Recepción de Visitantes, dotado este año y en próximas anualidades con una importantísima partida en el presupuesto de la Diputación. Dice Francesc Tuset, codirector del yacimiento, que no resultará difícil adaptar el proyecto ya aprobado a las exigencias de conservación de los nuevos hallazgos. Asegura que todas las partes implicadas coinciden en el empeño de sacar adelante este edificio para impulsar la divulgación de Clunia y que precisamente por ello se han llevado a cabo las catas y prospecciones que permitan llevar a cabo la obra con toda tranquilidad. Afirma que a partir de ahora se documentarán los hallazgos o en su caso se procederá a su conservación, pero que las modificaciones en el proyecto no pasarán de mover unos pocos metros el lugar de construcción o el aplazamiento de 15 días en el comienzo de las obras.
Otra de las tesis que se va asentando gracias a las catas y prospecciones realizadas este año es la ubicación de la antigua ciudad celtibérica, que estuvo asentada en el mismo enclave antes de la llegada de los romanos. Aunque se trata de uno de los lugares más documentados precisamente por fuentes romanas se buscaban evidencias que precisaran el lugar concreto en el que estuvo. Los hallazgos de este año en el Alto del Cuerno junto a los conseguidos en las dos campañas anteriores dejan cada vez menos dudas de su localización.
Por otra parte también se ha dado un importante impulso a la documentación de espacios cuyo futuro es incierto por lo que resulta crucial poder dejar constancia y testimonio de la riqueza actual. Es el caso de la denominada Cueva del Román, un karst natural que tiene la clave del original sistema de distribución de agua que los romanos utilizaron en la ciudad de Clunia y que es genuino de este enclave sin que hasta el momento se conozca ninguno igual. Pero es un espacio vivo y su evolución conduce a un final del que no se sabe fecha pero sí que eliminará del mapa, nunca mejor dicho, los vestigios de la historia. Por eso es tan importante el trabajo que está haciendo el equipo de investigación del yacimiento en colaboración con el Grupo de Trabajo en Entornos Hostiles del departamento de robótica de la Universidad de Zaragoza, que está diseñando prototipos específicamente adaptados a los recovecos de la Cueva de Román, para recoger muestras, filmar, fotografiar, medir y en definitiva, documentar un espacio que camina inexorablemente a la destrucción natural.
Aunque de momento el equipo de investigadores va recogiendo los bártulos, este año las labores sobre el terreno se van a alargar unas jornadas más, en este magnífico comienzo del otoño ribereño. Pero luego el trabajo seguirá, en los laboratorios, en los despachos y en las aulas: está previsto que a lo largo de este año se lean dos tesis doctorales centradas en Clunia, mientras que hay comenzadas otras dos en las que se seguirá trabajando un par de años más, a lo que hay que añadir otro trabajo de investigación que finalizará en breve. Y lo que queda por hacer, porque no dejan de aparecer nuevas vías de investigación, propiciadas por nuevos hallazgos, pero también porque los intereses de la sociedad y por tanto de los investigadores van cambiando y ahora se centran en aspectos que antes ni se planteaban y también porque la aparición de nuevas tecnologías permiten preguntas para las que antes era imposible encontrar respuestas.
En cualquier caso la buena noticia es que el yacimiento conserva todavía materia de investigación para varias generaciones de arqueólogos, que cada vez más trabajan en coordinación con muy distintos profesionales de otras áreas. Un trabajo interdisciplinar en el que Clunia puede erigirse como un modelo a seguir.
-La heredera del rey Wamba, a favor de traer sus restos a Pampliega.
Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/provincia/heredera-rey-wamba-favor-traer-sus-restos_163781.html
La única heredera de sangre y familiar con vida del rey visigodo Wamba (646-688), ha ratificado recientemente el traslado de los restos del monarca godo a Pampliega desde la catedral de Toledo donde reposan desde hace siglos. Y lo ha hecho a petición del Ayuntamiento de la localidad que lo reclama desde hace décadas para recuperar al que fuera sucesor de Recesvinto.
Si hay un año que ha marcado un antes y un después en la lucha que Pampliega mantiene desde hace siglos por la recuperación de ‘su rey’ es 2017, pues en estos meses, la corporación ha iniciado una serie de actuaciones en aras a conseguir lo que ninguna otra ha logrado desde que Alfonso X el Sabio decidiera trasladar el cuerpo del rey godo hasta la corte de Toledo.
Hablar de Wamba es viajar hasta el siglo VII a una Hispania Goda heredera de la desaparecida Hispania romana que gobernó el territorio peninsular hasta la invasión musulmana en el 711. Contexto en el que Wamba fue proclamado rey en Toledo en el 672. Año en el que tras una conspiración Wamba fue traicionado, envenenado y tonsurado en la villa toledana. «Fue envenenado con una sustancia de efectos hipnóticos que le hicieron parecer moribundo, con lo que esperando su muerte -y en base al reglamento de la época- Wamba fue tonsurado como un monje y declarado ‘muerto para este mundo’, retirándose al monasterio de San Vicente de Pampliega donde falleció 8 años después.
El deseo de descanso que el rey traicionado en Toledo buscó en tierras burgalesas fue trastocado tras decidir que sus restos fueran enterrados en el ya desaparecido Monasterio de San Vicente. Un lugar en el que permanecieron hasta el siglo XIII pese al intento de asedio de los sarracenos en el 711 que incendiaron el espacio monacal sin encontrar la tumba del rey godo.
La única heredera de sangre y familiar con vida del rey visigodo Wamba (646-688), ha ratificado recientemente el traslado de los restos del monarca godo a Pampliega desde la catedral de Toledo donde reposan desde hace siglos. Y lo ha hecho a petición del Ayuntamiento de la localidad que lo reclama desde hace décadas para recuperar al que fuera sucesor de Recesvinto.
Si hay un año que ha marcado un antes y un después en la lucha que Pampliega mantiene desde hace siglos por la recuperación de ‘su rey’ es 2017, pues en estos meses, la corporación ha iniciado una serie de actuaciones en aras a conseguir lo que ninguna otra ha logrado desde que Alfonso X el Sabio decidiera trasladar el cuerpo del rey godo hasta la corte de Toledo.
Hablar de Wamba es viajar hasta el siglo VII a una Hispania Goda heredera de la desaparecida Hispania romana que gobernó el territorio peninsular hasta la invasión musulmana en el 711. Contexto en el que Wamba fue proclamado rey en Toledo en el 672. Año en el que tras una conspiración Wamba fue traicionado, envenenado y tonsurado en la villa toledana. «Fue envenenado con una sustancia de efectos hipnóticos que le hicieron parecer moribundo, con lo que esperando su muerte -y en base al reglamento de la época- Wamba fue tonsurado como un monje y declarado ‘muerto para este mundo’, retirándose al monasterio de San Vicente de Pampliega donde falleció 8 años después.
El deseo de descanso que el rey traicionado en Toledo buscó en tierras burgalesas fue trastocado tras decidir que sus restos fueran enterrados en el ya desaparecido Monasterio de San Vicente. Un lugar en el que permanecieron hasta el siglo XIII pese al intento de asedio de los sarracenos en el 711 que incendiaron el espacio monacal sin encontrar la tumba del rey godo.
viernes, 1 de diciembre de 2017
-Los homíninos del Pleistoceno "gastaban" lo mismo al andar que los humanos actuales.
Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/burgos/homininos-pleistoceno-gastaban-mismo-andar-humanos-actuales_163122.html
En un trabajo publicado recientemente en la revista American Journal of Physical Anthropology, investigadores del grupo de Paleofisiología y Ecología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) han analizado la influencia de las proporciones corporales en el coste de la locomoción mediante un estudio de energética experimental con 46 sujetos de ambos sexos, cuyos resultados indican que la marcha de los homininos del Pleistoceno no era menos eficiente energéticamente que la de los humanos actuales.
El coste energético de la locomoción es un aspecto que ha sido ampliamente estudiado y debatido dentro de la Paleoantropología por sus importantes implicaciones. Los investigadores han utilizado la relación entre la anchura de la cadera, la longitud del fémur y la masa corporal para modelizar dicho coste en un buen número de homininos extintos.
Tradicionalmente se pensaba que la mayor gracilidad del esqueleto de los humanos actuales respondía a ventajas biomecánicas que hacían de la locomoción una actividad más eficiente. La pelvis más estrecha de nuestra especie comporta que el parto sea más difícil, pero reduce la fuerza que tienen que ejercer los músculos abductores de la cadera para mantener la estabilidad de la pelvis durante la marcha.
Sin embargo, como explica Marco Vidal Cordasco, autor principal de este trabajo titulado Energetic cost of walking in fossil hominins, “eso no implica que los homininos con pelvis más anchas gasten más energía al caminar. De hecho, los resultados obtenidos demuestran que las pelvis más anchas, a la altura de la cresta ilíaca, permiten que el coste energético de la locomoción sea significativamente más bajo”.
Desde hace dos millones de años, con la aparición de la especie Homo ergaster, la masa corporal y el tamaño del cerebro de los homininos ha ido aumentando considerablemente. Estos cambios han conllevado un importante reajuste a nivel metabólico, aumentando la demanda de energía para mantener esos órganos de mayor tamaño.
“No obstante, nuestros resultados muestran que la mayor eficiencia de la locomoción no fue un mecanismo compensatorio ante ese incremento de tamaño. Es decir, que los cambios observados en la anchura de la pelvis y en la longitud de los miembros inferiores no redujeron el coste de caminar lo suficiente para compensar el incremento de gasto energético resultante de una mayor masa corporal”, añade Marco Vidal.
En un trabajo publicado recientemente en la revista American Journal of Physical Anthropology, investigadores del grupo de Paleofisiología y Ecología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) han analizado la influencia de las proporciones corporales en el coste de la locomoción mediante un estudio de energética experimental con 46 sujetos de ambos sexos, cuyos resultados indican que la marcha de los homininos del Pleistoceno no era menos eficiente energéticamente que la de los humanos actuales.
El coste energético de la locomoción es un aspecto que ha sido ampliamente estudiado y debatido dentro de la Paleoantropología por sus importantes implicaciones. Los investigadores han utilizado la relación entre la anchura de la cadera, la longitud del fémur y la masa corporal para modelizar dicho coste en un buen número de homininos extintos.
Tradicionalmente se pensaba que la mayor gracilidad del esqueleto de los humanos actuales respondía a ventajas biomecánicas que hacían de la locomoción una actividad más eficiente. La pelvis más estrecha de nuestra especie comporta que el parto sea más difícil, pero reduce la fuerza que tienen que ejercer los músculos abductores de la cadera para mantener la estabilidad de la pelvis durante la marcha.
Sin embargo, como explica Marco Vidal Cordasco, autor principal de este trabajo titulado Energetic cost of walking in fossil hominins, “eso no implica que los homininos con pelvis más anchas gasten más energía al caminar. De hecho, los resultados obtenidos demuestran que las pelvis más anchas, a la altura de la cresta ilíaca, permiten que el coste energético de la locomoción sea significativamente más bajo”.
Desde hace dos millones de años, con la aparición de la especie Homo ergaster, la masa corporal y el tamaño del cerebro de los homininos ha ido aumentando considerablemente. Estos cambios han conllevado un importante reajuste a nivel metabólico, aumentando la demanda de energía para mantener esos órganos de mayor tamaño.
“No obstante, nuestros resultados muestran que la mayor eficiencia de la locomoción no fue un mecanismo compensatorio ante ese incremento de tamaño. Es decir, que los cambios observados en la anchura de la pelvis y en la longitud de los miembros inferiores no redujeron el coste de caminar lo suficiente para compensar el incremento de gasto energético resultante de una mayor masa corporal”, añade Marco Vidal.
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