Si hay un año que ha marcado un antes y un después en la lucha que Pampliega mantiene desde hace siglos por la recuperación de ‘su rey’ es 2017, pues en estos meses, la corporación ha iniciado una serie de actuaciones en aras a conseguir lo que ninguna otra ha logrado desde que Alfonso X el Sabio decidiera trasladar el cuerpo del rey godo hasta la corte de Toledo.
Hablar de Wamba es viajar hasta el siglo VII a una Hispania Goda heredera de la desaparecida Hispania romana que gobernó el territorio peninsular hasta la invasión musulmana en el 711. Contexto en el que Wamba fue proclamado rey en Toledo en el 672. Año en el que tras una conspiración Wamba fue traicionado, envenenado y tonsurado en la villa toledana. «Fue envenenado con una sustancia de efectos hipnóticos que le hicieron parecer moribundo, con lo que esperando su muerte -y en base al reglamento de la época- Wamba fue tonsurado como un monje y declarado ‘muerto para este mundo’, retirándose al monasterio de San Vicente de Pampliega donde falleció 8 años después.
El deseo de descanso que el rey traicionado en Toledo buscó en tierras burgalesas fue trastocado tras decidir que sus restos fueran enterrados en el ya desaparecido Monasterio de San Vicente. Un lugar en el que permanecieron hasta el siglo XIII pese al intento de asedio de los sarracenos en el 711 que incendiaron el espacio monacal sin encontrar la tumba del rey godo.
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