viernes, 31 de agosto de 2007

-Quinto Sertorio en Clunia


Las primeras referencias históricas escritas que tenemos de Clunia, son citas de historiadores romanos, que hacen referencia de élla en las denominadas Guerras Sertiorianas.
Quinto Sertorio nació hacia el año 122 a. C., pertenecía a una de las familias romanas más
influyentes, y desde muy joven se ganó una buena reputación como militar luchando en Germania, junto al cónsul Mario. Años más tarde, se trasladó junto con este cónsul a Hispania, donde una acción suya en Castulo (Linares), le valió que el Senado de Roma le concediera la corona cívica con hojas de roble, el mismo triunfo que alcanzaría un tal Julio César años después.
Sertorio mostró afinidad ideológica política con Mario, afiliándose al denominado partido “popular”, que estaba en pugna continua con los conservadores “optimates”, cuyo representante más destacado, fue el futuro dictador sangriento de Roma Sila, lo que le generó una serie de conflictos en los que se verá involucrada Clunia.
En Hispania, prosperó como magistrado romano, en el año 83 a. C. fue Pretor de la provincia Citerior, donde estaba incluida Clunia, pero con la
llegada al poder de Sila, fue destituido de su cargo. Lejos de amilanarse, se rebeló contra
Roma, consiguió reunir un ejército de aproximadamente 9.000 efectivos, dentro de los
cuales se hallaron veteranos legionarios romanos y algunas tribus celtíberas y lusitanas, a
los que adiestró de una forma racional e inteligente, teniendo en jaque varios años al
ejército romano, ya que a su causa se fueron adhiriendo cada vez más efectivos y
ciudades. Convertido en un problema para Roma, ni siquiera a la muerte del dictador Sila,
fue amnistiado, el Senado envió a Pompeyo con un gran contingente de tropas, que
atacando con gran virulencia, fueron recuperando terreno sobre los sertorianos.
En el año 75 a. C., la tropas dirigidas personalmente por Sertorio, quedan sitiadas
en dos ciudades principalmente, Sagunto y Clunia, donde resistieron heroicamente hasta
finales de año. En el año 74 a. C., Pompeyo se refuerza, emprende una campaña dirigida a
destruir los centros de abastecimiento sertorianos, e igualmente financia la traición, así
que poco a poco Sertorio, se va quedando solo. Finalmente, sus antiguos aliados se
conjuraron para asesinarlo en un banquete celebrado en Osca.
Muerto éste, algunas ciudades celtíberas mantuvieron su “devotio” a Sertorio y
resistieron heroicamente hasta las últimas consecuencias, entre las que se encuentran
Clunia, Termancia y Uxama. Vivo ejemplo de este juramento celtíbero, son los famosos
jinetes, cuya estampa figura en el reverso de algunas monedas de aquélla época.


jueves, 30 de agosto de 2007

-Puerta de la Judería


Los restos de las murallas que se conservan en la actualidad responden a las actuaciones llevadas a cabo por orden del rey Alfonso X el Sabio que, en 1276, mandó construir una nueva cerca, ya que la primitiva estaba en malas condiciones y dejaba fuera a buena parte de los nuevos barrios que habían surgido durante los siglos XII y XIII. En 1313 todavía se trabajaba en su construcción, aunque las obras debían estar muy avanzadas.
Al final del Paseo de los Cubos, denominado así por las torres que jalonan la muralla, y poco antes de que ésta haga un quiebro, en ángulo recto, para subir hasta el Arco de San Martín, se encuentra el sencillo arco de la Puerta de la Judería, por donde la aljama burgalesa se comunicaba con el exterior.
Era en esta zona donde residían los judíos y moros burgaleses. Junto a esta puerta se halla un cubo o torreón defensivo, que puede tener unos orígenes más antiguos que el resto del lienzo de muralla, y que quedó incorporado a ésta cuando se levantó la cerca del XIII. Este cubo recibe el nombre popular de Torre de doña Lambra, ya que aquí la tradición sitúa la casa de doña Lambra, personaje causante de la muerte de los Siete Infantes de Lara, si bien, no hay ningún dato fehaciente que certifique la vinculación de esta construcción con el
personaje. Según las narraciones populares, doña Lambra se suicidó aquí, precipitándose,
desesperada y arrepentida de su comportamiento, desde lo alto del torreón.

-El Castillo de Burgos


En el año 884, reinando Alfonso III en Asturias, el conde Diego Porcelos tomó militarmente
este cerro, poblado ya desde tiempos prehistóricos, y levantó una pequeña fortaleza en torno a la cual surgió la primitiva ciudad.
Durante el siglo X sirvió de baluarte defensivo contra el Islam y sirvió de prisión al rey de Navarra don García durante tres meses, ordenada por el primer conde independiente de Castilla, Fernán Gozalez.
Más tarde, entre los siglos XI y XIII, con la frontera al sur del Duero, el castillo quedó bajo el control directo de los reyes de Castilla y se amplió para ejercer de prisión de nobles y, ocasionalmente, de lugar de celebraciones cortesanas. El Castillo fue originariamente palacio de los reyes, también se celebraron las bodas del Cid y de Eduardo I con Leonor de Castilla.. También nació en él Pedro I, el Cruel.
En la falda del Castillo existian calles como las de Soguería, Cabestrería, de las Armas, Albardería, Peñabera, del Fierro ,Plomería ,etc.
En los siglos XIV y XV, el Castillo estuvo bajo la tenencia de diferentes nobles, en particular
de la familia de los Estúñiga. En ese tiempo fueron frecuentes los enfrentamientos del castillo con la ciudad y el concejo de Burgos, que culminaron en la Guerra de Sucesión (1475-1479) en la que los Estúñiga apoyaron a Juana la Beltraneja, y la ciudad a Isabel la Católica, librándose una larga batalla que acabó con la rendición de la fortaleza en 1476, tras ocho meses de asedio. Años después sirvió de fábrica de pólvora y escuela de artilleros. A finales del siglo XVI estaba en franco abandono.
El año 1736 sufrió un pavoroso incendio que duró varios días ante la indiferencia de la ciudadanía, quedando destruido casi en su totalidad.
La Guerra de la Independencia despertó viejos fantasmas.
Los franceses lo reconstruyeron activando con ello sus potencialidades militares y estratégicas. Sufrió el asedio dirigido por Lord Wellington, hasta que en 1813 el ejército francés se vio obligado a abandonarlo, provocando al marchar su voladura y la consiguiente destrucción.

lunes, 27 de agosto de 2007

-Pozo del Castillo de Burgos



En el interior del recinto amurallado del Castillo de Burgos, podemos contemplar una soberbia construcción medieval subterránea. Son el pozo, las escaleras y las galerías excavadas en el subsuelo.

El pozo es un cilindro hueco que tiene una profundidad de unos 62 metros de profundidad y 1,75 metros de profundidad, con escaleras de acceso hasta el fondo, y está rodeado por una escalera de caracol formada por seis tramos o husillos diferentes. Su finalidad era proveer de agua a los ocupantes para así facilitar su vida en caso de asedio. Su fábrica es de piedra de sillería, quizás labrada entre los siglos XII y XIV.

Las galerías, abiertas a una profundidad de entre 6 y 10 metros, tienen su origen en las minas y contraminas construidas con motivo de los asedios. Las más antiguas se remontan al siglo XV, pues se excavaron durante el sitio de 1476. Las galerías están conectadas con el pozo y la escalera de caracol.

domingo, 26 de agosto de 2007

-Fundación del Monasterio de Fresdelval.


El origen de este monasterio debemos buscarlo en una pequeña ermita de devoción mariana que según la tradición se remonta a los tiempos del rey godo Recaredo. Todo apunta a que este santuario correspondía a un templo parroquial elevado para atender las necesidades espirituales de un pequeño núcleo de población que existía en el lugar desde tiempo inmemorial.

El valle, generoso en agua y protegido por su orientación de los fríos vientos del nordeste, era propicio a este tipo de poblamiento, a ello se unía la estratégica posición que ocupaba al píe de una vía romana: la De Hispania in Aquitaniam que comunicaba la península con el resto de Europa atravesando Roncesvalles, ruta que más tarde coincidirá en parte con el Camino Jacobeo.

Con el abandono del valle quedó el templo medio derruido y desierto. Así permaneció sumido en el olvido y desprecio hasta que por el año 1320, reinando en Castilla Alfonso XI, se reedificó la iglesia por los vecinos de los pueblos limítrofes. El proyecto era modesto, pues lo que señalaban los antiguos cimientos excedía la capacidad de aquellas gentes, quedando la reedificación limitada a una pequeña ermita.

Va a ser en el reinado de Juan I de Castilla (1379-1390), cuando el culto a la imagen de la Virgen de Fresdelval reciba un nuevo impulso por la voluntad de Pedro Manrique, el viejo, Adelantado Mayor de Castilla, al que pertenecía el valle en que se emplazaba la ermita. Este caballero hizo juntar a los lugares de Vivar, Quintanilla y otros pueblos de los contornos para formar con todos ellos una cofradía y hermandad en aquella iglesia.
Con Pedro Manrique y especialmente con su único hijo, aunque ilegitimo, Gómez Manrique, comienza la protección que su estirpe concedió a Fresdelval y su advocación mariana, su devoción predilecta. Un favor intenso y constante que solo terminará con la extinción de sus últimos sucesores, los Padilla, a comienzos del siglo XVII.
En Guadalupe conoció don Gómez a la Orden de San Jerónimo, que ya apuntaba las características que iban a definirla toda su existencia: la solemnidad y compostura en el culto que tanto debió impresionarle y el favor de los reyes, que ya lo disfrutaba de Enrique III y del infante don Fernando.
Ello decidió al adelantado a elegir a esta orden para su fundación de Fresdelval. Comunicó su resolución al prior de aquel monasterio y a él pidió con este fin cierto numero de monjes. El fundador de los jerónimos dio tres religiosos para la creación de Fresdelval.
Por la documentación manejada sabemos que llegaron cuatro frailes que, junto al capellán del valle, se alojaron en las casas y palacio que el adelantado había edificado, de allí salían a hacer los oficios a la ermita.

Una vez instalados los jerónimos en el valle los religiosos decidieron que se debía levantar el convento junto a la antigua ermita. Acopiados los materiales, se abrieron los cimientos y se puso la primera piedra el 25 de marzo de 1404, día de la Anunciación. Los trabajos de construcción fueron a buen ritmo y en ellos, según la tradición recogida, intervinieron los religiosos con sus propias manos.
A la muerte de Gómez Manrique, sobrevenida en Córdoba el 3 de junio de 1411, la iglesia debía estar prácticamente finalizada. En ella fue enterrado el 9 de julio de ese mismo año tal y como había dispuesto en su testamento.
El resto de las edificaciones conventuales sufrirán retrasos en su construcción, principalmente debido al incumplimiento de los compromisos contraídos por la viuda de don Gómez, Sancha de Rojas. Pero la fundación de Gómez Manrique, magníficamente seguida por sus hijas, iba a encontrar su prolongación en muchas de las estirpes formadas por éstas. Parece que los nietos y descendientes de don Gómez Manrique rivalizan durante el siglo XV en la protección de la fundación de su antecesor.
Fuente: www.fresdelval.es

-Ermita de la Blanca



Frente a la puerta principal del castillo se levantaba el templo de Nuestra Señora la Blanca.
Cuenta la tradición que el conde Diego Porcelos, fundador de la ciudad, mandó construir una
pequeña iglesia en el lugar donde una imagen de Nuestra Señora, oculta en una cueva en lo alto del cerro, fue encontrada por su hija, doña Blanca. Muy pronto alcanzó, por sus milagros, gran fama y devoción entre los burgaleses, quienes dejaron pruebas de su fe en las numerosas tumbas y capillas labradas a su costa. Durante la Edad Media fue una de las parroquias más importantes de la ciudad.
La iglesia permaneció activa hasta la Guerra de la Independencia (1808-1813). La voladura del
castillo arrastró consigo al templo, quedando después agregados sus restos arquitectónicos y gran parte de sus bienes muebles a la parroquia de San Pedro de la Fuente, que se reconstruyó en estos años y en donde aún pueden contemplarse. Excavaciones arqueológicas recientes han permitido reconocer la planta románica de la iglesia y extraer materiales artísticos y de guerra que se exponen en el pabellón arqueológico del castillo.

miércoles, 22 de agosto de 2007

-Don Pedro, Duque de Cantabria.


En el año 716, dos años antes que la famosa batalla de Covadonga, ocurrida el ano 718, se ganó a los árabes, aquí, junto al Ebro, en las proximidades del castillo de Tedeja, una batalla, bajo el mando de don Pedro, Duque de Cantabria.
En dicha época reinaba en este lugar el Duque de Cantabria. Don Pedro, que al decir de muchos autores murió el ano 730, sucediéndole su hijo Fruela. Mientras el segundo hijo, Alfonso, al casarse con la hija de don Pelayo, subió al trono asturiano el ano 739, lo que nos hace pensar, que los moradores de este rincón también debieron estar en la batalla de Covadonga.
Pues bien, el año 716 los árabes lanzaron un formidable ataque sobre las tierras de la Bardulia, y sus moradores, ante la avalancha enemiga, buscaron refugio en los valles y montañas del feudo mandado por el Duque de Cantabria, el ya citado Don Pedro.
Está más que probado, que los árabes llegaron hasta Amaya, pero de ahí no pudieron pasar, decidiendo entonces dividir su poderoso ejército en dos grandes núcleos, uno de los cuales se dirigió hacia la Rioja y Álava y el otro se propuso doblegar al resto de la Bardulia.
Don Pedro. al ver su ejército notablemente reforzado por los fugitivos que iban llegando, se apresta a dar la batalla a los árabes invasores, estableciendo unos puestos avanzados en el borde superior de la meseta, creando al mismo tiempo un gran centro de resistencia en el castillo de Tedeja, que defendía el paso del desfiladero de Horadada que rompe la sierra de la Tesla, limite Norte de ese encantador paraíso del Valle de Valdivielso.
Los árabes lanzaron un fuerte ataque contra dicha posición sin que pudiera lograr su objetivo, siendo completamente derrotados por el ejército cristiano acaudillado por don Pedro.
Para aumentar la defensa natural de sus montes y sus estrechos pasos, existían además los castillos de los Hocinos y de Tejada, de Malvecino y de Tova, en el interior del Valles de Valdivielso y mirando a Cuesta Urría, el de Bellavista.
Ante esta fortaleza natural, el arrojo y valentía de sus moradores bajo la pericia de don Pedro y de sus hijos Fruela y Alfonso, los árabes no tuvieron más remedio que retroceder a la llanura burebana para atacar los castillos de Pancorbo y de Cellórigo.

Fuente: Eugenio García García (www.tedeja.com)

-Incursiones musulmanas en la provincia de Burgos.


A partir del año 734, los árabes realizan la ocupación militar y política de nuestra región. ya que es fronteriza con los territorios ya independientes de Asturias y Cantabria. Por esta razón construyen unas fortalezas militares en la zona fronteriza de Cantabria (Amaya}, en la región del Ebro (Frías. Pancorbo y Miranda), al igual que en la zona del Duero. A pesar de esta presencia permanente de las guarniciones árabes, ni Cantabria o los territorios de Villarcayo y Losa no fueron dominados por los árabes, así como tampoco el Valle del Ebro desde Sobrón a Manzanedo, aunque sí sufrieron correrías e incursiones de rapiña y de desgaste.
Son conocidas las incursiones sarracenas del año 792 a cargo del Albutamán que se extendió por Alava y Miranda y la mandada personalmente por Abdelcarim del año 798 que desde Haro y Pancorbo llegó hasta Sotoscueva, en cuyo castillo derrotaron a los cristianos.
Otra entrada de los moros por tierras de Burgos tuvo lugar el año 806, atravesando Pancorbo y La Bureba hasta el Pisuerga, donde fueron derrotados.
Para resistir y para impedir estas penetraciones de los ejércitos árabes siguiendo el curso del Ebro, existían ya desde el siglo VIII una serie de fortalezas y castillos desde Haro hasta los valles de Sedano, entre los que hay que mencionar Cellórigo, Bilibio, Almiñe, Sta. Gadea del Cid, Pancorbo, Frías, Mijangos, Montealegre, Tedeja, o Tedega, Caderechas y Castrobarto.
En estos finales del siglo IX la tierra de Burgos aparece ya bastante poblada, debido a los mozárabes huidos de Córdoba y Toledo por la persecución de los Califas contra los cristianos y debido también a las ventajosas condiciones establecidas por el Monarca para el asentamiento de los repobladores.
Todavía tuvieron que padecer las batidas del gran caudillo AImanzor, a cuya muerte el año 1002 prácticamente desapareció la amenaza musulmana sobre le región de Burgos.


Fuente: Alvaro Dlaz Moreno –www.tedeja.com

martes, 21 de agosto de 2007

-Homo Anteccesor



La definición de esta especie es fruto de los 86 restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina.


Vivio en el pleistoceno inferior hace entre 780.000 y 1.000.000 de años.
Su aspecto se asemeja mucho al nuestro, tenían una mandíbula poco especializada, un aparato dental muy primitivo y una complexión grácil, median entre 1.70 y 1.80, eran robustos, musculosos y corpulentos, tenían la frente echada hacia atrás, sus cejas eran anchas y las aberturas nasales amplias, no tenían barbilla.
Se dedicaban a la recolección de vegetales y a la caza menor. Para trabajar usaban lanzas sencillas y piedras cortantes. Este homínido aun no conocía el fuego por lo que comían la carne cruda. No vivían en cuevas pero las utilizaban para estar guarecidos y para fabricar sus utensilios.
Su esperanza de vida no superaba los 40 años, vivian en grupos de 8 a 12 especimenes. Su capacidad craneal era de 1000 cm3, mientras que nosotros tenemos 1400 cm3.
Pudieron ser caníbales, ya que se comían los unos a los otros. No esta claro si lo hacian por rito o por necesidad.
Habia gran diferencia entre sexo masculino y el sexo femenino en cuanto a peso y estatura.



Por sus características, Homo antecessor podría ser el ancestro común de los neandertales (Homo neanderthalensis) y de nuestra especie.

-Iglesia visigoda de Santa María de Mijangos.


En la villa de Mijangos, cerca de Trespaderne, se encuentra ésta iglesia, que tiene su origen en el siglo V, en época tardorromana. La primera reconstrucción se produce en época visigoda, modificándose por última vez en el siglo X, ya en época altomedieval.
Estas fases constructivas se corresponden con tres momentos de utilización de la necrópolis que aperece alrededor de la iglesia. A grandes rasgos se puede decir que cada período tiene su tipo de enterramiento.

Así, el romano -SigloV- se caracteriza por poseer tumbas excavadas en la roca; el visigodo- siglo VII- presenta sarcófagos y el medieval-siglos IX-X- sepulturas de lajas.
Mandato de Recaredo, la iglesia de Santa María de Mijangos es, según numerosos autores, el primer testimonio de la cristianización de las Merindades. Según reza en una lápida conmemorativa de la consagración del templo, que se encuentra en el Alcázar de los Condestables de Medina de Pomar, fue un 6 de mayo cuando «el obispo Asterio consagró el lugar por mandato del glorioso señor Recaredo»

A pesar de no figurar en la lápida el año de la consagración, todo apunta que fuera en el 589 cuando se desarrolló el acto que convertía la iglesia arriana de Mijangos en un templo dedicado al culto católico, una vez que el rey visigodo y los miembros de la nobleza gótica se convirtieran oficialmente al catolicismo en el año 539 y constituyesen a la Iglesia católica en nacional y oficial del Estado.

domingo, 19 de agosto de 2007

-Representación de la Batalla de Atapuerca


La XII edición de la representación de la Batalla de Atapuerca, que se celebrará el próximo domingo, contará con la participación de 200 vecinos de las localidades de Atapuerca y Olmos de Atapuerca, que asistirán como actores, informaron hoy fuentes de la organización.

La batalla de Atapuerca ocurrió el 1 de septiembre de 1054, en el valle de Atapuerca (Burgos), entre Fernando I, rey de León y Castilla, y su hermano García Sánchez III, 'el de Nájera', rey de Navarra.

El monarca navarro resultó herido de muerte por un noble castellano y falleció en los brazos de San Iñigo, y Fernando I de Castilla se anexionó la comarca de la Bureba, a la que pertenece Atapuerca y que era hasta ese momento territorio navarro, para su reino castellano.

En el mismo campo de batalla donde se realiza esta representación se nombró rey de Navarra al hijo del difunto García, Sancho Garcés IV, después de haber rendido homenaje a Fernando I.

Esta representación es uno de los acontecimientos culturales del verano burgalés.

La representación está organizada por la Asociación Amigos de Atapuerca. Esta representación cuenta anualmente con unos 5.000 espectadores que se acercan desde varias provincias españolas, sobre todo del norte peninsular.

sábado, 18 de agosto de 2007

-Fortaleza de Tedeja



La fortaleza de Tedeja se encuentra al sur de la localidad de Trespaderne, provincia de Burgos, dominando la entrada del desfiladero de la Horadada. Su visión alcanza la mitad del Cañón de la Horadada, las dos vertientes del río Nela hasta Medina y el comienzo del Valle de Tobalina.


Los restos del antiguo castillo de Tedeja se encuentran en una de las últimas cumbres de la sierra de la Tesla. El control del desfiladero de la Horadada, paso crucial en la comunicación entre la Meseta y el Cantábrico, era una tarea muy fácil debido a la estratégica posición de esta fortaleza, cosiderada como la más antigua de Castilla. Fue el primer gran castillo de Castilla.
Las primeras citas documentales sobre este castillo son del año 1045, aunque los restos de una torre, muralla y una puerta, datan del año 450, dentro del Bajo Imperio Romano.

También según datos recogidos en el libro «Condado de Castilla» de Fray Justo Pérez de Urbel, el fundador del Castillo de Tedeja fue don Pedro, duque de Cantabria, muerto en el 740.
El nombre de Tedeja procede del término latín Tetelis, que significa tutela, vigía, lo que no hace sino remarcar su situación y la importancia y significación inicial del recinto militar romano.

Amén de su privilegiada ubicación, dominando el paso de La Horadada, el profundo foso, los escarpes y las gruesas murallas hicieron de Tedeja una fortaleza casi inexpugnable. Más de dos metros de grosor miden varios de los muros sacados a la luz. Seis cubos semicirculares macizos parecen haber servido de atalayas.
En el este se ha podido localizar una de las puertas del recinto, estrecha y larga, y protegida por una torre cuadrangular de sillería. Este sector es el que da la cronología más temprana.
La ubicación de la fortaleza al final del desfiladero hace pensar que ésta fortificación romana del siglo V sólo podía tener un sentido: cerrar el paso por el norte a las tribus invasoras y enemigas del Imperio.
La importancia del Castillo de Tedeja decae en el momento en la que la función primera para la que fue construido (función defensiva), va perdiendo importancia, ya que con el retroceso de la línea invasora musulmana, las montañas de Burgos carecen de protagonismo, pues pasan de ser línea de vanguardia a ser de retaguardia.

-Lobera de Perex


Cerca de la localidad de Pérex, en el Valle de Losa, se encuentra una de las loberas mejor conservadas de la provincia de Burgos. Desde antiguo, el lobo fue uno de los animales más temidos por las gentes de estas comarcas.
Las loberas tienen una arquitectura muy característica, formada por dos paredes de piedra convergentes, de casi tres metros de altura, que conforman un embudo que desemboca en un foso. Dicho hueco debía ser lo suficientemente profundo para que el animal no pudiera escapar.
Tradicionalmente los lobos eran conducidos a las loberas por perros y cazadores. Una vez allí, el lobo era golpeado desde unos pequeños refugios de piedra, para evitar que retrocediera. Cuando los animales caían en el foso, eran sometidos a una especie de juicio por las extorsiones causadas a la comunidad. Luego eran sacrificados y sus cadáveres se exponían a la vista de todos.
Se cree que las loberas existían ya en época prehistórica. Han sido utilizadas hasta bien entrado el siglo XX.
Otros restos de estas curiosas construcciones se encuentran en pueblos como Berberana, Castrobarto, Espinosa de los Monteros, Villabasil, Río de Losa y Huidobro.

-Ermita de San Pantaleón de Losa


Coronando un inmenso atolón rocoso, semejante a un navío embarrancado, se levanta una diminuta y hermosísima ermita románica en el pueblo de San Pantaleón de Losa. Con la silueta de la Sierra Salvada al fondo, y en un paraje natural que respira espiritualidad y sensación de secretos ocultos, el singular santuario impone su presencia en toda la región.

Fue consagrada por el obispo de Burgos Don García en el año 1206, dato bien conocido debido a una inscripción en la propia ermita, y es un edificio de una gran calidad arquitectónica, aunque de modestas dimensiones.
La misteriosa iconografía y el lugar en que se encuentra el templo de San Panataléon de Losa nos hace asegurar que no estamos ante un edificio cualquiera. Los expertos en arte románico han resaltado lo extraordinario de la decoración. No suele ser habitual tanto lujo decorativo en una ermita rural aislada.
Hasta no hace muchos años albergaba un frasco con la sangre de San Pantaleón, que se licuaba el día de su fiesta, y que ahora se encuentra en Madrid, por lo que en época románica fue objeto de una peregrinación importante.
En ella pueden distinguirse dos etapas de construcción, la primera tardorrománica y una ampliación gótica.
La parte románica se levantó entre los siglos XIII y XIV, con piezas procedentes de un templo anterior del siglo XII. A esta época constructiva corresponde la nave única de gran altura. Uno de los elementos que más llama la atención en el exterior del templo es la cuidada y fina ornamentación que decora las ventanas y la portada. En la portada destaca un atlante, una figura enorme esculpida en uno de sus lados. En el otro lado, hay un gran zigzag y estas dos representaciones, humana y geométrica, enmarcan el resto de columnas y arquivoltas de la entrada a la iglesia. En las ventanas se pueden contemplar dos elementos característicos de la iconografía de San Pantaleón: las máscaras diabólicas y las arquivoltas que parecen encerrar en su interior una serie de penados de los que sólo se llegan a ver las cabezas y los pies. A la etapa gótica corresponde la ampliación de la nave hacia el norte, en el siglo XVI, y se distingue por el uso de un lenguaje renacentista que incorpora elementos góticos, como los nervios de las bóvedas. En la zona norte hay un baldaquino de piedra que protege un sarcófago y un coro de madera.
Se ha documentado la existencia de una necrópolis, dentro y fuera del templo, intensamente reutilizada a lo largo del tiempo. Algunas tumbas pueden fecharse entre los siglos XIII y XIV, aunque la mayor parte provienen del siglo XVII en adelante. Los arqueólogos han encontrado pocos objetos personales o ajuares funerarios en estas sepulturas para orientar sus investigaciones -21 monedas del siglo XII al XIX, algunos restos de cerámicas, rosarios, clavos y botones-. - Han aparecido también dos muros curvos y algunos fragmentos de cerámicas romanas, que son indicios de una construcción anterior a la época medieval en el lugar donde más tarde se levantó la ermita, tal vez de época romana tardía o paleocristina.

-Ermita de San Juan Bautista. Barbadillo del Mercado


No hay datos exactos sobre el año de construcción, pero atendiendo a su estilo, el llamado estilo Condal, puede fijarse en tiempos del conde Fernan González o en los de su sucesor Garci Fernández, entre los años 912 y 995. Aunque algunos autores suponen que su construcción se hizo tres siglos antes.

La ermita, construida con buenos sillares, tiene una puerta de acceso coronada con arco mozárabe y otra tapiada en el lado opuesto de las mismas características.

Sus canecillos son de lo más primitivo que en estilo prerromanico se conoce y están decorados con cruces y grafitos que representan diversas figuras, algunas de ellas humanas.

-Castro de Peña Ulaña

Este yacimiento, localizado en el municipio de Humada, estaba ubicado en la antigüedad en la frontera entre el pueblo cántabro y los turmogos, y es considerado uno de los más grandes asentamientos castreños de Europa. Este territorio entró en la Historia a raíz de la conquista por parte de las legiones romanas, cuando Augusto decidió enviar su ejército al norte de Hispania para concluir la conquista de la Península y acabar así con una incómoda resistencia que impedía explotar económicamente estos territorios bañados por el Cantábrico.

La Ulaña se encuentra en una zona de emblemáticos yacimientos prerromanos como Peña Amaya, Monte Cildá o Bernorio, a unos 40 km al sur de Reinosa en línea recta, que siempre han estado en el horizonte de los investigadores para desvelar datos del periodo anterior a la conquista romana.

El castro de La Ulaña se sitúa en una 'lora' de cinco kilómetros de longitud y de una anchura que oscila entre los 150 m y los casi mil, desde la que se divisa todo el territorio circundante. La altitud oscila entre los 1.150 y 1.230 m, elevada sobre los valles que la rodean unos 230 m y claramente delimitada por farallones.
Su extensión, en concreto 586 ha de las cuales 285 se localizan en la plataforma superior, permiten considerar al castro de La Ulaña como el mayor de España y uno de los más grandes de Europa. Esta circunstancia favoreció que los pobladores de este asentamiento combinasen las condiciones naturales del lugar con estructuras constructivas -murallas- para conseguir una necesaria defensa y protección del área de hábitat. No obstante, la muralla (250 m de longitud y una anchura media de 3,5 m en una zona mejor conocida) también pudo contar con un valor 'monumental' y 'simbólico', al tiempo que cumplía una función de cohesión social para el grupo.

Las estructuras localizadas en las primeras campañas fueron un total de 267, de las cuales 48 son de apariencia tumular y contorno circular, pudiendo tener un carácter funerario, y 179 se han identificado como de habitación. De éstas 77 son de planta circular, 43 de planta rectangular cerrada, 31 de planta rectangular abierta, 26 ovales y dos cuya planta de contorno rectangular está rematada en uno de sus lados en círculo; el resto son muros de diversa morfología y época.
Estos datos han permitido establecer como cifra orientativa el número de pobladores del castro, entre 500 y 600.
Bajo una techumbre a dos vertientes se localizó un hogar y una gran masa de arcilla quemada que definía el punto donde se ubicaba un pilar para sujetar la cubierta.
También se han identificado en otras estructuras hogares cuya finalidad era la de taller. Estas estructuras de ocupación se cree que fueron habitadas en la II Edad del Hierro, descartando la hipótesis de que su destrucción pueda vincularse a algún episodio de las Guerras Cántabras de fines del siglo I a.C.

Desgraciadamente no se trata este de un yacimiento que haya proporcionado una gran riqueza de material arqueológico mueble. No obstante, los restos exhumados interpretados por los científicos permiten conocer aspectos relacionados con las actividades económicas de las personas que ocuparon la Ulaña. Así, hay datos de la presencia de fauna doméstica (sobre todo ovicaprinos), de objetos de bronce (mayoritariamente adornos), de piezas de hierro (vinculadas a los trabajos de la madera, en la cocina o del artesanado textil), o de molinos (agricultura del cereal), además del hallazgo de proyectiles de honda y de monedas de entre los años 28 y 26 a.c.
Finalmente, los materiales cerámicos apuntan a dos momentos temporales concretos y continuos: uno entre el 300 y mediados del siglo I a.C. -llegando quizá a las Guerras Cántabras-, y otro en la transición del Hierro I al Hierro II (de fines del siglo IV a principios del siglo III a.C.).

viernes, 17 de agosto de 2007

Pedro Fernandez de Velasco. Condestable de Castilla.



Los Condestables de Castilla
El título de Condestable fue creado por el rey Juan I para sustituir al de Alférez Mayor del Reino. En él recaía el mando supremo del ejército y tenía el derecho de llevar pendón, mazas y rey de armas. El Condestable era el máximo representante del Rey en ausencia del mismo.
Desde su creación, en 1382, el título de Condestable fue ostentado por Alonso de Aragón, Pedro Enrique de Trastamara, Rui López de Dávalos, Álvaro de Luna y Miguel Lucas de Iranzo, teniendo carácter vitalicio pero no hereditario.

Cuando en 1473 Enrique IV nombra Condestable a Don Pedro Fernández de Velasco, el título se hace hereditario.

Don Pedro Fernández de Velasco nació en Burgos el año 1425. Sexto Condestable de Castilla también poseía los títulos de II Conde de Haro, Camarero Mayor de Enrique IV, Virrey y Gobernador de Castilla, Señor de Medina de Pomar, de Briviesca, de Villadiego, de Belorado, de Salas y su Sierra, de los Valles de Soba y Ruesga, etc. Participó en la conquista de Úbeda y Baeza, hecho que tuvo lugar el día de San Andrés, razón por la cual el Rey le otorgó el derecho a añadir a sus blasones una bordura con las aspas propias de este santo, al que a partir de entonces adoptó como patrono. Participó en las batallas de Gibraltar y Archidona y tomó parte en la conquista de Granada.

Casado con Mencía de Mendoza y Figueroa, tuvieron como hijos a Bernardino Fernández de Velasco, Íñigo Fernández de Velasco, Leonor de Velasco y María de Velasco.

-La Casa del Cordón



El Palacio de los Condestables de Castilla conocido popularmente como Casa del Cordón es un palacio originario del siglo XV que se alza en el casco histórico de Burgos. Su promotor fue el Condestable de Castilla don Pedro Fernandez de Velasco, casado con doña Mencía de Mendoza y Figueroa.


Al ser nombrado don Condestable de Castilla en 1473, la residencia del mismo, sita en la calle Cantarranas (actualmente calle de San Lorenzo) se reveló como impropia de tan alto cargo público. Por ello, rápidamente, en 1476 se comienza la edificación del nuevo palacio en el que residirá la máxima autoridad política del reino tras el propio monarca. El lugar elegido es la Plaza del Mercado Mayor, anteriormente llamada Corral de las Vacas, y hay indicios de que se empleó como base alguna construcción anterior, probablemente el llamado Palacio de la Princesa
El diseño inicial es atribuíble a Juan de Colonia y a su hijo Simón y se trata de un edificio civil de estilo gótico tardío de gran belleza y armonía, si bien hoy en día se encuentra muy modificado respecto al diseño original. Un cordón o unas cadenas colgadas en la puerta de una casa indican que en ella ha dormido un rey, doña Mencía era devota de San Francisco y mandó esculpir el condón franciscano. Este cordón es el que, en el acervo popular, dio nombre al edificio.

Desde el momento mismo de su construcción, la Casa del Cordón se convierte en escenario de importantes eventos históricos. En 1497 los Reyes Católicos reciben en la Casa del Cordón a Cristobal Colón, a la vuelta de su segundo viaje a América. Ese mismo año se había casado en la casa, el príncipe Don Juan, hijo de los Reyes Católicos con la princesa Margarita, hija del emperador Maximiliano I de Habsburgo. El 17 de septiembre de 1506 llegan a Burgos don Felipe "El Hermoso" y su esposa, Juana. Ocho días más tarde, fallece en la propia Casa de Cordón el monarca, y de este edificio sale la comitiva que realizará un periplo por toda Castilla hacia Granada.
Poco después, se reúne en la Casa del Cordón un Consejo de Regencia, que nombrará a Fernando II de Aragón regente hasta la mayoría de edad de Carlos que aún es un niño. A partir de ese momento, el rey aragonés, regente de Castilla establece la corte en la Casa del Cordón, donde recibe la visita del Papa Julio II entre otras personalidades.
El 11 de junio de 1515 se celebra en la Casa del Cordón la ceremonia de incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla. A partir de este momento, el traslado a Madrid de la corte permanente va dejando a Burgos, y consecuentemente, a la Casa del Cordón en un segundo plano. No obstante, Carlos I se aloja en varias ocasiones en la Casa del Cordón, tanto en estancias en Burgos como en paradas en la ciudad en viajes más largos.
Felipe II también se aloja en el palacio, pero poco a poco va cayendo en desuso, lo que hace que se vaya deteriorando. El último monarca que se hospedó en la Casa fue Felipe V, en 1701, y en 1706 se hospedaría su esposa, la reina María Luisa con la corte. En aquellos momentos el deterioro del inmueble ya era notorio, y en 1744 la infanta doña María Teresa es el último miembro de la Familia Real que se aloja entre sus muros.
En 1748 el Marqués de Villacampo solicita alojar a las Infantas Luisa Isabel e Isabel María en la Casa del Cordón, que desde ese momento perderá su condición de mansión real.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico el 11 de mayo de 1968.


-Burgos y la Via Aquitana


Algunos son los autores que relacionan la fundación de la ciudad de Burgos con el paso de la Via Aquitana por territorio burgalés.

La conocida como Via Aquitana 34 del Itinerario de Antonino era en el siglo IX el principal eje este-oeste del norte de la península, y canalizaba la casi totalidad del tráfico caminero de su época. Además permitía el rápido desplazamiento de ejércitos, lo que facilitaba las acciones militares de los musulmanes en las numerosas aceifas contra los territorios cristianos.

Ésta Via Aquitana entraba en la actual provincia de Burgos por Deóbriga (Arce-Mirapérez, Miranda de Ebro) hacia Vindeleia (Pancorbo), Virovesca (Briviesca) y Tritium (Alto de Rodilla).
Al llegar a la actual ciudad de Burgos discurría al sur del cerro del Castillo, dirigiendose hacia Deobrígula (Tardajos), Segisamo (Sasamón), saliendo hacia Locobricam ( Carrión de los Condes).
La fundación de Burgos se realiza en 884 sobre el cerro que domina el paso entre éste y el río Arlanzón, lo que parece ser un intento de consolidación y control sobre ésta via de comunicación.
Además a finales del siglo IX se refuerza la frontera del Duero con fortificaciones en Haza, Roa, Clunia, Osma y San Esteban de Gormaz, lo que sin duda favorecerá el desarrollo de otra importante via de comunicación, El Camino de Santiago.

miércoles, 15 de agosto de 2007

-El Cronicón de Oña

La iglesia de San Salvador de Oña (Burgos) acoge hasta mañana miércoles, 15 de agosto, la vigésima edición de la representación de ‘El Cronicón de Oña’, que tiene lugar desde el pasado 10 de agosto, a las 22.00 horas, en el interior y exterior del templo. Alrededor de 120 actores escenifican los acontecimientos de la Castilla de los siglos X y XI a los que se suman otros 80 vecinos de esta localidad, con edades comprendidas entre los 8 y 80 años, que también colaboran en las tareas de vestuario, limpieza o montaje.

lunes, 13 de agosto de 2007

-Batalla de Atapuerca

A la muerte de Sancho III el Mayor de Navarra, ocurrida en 1035, sus hijos heredaron sus estados: a Fernando le correspondió el reino de Castilla como Fernando I, y García se convirtió en rey de Navarra como García Sanchez III. A la muerte del rey Bermudo III de León en la batalla de Tamara, Fernando pasó a ser rey de Castilla y León. Sin embargo los hermanos no se llevaban bien y trataban de despojarse mutuamente de sus territorios para tratar de recuperar los dominios de su padre, por lo que surgían constantemente disputas fronterizas entre Castilla y Navarra.
En 1053 el rey García cayó enfermo, y su hermano Fernando fue a visitarle a Nájera. García trató de hacerle prisionero, pero Fernando se enteró de sus propósitos y logró escapar. Al poco tiempo fué Fernando quien cayó enfermo, y su hermano García le devolvió la visita. Pero esta vez fue Fernando quien aprisionó a García en Burgos, llevándole prisionero al castillo de Cea. García logró escapar, pero regresó al frente de su ejército, acampando en la llanura al norte de Atapuerca. Fernando deseaba evitar una lucha fratricida, y envió a San Ignacio, abad de Oña, y a Santo Domingo de Silos al campamento del navarro trata tratar de negociar.
García rechazó cualquier posibilidad de trato, por lo que la batalla fue inevitable. Ésta se libró el 1 de septiembre de 1054, y como resultado de la misma los navarros fueron derrotados por los castellanos y leoneses, y su rey García Sánchez III muerto en los combates. Desde entonces, el lugar del campo de batalla fué conocido como "el campo de la Matanza". Muerto su rey, los navarros eligieron sobre el terreno a Sancho IV como su nuevo monarca.
Tras la batalla, Fernando I llegó hasta Nájera y se apoderó de todas las tierras y poblaciones de la derecha del Ebro. Desde entonces la Bureba y la Rioja se incorporaron definitivamente al reino de Castilla y la frontera oriental de éste alcanzó el rio Ebro.

sábado, 11 de agosto de 2007

-Alvar Fañez de Minaya


Se sabe que nació en la villa de Burgos en 1034. Su nombre fue popularizado por las muchas menciones que de él hace el Cantar del Mío Cid como amigo, principal lugarteniente y sobrino carnal de el Cid Campeador.

Según documentos de la época, Álvar Fáñez combatió inicialmente junto al Cid contra el rey Alfonso VI de León. Luego de la primera batalla en la ribera del río Esla, Álvar se hizo fuerte con sus tropas en una pequeña población cercana a la ciudad de León, logrando impedir el paso de las fuerzas enemigas por el puente de Villarrente. En recompensa a su valentía, en el año 1072 el rey Sancho le hizo merced del sitio y sus adyacencias para él y sus descendientes. El lugar se denominó primero Villafañe.

Cuando el rey Sancho fue asesinado en el antedicho año de 1072 por un noble zamorano sin dejar herederos, su hermano Sancho tomó el trono de Castilla. A partir de ese momento hay abundante documentación que vincula a Álvar Fáñez con el ahora rey de León, Castilla y Galicia Alfonso VI, de quien fue tenente, y a cuyas órdenes combatió infatigablemente a los moros, entre quienes, era muy temido. Se sabe que, antes de la reconquista de Guadalajara, recorrió junto al Cid el valle del Henares (frontera de la marca media de Al Andalus) realizando diversas incursiones militares y conquistando Castejón, el castillo de Jadraque y sembrando el pánico entre los sarracenos en Hita, Guadalajara y Alcalá. Se ocupó varias veces del cobro de los parias, tributos que debían abonar los reinos taifas.
Lo cierto es que Alvar Fáñez de Minaya aparece en los viejos documentos medievales como gobernador de Valencia,alcalde y jefe militar de Toledo, de Peñafiel y aún de Zorita, figurando como señor de este último fortísimo enclave. Conquistó también directamente la ciudad Guadalajara, Medina del Campo y Aledo.
Álvar Fáñez fue Code , Dux de Toledo, Señor de Sotragero, de Villafañé y de Zorita. Murió en la rebelión que tuvo lugar en Segovia a mediados de abril de 1114, combatiendo en defensa de la Reina Urraca. Fue enterrado en su Burgos natal, en el monasterio de San Pedro de Cardeña, donde se dice que aún se conserva su sepulcro.
En el Cantar, Álva Fáñez es mencionado unas 30 veces como lugarteniente y amigo inseparable del Cid Campeador, el único en quien confiaba en circunstancias difíciles. Sin embargo, algunos historiadores afirman que nunca perteneció a los ejércitos del Cid y se desempeñó de modo totalmente independiente en las campañas guerreras de Alfonso VI, lo que parece estar avalado por datos biográficos.
Álvar Fáñez desposó a Mayor Pérez, con quien tuvo dos hijos varones y dos hijas, ambas con numerosa descendencia.

-Dolmen de Cubillejo de Lara

El dolmen de Cubillejo de Lara, se halla en el pago denominado por los lugareños “Dominustecum” (perteneciente al término municipal de Mazariegos), en el centro del valle que encierran las Mamblas y la Peña Lara, y bajo la cota de los 1040 metros de altitud.
Se halla sobre el picón formado por la unión de dos arroyos: el de la fuente de Los borbotones y el arroyo de las laderas. La geomorfología del paraje se identifica con el sector de transición de la Cuenca terciaria de Castilla la Vieja y el flanco occidental de la Cordillera Ibérica, la Sierra de la Demanda. Su litología es variada, estando formada por calizas, conglomerados, arcillas y depósitos aluviales.
Permaneció prácticamente bajo tierra, apenas sobresalía el extremo de algún bloque, hasta el año 1978 en que fue excavado y estudiado.
Se trata de un sepulcro de corredor, modalidad predominante en el ámbito burgalés de la Paramera de La Lora. Recibe este nombre porque consta de una dependencia principal, la cámara, más o menos circular, a la que se añade un pasillo de acceso, el corredor, construido con bloques de menor tamaño y que comunica el área funeraria con el exterior. Todo el espacio estaba sin pavimentar ni empedrar, formado por arcilla muy compacta.
En el caso de Cubillejo, existió una cubierta hoy desaparecida, como lo demuestra la presencia de un agujero en el centro de la cámara; éste habría servido para colocar el poste de sostén sobre el que se apoyaba la cubierta de ramas y barros.
La cámara conserva grabados que se convierten en los elementos más significativos del conjunto. La escena se compone por dos cuadrúpedos, dos signos circulares y una serie de trazos diagonales y paralelos. La representación puede tener un doble significado: la fecundidad (trazos oblicuos) o el sentido cósmico (signos circulares que representan el sol y la luna).
Lo importante es la introducción de estos elementos plenamente esquemáticos por influencia de los colonizadores orientales.
Los objetos encontrados en este monumento funerario son escasísimos, como consecunecia de los continuos expolios sufridos, pero tienen una gran importancia científica. En lo que se refiere al ajuar, destaca la absoluta ausencia de metal y armas. Por el contrario, aparecieron algunos elementos de sílex, tres fragmentos de hueso y dos de cerámica, así como un bello brazalete de cardium y dos cuentas de collar de calaíta. Estos dos últimos objetos indican el contacto con el exterior, con poblados costeros, lo que suponía no sólo el intercambio de objetos, sino la aparición del comercio y, debido a éste, el intercambio racial y cultural. También resultó muy interesante el hallazgo de un fragmento de cerámica, por tratarse de una pequeña parte de un vaso campaniforme, adornada con dibujos incisos en zigzag y trazos paralelos. Todos estos restos se conservan en el Museo de Burgos.
Los restos humanos aparecen en número muy escaso y su estado de conservación es lamentable, sobre todo el de los cráneos. Dada la dificultad para penetrar en esta cámara funeraria así como la posición en que fueron encontrados los esqueletos se cree que las inhumaciones se efectuaron simplemente depositando los cadáveres en la tumba.

-Dolmen de Busnela


Dolmen semirrupestre de Busnela. Este curioso megalito se construyó aprovechando una gran roca sobre la que se apoyaron siete enormes ortostatos de roca arenisca. Como los cercanos dólmenes de Haedo y Robledo de las Pueblas el sepulcro de Busnela puede fecharse hace unos 5.000 años.

Tiene un eje mayor de siete metros, y una altura aparente de 2,3 metros. La cubierta forma parte de la roca principal, por lo que sólo ha sido edificada la pared oriental con grandes lajas.

-Dolmen de Arnillas



En el austero paisaje de los páramos que presiden las zonas altas de la comarca de Sedano se localizan uno de los mayores conjuntos dolménicos de Europa. Sus inicios han sido fechados unos 5.000 años, durante el Neolítico, y los arqueólogos confirman una utilización posterior de más de mil años. El esquema arquitectónico y funcional de estos megalitos funerarios responde básicamente a la variante conocida como sepulcro de corredor, que consta de una cámara circular o poligonal y un largo pasillo acceso. La estructura interna de levanta con grandes lajas de piedra enhiestas protegidas por un amontonamiento exterior, el túmulo, de tierra y piedras. Los dólmenes más importantes han sido restaurados y señalizados para su visita turística. El más llamativo de todos ellos es el de las Arnillas, en el término de Moradillo de Sedano. Se puede llegar hasta él caminando por el valles de la Granja , en las inmediaciones de Gredilla.




Fuente: Celtiberia.net

-Cuevas en Oña


Son esencialmente dos los abrigos rocosos encuadrados en el término municipal de Oña, que han arrojado la presencia de restos adscritos al arte paleolítico: la Cueva de El Caballón, La Blanca y la Cueva Los Moros o de Penches.

La primera fue descubierta y excavada en 1.916 por varios padres jesuitas. Destacaban numerosas azagayas y una pieza singular: un bastón de mando perforado con el grabado de una cabeza estilizada de rumiante, realizado sobre un candil de ciervo pulido, hoy en día se encuentra en paradero desconocido.

En definitiva este podría haber sido "uno de los complejos de cavernas más interesantes del país, si las circunstancias de su descubrimiento y excavación hubieran sido distintas." La Cueva de El Caballón es "el único yacimiento con niveles del Paleolítico Superior, que en el contexto de la Meseta se podría incluir, con alguna reserva, dentro de un periodo cultural concreto: entre el Magdaleniense medio y el superior". El hito más importante y relevante de los conservados en Oña y que hacen referencia a la época antigua, es la conservación en la Iglesia de San Salvador de tres aras del siglo III D.C. Fueron encontradas en la cercana localidad de Barcina de los Montes (9 kms.), y hoy por hoy son el único elemento que permite atestiguar la procedencia del topónimo La Bureba, comarca cerealística de la provincia de burgos y en la que históricamente ha estado encuadrado Oña.

Las mencionadas aras, latinizadas, proceden de la tribu indígena de los Autrígones, pobladores de esta zona de la provincia de burgos hasta y durante la presencia de los romanos en la península ibérica. En ellas aparece la presencia de un dios llamado VUROVIO, deónimo que con el tiempo fue derivando y mutando hasta convertirse en Bureba y así dar nombre a la ya citada comarca. La importancia de estas aras radica en que constituyen el único elemento que permite conocer la procedencia de este topónimo.
Fuente: Celtiberia.net

viernes, 10 de agosto de 2007

-Laín Calvo y Nuño Rasura


Fueron los famosos Jueces de Castilla. Escogidos entre los caballeros más prudentes para gobernarse, uno en el aspecto civil y otro en el militar, cuando los castellanos resolvieron no obedecer más al centralismo de la corte de Asturias. No se regían por el "Liber Gothorum" o Fuero Juzgo, esto es, las leyes de la tradición germánico-romana sino que en una ya clara diferenciación con el reino Asturiano, éstos administraban justicia con arreglo al Fuero libre Albedrío. Los jueces Laín Calvo y Nuño Rasura afrentaron a la monarquía leonesa quemando en Burgos la copia del "Fuero Juzgo", código legal visigótico allí vigente, y proclamaron la autonomía legislativa de los alcaldes.

La Crónica de El Toledano nos presenta compartiendo a Nuño Rasura el gobierno del Condado, ocupándose Laín Calvo de los asuntos guerreros, mientras que Nuño era amado de todos por su habilidad en arbitrar amigablemente las querellas sometidas a su juicio, prefiriendo este medio de resolverlas al de sentenciarlas con la consiguiente contrariedad del condenado.

Según el Poema de Fernán Gonzalez eran antepasados directos de éste (en el caso de Rasura) y del Cid Campeador (en el de Calvo). Tal parentesco está apoyado únicamente en documentos literarios y no tiene aval histórico cierto.

-Arco de Santa María

El Arco de Santa María forma parte de una antigua torre que se levantó para proteger el puente del mismo nombre. A finales del siglo XIII o comienzos del XIV, cuando se levantaron las nuevas murallas de la ciudad, el arco quedó integrado en la cerca, pasando a convertirse en una de las puertas de acceso a la urbe. La estructura del edificio que actualmente contemplamos fue levantada en esos momentos, aunque en los siglos XVI, XIX y XX sufrió notables transformaciones.
A lo largo de su historia, además de servir de puerta a la ciudad, dotada de funciones fiscales, fue también sede del Concejo Burgalés. Los regidores se reunieron en la denominada Sala de la Poridad hasta finales del siglo XVIII, momento en el que se levantó la nueva Casa Consistorial. Este espacio está cubierto por una bella cubierta mudéjar.
La importancia del Arco de Santa María se vio incrementada al convertirse, desde el siglo XVI, en el lugar por donde hacían su entrada solemne en la ciudad los reyes en sus visitas a la misma, tomando el relevo del antiguo Arco de San Martín, por el que habían entrado los soberanos hasta la época deCarlos I.

El arco de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de Burgos, que aparece además, mencionado en el Poema del Mío Cid. En tiempos del más grande héroe castellano era una de las 12 puertas con las que contaba la Ciudad, la más famosa. Por ella salió de Burgos para batallar Rodrigo Díaz de Vivar y por ella regresó a su hogar para descansar de la dura contienda contra los moros.



Las obras de reconstrucción de arco y de la torre se realizaron en el siglo XIV. Pero fue en 1536 cuando su remodelación fue completa a manos de Francisco de Colonia y Juan de Vallejo, que concibieron su remodelación como un castillo señorial con dos robustos cubos y un gran arco de triunfo en honor de Carlos V.En el arco están representados, además del emperador Carlos V, los principales personajes de la Castilla medieval: los dos principales jueces; Laín Calvo y Nuño Rasura, el fundador de Burgos, el conde Diego Porcelos, el primer conde independiente Fernán González y el Cid Campeador.



En su interior se encuentra la Sala de Poridad o del Secreto, lugar de reunión del Concejo de Burgos hasta 1791. Está cubierta con un bello artesonado mudéjar del siglo XIV y en ella se exhiben objetos relacionados con el Cid como un hueso de su anatomía con su documento de autenticidad, una reproducción de la espada Tizona y una edición facsímil del Poema de Mio Cid. También se expone el sillón de los jueces de Castilla, la Vara de Burgos o de Castilla, medida universalizada por Felipe II, la llave del castillo de Burgos y el Brasero y la Puerta de acceso al Archivo del Arco.


En los años noventa se realizó una cuidada restauración de su interior, que acogió también entre los años 1879-1955 un Museo Arqueológico.
En 1994 el Arco de Santa María fue reabierto, albergando en estos momentos el Centro Cultural Histórico-Artístico de Burgos.

-Fiesta Romana en Baños de Valdearados


La localidad burgalesa de Baños de Valdearados celebrará los próximos días 25 y 26 de agosto la VIII edición de la Fiesta Romana en honor al Dios Baco, el Dios del Vino.
Arrancará el sábado a las cinco y media de la tarde con una demostración de vuelo de rapaces. Y es que, aunque la cetrería tuvo su auge en el medievo, hay algunos documentos que prueban que durante el imperio romano también se practicaba para la caza.
El domingo a las diez y media de la mañana, hora y media antes del pregón de Baco, abrirán los puestos del mercado con la ambientación propia de la época y donde se ofrecerán también demostraciones de diferentes talleres. Las novedades de este apartado lo constituyen los puestos de máscaras de teatro y de bisutería. Pero lo más entretenido pueden ser los talleres participativos donde, además de los contenidos de años anteriores, en esta ocasión el público podrá hacer también prendas de tela, piezas de vidrio y mosaicos.
Entre otros alicientes, esta fiesta, que organiza la Asociación Cultural ‘Dios Baco’ contará una vez más con una comida el domingo tras la que los comensales podrán disfrutar de una auténtica siesta romana. La plaza de la Fuente acogerá esa noche una representación de El rapto de Proserpina. Hasta entonces la villa se llenará con demostraciones de tiro con arco, malabares, desfile de legiones romanas o estatuas de barro.

-Deóbriga


Deóbriga es el nombre de la ciudad romana que se sitúa en el yacimiento arqueológico de Arce-Mirapérez, a escasos 3 km al este de la ciudad de Miranda de Ebro. El nombre Deóbriga proviene de la unión de la raiz Deo-, cuyo significado tiene que ver con la palabra diosa o divina, y -briga, que significa fortaleza.
La primitiva Deóbriga (habitada ya por los autrigones) se sitúa en el flanco sur del yacimiento, junto al río Ebro y en la zona más alta.
Los hallazgos más antiguos datan de la Edad del Hierro II, una época con un desarrollo que podría abarcar desde los siglos IV-III a.C hasta la mitad del siglo I d.C. Se trataba de una ciudad indígena, Deóbriga según las fuentes, que pertenecía a la tribu de los autrigones. Su ubicación principal es el cerro de El Infierno, aunque es posible que se extendiese por la llanura que queda al Norte del mismo.
Su origen romano se remontaría a los inicios del Imperio Romano con Octavio Augusto
El momento de mayor explendor de Deóbriga llega entre los siglos I y II d.C., en la que la ciudad alcanza una extensión superior a 26 ha. El núcleo estaba situado cerca del la calzada romana Iter XXXIV en el Itinerario de Antonino. Se han identificado bases o apoyos que podrían evidenciar la existencia de porticos, incluso viviendas con plantas superiores. Respecto al trazado se ha observado un calle de dirección Este-Oeste y tres ramales perpendiculares a ella, que estarían revelando un trazado hipódamico de nueva planta importado de los modelos romanos y latinos.

-Auca

La actual localidad de Villafranca Montes de Oca, situada a los pies de los boscosos montes del mismo nombre, es heredera de la Auca autrigona y romana. También fue importante sede episcopal durante la época visigoda y su alargado trazado urbano es testigo directo del paso del Camino de Santiago.
El origen de la legendaria ciudad de Auca se puede rastrear en un bastión defensivo del pueblo prerromano de los autrigones.
Hace 2.300 años estas gentes se instalaron en la zona y eligieron los parajes de Somoro y El Llano para controlar las estratégicas vías de comunicación que pasaban cerca del desfiladero del río Oca.
Con la llegada de los romanos la ciudad pasó a denominarse Auca Patricia y parte de su asentamiento se ubicó en una zona más llana, junto a las orillas del Oca.
El lugar de los romanos fue ocupado por grupos de pastores bárbaros que eligieron los Montes de Oca para instalarse con sus ganados.
El afianzamiento del reino visigodo trajo consigo el desarrollo de la ciudad de Auca y su elección como sede episcopal. Considerada como una de las primeras de la Península Ibérica, aparece testimoniada —aunque pueda remontarse al siglo V— desde el año 589. Su primer obispo documentado fue Asterio, al que sucedieron Amancio, Litorio, Estercorio y Constantino, último obispo visigodo de Oca.
Durante los primeros años de la invasión musulmana los obispos de Oca siguieron ejerciendo su labor pastoral hasta que, a finales del siglo VIII, los propios reyes astures descabezaron su sede. El obispado fue restaurado en 944, y en el año 1075 se trasladó definitivamente a Gamonal y Burgos.


Fuente: Enrique del Rivero

-Rauda


El nombre de Roa, procede del latino Rauda, utilizado por el geógrafo Ptolomeo hace casi 2000 años para identificar una de las 20 ciudades que formaban parte del pueblo vacceo.

Las primeras ocupaciones humanas conocidas son de aproximadamente 2.500 años antes de Cristo. Con posterioridad otros grupos humanos siguieron ocupando la fértil vega del Duero como lo pone de manifiesto el extenso yacimiento existente en el paraje de Carrasalinera, que pertenece ya a la Edad del Bronce y se fecha en torno al 1400/1200 a. C. Actualmente quedan en Roa restos de cabañas de la Edad de hierro.

Estas gentes que instalaron su poblado de cabañas de postes de madera y tapial en el borde meridional del cerro, mirando al río, evolucionan paulatinamente a lo largo de los siguientes 100/150 años, dando lugar a un nuevo grupo con unos rasgos muy distintos: los celtíberos. Dentro del variado grupo de pueblos llamados celtíberos estaba la región vaccea a la que pertenecían las actuales provincias de Valladolid, Zamora, Palencia y parte de Burgos. La Roa vaccea, fue ampliando considerablemente el poblado, construyendo ya casas de adobe más complejas. En estos momentos Roa funciona como una ciudad con gran autonomía, controlando un amplio territorio cuyos límites estarían marcados por los poblados existentes en Padilla de Duero, Pinilla Trasmonte y Clunia (Clunia era arévaca).
Destaca dentro de esta sociedad una elite aristocrática que basa su poder en su capacidad militar-guerrera. Se han encontrado fragmentos de cerámica celtibérica: medallas, balas de piedra para lanzarlas con la catapulta, y un cementerio de incineración donde hay hermosas vasijas y lacrimatorios de vidrio irisado.

La llegada definitiva de los romanos, que se produce inexorablemente tras la caída de Numancia en el año 133 a. de C. hace que Roa, conocida desde ahora como RAUDA, se integre en la nueva organización administrativa pasando a depender de Clunia, (una de las 14 ciudades más importantes del Imperio Romano en España) convertida en sede de un Convento Jurídico, que aun dependiendo de Tarragona, centralizó la justicia, la economía, las comunicaciones, la milicia, las obras públicas, y que se mantendrá hasta la desintegración definitiva del Imperio romano en la primera mitad del s. V. Roa durante esta época se mantiene como núcleo poblado si bien su extensión e importancia se vieron mermados.
Todavía quedan huellas en las excavaciones del incendio que sufre esta ciudad por las tropas del general Pompeyo por dar su apoyo al general Sertorio durante la guerra civil en los años que van desde el año 76 al 72 a. de C. Una de las más grandes obras que los romanos consideraron necesarias fue establecer una red de comunicaciones a lo largo y ancho del Imperio y de la Península. Rauda se localiza en el trazado de la vía romana que discurría entre Astorga y Zaragoza y fue, a su vez, punto fundamental de otras vías de menor importancia como los ejes de Roa-Tordomar, Roa-Palencia y una ruta que enlazaría Roa con el valle del Riaza. Se han encontrado monedas íberas y romanas de plata, las primeras son del 230 antes de C; monedas del Emperador Nerón de oro y plata; y monedas de cobre del Emperador Marco Aurelio.En el s. III el Imperio Romano empezó a debilitarse y el poder de Clunia y de todas las ciudades se fue desplazando y apagando, por el contrario crecía el poder de los terratenientes del campo (los estudiosos de este período han probado la existencia de diferentes explotaciones agropecuarias o villas en Roa y en La Horra, pero de las que apenas quedan testimonios) dejando inertes las ciudades.

-Pampliega. Las obras de abastecimiento de agua dejan al descubierto restos medievales.

Las obras de abastecimiento de agua dejan al descubierto restos medievalesUn equipo de arqueólogos, contratado por la empresa adjudicataria del proyecto de abastecimiento a la Vecindad de Burgos y Bajo Arlanza, realiza excavaciones preventivas en los yacimientos inventariados y documentados por la JuntaF.T.
Las obras del proyecto denominado Abastecimiento a la Vecindad de Burgos y Bajo Arlanza, desde Burgos capital a más de cuarenta municipios de la provincia, están dejando al descubierto una serie de restos en yacimientos arqueológicos ya documentados, los últimos en la localidad de Pampliega, donde en el conocido como ‘Ermita del pilón’ se ha localizado varias tumbas de la época medieval y los resto de la propia ermita.Un equipo de arqueólogos, dirigidos por José Tomás García Hernández, están realizando excavaciones por los lugares documentados como yacimientos por los que está previsto que pase la tubería de agua. «Es una actuación preventiva, recuperamos y documentamos los vestigios y luego entran las máquinas para colocar la tubería», apunta Miguel Ángel, miembro del equipo de arqueólogos contratado por la empresa que está ejecutando las obras.En Pampliega, en concreto en el yacimiento conocido como ‘Ermita del pilón’, además de parte del muro de cierre de la ermita y algunos silos, con restos de cerámica, se han documentado unas diez tumbas, «de época medieval, con unas lajas que cubrían la parte superior. Los restos están limpios, ni siquiera tenían ataúdes, y no aportan más datos», apunta Miguel Ángel, quien también señala que una de las características de las mismas es que los cráneos están mirando al oeste y los pies al este. Los arqueólogos también han comprobado que hay bastantes cadáveres de niños, hay dos niveles de enterramientos, «y los niños siempre están en un nivel superior y sin cubrición de lajas».Los cadáveres tienen una disposición calificada de «extraña» por Miguel Ángel, «ya que uno de los brazos está extendido a lo largo del cuerpo y el otro sobre el vientre». Los restos óseos, según el arqueólogo, están muy mal conservados, tal vez por el tipo de tierra, y se deshacen al sacarlos.Las fosas, una vez documentadas, topografiadas y fotografiadas, «se volverán a tapar porque lo que realizamos es una labor preventiva, vamos por delante de las máquinas», apunta Miguel Ángel, quien agradece la colaboración del alcalde de Pampliega, Pedro Oma, y de toda la Corporación municipal. Además de en el yacimiento ‘Ermita del pilón’, y en el término de Pampliega, este equipo de arqueólogos también ha documentado el conocido ‘El Palo’, en el que se han localizado unos restos de época romana. De la ermita únicamente se ha localizado parte del muro, el resto puede estar en una finca, lo que indica que una vez abandona se produjo un saqueo. En Torrepadierne han documentado estructuras murarias y silos de época medieval y, algunos, de la época del broce, «de los que no se tenía conocimiento, ya que era un yacimiento catalogado como alto medieval», indica Miguel Ángel. Gran riqueza.Pampliega, población visigoda conocida como Pampilica, es rica en yacimientos arqueológicos catalogados en el Inventario Arqueológico de la Junta, como ‘El palomar de la tejera’, un enclave de cronología romana y con cerámica atribuible a la edad del Hierro; ‘El Palo II’, también situado en la vega del Arlanzón, en el que se han localizado restos de época romana y medieval, o los yacimientos inventariados como ‘Las lindes’, ‘San Román’, ‘Las casas’, ‘Los olmos’, ‘La plantía’ y ‘Molino terrao’.Además del conocido como ‘Ermita del pilón’, en el que se ha trabajado en los últimos días por las obras de abastecimiento de agua, también cabe destacar los denominados ‘Murallas’ y ‘Castillo’, en el que se ha localizado material asociable a la época medieval-moderna y este enclave estaría en relación con la línea defensiva del Arlanzón.

Fuente: Diario de Burgos

-Cronicón de Oña


La iglesia de San Salvador de Oña (Burgos) acoge desde mañana y hasta el 15 de agosto la vigésima edición de la representación de ‘El Cronicón de Oña’, que tendrá lugar a las 22.00 horas en el interior y exterior del templo. Alrededor de 120 actores escenificarán los acontecimientos de la Castilla de los siglos X y XI a los que se suman otros 80 vecinos de esta localidad, con edades comprendidas entre los 8 y 80 años, que también colaboran en las tareas de vestuario, limpieza o montaje. El ensayo general tuvo lugar hoy.
Fuente: Ical

jueves, 9 de agosto de 2007

-Salionca


El Alto de El Milagro fue lugar de asentamiento de Salionca, ciudad de los Autrigones, a unos dos kilómetros del actual emplazamiento de la villa junto a la vega del río Homino; se han documentado materiales correspondientes a una amplia secuencia cronológica: Calcolítico, Bronce Final, Hierro I y II, Romano Altoimperial, y Tardorromano, y ha sido encuadrado por distintos autores bien a finales del Bronce o principios del Hierro, o bien como castro romanizado en relación con el Castellar y con la posterior ocupación romana, Flavia Augusta, en homenaje a los emperadores de la dinastía Flavia, .que se extendió a los pies del cerro hasta la orilla del río.
Así, Poza ha sido identificada por los investigadores con la antigua Salionca , que cita Ptolomeo entre las ciudades autrigonas.

Sobre este núcleo de población, plaza estratégica entre autrigones y cántabros, entre la Bureba y el Páramo, y situada en las proximidades del mineral y los manantiales salinos, los romanos fundarán Flavia Augusta. Ésta se desarrolló durante el siglo I como un núcleo romano de importancia, y así lo ponen de manifiesto los restos hallados en el cerro de El Milagro y las orillas del río Homino como una ciudad de planta rectangular, con foro, termas, al menos dos templos, y una necrópolis de la que procede un conjunto de aproximadamente 300 monumentos funerarios singulares, de cronología romana aunque de tradición indígena, autrigona, conocidos como urnas oikomorfasa. Con toda seguridad fue en esta época de dominación romana cuando se produjo un impulso significativo en la explotación de la sal, y también la introducción de nuevas técnicas de obtención y extracción de salmuera que han condicionado el trabajo en el Salero durante los dos últimos milenios y han definido la singularidad de estas salinas en la península.
La cultura romana y tardorromana se prolonga en la etapa visigoda , que en esta zona apenas se extiende más de un siglo, poniéndole fin a partir del año 711 las aceifas musulmanas. Se inicia así una etapa caracterizada por una desestabilización y desestructuración social, política y económica, con una despoblación propiciada por Alfonso I como medida de seguridad. Probablemente esta situación provocó si no el abandono al menos la decadencia de la explotación salinera.

miércoles, 8 de agosto de 2007

-Deobrígula


Deobrígula significa "ciudad de los dioses", y fue una importante ciudad romana que fué mansión de la vía oficial romana 32.

Su localización se debe identificar con Tardajos, en cuyo término se localiza, en la zona de "El Castro", el primitivo asentamiento con materiales que se remontan a finales de la Edad del Bronce hasta finales del siglo I a.C., fecha en la que se traslada el poblado a la zona de vega que rodea Tardajos, con una secuencia cronológica que llega hasta finales del siglo IV o comienzos del V d.C. En el asentamiento de Deobrigula aparecieron monedas hispanas con leyenda ibéricas y con leyenda latina así como piezas imperiales comprendidas entre el siglo I y el siglo IV d.C

-Segisamunculum


Actual Cerezo de Río Tirón.

En sus orígenes fue poblado por los celtas, pueblo de origen y lengua indoeuropeos y étnicamente próximos a la raza nórdica. Sabemos por la historia que durante la Edad del hierro desarrollaron las culturas del Hallstatt y de la Tene.
En la Península las invasiones de estos pueblos se iniciaron en el S. IX antes de Cristo. Eran más bien guerreros y pastores. Estaban organizados en gran cantidad de pequeños grupos o tribus.

Habitaban en poblados situados en montículos de fácil defensa, con las viviendas distribuidas irregularmente (castros).
Su cultura bastante primitiva. Practicaban una economía cerrada, pastoril y ganadera. En el campo predominaba el latifundio aunque no aguante en rigor histórico este concepto.

En lo que hoy llamamos “Valdemoros” estaba el Segisamunculum autrigón.
Ahí están los secretos de su cultura y de su ciencia, encerrados en las entrañas de la tierra hasta que alguien los saque a la luz.
En un pequeño altozano rodeado de pequeñas murallas haciendo círculos concéntricos hasta llegar a la cabaña del gran jefe.
Aún se notan vestigios. Aún se ve abundante cerámica con pinturas circulares de un color negruzco, invocando a sus dioses y a sus divinidades no olvidemos que el nombre de “Bureba” está arraigado con los orígenes célticos.

Actualmente quedan como restos parte de la calzada romana Milán-Tarragona-Astorga hacia Briviesca y dos puentes romanos.

-Sesisamo


Sobre una ligera elevación, en el valle del río Odra, se emplaza la milenaria villa de Sasamón.
Hace unos 2.200 años, Segisamo, que significa “la más fuerte”, se convirtió en la capital de los
turmogos, pueblo que ocupaba el sector centro-meridional de la provincia de Burgos.
La ciudad romana de Segisamo se convirtió durante el Alto Imperio en uno de los enclaves más importantes y con mayor valor estratégico de todo el norte de Hispania. Aunque apenas se han realizado excavaciones sistemáticas, los abundantes restos aparecidos confirman la existencia de una población muy bien comunicada y notablemente más extensa que la actual Sasamón.
El emperador Augusto instaló en el lugar un campamento desde el que dirigió personalmente la guerra contra los cántabros.
Después de un intenso pasado celtibérico, los romanos se asentaron en Segisamo a mediados del siglo II a.C. Su presencia duró casi 600 años y finalizó, diluyendose poco a poco en la imparable desintegración del Imperio Romano, a lo largo del siglo V d.C.
Los numerosos e importantes hallazgos de época romana encontrados en la zona confirman el peso que la ciudad de Segisamo adquirió durante el Alto Imperio. La mayoría de los restos que todavía salpican el paisaje de Sasamón se corresponden con las vías de comunicación que nacían o atravesaban la ciudad.
Se han conservado en buen estado dos puentes que cruzaban el río Brullés. El más interesante es el de San Miguel, que cuenta con tres vanos separados por tajamares y una lápida incrustada. Su construcción está relacionada con la vía de carácter militar, utilizada en las guerras cántabras, que desde Sasamón se dirigía a Amaya. El de Trisla tiene cuatro arcos apuntados, restos de la calzada empedrada y se vincula con la vía entre Segisamo y Pisoraca, la actual Herrera de Pisuerga. Los dos puentes tienen un claro origen romano pero han sufrido algunas transformaciones a lo largo de los siglos. También puede tener algún componente romano el puente de Puentenueva, por el que pasaría la importante Vía Aquitana.
El período de mayor esplendor de Segisamo coincidió con la instalación, en el año 26 a.C., del cuartel general desde el que Augusto dirigió personalmente las operaciones del “Bellum Cantabricum”. La intensa actividad militar —en algunos momentos fueron más de 10.000 los legionarios acogidos en el campamento— supuso la ampliación de la ciudad, que llegó a poseer cuatro veces más superficie que el actual pueblo.
Su eje principal tenía más de dos kilómetros de longitud, contaba con una tupida red de cloacas y alcantarillas, de la que se han descubierto varios tramos, y su noble y amurallado centro urbano —foro, templos, fuentes, baños y palacios— estaría situado en el entorno de la actual iglesia de Santa María. Columnas, capiteles, mosaicos, esculturas —en especial el famoso falo de bronce de Sasamón— inscripciones, estelas, téseras hospitalarias, cerámicas, armas, monedas y joyas componen el cuerpo principal de los hallazgos romanos de Sasamón. Así mismo se han encontrado los restos de un teatro y del acueducto, con cerca de cinco kilómetros de trazado, que abastecía a la ciudad desde los manantiales de la cabecera del arroyo Peré.
Fuente: Enrique del Rivero

-Virovesca


La actual Briviesca ha recorrido una andanza histórica de, al menos, mil años.
Su existencia como núcleo importante está ya documentada a comienzos de la era cristiana. El primero de los documentos al que hay que referirse es la Historia Natural del geógrafo romano Plinio el Viejo, quien en torno al año 77 d.C., hace una descripción de los pueblos que habitaban el norte peninsular; así, habla de los autrigones, asentados desde el siglo III a.C. en el valle superior del Ebro, citando como capital de los mismos “Virovesca”. Briviesca aparece en las monedas como Virovia, y en los textos latinos como Virovesca. La solución más aceptable es que Virovesca signifique Virovesika, “la (ciudad) de los Virovesi o virovios”. Virovesika> Virovesca> *Virvesca> *Brivesca> Briviesca.
En su origen la ciudad estaba situada en el alto conocido como Monte San Juan, pero más tarde ya, probablemente obligados por los romanos, el asentamiento se desplazó debajo del monte a la margen derecha de la vega del río Oca en las cercanías de dicho lugar, aunque más tarde volvería a cambiar su ubicación a la otra orilla hasta encontrarse en el lugar actual, donde después se ha ido expansionando hasta nuestros días.
Está fuera de toda duda que existió una “mansio” fortificada y organizada al estilo campamental en el llano. La Briviesca actual es urbanísticamente el eco del campamento romano que rodeó la “mansio”, aún conservando el reducto inexpugnable y elevado en el monte de San Juan al que daba acceso el destruido Puente Palomar.
En el Monte San Juan, aparecieron restos de cerámicas y otros desechos de la época prerromana.
Las fuentes documentales visigodas otorgan a Virovesca el título de ciudad (la “Veroviscentium civitatis” que aparece en la leyenda de la actual bandera de la ciudad) .
Con la invasión musulmana se produjo el desmoronamiento final del reino visigodo y con ello las últimas referencias a Virovesca, como núcleo urbano, datando del 714 su capitulación ante Muza.

martes, 7 de agosto de 2007

-Ermita Visigótica de Quintanilla de las Viñas


La iglesia de Santa Maria en Quintanilla de las Viñas se encuentra a los pies de Peña Lara, donde un día se alzase el castillo de Fernán González, fundador de Castilla. Es un templo visigótico de finales siglo VII o principios siglo VIII. Fue declarada Monumento Nacional el 25 de noviembre de 1929.

Lo que hoy contemplamos no es sino una parte del templo primitivo integrada por la capilla mayor formando un ábside rectangular y el transepto. Faltaría, aunque se adivina su traza por lo ostensible de la cimentación, toda la nave central y las dos naves laterales de menor tamaño, así como sendas cámaras en ambos extremos de la nave de crucero. El conjunto respondería al esquema basilical, si bien con los añadidos de la nave transversal podría igualmente tenerse por una disposición en cruz latina.
Constructivamente, la fábrica está formada por grandes sillares, como es propio del estilo visigodo.
Está muy decorada en el exterior con frisos decorativos de motivos vegetales y geométricos, situados entre grandes sillares de piedra. En el interior destacan los relieves planos con figuras muy esquemáticas y simplificadas.
La primera constancia exacta de la iglesia, esta confirmada por un documento del año 879 del Cartulario de San Pedro de Arlanza relativo a la restauración de la iglesia, por parte de Gundisalvo Telliz, conde de Lara. Además en uno de los capiteles del ábside se alude a los benefactores de su refundación o a la restauración que comentamos. Se habla de Flamola, esposa de Gundisalvo Telliz.
Durante la Edad Media dependia del Monasterio de San Pedro de Arlanza.
Parece ser que la iglesia se mantuvo en pie hasta el siglo XIV, momento el cual y por haberse desplomado la iglesia, al abad de Arlanza mando retirar de allí los restos de varios familiares de los condes de Castilla.