martes, 6 de febrero de 2024

-Una rica necrópolis romana en el vial de Kronospan en Castañares.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es/

 El hallazgo se llevó con sigilo, pero también con todas las garantías. Sucedió durante el pasado verano, durante las obras del ramal ferroviario promovido por Kronospan; tanto esta empresa como las involucradas en el proyecto -la consultora MBG, autora del mismo, Coalvi, su ejecutora, y la Junta de Castilla y León, copartícipe, sabían que se trabajaba en terreno sensible: no lejos del trazado ferroviario, ubicado en el término municipal de Cardeñajimeno, se halla la villa tardorromana 'El Millar', donde en los años 70 fue descubierto un conjunto de impresionantes mosaicos, algunos de los cuales se exhiben con toda su grandeza y majestuosidad en el Museo de Burgos. Al topar con restos en apariencia antiguos durante la realización de la citada obra, se hizo necesaria una excavación arqueológica, al frente de la cual se pusieron Gloria Martínez, Fabiola Monzón y Alberto Rodrigo. «Fue un subidón, enseguida nos dimos cuenta de la importancia de aquellos vestigios», explican con entusiasmo ambas arqueólogas, que ya han podido estudiar los vestigios hallados, algunos de los cuales han pasado ya por las sabias manos de Adelaida Rodríguez, responsable del servicio de restauración del Museo de Burgos.

 

 

La excavación arqueológica reveló una serie de enterramientos cuya existencia era desconocida pero que los expertos vinculan con la villa tardorromana 'El Millar'. «Son restos que se pueden datar entre los siglos IV y V; están muy bien conservados y son realmente espectaculares.Estamos ante una de las necrópolis más ricas e importantes de la provincia, a la altura de las de Cabriana y Hornillos del Camino», explican Martínez y Monzón. El espacio funerario intervenido ocupaba una superficie aproximada de 25 metros cuadrados. En total se han identificado 16 inhumaciones, todas ellas individuales. Doce de ellas en fosa simple, esto es, en un sencillo hueco abierto directamente en el terreno; una tumba delimitada por ladrillos; una tumba creada con lajas de piedra; y otra en la que se alternan piedras y ladrillo.

 

 Fuente 2: https://www.elcorreodeburgos.com/

La proximidad del yacimiento arqueológico de El Millar a la fábrica de tableros de aglomerado Kronospan era de sobra conocida. Este enclave, de hecho, propiedad de la factoría y emplazado en terreno municipal de Cardeñajimeno, figura en el catálogo de patrimonio de esta localidad en el que se indican los grados de protección de las distintas zonas, integral en el caso de El Millar y preventiva de distintos niveles en las zonas aledañas.

 Vista general del terreno ubicado entre la fábrica de Kronospan y la AP-1 en el que se ubican el yacimiento El Millar y otras áreas ricas en vestigios.-RAÚL G. OCHOA

Los responsables de la factoría lo sabían cuando solicitaron el permiso oportuno a la Confederación Hidrográfica del Duero para modificar el curso del arroyo Los Prados que, por fluir en ese área, muy cerca al límite de sus instalaciones, impide cualquier posible ampliación. Sabían por lo tanto que el terreno en el que iban a actuar, por su ubicación, requería -conforme a la exigencia municipal- «la presencia de un técnico que vele por la custodia, documentación y valoración de los elementos y áreas arqueológicas susceptibles de sufrir alteración». Pues bien, la arqueóloga contratada para tal labor, que también elaboró un informe previo a la intervención, ha tenido tarea y en la actualidad cataloga las piezas encontradas al ejecutar la obra.

 

Aunque prefieren esperar a que el documento -que también deberán trasladar a la sección de Patrimonio de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León- esté finalizado para dar cuenta de los detalles, desde Kronospan sí avanzan que entre los hallazgos hay algún elemento «de valor», como monedas o una vasija de cerámica casi completa, además de varios huesos.

Las mismas fuentes relatan que el ‘botín’ en cuestión se entregará al Museo de Burgos para su conservación y, si fuera oportuno, exhibición al público. Subrayan además que se han tomado todas las precauciones debidas para conciliar el desarrollo de las obras citadas con el respeto a los restos, tal y como requiere la normativa urbanística de Cardeñajimeno.

Cabe señalar que en ella se indica que El Millar, situado detrás de Kronospan, entre sus instalaciones y el trazado de la AP-1, consta de dos yacimientos, uno calcolítico y otro tardorromano con dos núcleos de concentración. La elaboración del Plan Regional del Camino de Santiago en Burgos y del plan regional de Ámbito Territorial del Complejo de Actividades Económicas (CAE) Burgos motivaron prospecciones arqueológicas intensivas en este punto que detectaron «parte de las estructuras de la villae, entre las que destacaron los muros, un fragmento del opus signinum y otro fragmento de pavimento musivo».


-Los primeros descubrimientos del proyecto Cota 1.000.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es/

 

Un equipo de arqueólogos y estudiantes de Prehistoria de la UBU, con Eudald Carbonell al frente, han localizado media docena de yacimientos entre Salas de los Infantes, Hortigüela, La Revilla y Contreras, con más de 100 herramientas de piedra.

 Lasca de cuarcita.

 

La realización de una prospección arqueológica en el valle alto del río Arlanza descubre nuevos yacimientos paleolíticos que permitirán estudiar cómo se movían los grupos humanos entre este valle y la sierra de Atapuerca, según informa la Fundación Atapuerca. La semana pasada se llevó a cabo una prospección arqueológica en el tramo del Arlanza que discurre entre Salas de los Infantes y Hortigüela, ambos en la provincia de Burgos. El objetivo de este nuevo proyecto de investigación, denominado Cota 1.000, consiste en localizar nuevos yacimientos arqueológicos de más de medio millón de años.

El nombre del proyecto hace alusión a la altitud en la que se ha trabajado, ya que es en torno a esta cota donde se pueden conservar depósitos geológicos de esta cronología que alberguen en su interior las herramientas de piedra fabricadas por los primeros grupos humanos que ocuparon este territorio.

En esta primera campaña de prospección se ha trabajado en los municipios de Salas de los Infantes, Hortigüela, La Revilla y Contreras y en ella ha participado un equipo de arqueólogos, arqueólogas y estudiantes de Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU). El trabajo de campo ha consistido primeramente en localizar y seleccionar los puntos susceptibles de contener depósitos de más de millón de años. Seguidamente se ha realizado una visita a dichos lugares donde se ha llevado a cabo una batida del lugar que ha permitido verificar si realmente había restos de herramientas de piedra.

 

En total se han descubierto media docena de lugares en los que se han recuperado una colección de un centenar de herramientas de piedra. De todos los lugares descubiertos destaca el nuevo yacimiento de La Revilla, situado al noroeste de la localidad de Hortigüela. En este lugar se ha llevado a cabo un sondeo arqueológico de ocho metros cuadrados y una profundidad de dos metros y medio, donde se han hallado una docena de herramientas de piedra de cuarcita y cuarzo.

El análisis inicial de estas piezas arqueológicas apunta a una forma de talla antigua que se conoce como "achelense" o "modo tecnológico II". Esta tecnología aparece a la península Ibérica hace algo más de medio millón de años y está muy bien documentada en el cercano yacimiento de La Revilleja de Valparaiso (Hortigüela) o en el yacimiento de Galería de la sierra de Atapuerca. El estudio de estos nuevos yacimientos del valle del Arlanza permitirá modelizar los movimientos realizados por los primeros grupos humanos que ocuparon este tramo del río y relacionarlos con los yacimientos de la sierra de Atapuerca de esta cronología.

En palabras del codirector del proyecto, Eudald Carbonell, "durante el Paleolítico los ríos Arlanza y Arlanzón funcionaron como auténticas autopistas por las que se desplazaban continuamente los grupos humanos en su camino hacia la sierra de Atapuerca. Por lo tanto, el estudio de estos nuevos yacimientos será clave para entender cómo se produjeron las primeras llegadas de estos grupos cazadores y recolectores a este lugar de Europa occidental". Del mismo modo, el análisis del conjunto de herramientas líticas permitirá comprender cómo era su tecnología y qué estrategias desarrollaron estos grupos humanos para gestionar este territorio.

 

El desarrollo del nuevo proyecto Cota 1.000 da continuidad de la excavación del yacimiento de 'La Revilleja de Valparaiso' (Hortigüela) realizada por este mismo equipo en los años 2021 y 2022. En esta excavación se documentó una importante colección de herramientas líticas de hace medio millón de años. Por su parte, el nuevo proyecto Cota 1.000 permitirá profundizar cronológicamente y entender cómo evolucionó la tecnología de los primeros grupos humanos que llegaron a este tramo del río Arlanza.

Estos trabajos de prospección han sido dirigidas por Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili, profesor colaborador honorífico en la Universidad de Burgos y vicepresidente de la Fundación Atapuerca; Marta Santamaría, beneficiaria de una ayuda económica para investigación de la Fundación Atapuerca; Marta Navazo, profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos; Alfonso Benito, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana; y Rodrigo Alonso, del Museo de la Evolución Humana-Universidad de Burgos.

Esta intervención arqueológica, organizada por la Fundación Atapuerca y la Universidad de Burgos, ha sido posible gracias a la colaboración del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, los ayuntamientos de Hortigüela, Cascajares de la Sierra, Barbadillo del Mercado, Contreras, La Revilla y Salas de los Infantes.