lunes, 31 de diciembre de 2012

-El Belén de Renuncio: 250 figuras y 30 edificios

El famoso Belén de Renuncio se renueva en su duodécima edición incorporando novedades en la cueva de la Natividad. Realizada íntegramente con corteza y corcho, este año es más grande y alta y se ha inspirado en una típica cueva mediterránea. Cuenta con un pajar, un par de casas realizadas dentro de la cueva y múltiples detalles, entre los que resalta el nuevo Misterio.

 El Belén ocupa 50 metros cuadrados y se puede visitar de lunes a viernes de 17:30 a 20:30 horas y los sábados y domigos también de doce a dos en C/ La Iglesia Nº 2B. Destaca la zona dedicada a Egipto, donde sobresale la replica de Abu Simbel  de un metro de altura realizada en escayola.
En total, el belén, obra de Carlos y Gustavo García, cuenta con más de 250 figuras y 30 construcciones y lleva tres meses de trabajo.
 Fuente: www.elcorreodeburgos.com



























miércoles, 26 de diciembre de 2012

-Belén del Regimiento de Transmisiones instalado en la Catedral de Burgos.






























domingo, 23 de diciembre de 2012

-Segisamo desde el aire.

Fue una importante ciudad romana, enclavada en la calzada que comunicaba Zaragoza con Astorga y fundamental en el control y civilización del noroeste de la provincia de Burgos, allá donde acaban las llanuras y comienzan los pliegues de las loras.
Segisamo o Segisama Julia, apodada ‘la más fuerte’, fue el campamento que según algunos historiadores debió de escoger el emperador Augusto durante sus guerras contra los cántabros. Contó con un acueducto a las afueras, un complejo termal y multitud de pequeños emplazamientos en la campiña cercana. Pero sus restos se han perdido casi en su totalidad y duermen destruidos y sepultados bajo el paisaje y el trazado urbano contemporáneos.


No del todo, sin embargo. El arqueólogo Jesús García Sánchez ha conseguido sacar a la luz una parte de aquel dibujo que puede ayudar a comprender mejor cómo sería Segisamo y cuál fue su evolución. Y lo ha hecho observando el entorno desde el aire.
A través del área de Arqueología de la Universidad de Cantabria y con la financiación de las becas de Jóvenes Excelentes de la Obra Social de Caja de Burgos, García Sánchez ha llevado a cabo en los últimos meses un trabajo titulado ‘Prospección del valle del Río Odra: la romanización de la campiña a través de la arqueología del paisaje’ que se completa con su documentación mediante fotografía aérea.
En ellas se observa, por ejemplo, los restos de lo que podría ser una muralla o los del camino que unía a la vieja Sasamón con Pisoraca (la actual Herrera de Pisuerga) dibujando una perfecta línea recta, más recta todavía que la carretera actual. O el trazado que en una parcela de color amarillento, junto a las casas modernas, dejaron las marcas de calles de «un trazado ortogonal con un modulo romano de 1x2 actus, similar al que se usa en Tarraco (Tarragona), y que en metros es de 33 por 76 aproximadamente», explica el arqueólogo.


En otro ejemplo, el verdor del trigo amarillea dibujando líneas y puntos que los investigadores están convencidos de que pertenece a un yacimiento. El cereal, de hecho, es un excelente ‘chivato’ de este tipo de circunstancias. Dependiendo del suelo sobre el que crezca, de si se asienta sobre rocas, construcciones o arenas, las plantaciones se levantan más o menos o cambian ligeramente de color. Son cambios imperceptibles a ras de suelo y costaría años o decenas de años de trabajo peinar el suelo hasta dar con los restos arqueológicos, pero a vista de pájaro estas modificaciones se aprecian mucho mejor y por eso la fotografía aérea es una tendencia creciente entre los investigadores. De ahí que los vuelos hayan sido realizados en los meses de junio de 2011 y junio de 2012, aprovechando el momento del año en el que el cereal cambia de color.
La romanización de esta parte de la provincia de Burgos es la especialidad de Jesús García, a quien la crisis económica le ha dejado fuera de la Universidad de Cantabria pero que este mes de octubre realizó la última campaña de prospección.
Se trataba de investigar a fondo dos importantes haciendas agropecuarias (villas) romanas y allí los arqueólogos han encontrado cosas muy interesantes. «Hemos hallado un yacimiento nuevo al otro lado del río Brullés», explica el arqueólogo, «que nos permite afianzar una teoría sobre su utilización militar».


A falta de las conclusiones definitivas, las observaciones preliminares hablan de ánforas del Egeo, del Valle del Guadalquivir e incluso de Pompeya. «Allí vivía gente con ese tipo de cultura y capacidad de intercambio y con un ambiente muy romano», en una época que sitúa además entre los años 25 y 15 antes de Cristo, «un momento muy temprano tras el control de la meseta».
El próximo año, si los fondos de investigación lo permiten, los arqueólogos quieren seguir insistiendo en la documentación de esta zona para terminar de determinar cómo se produjo el cambio de paisaje y de explotación que conllevó la romanización y que marcó en buena medida la configuración de la comarca en los siglos posteriores. Somos, en gran parte, lo que nos dejaron los romanos.


Fuente: www.diariodeburgos.es

viernes, 14 de diciembre de 2012

-Novela "El justiciero cruel".

Pedro I fue uno de los pocos reyes nacidos en Burgos. En la torre de defensa del Monasterio de las Huelgas. Él es el protagonista del segundo volumen de novela histórica elaborado por Arsenio e Ignacio Escolar que presentaron ante sus paisanos, en una concurrida Sala Polisón del Teatro Principal. Con 'El justiciero cruel', editado por Península, los dos periodistas se enfrascan en legajos históricos donde no todo lo que se cuenta es lo que sucedió. «Pedro I fue conocido como el cruel porque la Historia la escriben los vencedores» apunta Arsenio Escolar. El rey burgalés del siglo XIV perdió ante su medio hermano, Enrique II. Éste último cinceló la historia a su medida. No sería el último.

Más allá de luchas internas entre medio hermanos este hecho se destaca como la primera Guerra Civil de España, entonces Castilla. Y con unos paralelismos extraordinarios con la última contienda fratricida del país. Aquella arrancó en un año acabado en seis y terminó en nueve. Igual que la del 36 al 39. El conflicto de hace 700 años fue un levantamiento de nobles y clérigos que buscaban mantener sus fueros ante posibles cambios sociales en la Castilla que se adivinaba en el Justiciero. Los poderes de la España más tradicional se unieron al levantamiento militar. En ambos casos el poder legítimo perdió. «Hay muchos paralelismos en el conflicto bélico pero entonces como ahora mismo había una crisis sistémica», apunta Escolar. Los tiempos de Pedro I no eran fáciles. Una Europa marcada por la guerra interminable entre Francia e Inglaterra, diezmada por la peste y en la que la tierra no daba una buena cosecha en años. «Esos factores de inestabilidad generaron una crisis similar a la globalizada de hoy con un mismo resultado final, el aumento de las desigualdades porque los que tenían y tienen los privilegios acumularon más y la población perdía y pierde derechos alcanzados», sentencia.

 Éste es el segundo libro de una trilogía sobre Castilla en la que están enfrascados los Escolar. Arrancó con 'La nación inventada. Una historia diferente de Castilla', que ya va por su quinta edición, en la que se reportajea la primera parte de la Historia de Castilla desde el Condado hasta el siglo XIII. La segunda parte es esta monografía sobre Pedro I y los territorios que le tocó defender en batalla durante 16 años de los 19 que reinó. Ya preparan un tercer volumen que será la crónica de la historia de Castilla desde el siglo XIII y XIV hasta la época de los primeros revolucionarios europeos, los Comuneros.

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

jueves, 13 de diciembre de 2012

-El enigma del asalto a la Casa del Cordón.


Es un misterio. Un enigma. Ningún historiador consultado ha podido dar razón acerca del hecho que reproduce un fantástico grabado publicado hace ahora 140 años en un periódico británico y que exhibimos en esta página.

 Está fechado en el año 1872, en el arranque de Tercera Guerra Carlista, y fue portada a toda página del noticiero The illustrated London News. El grabado, una verdadera obra de arte, recoge el enfrentamiento a tiro limpio entre partidarios de Carlos VI, el aspirante al trono español, y soldados leales al régimen monárquico establecido representado por Amadeo I.

La batalla se libra junto a la Casa del Cordón, residencia del gobernador de Burgos. La guardia de éste trata de defender el cruento ataque de los carlistas, en cuya primera fila puede verse a un cura blandiendo un arma (buena parte del clero se posicionó siempre del lado carlista) y una bandera de apoyo al pretendiente. El grabado recoge la humareda provocada por los disparos y, de ser fiel a lo sucedido, no es difícil imaginar que hubo muchas bajas entre ambos bandos.
Sin embargo, y es aquí donde se produce el misterio, ningún periódico español de la época se hizo eco de tal asalto, pese a que a tenor del grabado y de la crónica interior del rotativo londinense fue un enfrentamiento importante. Según reza ésta, el ataque armado fue repentino, pero no por ello consiguieron los defensores repeler con fuerza y sin miramientos el ataque: «Los soldados de la guardia de la casa del gobernador se reforzaron rápidamente en la guarnición, y pronto rechazaron a los asaltantes, algunos de los cuales perdieron la vida muchos otros fueron hechos prisioneros».

Pero no sólo no hay noticia alguna en la prensa de la época. Félix Castrillejo, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Burgos y académico de la Fernán González, asegura que, lo más extraño de este asunto, es que ni siquiera haya referencia alguna en las Actas Municipales que él ha consultado hasta la saciedad. «No parece que sea un hecho inventado, pero la verdad es que no termina de encajar», asegura el historiador.
Una de las explicaciones puede residir en la censura, esto es, en que los periódicos, en su mayoría controlados partidarios del régimen establecido, no quisieran publicitar las ofensivas del bando tradicionalista y antiliberal, si bien éste fue numeroso en el norte de España. La Tercera Guerra Carlista se prolongó entre 1872 y 1876 y tuvo especial repercusión en el País Vasco, Navarra y el norte de Castilla, aunque mucho menos que la segunda y, desde luego, la primera, considerada una guerra civil en toda regla. La de Las Merindades fue la comarca de la provincia de Burgos en la que más impacto tuvo el carlismo.


The illustrated London News fue fundada en 1842 y es considerada una de las publicaciones más importantes del siglo XIX y una de las más longevas de la historia, ya que dejó de existir hace bien poco, en el año 2003.
De periodicidad semanal hasta 1971, bimestral en los 80 y bianual en los 90, fue la primera que incluyó una imagen copiada a mano de una fotografía.

Fuente: www.diariodeburgos.es

viernes, 23 de noviembre de 2012

-Nueva especie de tortuga fósil en Salas de los Infantes..

Larachelus morla -en homenaje por un lado a los Siete Infantes de Lara que protagonizan parte del acervo cultural de Salas, y por otro en recuerdo la famosa tortuga Morla del libro de La historia interminable-, es el nombre que los paleontólogos Adán Pérez (Universidad Complutense de Madrid) y Xavier Murelaga (Universidad del País Vasco), colaboradores del Museo de Dinosaurios desde 2010, han dado a una nueva especie de tortuga fósil que han descrito, contemporánea de los dinosaurios en el Cretácico. Es decir, entre hace 135 millones y 65 millones de años.
Esta nueva tortuga, cuyo estudio  acaba de ser publicado en la prestigiosa revista Journal of Vertebrate Paleontology, es el segundo holotipo que se describe con fósiles del Museo de Dinosaurios serranomatiego (el primero fue el dinosaurio Demandasaurus darwini). Un holotipo es un ejemplar que ha servido para describir una especie en una publicación científica, y debe ser custodiado en un museo.

Dicho de otra manera, las instalaciones museísticas salenses con servan dos ejemplares fósiles únicos en el mundo, y que sirven de referencia ineludible para cualquier paleontólogo que quiera conocer o estudiar esas especies.La nueva tortuga, que también forma parte de la exposición permanente del Museo, se identifica como un animal relacionado con el grupo que une a las actuales tortugas marinas, a los galápagos, y a las tortugas terrestres, así como a formas fósiles tales como la Chitracephalus (cuyo único esqueleto parcial conocido de un ejemplar adulto del taxón europeo se expone en Salas), o los géneros españoles Hoyasemys y Galvechelone (de Cuenca y Teruel respectivamente).
Sin embargo, se reconoce como una especie más primitiva que todas ellas. Su estudio permite reconocer una elevada variedad morfológica en las tortugas del Cretácico Inferior de Europa, probablemente relacionada con la adaptación a múltiples funciones y modos de vida de estas especies dentro de los ecosistemas. Además, permite reconocer a España como el país europeo con mayor diversidad de quelonios (tortugas) de ese lapso temporal.

Esa diversidad es especialmente relevante en la Cordillera Ibérica, donde se identifican representantes de varios grupos, y una de las áreas donde se reconoce un mayor número de taxones es la región occidental de la Cuenca de Cameros, en Burgos. La mayoría de los hallazgos provienen de Salas de los Infantes y de localidades cercanas, y la colaboración que se estableció desde 2010 entre el Museo de Dinosaurios salense con las Universidades del País Vasco (Xabier Murelaga) y Complutense de Madrid (Adán Pérez García) está proporcionando resultados importantes.
Esta investigación ha merecido una acción divulgativa en foros científicos, como ya se hizo en el III Congreso Paleontológico Internacional, celebrado en Londres (junio de 2010) y en las V Jornadas sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno, celebradas en Salas en septiembre de 2010.
También se han publicado artículos en algunas revistas internacionales tales como Cretaceous Research y Acta Paleontologica Polonica (2011).

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

domingo, 4 de noviembre de 2012

-El Castillo de Poza de la Sal.

La fortaleza que construyó a finales del siglo IX el conde Diego Rodríguez Porcelos para facilitar la repoblación de Poza ha cumplido con creces su papel defensivo para el que fue levantado.
Unas poco conocidas excavaciones arqueológicas encaminadas a conocer con exactitud la historia del castillo depararon sorpresas inesperadas a los investigadores.

Éstas permitieron comprobar la existencia de restos de la Edad del Bronce, estructuras romanas e industria de la Alta Edad Media, todos ellos vinculados a la pieza fundamental del patrimonio de la villa como son las salinas.
Así se constató que la antigua ‘Salionca’ autrigona ocupó el mismo lugar que la fortaleza dando el relevo con el paso de los siglos a la ‘Flavia Augusta’ romana hasta que la lucha contra los musulmanes lo dejó desierta. Con sus primeras piedras, hace un milenio, la fortaleza pozana protegió este legado oculto del pasado burebano que de forma esporádica cede a los arqueólogos.
Hoy en día, el castillo no es el original ya que su papel en numerosos conflictos bélicos a lo largo de la historia lo han transformado puntualmente.

Así, en el siglo XIV la familia Rodríguez de Rojas construyó el actual sobre su predecesor con el añadido de una sólida muralla que protegía la villa.
Finalmente fue rehabilitado en 1808 por las tropas francesas y soportó continuos ataques de guarniciones burgalesas hasta el fin de la Guerra de la Independencia.
Su última actuación, que le ha salvaguardado de una ruina constatada, fue realizada por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León que lo incluyó en su lista de intervenciones.
Actualmente es uno de los reclamos turísticos de la villa salinera ya que desde su posición se divisa una enorme extensión de La Bureba así como el complejo salinero que durante siglos protegió.

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

sábado, 3 de noviembre de 2012

-Las almenas del Arco de Santa María se abren al público.



La muralla defensiva del burgo medieval era vital para saber a quién abrir o cerrar la puerta. Ese espacio ofrecía una vista de los alrededores que desde hoy ya pueden disfrutar los visitantes del Arco de Santa María. La almena oeste a la que se accede desde la sala noble del Arco, ubicada en la primera planta de la zona expositiva, permitirá al turista o al burgalés convertirse en un arquero medieval y observar una nueva perspectiva de la ciudad.

Esta es una propuesta en la que se trabaja para mejorar las posibilidades turísticas de la ciudad. Se trata de un plan que se irá moldeando con nuevas iniciativas que permitan revitalizar la oferta turística de la ciudad que se irán desarrollando en los próximos meses. Las visitas se deben hacer en grupos de ocho personas. La entrada sigue siendo gratuita.

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

jueves, 1 de noviembre de 2012

-Antes que el cementerio de San José.


Antes que el cementerio de San José existió otro, que se ubicó en los terrenos sobre los que más tarde se edificaría el seminario mayor, en la ladera del cerro del Castillo.  Pero antes incluso que aquel, hubo un primer camposanto cuya singular origen traemos hoy aquí, único día del año en que esa urbe pacífica de mausoleos y cruces se habita con desmesura. Su creación se debe a un solo hombre, el general francés Paul Thiebault, gobernador de Castilla durante la ocupación francesa. Tipo culto y refinado, el militar al que Napoleón Bonaparte encomendó el control de la capital castellana, enclave estratégico en la invasión, desarrolló desde su llegada una especial obsesión por la limpieza y el higiene de la urbe, que dejaba mucho que desear. Tal fue la preocupación del general, que una de sus primeras medidas, que posteriormente se extendería por toda la España ocupada, fue la construcción de un cementerio, aboliendo la tradición secular de inhumar a los muertos en las iglesias. El tufo a cadáver que Thiebault soportaba cuando asistía a misa en la Catedral resultó definitivo para que el general impusiera, contra la opinión del clero, aquella propuesta.

En adelante, los enterramientos tenía que hacerse extramuros. Tras los preceptivos estudios, Thiebault resolvió que el lugar idóneo sería el entorno del monasterio de San Agustín, entonces abandonado y en casi en ruinas: se hallaba lo suficientemente alejado de la ciudad como para que los posibles olores se percibieran en ella pero no en un punto remoto, lo que podría desanimar a los deudos a llevar hasta allí a sus familiares desaparecidos. Y tenía un componente sagrado, ya que se trataba de un terreno vinculado al cenobio, esto es, que contaría con ese ‘abrigo’ espiritual que no ahuyentaría a los burgaleses, máxime tratándose de un recinto que durante siglos había venerado la imagen del Santo Cristo de Burgos.
En 24 de febrero de 1809, adelantándose al Real Decreto que el 4 de marzo de ese año estamparía con su firma José Bonaparte, el gobernador francés expuso a los burgaleses las nuevas normas: en adelante, quedaba prohibido dar sepultura en la iglesias de Burgos; que la huerta que se ubicaba frente a San Agustín se destinaría para sepultar «todos los cadáveres de este pueblo»; que se exhortaría al arzobispo a bendecirla; que el comandante de armas, el corregidor y los curas serían en adelante «los responsables del cumplimiento de ese decreto».

«La huerta en cuestión tenía una forma rectangular y se encontraba situada en el espacio que existía entre el edificio del convento de San Agustín y el Hospital de la Concepción. Las obras que se realizaron para acoger el cementerio llevaron a dividirla en dos zonas con caminos principales para carros y otros más estrechos, que se cruzaban con los primeros, para peatones, permitiendo de este modo el acceso de una manera fácil a las sepulturas», escribe Óscar Moral Garachana en su estudio El cementerio del general Thiebault (Institución Fernán González).

Huelga decir la escasa o nula gracia que le hizo al clero esta medida, menos aún a los canónigos de la Catedral, que solían ser enterrados en la joya gótica. Pues quiso el destino que el primer fallecido tras la aprobación del decreto del francés fuese un miembro del Cabildo: el racionero Miguel Ortiz Rufrancos. Según cuenta Moral en su estudio, el arzobispo trató de convencer al general de que se hiciera una excepción y el canónigo fuese sepultado en el primer templo de la ciudad. Thiebault se vio ante un dilema de difícil solución. Por un lado, si cedía al ruego del arzobispo, sentaba un precedente que podía menoscabar su autoridad en adelante; por otro, no quería enfrentarse a un más al estamento eclesiástico.
El general se salió con la suya sin que esto segundo sucediera. En una pirueta entre diplomática y maquiavélica, convenció al Cabildo de que la muerte de ese miembro era una señal divina, esto es, que Dios había dispuesto que el primer huésped del nuevo jardín de la eternidad no fuese una persona cualquiera, sino uno de sus ministros en la tierra. El Cabildo, aunque no demasiado convencido por ser un francés quien les hablara de la Providencia del Altísimo, aceptó, saliendo Thiebault triunfante, ya que siendo enterrado allí el primero un miembro de la Iglesia nadie podría negarse en adelante a hacer lo mismo.
No en vano, durante el tiempo que se prolongó la ocupación francesa fue ese y no otro el lugar de enterramiento en la ciudad, pese a que se demostró que no había sido el idóneo por cuanto los hedores alcanzaban la ciudad y ponía en riesgo la salubridad de los vivos. El camposanto fue abandonado tras la marcha de los invasores. No volvió a saberse nada de él hasta que a finales del siglo XIX se rehabilitara San Agustín como escuela de niños sordos, mudos y ciegos. Durante las obras de acondicionamiento, salieron a la luz numerosos restos óseos humanos. La eternidad a veces se rebela contra el olvido.

Fuente: www.diariodeburgos.es

miércoles, 24 de octubre de 2012

-El único documento original del conde Fernán González.

"Bajo el imperio de Dios, yo Fernán González y mi esposa Sancha, a vos donamos...". Así comienza un pergamino del 1 de mayo del año 937 perteneciente al conde de Castilla Fernán González, noble del siglo X elevado a la categoría de héroe por la leyenda. Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Complutense ha certificado hoy en Burgos que ese texto, conservado en la British Library desde 1943, "es el único documento original conocido del conde Fernán González". Los ingleses tenían este papel inventariado "pero desconocían que era el auténtico y que no había ninguno más de este personaje", afirma Julio Escalona, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.





El pergamino, de 23,7 centímetros de alto por 36,8 de ancho, es un acta notarial en letra visigótica muy cuidada de la donación por parte de Fernán González de una propiedad suya, el monasterio de Santa María de Cárdaba (hoy en la provincia de Segovia), al monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos), explica el CSIC en su comunicado. En la parte inferior del documento se aprecian los monogramas, "signos que tenían los personajes más destacados para identificarse, una especie de sello", añade Escalona.
Este noble "es uno de los grandes personajes de la Edad Media castellana", ha dicho en conversación telefónica Escalona, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. Fernán González, cuya fecha exacta de nacimiento se desconoce, fue Conde Castilla entre 932 y 970, año de su fallecimiento. "Su figura fue mitificada en el siglo XII para reivindicar la identidad castellana frente a León. Incluso algunos autores llegaron a falsificar numerosos documentos atribuidos al conde para así vincularse a una figura histórica", explica Escalona.
"Algunas de estas falsificaciones han llegado hasta nuestros días; también copias de documentos auténticos", pero el acta de la que se ha informado —en una investigación que publicará en unos días la revista Journal of Medieval Iberian Studies— es "el único original relacionado con Fernán González que se conserva".

Otro valor histórico del pergamino es que fue obra del escriba Florencio de Valeránica (llamado así por el monasterio en el que trabajaba). Este monje fue uno de los iluminadores más importantes que adornaba libros en la Castilla del siglo X. De su mano en aquel monasterio salieron "los mejores códices iluminados de ese período". Pero de la construcción que se levantó en Tordómar (Burgos) apenas quedan unas piedras y unos restos escultóricos. Florencio de Valeránica también ejerció en ocasiones como redactor de documentos notariales. Un buen ejemplo es el pergamino del conde Fernán González.
"Probablemente el documento se elaboró en el propio monasterio de Valeránica y, tras la firma del acuerdo, se custodió en el archivo de San Pedro de Arlanza". El equipo de Escalona ha reconstruido el viaje a través de los siglos del documento. "En 1488 pasó al monasterio de Santa María de Sacramenia. El pergamino salió de este lugar a raíz de las desamortizaciones del siglo XIX y se le perdió la pista hasta 1943, cuando fue donado por un coleccionista inglés a la British Library, donde hoy se conserva".

El investigador del CSIC Julio Escalona ha explicado que Fernán González logró en un momento de disputas entre los nobles castellanos auparse en el 932 con el el título de Conde Castilla y predominar sobre todos. "No se sabe muy bien cómo, pero consiguió superar la división y su hijo, su nieto y su bisnieto heredaron el cargo". También conspiró para poner y quitar reyes de León. En el XII se revitalizó su figura porque tras la separación de Castilla y León en 1157 con la muerte del rey Alfonso VII, los castellanos quisieron reivindicar figuras del pasado y le colgaron valores y éxitos militares que no tenía. "El personaje borró al hombre real". Esa idealización, según Escalona, ha llegado hasta hace relativamente poco en la historia española.

Fuente: www.elpais.com

sábado, 29 de septiembre de 2012

-Miraveche promocionará su pasado autrigón.


La casi permanente presencia de núcleos de población desde la prehistoria en la comarca burebana la dota de un extenso legado del que una mínima parte se ha revalorizado. De entre ellos, el que aún no se ha tocado es el correspondiente al periodo de la Autrigonia que contó con sus mayores ‘ciudades’ en el territorio hasta la invasión romana.
Esto cambiará en breve con la puesta en marcha del proyecto de la villa de Miraveche para recuperar este antiguo periodo como atractivo turístico además de dar a conocer el enorme legado aún por descubrir en la comarca.

Según se ha informado desde el grupo de acción local Adeco Bureba, que participa con una ayuda de 36.129 euros, la intención es recrear «en todos sus detalles un ritual funerario autrigón en los mismos lugares donde se radicaron los protagonistas».
Concretamente, se habilitará una zona en la cual se colocarán reproducciones de las urnas funerarias donde se depositaban las cenizas de los guerreros autrigones, así como el correspondiente ajuar que se sepultaba junto a las mismas.

Dependiendo del status del homenajeado en estos enterramientos se incluían espadas, puñales, piezas del vestuario bélico e incluso arreos de las caballerías, los famosos caballos losinos, según la costumbre.
La inversión total de este pionero proyecto ascenderá a 57.600 euros y tiene unas muy buenas perspectivas de resultar de interés para los visitantes, tanto los más informados en el pasado burebano como los que desean satisfacer su curiosidad. Esto es así ya que, en realidad, los yacimientos de la Edad del Hierro de Miraveche han sido objeto de investigaciones arqueológicas años atrás y se han recuperado piezas únicas de este periodo.

De hecho, las particularidades de los ajuares funerarios de la localidad ha llegado a ser incluida en los catálogos arqueológicos de forma diferenciada de las piezas de otros yacimientos, como lo prueba que en el caso de las armas estas cuenten con la denominación ‘tipo Miraveche’ en su catalogación científica.
Al estar todas estas piezas en museos fuera de la comarca, este legado es muy poco conocido por los burebanos pese a que tanto el nombre de la comarca como el de su capital derivan precisamente de la tribu prerromana.
Aunque este primer paso lo dará la villa con mayor peso, dentro del mundo arqueológico de la comarca existen, documentados pero aún no investigados, asentamientos autrigones por todo el territorio.

De cuajar este proyecto, se potenciará turisticamente un legado único en la provincia, ya que esta tribu se concentró casi exclusivamente en La Bureba y podría incluir a numerosas localidades con rutas por los asentamientos catalogados.

 GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca www.elcorreodeburgos.com

domingo, 16 de septiembre de 2012

-Campeonato Europeo de Tiro Prehistórico en Ibeas de Juarros.

Hoy en día la mayoría de los niños cree que el pollo, el conejo o la ternera que comen de segundo plato un día sí un día no procede de las estanterías del súper o de la carnicería de la esquina. Los mataderos son un invento muy reciente. El hombre de Atapuerca se las tenía que arreglar con instrumentos manuales si quería llevarse a la boca un pedazo de carne. La práctica de la caza fue la que impulsó la evolución de los homínidos, al incorporar las proteínas a su dieta.

Y, claro, no tenían escopetas. Una de las primeras armas fueron las azagayas, unas lanzas de madera que impulsaban con un propulsor para proporcionar más potencia al disparo y alcanzar mayor distancia. ¿Están desuso? Por supuesto. Pero los aficionados a la arqueología han recuperado tanto esta arte de caza como la del arco prehistórico. De hecho, este fin de semana se desarrolla en Ibeas de Juarros el Campeonato Europeo de Tiro Prehistórico que organiza  el Ayuntamiento, Sierra Activa, Sistema Atapuerca y la Diputación.

Hay auténticos apasionados de este deporte. Hasta 50 personas procedentes de toda España se apuntaron a la competición, un número elevado teniendo en cuenta que en Huesca se celebraba otro evento de similar naturaleza. Ayer tuvo lugar la competición de tiro con azagaya y hoy le toca el turno al arco. El viernes, los participantes construyeron sus propias armas.
El arte de la azagaya es difícil de dominar. La lanza se apoya en un propulsor formado por una vara de madera terminada en un dispositivo de apoyo o espolón, donde se introduce el ástil. El cazador echa el brazo hacia atrás flexionado el codo. Coloca el propulsor a la altura de la cabeza y lo impulsa hacia delante. El objetivo es acertarle al centro de una dianas en las que están dibujados animales, conejos, osos, corzos, etc.
El fin es lograr la máxima puntuación en los 10 puestos que la organización dispuso en un área próxima al río Arlanzón, en Ibeas de Juarros.


Eduardo Cerdá, uno de los organizadores del torneo, explica que «hay más afición de la que parece e incluso en otras ediciones han acudido lanzadores franceses y belgas». Este año no han acudido extranjeros pero ha llegado gente desde Cantabria, Madrid o Valencia. Ahí es nada. José Aurelio García Munúa y su hijo Kevin García Estébanez son fijos en esta clase de competición. No es la primera vez que acuden a Ibeas. El padre trabajó durante años en Altamira y ahora dirige y organiza actividades de arqueología experimental y didáctica en prácticamente todas las cuevas de Cantabria, sobre todo en Monte Castillo.
Es el mejor. No lo dice él, su humildad no se lo permitiría. Lo dicen sus compañeros de ‘batida’. «Es el único capaz de vencer a los franceses», afirma uno de sus amigos. Y es que los galos deben ser los números uno del tiro prehistórico.


Gabriel González llega de Madrid. Su profesión no está relacionada para nada con la Arqueología, es informático, pero se aficionó al tiro con arco y cuando la practicaba comenzó a interesarse por el arco prehistórico. «Una cosa llevó a la otra y ahora también tiro con la azagaya, aunque es un arma muy complicada», reconoce. Pero bueno, quedar primero no es el objetivo, «lo bonito es construir las armas hacer el recorrido con el resto de compañeros y pasar un buen fin de semana». dice.


Miguel Ángel viene de aún más lejos, de Valencia. No lo hizo para participar sino para conocer Burgos junto a otro amigo. Se enteraron de que el fin de semana en que iban a visitar la provincia se celebraba el torneo y se apuntaron. «Hoy (por ayer) hemos visto los yacimientos por la mañana y por la tarde tiramos la lanza», comenta. Hoy acudirán al Museo de la Evolución Humana (MEH) y por la tarde competirán en el concurso de arco. Por cierto, las armas pueden se de la dimensión que desee su propietario pero han de estar construidas con materiales naturales. Los metales, los plásticos y los materiales sintéticos están proscritos. No obstante, por razones prácticas se permiten pegamentos y colas.
El primero en el torneo fue José Aurelio Munúa, seguido por José Ignacio Grande y Kevin García. En mujeres, ganó Chus Cortezón.


Fuente: www.diariodeburgos.es

domingo, 9 de septiembre de 2012

-Ruta de los carreteros.

Las salinas de Poza retrocedieron en el tiempo con la llegada de los carreteros serranos por la antigua ruta que desde el Páramo de Masa tenía su primera parada en la explotación pozana.
Como sus predecesores el carretero guió a los bueyes por un antiguo sendero que acortaba el camino desde las hoces de la entrada al castillo hasta las chozas donde se almacenaba el 'oro blanco'.
Al tiempo, en las eras los salineros realizan la monótona tarea de extracción de la sal regando con salmuera la superficie y recogiendo con los grandes rastrillos la sal depositada por evaporación.

Un buen número de espectadores contemplaban la escena que parecía arrancada de principios del pasado siglo, con los salineros produciendo y los carreteros esperando su carga junto a la choza.
De hecho, en este encuentro se reprodujo hasta el tradicional trueque de madera serrana, imprescindible para las conducciones de salmuera, por sacos de sal que antiguamente tenían como destino toda España. Pese a estar ya en los últimos coletazos del estío, hasta la meteorología era la del pasado con un sol de justicia que hacía que la evaporación de la salmuera fuera rápida en las eras.
Cabe recordar que la producción salinera con este sistema de extracción hacía que solo los meses con altas temperaturas resultaran hábiles para el trabajo pese a lo cual se producían más de un millón de fanegas en el salero pozano.
En el encuentro a pie de salina Antonio Chicote, de la Real Cabaña de Carreteros, recordó que ésta es la cuarta ocasión en la que los carreteros visitan la villa salinera «manteniendo la misma ilusión de unir estas salinas con las de Añana».

Chicote afirmó que la intención de que la Ruta de la Sal logre un puesto destacado, dado su papel clave en la historia castellana, es algo factible como proyecto conjunto de todas las salinas de interior que estuvieron bajo en control de la Corona de España.
En opinión de Chicote, el papel de la sal pozana fue tan importante que su existencia, explotación y comercio determinaron que Castilla naciera en la comarca burebana. En ese sentido, señaló que esta ruta que tiene como destino las salinas alavesas de Añana discurre precisamente por las tres localidades, Poza, Oña y Frías, que constituyen la mancomunidad Raíces de Castilla.
Por su parte el alcalde pozano, José Tomás López, expresó su agradecimiento al colectivo de carreteros al elegir Poza como punto de partida para apoyar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad de las salinas de Añana, dentro del cual se incluye el complejo salinero pozano como elemento añadido.


López afirmó que estas iniciativas son indispensables para el desarrollo rural ya que ponen el valor los patrimonios culturales, industriales y naturales de los distintos territorios.  Finalmente el presidente de la asociación de Amigos de las Salinas, Narciso Padrones, calificó de "interesantísimo el espíritu" de esta ruta ya que se verá la complementación entre las salinas alavesas y pozanas.
Padrones detalló que en el caso de la zona de Añana la extracción se realiza de forma natural por caudal de manantiales, mientras que en el caso de la zona pozana se trata de un proceso industrial basado en la técnica de extracción de minerales que ya utilizaban siglos atrás los romanos.

Fuente: www.elcorreodeburgos.es

viernes, 7 de septiembre de 2012

-El hombre de Atapuerca practicaba el mismo canibalismo que los chimpancés.

Los chimpancés se comen a los individuos jóvenes de grupos rivales para luchar por el territorioEn 1994 se descubrió el caso de canibalismo entre homínidos más antiguo el mundo. Sucedió hace unos 800.000 años y lo perpetró una especie hasta entonces desconocida que sus descubridores bautizaron como Homo antecessor, el hombre de Atapuerca. Aquel homínido, posible ancestro del Homo heildelbergensis y los neandertales, vivía en excelentes cazaderos situados a unos 15 kilómetros al este de Burgos. Sus restos aparecieron en el yacimiento de la Gran Dolina mezclados con abundantes huesos de ciervo que le habían servido de comida. Lo más chocante fue que, a juzgar por el número de huesos, la segunda especie más consumida en Atapuerca era el propio antecessor, como probaban los restos de al menos 11 individuos, la mayoría niños de corta edad, que fueron devorados por sus congéneres. Las razones de aquella matanza siguen sin aclararse y, hasta ahora, no se habían encontrado prácticas comparables en ningún otro homínido.

Un nuevo estudio explica ahora el canibalismo del antecessor desde un nuevo punto de vista. Aquel comportamiento registrado hace 800.000 años es casi idéntico al que puede observarse hoy en día en chimpancés que compiten por el territorio, según un estudio que será publicado en Journal of Human Evolution.
El trabajo, liderado por los directores de las excavaciones de Atapuerca, recorre las evidencias de canibalismo entre homínidos desde aquel primer caso hace 800.000 años. Tanto neandertales como sapiens lo han practicado a lo largo de la prehistoria y la historia por muchos motivos. El trabajo repasa casos de canibalismo por placer, por hambruna, por guerra o por respeto ritual. Pero en ningún caso pasado o actual se reproduce un patrón tan marcado en el que una especie se coma sólo a los niños y no los adultos.
La única excepción a esta regla, resalta el trabajo, son los chimpancés, los homínidos actuales más emparentados con los humanos. El trabajo cita varios casos  en los que un grupo atacante mata y se come a las crías de sus rivales. El primero fue documentado por la célebre primatóloga Jane Goodall en 1977 y la lista de casos se extiende durante los 30 años siguientes. Las edades de los fallecidos son muy parecidas a las de los antecessor que fueron aniquilados en la Gran Dolina, resalta el estudio.
Los niños de Atapueca fueron víctimas de la lucha por el territorio, opinan los autores. Los homínidos de Atapuerca “montaban ataques de bajo riesgo a grupos rivales para defender su acceso a los recursos en sus territorios y para expandirse a costa de otros grupos”, detalla el trabajo. En la mente de aquellos miembros del género Homo estaba “impedir que evolucionasen otros animales que pudieran ser competencia”, explica el paleoantropólogo Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca y coautor del trabajo. “Eliminar a los niños era más eficaz y menos peligroso”, añade.

El estudio es novedoso en su comparación del canibalismo de un miembro del género Homo con el que se da en chimpancés. “Es muy interesante porque rompe el círculo vicioso de establecer comparaciones sólo con el Homo sapiens e introduce una especie como el chimpancé que está lejana pero próxima a nosotros”, opina el paleoantropólogo del CSIC Antonio Rosas, que no ha participado en el trabajo pero conoce a fondo el canibalismo de los neandertales de la cueva de El Sidrón (Asturias). “Es una hipótesis bien fundada”, añade sobre el nuevo estudio.
Pero a fin de cuentas el trabajo no explica el canibalismo del antecessor en sí. Matar a los infantes del grupo rival bastaba para conseguir echar al grupo de sus territorios, ¿por qué comérselos además? “La única explicación”, reconocen los autores, “era el beneficio nutricional”.

Fuente: esmateria.com


-La Engaña: un icono de muerte en las Merindades


El túnel de La Engaña terminó de horadarse en la madrugada del 26 de abril de 1959. Fue ese día cuando se encontraron los dos obreros que horadaban el túnel, uno desde Cantabria y el otro desde Burgos.
Ni nadie ha sido capaz de recodar, 53 años después como se trabajó en el empeño; ya nadie recuerda las muertes en el tajo; nadie sabe nada del ‘runrún’ del agua al caer en la presilla junto al túnel; nadie recuerda besos robados en la entrada de esa semi cueva, ni en las viejas construcciones que servían de nido de amor a los adolescentes alocados.
Nadie. Porque es un lugar que sólo recuerda el paso inexorable de un tiempo que ya no volverá. Es un paisaje tétrico con las hiedras comiéndose las paredes de los viejos barracones que sirvieron de vivienda a los obreros. Todo un poblado se ordenó en torno a la construcción del túnel de siete kilómetros de longitud.

Ya no queda ni el silencio. Y debiera quedar para honrar la memoria de quienes entregaron su vida allí, algunos de ellos represaliados del régimen de Franco obligados a trabajos forzosos en el túnel.
Menos mal que hoy queda la melancolía para recordar; los ojos para reconocer qué fue aquello y contemplar en que estado ha quedado. El olfato para reconocer que áun quedan por allí robles, chopos, espineras, acacias, pinos y alisos.
El tacto para reconocer con las manos el paso de tiempo rugoso en las piedras; y el sabor amargo de tanta miseria tecnológica, aunque sea de los años 60.
Nos queda la ruta  que los amantes de la naturaleza y de deporte pusieron en marcha hace unos años. Una ruta que se inicia en la localidad de Santelices hasta el túnel de la Engaña, dónde el caminante pude observar todo tipo de vegetación como la citada antes y un paisaje que se hace más bello el paseo.
 Durante el recorrido, se puede visitar la iglesia y el puente de San Martín de Porres, y el Monumento Natural de Ojo Guareña, uno de los mayores complejos conocidos de cuevas. Pero también Pedrosa de Valdeporres  y ver pasar y para el tren de los Ferrocarriles de Vía Estrecha en el centro del pueblo.
La Engaña, que buen nombre para quien se deja, eso, engañar. Y está aquí a cien kilómetros.



Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/2012-09-05/la-engana-un-icono-de-muerte-en-las-merindades

miércoles, 15 de agosto de 2012

-Mejoras en el Monasterio de Santa María de Rioseco.

El monasterio de Santa María de Rioseco sigue mejorando su aspecto. La actividad de los voluntarios comienza a revertir la situación de deterioro producida por el abandono en los últimos dos siglos. El pasado domingo se cerró la segunda semana del voluntariado con una gran fiesta y actividades durante todo el día.
Una de las personas más implicadas en este proyecto de ‘Salvemos Rioseco’ es el párroco de Villarcayo, Juan Miguel Gutiérrez, que destaca que esta semana «ha sido muy especial, hemos sido 118 personas de todas las edades venidas desde puntos como Madrid, Barcelona.... Se ha trabajado muy duro, pero también hemos pasado muy buenos ratos».

En cuanto a los objetivos de la rehabilitación, Gutiérrez señala: «Nos hemos querido centrar en el claustro. Vaciar una serie de arcos, limpiar el centro. Y realizando estas tareas ha aparecido el surtidor de agua de la fuente del claustro que ciertamente nos ha sorprendido. Ya se le ha notificado este hallazgo a la Junta de Castilla y León. Además como éramos tanta gente nos ha dado tiempo a realizar una serie de detalles como completar el suelo de la sala capitular, limpiar el cementerio, el horno y las explanadas del claustro bajo». En resumen, el balance que hace es «que se ha podido realizar mucha más labor de la que confiábamos hacer».

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

martes, 7 de agosto de 2012

-Excavaciones en el castillo de Castrojeriz.

Las excavaciones en el patio de armas, además de proyectiles y fichas, han dejado al descubierto muchas placas de hierrro con remache, al parecer de puertas.  diariodeburgos.esLa Fundación del Patrimonio Histórico cuenta ya con los primeros datos que se extraen de su segunda campaña arqueológica en el castillo de Castrojeriz, asociada a la rehabilitación de la fortaleza, que también en curso. La excavación se ha centrado en una superficie de 600 metros cuadrados, en el patio de armas y las torres. El desescombro de las torres ha alcanzado los 8 metros de profundidad y entre los restos arqueológicos hallados destacan veinte proyectiles de piedra de unos 40 cm de diámetro y varias fichas de juego cuadradas, de hueso, pintadas por una de sus caras. Los arqueólogos han encontrado también muchas placas de hierro con remaches de bronce, posiblemente de puertas.
La excavación en el patio de armas confirma y completa la información en la campaña anterior, cuando se descubrió una calle enlosada que recorre el patio de norte a sur. A un lado de esta calle hay varias dependencias comunicadas, con hornos y fogones que indican su uso doméstico. Al otro, las dependencias tienen doble altura. Los arqueólogos creen que debieron de ser pabellones para la servidumbre y los hombres de armas. Aquí, junto a la escalera de acceso a las torres, hay un aljibe, construido entre el siglo XVII y el XVIII, con bóveda y muros muy potentes enfoscados con mortero.

Además del estudio arqueológico, se han leído los muros para interpretar la secuencia constructiva, desde el siglo IX hasta su abandono en época contemporánea. Los de la torre oeste denotan una construcción acelerada, seguramente por la presión de las continuas incursiones musulmanas en el siglo IX. Esta torre se asienta sobre un cimiento anterior de opus caementicium, hormigón romano compuesto de mortero y guijarros, y se construyó reutilizando sillería también de época romana.
La torre este fue una gran construcción de cinco plantas, rematada con almenas. Los arqueólogos han documentado cuatro nuevas ventanas saeteras y confirman que no hay puertas en las tres plantas inferiores, lo que apunta a la clara función defensiva del imponente torreón, construido en una época convulsa -s. XI-XII- de luchas entre los reinos de Castilla y Navarra.
La torre central o del homenaje se hizo entre los siglos XIII y XIV. Tenía tres plantas, la superior, de dos cuerpos, con ventanas amplias y bóvedas de crucería, y tendría un uso señorial. Se transformó en las obras de fortificación del siglo XV y en el XVI construyeron una cuarta planta. En su sótano, hay otro depósito de agua subterráneo, con paredes de ladrillo y bóveda de cañón de sillería. Este aljibe, probablemente, anterior a la construcción de la torre, está bajo el patio de armas, pero quedó oculto por las numerosas modificaciones, recrecidos y enlosados.
Esta es la segunda investigación arqueológica en el castillo de Castrojeriz. En 2009, excavó unos 300 m2, en el patio de armas y las lizas, sur y este, y extrajo datos importantes para la redacción del proyecto de rehabilitación.

El abandono del edificio, el hundimiento de cubiertas y forjados hasta su desaparición, la agresión atmosférica que erosiona la ladera y las fábricas y el expolio han causado el estado de ruina que hoy presenta el castillo de Castrojeriz. Varios tramos del muro están descarnados y desprotegidos, dejando vía libre a la entrada de agua. Los cimientos de la torre llamada albarrana y de la esquina norte de la muralla principal del patio de armas están al aire, con tramos de muros vencidos y descolgados. Los peldaños de la escalera del cuerpo central están cubiertos de vegetación y desgastados, los muros, desplomados, y se observan pérdidas en jambas, dinteles y dovelas de los vanos que aún se conservan.
La FPH plantea estabilizar y conservar las estructuras que permanecen en pie y facilitar que puedan ser visitadas de forma segura. La intervención proyectada busca consolidar los elementos más significativos: las tres torres que integran su cuerpo principal. Está previsto estabilizar la ladera de la esquina norte y la torre y cerrar el patio de armas al norte. También se define el perímetro y volumen de las defensas exteriores de la fortaleza, además de desescombrar el patio y otros espacios y acondicionarlos para que se puedan transitar.
El seguimiento arqueológico de las obras y la instalación de señales informativas para hacer más fácil el recorrido por el castillo, completan este capítulo. Una vez concluya la intervención, el ayuntamiento gestionará las visitas.



Fuente: www.diariodeburgos.es

viernes, 3 de agosto de 2012

-La Peña de la Pastora de Fresneda de la Sierra.

http://www.fresnedadelasierra.com/images/foto17.jpgSe trata de una estela con una figura humana labrada en la piedra, que fue encontrada en el término conocido como "La Peña la Pastora". Posiblemente su origen sea funerario, pudiendo tener conexión con algún poblado de las proximidades. De hecho en la zona de "Los Rubiales" se han encontrado vestigios de la época romana, que demuestran la antigüedad de los asentamientos humanos en esta zona.
La estela mide 1,32 x 0,35 x 0.3 m. Se remata el semicírculo y carece de inscripción, aún quizás podría haber desaparecido. La figura humana labrada está en actitud frontal, cruzando las manos por debajo de la cintura. Se insinúan los ojos y la boca.

Al parecer, este tipo de representaciones no son frecuentes en la provincia de Burgos. Podría estar relacionada con las estelas celtibéricas (pueblos que habitaron en la península sobre el s. III a.c.) con figuras humanas a pie y a caballo y cuya continuación más inmediata estaría en las estelas hispano romanas del Centro de la Península  (s. I-III d.c.)
Dice la tradición popular que la imagen de la estela representa a una pastora que fue labrada en tiempo inmemorial por el poder numinoso de un rayo caído sobre la piedra.

Fuente:  http://www.fresnedadelasierra.com