domingo, 5 de diciembre de 2010

-Respecto al vídeo de Burgos de 1911.

Boinas, niños harapientos, mujeres de luto y con pañuelo al cuello, sotanas, tricornios, calles de tierra y burros en lugar de coches... Así era la capital del Arlanzón hace justo un siglo tal y como quedó reflejado en una película muda titulada Burgos Voyage.
En esta ocasión internet, que vale para casi todo, ha ayudado a rescatar y difundir esta maravilla audiovisual que firma Segundo de Chomón, cineasta turolense nacido en 1871 y considerado como uno de los grandes pioneros, al nivel de los mejores, en los primeros años del séptimo arte.
Hace tiempo que el documental fue descubierto y en junio de 2004 ya fue proyectado en el Teatro Principal con música de Jordi Sabatés, pero en las últimas semanas distintos blogs y correos electrónicos han difundido entre los burgaleses un documental que está a punto de cumplir un siglo si es que no lo ha hecho ya, pues los expertos discuten sobre si fecharlo en 1910 o 1911. Fue rodado en blanco y negro y coloreado luego en Pathécolor, una técnica que por aquel entonces fue revolucionaria y que ahora, gracias a las nuevas tecnologías, aparece como nueva y al alcance de cualquiera que disponga de un ordenador.
Para quien quiera paladearlo, basta con entrar al portal de vídeos Youtube y buscar ‘Burgos 1911, Segundo de Chomón’. Ahí encontrarán una ciudad que parece de otro mundo, aunque en realidad no es tan lejano. Es la que vivieron nuestros bisabuelos y la que, en buena medida, persistió a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Los fotogramas, como la realidad de entonces, recogen escenas contradictorias que son reflejo de los fuertes contrastes sociales y económicos. Los personajes y ambientes aldeanos contrastan con la majestuosidad de la Catedral y la Casa del Cordón y con los toques burgueses del Paseo de la Isla.
El corto dura 4 minutos y 14 segundos y está custodiado en los archivos del Centro Nacional de Cinematografía de la localidad francesa de Bois D’Arcy, cerca de París. Entre las imágenes se intercalan carteles al estilo del cine mudo de la época que explican lo que se verá inmediatamente después y sitúan al espectador.
Tras presentar Burgos como «una de las ciudades más importantes de España por los monumentos que encierra», lo primero que enseña son los alrededores de la Iglesia de San Esteban y el arco del mismo nombre. Son imágenes casi costumbristas, las más simpáticas y más naturales del documental pero también las que dejan entrever una mayor miseria, con niños y jóvenes persiguiendo a una acémila, campesinos entrando en la ciudad y las fuerzas vivas de entonces a la cabeza de una improvisada procesión que circula delante de la cámara.
Un plano fijo de Las Huelgas y otro de la plaza de la Libertad anteceden a una imagen del Arco de Fernán González que conduce al patio interior de la Casa del Cordón, obviamente antes de su última restauración y cuando todavía estaba descubierto.
La Catedral, «una de las maravillas de España» se contempla desde lo alto de la plaza de Felipe de Abajo con un equino sobrecargado esforzándose por ascender la cuesta con lo que parecen haces de leña.
Otro plano fijo, en este caso de la puerta del Sarmental, sirve de transición hacia el Arco de Santa María, «puerta adornada con las estatuas de los grandes hombres de Castilla». De ahí la magia del cine nos lleva hasta una Plaza Mayor arbolada y todo acaba en el paseo de la Isla.
Las características de jardín romántico que tanto defienden en nuestros días los que se oponen a su remodelación quedan fielmente retratadas en la película; una fuente idílica a la que se asoma un varón y un paseo que atraviesa la figura de una niñera arrastrando un cochecito de capota y a la que se acercan dos jóvenes en actitud amistosa. La puesta de sol rodada desde un lugar indeterminado sirve para cerrar el corto y dejan al espectador con la sensación de que Segundo de Chomón debió de quedar prendado por la ciudad.
Para Jesús Manuel Payno, presidente del Encuentro Internacional de Cine (Eninci), se trata de «una joya más que demuestra la importancia de Burgos en los inicios del cine, pues aquí se vivieron algunas de las primeras sesiones cinematográficas de la mano de los hermanos Lumière, además de que un burgalés de Belorado, Manuel Vitores, produjo la primera película sonora del cine español».

figura internacional. Burgos voyage fue solo una de las numerosísimas películas que firmó el turolense, considerado a escala internacional como una de las grandes figuras del primer cine europeo. Forma parte de un paquete de documentales de ciudades filmado durante un breve lapso de tiempo en el que regresó a España y viajó por buena parte de su geografía.
Segundo de Chomón trabajó para varias productoras en nuestro país, pero sobre todo en Francia y en menor medida en Italia. Su obra más reconocida es El hotel eléctrico, rodada en 1908, y en la que se recrea un mundo del futuro en el que todo está automatizado, desde los electrodomésticos a los zapatos que se atan solos los cordones. Cien años después, no todo ha progresado como él se imaginaba.    

Publicado en www.diariodeburgos.es

jueves, 18 de noviembre de 2010

-Video de Burgos en 1911

Impresionante documento gráfico. No hay que perder detalle:

sábado, 30 de octubre de 2010

-Vías pecuarias y trashumancia en Burgos.

Más de medio millón de cabezas de ganado, de un total de cinco en toda España, transitaban dos veces al año por la provincia. Una de octubre a noviembre para ir a Extremadura y otra de mayo a junio camino de la Sierra de la Demanda. Era uno de los destinos favoritos de los pastores trashumantes. No solo por la profusión de sus pastos, sino también por la riqueza de su naturaleza. Sus caudalosos y limpios ríos eran lugares magníficos para lavar una lana antaño valorada igual que preciada.

La Cañada Real Burgalesa cayó en desuso en las postrimerías del siglo XIX, aunque para hablar de sus orígenes hay que remontarse a hace 7.000 años; para recordar su impulso a 1273, con Alfonso X el Sabio, llegando a su máximo apogeo en 1300, y para revivir su época reciente de mayor trasiego a los años comprendidos entre 1775 y 1800. Bien es cierto que este verano ha visto pasar por alguno de sus tramos un rebaño de más de 2.000 cabezas de ganado, procedente de la localidad pacense de La Serena, en el propósito de la Asociación Concejo de la Mesta, creada en recuerdo de aquella institución medieval que organizaba la trashumancia, y de asociaciones rurales de la sierra de impulsar y restablecer esta actividad.
Pero para lograr ese objetivo, al que indudablemente ha de unirse el de la conservación de un patrimonio histórico e incluso el de un uso turístico, hay que empezar por recuperar las vías pecuarias. Esas antiguas rutas ganaderas que unían las zonas altas de la península, destinadas a pastos de verano, con la bajas, donde el ganado pasaba el invierno. Y eso es que lo que pretenden el Gobierno central y la Junta con un convenio de colaboración para ‘sacar a la luz’ esta cañada real que pasa también por las provincias de Valladolid, Palencia y Salamanca, adentrándose en Portugal antes de llegar a Extremadura. A este fin dedicarán 1,5 millones de euros.

De los 600 kilómetros que comprende todo el recorrido, 140 pertenecen a territorio burgalés y pasan por más de una veintena de pueblos localizados en zonas como el Valle de Valdelaguna, Tierra de Lara, Arlanza o La Ribera. Comienza en Monterrubio de la Demanda y termina en Tórtoles de Esgueva. Para los expertos se trata de una cañada «muy interesante» al extenderse, junto a la soriana-occidental que discurre paralela, de Este a Oeste en lugar de Norte a Sur. Una característica por la se la considera maestra, ya que permite el acceso al resto de vías nacionales -hay diez- al cortarlas en alguno de sus puntos.

Además de su situación estratégica, esta ruta y su destino, la Sierra de la Demanda, eran muy apreciados por los ganaderos debido a la riqueza de los pastos, la calidez del clima y las posibilidades que ofrecían sus ríos para lavar la lana, además de por su cercanía a Burgos cuando la capital se convirtió en el siglo XIV en puerto exportador de toda Castilla. «La lana merina que había en España se comercializaba a través del consulado burgalés, que decidía a dónde tenía que llevarse tras ser almacenada en el Páramo de Masa», apostilla el presidente de las asociaciones Concejo de la Mesta y Trashumancia y Naturaleza, Jesús Garzón.
Pero su importancia parece ser proporcional al grado de abandono que presenta. El origen de ese deterioro, según este experto, está ligado a la llegada del ferrocarril. «Se aprovechó el itinerario para meter la línea férrea que une Salamanca-Medina del Campo-Valladolid-Burgos», explica. Un revolucionario avance en las comunicaciones, hasta entonces a pie o en carro, que aprovecharon muchos ganaderos para trasladar el ganado. Y los que intentaron mantener la costumbre trashumante tuvieron que desistir en el empeño a consecuencia de los inconvenientes y peligros que provocaba la cercanía del nuevo transporte.

Lejos de las posibilidades históricas de hace siglos, la Cañada Real Burgalesa se hará visible con este proyecto. Para los expertos, su principal uso debe ser ganadero ya que de lo contrario al tratarse de un pastizal desaparecería. No obstante, este empleo no está reñido con otros como el turístico, aprovechando el patrimonio natural, artístico y arquitectónico que se encuentra en esta ruta.
Y precisamente en esos objetivos trabaja la Consejería de Medio Ambiente, que pretende «revalorizar el legado de las vías pecuarias de la región tanto para el fomento de la ganadería extensiva como para promocionar sus aspectos culturales y recreativos», según fuentes de este departamento. Se encargará de actuar en el principal tramo burgalés, ya que el Gobierno se ocupará del ramal que pasa por Royuela de Río Franco y Tordómar, y de los recorridos palentino y valisoletano. La Administración regional maneja un plazo de cuatro años para realizar labores de deslinde, que determinen lo que es propiedad pública y privada, así como un proyecto de amojonamiento y señalización del itinerario con un presupuesto de 757.000 euros.

La reciente noticia del convenio firmado entre el Gobierno y la Junta satisface aunque no del todo a Jesús Garzón, naturalista cántabro que en 2009 recibió de manos del Rey el premio Fondena de la Fundación para la Defensa de la Naturaleza por su contribución al medio ambiente. Su censura se dirige principalmente al Gobierno regional, al que acusa de haber tardado demasiado en cumplir la legislación vigente en cuanto a la protección de las vías pecuarias, que data de 1995 e incluye la cesión de competencias a las comunidades.
«No han hecho nada en quince años. Creo que es una dejación de funciones perseguible para la que debería haber un fiscal especial como existe en otros temas y como lo tenía Alfonso X El Sabio», subraya el que fuera director general de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura en los 80.

Para el presidente de las asociaciones Concejo de la Mesta y Trashumancia y Naturaleza, el futuro de Castilla y León está en la ganadería extensiva. Un sector olvidado para muchos pero que, a su juicio, puede convertirse en un importante «yacimiento de empleo con garantía de futuro», en un momento de crisis donde el paro se ha cebado con los más jóvenes. A modo de ejemplo, el naturalista cántabro destaca el trabajo que desde las agrupaciones que preside se está haciendo para recuperar la actividad trashumante en otros puntos de España desde hace 18 años: «Hemos logrado movilizar a más de 5.000 pastores y 100.000 cabezas de ganado».

Hablamos de una trashumancia del siglo XXI, que mantiene la esencia del pasado pero elimina parte de la dureza que sufrían sus protagonistas en esos largos desplazamientos. Ahora -detalla Garzón- son grupos de familias jóvenes que van en todoterrenos, llevan sus camiones y caravanas para dormir; disponen de rediles electrónicos que guardan el ganado y así no tener que velarlo por la noche, y al ser varios miembros rompen ese aislamiento que vivían los antiguos ganaderos.
La Asociación Concejo de la Mesta comenzó en 1992, a raíz de que la ONU aprobara en Río de Janeiro el Convenio de la Biodiversidad, que obliga a los estados a favorecer y conservar las tradiciones que son compatibles con el medio ambiente. «En España la gran tradición compatible con el medio ambiente es la trashumancia», apostilla Garzón.
Considera que Castilla y León tiene las materias primas necesarias para retomar esta forma de vida; variedad de ganado y rutas por las que transite -por su territorio pasan 8 de las diez vías pecuarias de España-. Tan solo por la provincia de Burgos discurren tres: la burgalesa, la soriana-occidental y la leonesa-oriental.  

Fuente: www.diariodeburgos.es

lunes, 18 de octubre de 2010

-Capilla de San Olav en Covarrubias.

Ampliar las miras comerciales de su Reino empujó a Haakon IV de Noruega a entregar al linaje de los reyes de Castilla, concretamente al hermano de Alfonso X, Felipe, uno de sus bienes más preciados: su hija Kristina. Felipe, que había sido abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, se instaló en Sevilla, pero la leyenda cuenta que la distancia y la pena mataron a Kristina en 1262, cuatro años después de contraer matrimonio. El infante decidió dar sepultura a su esposa en el templo que otrora gobernó, y allí fue donde se redescubrió su sepulcro, abierto para testar su contenido a finales de los 70.

Fue entonces cuando las relaciones entre Noruega, y más concretamente de las ciudades de Tonsberg y Bergen, y la villa rachela se estrecharon hasta crear un vínculo que ha trascendido hasta nuestros días y que tiene en el ciclo cultural ‘Notas de Noruega’ su máximo exponente. Ayer, como en los últimos quince años, San Cosme y San Damián acogió un concierto de lírica nórdica al que puso voz la soprano Isa Katharina Gericke y música el pianista Trygve Broske. Era el acto central de un día de hermanamiento completado con un mercadillos, exposiciones y la presencia, muy notable, de una representación de ciudadanos noruegos llegados hasta Covarrubias gracias a los autobuses fletados a tal efecto por la Embajada de Noruega.

Ocurre que a nadie sorprende ya ver a una familia noruega pasear por la villa como quien camina por su barrio. «Aquí se dice que no hay día sin noruegos», cuenta el alcalde, Miguel Ortiz. El regidor, acompañado por el recién estrenado embajador noruego ante España, Torgeir Larsen, presidió la ofrenda floral a la Princesa que, por vez primera, se hizo ante su sepulcro antes de repetir a los pies de la estatua que evoca su existencia frente a la Colegiata.

Hoy, la dama es querida por los vecinos de Covarrubias como una ‘patrona’ más y añorada por los noruegos, que llegan hasta tierras burgalesas siguiendo las rutas que organizan bajo el nombre de ‘los pasos de Kristina de Noruega’. Pronto tendrán un nuevo espacio de peregrinación: la capilla de San Olav (patrón de Noruega) que Felipe prometió a su esposa que construiría en Covarrubias. Su construcción se inició el año pasado y «estará terminada en primavera de 2011», calcula Ortiz, sabedor de que el cumplimiento de una anciana promesa amplificará la historia de la princesa que murió de pena.    

Fuente: www.diariodeburgos.es

domingo, 17 de octubre de 2010

-Manuela Sáenz de Azpiru, una heroina en América.

Manuela Sáenz de Azpiru, hija de un indiano nacido y criado en Villasur de Herreros, fue la amante, confidente y asesora de Simón Bolívar durante años y hasta la muerte del general.

Cuando en junio de 1822 Simón Bolívar, El Libertador de América del Sur, entró triunfante en la ciudad ecuatoriana de Quito, de entre la muchdumbre arracimada que daba la bievenida al héroe había una hermosa joven que, emocionada, decidió lanzar a ese Dios reencarnado una corona de rosas y laurel; lo hizo con tan buen tino que cayó en los brazos de éste. «Señora, si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España», le espetó el general con la mejor de sus sonrisas. Ella se ruborizó, ignorando que tan galante frase tendría en el futuro un significado más profundo: aquella damita llamada Manuela acertó de pleno puesto que conquistó para siempre el corazón del paladín de la libertad.

Manuela Sáenz de Aizpuru no sólo ha pasado a la historia por ser la amante inseparable de Simón Bolívar; es hoy considerada una de las mujeres precursoras del feminismo en aquella América de las independencias y una de las heroínas de tan magno acontecimiento histórico. Su vida es una de las más apasionantes de aquella época turbulenta. Y el origen de ésta hay que buscarlo en un pueblo: Villasur de Herreros, en la provincia de Burgos. Allí nació su padre, Simón Sáenz de Vergara, en 1755. Cuando tuvo la mayoría de edad, se marchó a hacer las Américas, instalándose en la localidad colombiana de Popayán. Allí se casó en 1781 con una rica heredera de emigrantes vizcaínos llamada Juana María del Campo Larraondo. El matrimonio, que tuvo varios hijos, se instaló en Quito, donde el burgalés tuvo una proyección meteórica en el gobierno de la ciudad: fue teniente de milicias, regidor del Cabildo, alcalde y, finalmente, Oidor de la Real Audencia de Quito.

Fue en la capital ecuatoriana donde tuvo un romance con Joaquina de Aizpuru, una quiteña soltera.Fruto de esos amoríos nació en 1797 una niña: Manuela, quien creció en la casa paterna rechazada por la esposa de su padre dada su condición de bastarda. Manuela fue educada en el convento de Santa Catalina en Quito y luego vivió de nuevo con su progenitor, quien ya instalado en Perú consiguió ocultar la condición ilegítima de Manuela para arreglar su boda con un rico comerciante inglés 26 años mayor que ella: James Thorne. El enlace se celebró en Lima en 1817. En la capital del Virreinato de Perú, Manuela frecuentó los ambientes políticos que conspiraban contra la Corona española, llegando a desempeñar un papel activo en el derrocamiento del virrey José de la Serna y tomando parte activa de la declaración de Independencia del Perú, hecho que se produjo el 28 de julio de 1821 y que le valió el título de ‘Caballeresa de la Orden del Sol’.

Involucrada de lleno en la causa revolucionaria e independentista, al año siguiente abandonó a su marido y regresó a Quito, donde conoció a Bolívar. Fue un flechazo, y no se separían hasta la muerte del general, hecho acaecido en 1830. No sólo les unió el amor, también los ideales y el espíritu de lucha. Manuela fue, además de amante, condifente, asesora e incluso guardaespaldas del general; no en vano, gracias a valientes intervenciones la hija del indiano burgalés salvó varias veces la vida del militar. También por eso se la conoce como ‘La libertadora del Libertador’, sobrenombre con el que la bautizó el propio Simón Bolívar. Fue la suya una relación apasionada, tormentosa, que ha dejado para la historia una ingente producción epistolar, reveladora de su intensidad, llena de romanticismo y ardor.

Baste como muestra esta carta que le remite Bolívar a su amada tras ofrecer un discurso en el Congreso: Llegaste de improviso, como siempre. Sonriente. Notoria. Dulce. Eras tú. Te miré. Y la noche fue tuya. Toda. Mis palabras. Mis sonrisas. El viento que respiré y te enviaba en suspiros. El tiempo fue cómplice por el tiempo que alargué el discurso frente al Congreso para verte frente a mí, sin moverte, quieta, mía… Utilicé las palabras más suaves y contundentes; sugerí espacios terrenales con problemas qué resolver mientras mi imaginación te recorría; los generales que aplaudieron de pie no se imaginaron que describía la noche del martes que nuestros caballos galoparon al unísono; que la descripción de oportunidades para superar el problema de la guerra, era la descripción de tus besos. Que los recursos que llegarían para la compra de arados y cañones, era la miel de tus ojos que escondías para guardar mi figura cansada, como me repetías para esconder las lágrimas del placer que te inundaba. Y después, escuché tu voz. Era la misma. Te di la mano, y tu piel me recorrió entero. Igual… que los minutos eternos que detuvieron las mareas, el viento del norte, la rosa de los vientos, el tintineo de las estrellas colgadas en jardines secretos y el arco iris que se vio hasta la media noche. Fuiste todo eso, enfundada en tu uniforme de charreteras doradas, el mismo con el que agredes la torpeza de quienes desconocen cómo se construye la vida. Mañana habrá otra sesión del Congreso. ¿Estarás?

Aquel arrebatado delirio epistolar fue recíproco, claro. Hete aquí una encendida misiva firmada por Manuela: Sigo siendo bella, provocativa, sensual y deliciosa. ¡Ah! Mis encantos son suyos y cualquier sacrificio no sería nada, con la proximidad de usted. Tiene su recuerdo tal cúmulo de retratos que me hacen ruborizar pero de deseo, sin romper mi intimidad o mi modestia. Presto he terminado la lectura de su carta y me dedico a contestarle ésta en la invariable seguridad de que usted me seguirá escribiendo cartas de amor que son el pretexto de seguir con vida. Lo amo tanto que me sentí morir cuando partió. Yo no podría vivir sin siquiera recibir alguna noticia suya.

Ya apenas se separarían, a excepción de algunas campañas claves en la independencia de las regiones americanas. Manuela Sáenz estuvo a su lado en las de Perú y Colombia, llegando a incorporarse al Estado Mayor de Bolívar como encargada de los archivos personales del Libertador y recibiendo el grado militar de coronela por combatir en la campaña final por la independencia del Perú. En 1825, Manuela consiguió que su amor salvara la vida en un atentado nocturno: porfió valientemente con los asaltantes de su alcoba mientras el Libertador escapaba y se ponía a salvo de los matarifes.

Desterrado y enfermo en Santa Marta, esperando la llegada de su amada, Simón Bolívar falleció en diciembre de 1830. La muerte del libertador fue también la de Manuela. Quedó sumida en una tristeza terrible, y su situación en adelante fue un infierno: los enemigos del Libertador le hicieron la vida imposible. Pero ella no se arredró, y defendió con uñas y dientes el sueño de su amado, manteniendo su actividad política, publicando escritos y libelos que eran sancionados a la vez que defendidos por sectores cada vez más amplios de mujeres, que lejos de criticarla, defendían sus posiciones. Con todo, padeció la cárcel y el destierro (primero en Jamaica y luego en Perú), sobreviviendo de hacer los tejidos y bordados que aprendió de niña, de escribir cartas para los marinos analfabetos o de vender tabaco. Falleció en 1856, después de enfermar de difteria durante la epidemia que asoló a buena parte del Perú.

Tenía 59 años. Aunque fue enterrada en una fosa común, hubiese querido que en su tumba apareciera este epitafio: «Vivo, adoré a Bolívar. Muerto, lo venero». Desde el pasado mes de julio, unos restos simbólicos de la hija del indiano burgalés de Villasur de Herreros descansan junto al osario de Simón Bolívar. Amor más allá de la muerte.

También Simón Bolívar tenía sangre burgalesa. Su tatarabuelo materno, José Palacios Sojo y Ortiz de Zárate, había nacido en Miranda de Ebro y emigrado a Caracas en la segunda mitad del siglo XVII. Se casó con una caraqueña de buena familia y llegó a ser alcalde y contador general de la ciudad venezolana. Su primogénito, Feliciano de Palacios Sojo, también llegó a ser regidor capitalino. De su matrimonio en segundas nupcias con la caraqueña Isabel María Gil de Arratia nació un niño, llamado también Feliciano. Los Palacios representaban a la perfección la artistocracia nepotista que se ganó su privilegiada posición haciendo favores a la Corona. Ese Feliciano Palacios tuvo varios hijos. El cuarto fue una niña: María Concepción Palacios y Blanco, nacida en 1758 y casada en 1773 con Juan Vicente Bolívar, otro aristócrata 30 años mayor que ella. Diez años después del enlace, en la medianoche del 24 de julio, nació Simón José Antonio de la Santísima Trinidad. Simón Bolívar.  

Fuente: R. Pérez Barredo   www.diariodeburgos.es

martes, 12 de octubre de 2010

-El dueño de "Elvis" usaba bastón.

‘Elvis’, el neandertal encontrado en la Sima de los Huesos de los yacimientos de Atapuerca en la campaña de 1994, no era un hombre de 33 años como se pensaba inicialmente porque su edad rondaba los 45 y usaba bastón, por que sufría cierto grado de minusvalía locomotriz.
Son las conclusiones a las que ha llegado un grupo de paleontólogos del equipo de investigaciones de Atapuerca tras estudiar los restos fósiles de una porción del tronco y la pelvis de un anciano que sufría cierto grado de minusvalía locomotriz. Pelvis que fue bautizada como ‘Elvis’ en honor al cantante que popularizó esta parte del cuerpo y que se exhibe en el Museo de la Evolución Humana.







La pelvis encontrada en Atapuerca (en color amarillo) es mayor que la de un hombre actual (en verde), lo que da idea de la corpulencia de los neandertales.


Los autores de este estudio, publicado ayer online en la revista científica PNAS, concluyen que la presencia de un individuo mayor discapacitado en una población de más de 500.000 años, podría ser un indicio del cuidado social dispensado a los ‘mayores’ del grupo.
El equipo científico, formado principalmente por investigadores del Centro UCM-ISCIII de evolución y comportamiento humanos de Madrid y del que son coautores el profesor Juan Luis Arsuaga y nueve miembros más de Atapuerca, recuperó los restos fósiles de este individuo a lo largo de cinco campañas de excavación en la Sima de los Huesos, en una pequeña cavidad situada a 30 metros de profundidad. Los restos de la pelvis fueron objeto de un estudio previo publicado en 1999. Desde entonces, el trabajo en el laboratorio ha permitido reconstruir y asociar a esta pelvis su columna lumbar.

La investigación ha revelado que este esqueleto parcial, perteneciente a un varón de gran corpulencia física de una especie antepasada de los neandertales, padecía importantes enfermedades degenerativas desde mucho antes de morir, con más de 45 años de edad. Estas enfermedades tendrían manifestaciones posturales y dolorosas en las zonas lumbar y pélvica, que obligarían al individuo a adoptar una posición encorvada y, quizás, a usar un báculo para mantenerse erguido. Por ello, este individuo estaría impedido para cazar, entre otras actividades por ejemplo. Su supervivencia durante largo tiempo con estas discapacidades hace suponer que el grupo nómada del que formaba parte tendría una atención «especial» con sus ‘mayores’.

Los científicos han comparado también el conducto pélvico del anciano de la Sima con el de otras pelvis humanas fósiles de sexo femenino encontradas en otros yacimientos. Los resultados señalan que las diferencias entre los sexos de los individuos se asemejan a las encontradas entre los hombres y las mujeres actuales. Incluso, permite sostener la hipótesis de que las mujeres de estos humanos sufrirían alumbramientos difíciles.

Fuente: www.diariodeburgos.es

lunes, 11 de octubre de 2010

--Descubiertos en Atapuerca restos de un anciano con "minusvalía" cuidado por el grupo.

Un grupo de paleontólogos del equipo de investigaciones de Atapuerca ha estudiado los restos fósiles de una porción del tronco y la pelvis de un hombre senil que sufría cierto grado de minusvalía locomotriz. De acuerdo con los autores de este estudio, publicado hoy online en la revista científica PNAS, la presencia de un individuo anciano discapacitado en una población prehistórica de más de 500.000 años, podría ser un indicio del cuidado social dispensado en un pasado remoto a las personas mayores del grupo.

El equipo científico, formado principalmente por investigadores del Centro UCM-ISCIII de evolución y comportamiento humanos de Madrid, recuperó los restos fósiles de este individuo a lo largo de cinco intensas campañas de excavación en la Sima de los Huesos, una pequeña cavidad situada a más de 30 metros de profundidad en el interior de la Sierra de Atapuerca. Los restos de la pelvis fueron objeto de un estudio previo publicado en el año 1999. Desde entonces, el trabajo en el laboratorio ha permitido reconstruir y asociar a esta pelvis, su columna lumbar.

La investigación publicada hoy en la revista PNAS ha revelado que este esqueleto parcial, perteneciente a un varón de gran corpulencia física de una especie antepasada de los neandertales, padecía importantes enfermedades degenerativas desde mucho antes de morir, con más de 45 años de edad. Estas enfermedades tendrían manifestaciones posturales y dolorosas en las zonas lumbar y pélvica, que según los autores del estudio, obligarían al individuo a adoptar una posición encorvada y, quizás, a usar un báculo para mantenerse erguido. Por ello, este individuo probablemente estaría impedido para cazar, entre otras actividades. Su supervivencia durante largo tiempo con estas discapacidades, hace suponer a los autores que el grupo social nómada del que formaba parte este individuo, tendría una atención especial con sus mayores.

Las conclusiones de este estudio no se restringen solo a este individuo patológico; el equipo ha encontrado también en la Sima de los Huesos los restos de otras personas que no tenían deformidades en la columna vertebral ni en la pelvis. Gracias a ellos, los científicos han descubierto que esta población, al igual que los neandertales, poseía una columna vertebral con curvaturas menos marcadas que las que recorren nuestras espaldas. Es más, la forma característica de sus vértebras y su pelvis demuestra que sus cuerpos estaban diseñados, como los nuestros, para minimizar el gasto de energía necesario para mantenerse perfectamente erguidos.

En la especie humana, la pelvis presenta un diseño adaptado a una postura erguida y una locomoción bípeda. Estas adaptaciones compiten en las mujeres con la necesidad de dar a luz. Estas circunstancias, junto con el elevado tamaño encefálico de los recién nacidos, convierten el parto en un proceso complicado en la especie humana. En consecuencia, la forma del conducto pélvico de las mujeres presenta modificaciones que habilitan el paso del feto a término en el momento del alumbramiento. Retrocediendo en el tiempo, los científicos de este estudio han comparado también el conducto pélvico del anciano de la Sima de los Huesos, con el de otras pelvis humanas fósiles de sexo femenino encontradas en otros yacimientos del mundo. Los resultados publicados señalan que las diferencias entre los sexos de los individuos fósiles se asemejan a aquellas encontradas entre los hombres y las mujeres actuales. Este hallazgo ha permitido a los investigadores de Atapuerca sostener la hipótesis de que las mujeres de estos humanos extintos sufrirían presiones obstétricas, es decir, alumbramientos difíciles.    

Fuente: www.diariodeburgos.es

domingo, 10 de octubre de 2010

-Cantera de Hontoria, alimento de la Catedral.

Solo queda oscuridad y silencio donde hubo actividad durante mil años. Restos de botellón, de hogueras clandestinas y pintadas juveniles en el lugar del que salió el envoltorio pétreo de la joya del gótico burgalés a base de pico y pala, a lomos de bueyes y carretas, ya desde el siglo XI.
Las canteras de Hontoria languidecen sumidas en el más absoluto abandono 16 años después de que el Ministerio de Defensa dejara de usarlas como polvorín y cerrara el acuartelamiento que lo custodiaba en 1994.

Solo una de las cuevas conserva actualmente su actividad extractora, a cargo de la empresa Piedras y Mármoles. Otras están completamente vacías, sin ningún tipo de protección y a expensas de todo aquel que quiera recorrerlas. Y dos más, protegidas por vallas, están ocupadas por ganado.
El deterioro paulatino del entorno se extiende también al viejo cuartel por el que pasaron tantos reemplazos de reclutas. Las instalaciones han sido pasto de la rapiña, que ha arrasado con todo material aprovechable, y parece que hubieran pasado cuatro décadas en lugar de solo una y media desde que se marcharon los últimos miembros del ejército. Los vecinos del entorno recuerdan haber ido allí a escuchar misa, a trabajar en la cantera para ganarse unas perras o a transportar los bloques calizos en la dura subida a la Varga, camino de Burgos, pero todo son evocaciones y no realidades, ahora imposibles.

La ubicación de las cuevas, en un terreno comunero y propenso a los conflictos administrativos entre Hontoria y Cubillo del Campo, no favorece la rehabilitación. Tampoco existe ningún plan en marcha para su puesta en valor. En 1998, impulsado por Aurelio Rubio (concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos y uno de los fundadores del grupo Edelweiss), surgió un Proyecto de Recuperación de las Canteras. Ese invierno se llegó a celebrar un concierto de música clásica en el interior de la cantera-polvorín, pero no tuvo continuidad y en los respectivos consistorios directamente afectados nada saben respecto a futuros planes de actuación.

Acompañados por Narciso Esteban, concejal socialista de Hontoria, conocedor de las canteras y ferviente defensor de sus posibilidades, DB ha recorrido las entrañas de estas Tierras de Lara, tocadas por el mágico encanto de los lugares abandonados.
Para llegar a ellas hay que tomar la vía que lleva hasta Tornadijo y que parte de la carretera de Soria. Apenas a un kilómetro del cruce aparece un arco de ladrillo con la leyenda ‘Destacamento militar’ y una bandera de España cuya franja inferior algún nostálgico de la Segunda República ha pintado de morado.
Aquella era la entrada al polvorín de Hontoria, una instalación que el ejército levantó para vigilar la cantera más antigua, la que desde el siglo XI parió la piedra caliza con la que, entre otros cientos de edificaciones, se levantó la Catedral de Burgos.

La extracción de caliza se remonta a la época romana cuando se trabajaba a cielo abierto, pero fue durante la Edad Media, con la apertura de canteras subterráneas, cuando se multiplicó la importancia de la piedra de Hontoria. Sin embargo, llegada la Guerra Civil, el enorme agujero excavado en la roca, ya sin producción, se convirtió en un lugar perfecto para guardar explosivos y para encerrar a los presos.
Las estancias para ellos y para sus guardianes se distribuyen a ambos lados de la entrada y muy pronto el hormigón deja paso a la roca viva, el terreno se empina en busca de la veta más aprovechable y se alarga como un pasillo interminable hasta la sorprendente cámara en la que termina.

En ese lugar, que alcanza los 10 metros de altura en algunos puntos, se llegó a organizar un concierto de música clásica en 1998, en el marco de los intentos de recuperación auspiciados por Aurelio Rubio. Narciso Esteban sigue convencido de que la cavidad arrancada al monte podría servir de perfecto escenario siempre que las administraciones se interesaran e invirtieran lo necesario para acondicionarla.
Pero por ahora los únicos invitados a ese reino de las tinieblas, el frío y la humedad son la basura dejada por sucesivos visitantes, pequeños fragmentos desprendidos del techo y, entre otras muchas, una pintada que dejaron en 1896 un tal Mariano y una tal Nieves, quizás amantes furtivos o quizás recatados esposos que ya habían formalizado su relación.

 Volvemos al exterior para pasear entre los cuarteles donde vivieron contingentes de entre 40 y 50 militares desde 1937 hasta su abandono a mediados de los 90. Se conserva la barra del bar, los barracones de la tropa, las habitaciones, las garitas, una caseta para el perro decorada con modernos grafitis de Groucho Marx y Super Mario Bros, los almacenes, las cocheras... Sin embargo, solo ha sobrevivido lo que nadie se ha podido llevar. El cobre, los azulejos, el metal, las puertas, los sanitarios, las tuberías y los muebles han desaparecido de allí dejando un lugar fantasmal que parece haber sido pasto de la bomba atómica.
Tras comprobar el olor a ganado que emana de otra de las cuevas y que delata su uso actual, por una estrecha senda entre las encinas llegamos hasta la segunda gran cavidad, más espectacular si cabe que la primera. Los restos de un desprendimiento a mitad de camino obligan a adentrarnos con prudencia y nos entretenemos indagando entre cajas de madera de munición antigua, de las pocas que quedan tras haber sido muchas de ellas convertidas en leña fácil. En una de ellas se puede leer: «Fábrica Nacional de Valladolid. Petardos para carga de mina anticarro». Quién sabe de qué año sería. Al final espera otro espectáculo inerte repleto de claridad que contrasta con el resto de la cueva. Primero un tragaluz artificial, y luego una oquedad natural, aportan sol y aire limpio a la cantera más grande de todas, con una altura sorprendente y donde se aprecian a la perfección las cicatrices dejadas en las paredes por los bloques calizos de alrededor de un metro cúbico que el hombre fue arrancando a lo largo de los siglos.

El monte está salpicado por otras cuevas que los lugareños han bautizado como Del Pozo, la del Tío Pedrón o la de Los Murciélagos. Cada una de ellas encierra una historia milenaria de trabajo, sufrimiento, supervivencia y transformación del paisaje por la mano del hombre. Pero todas, excepto la única que conserva la actividad, esperan en silencio que alguna iniciativa las rescate, al menos para que la próxima generación recuerde que de allí salieron los cimientos de su ermita, su basílica, su palacio o la mitad de su ciudad.    
Fuente: www.diariodeburgos.es

martes, 27 de julio de 2010

-El nuevo cráneo de la Sima de los Huesos es el segundo mejor conservado del mundo.

El nuevo cráneo hallado en l000a Sima de los Huesos, el número 17, está llamado a convertirse en el segundo más completo del registro fósil mundial después del cráneo 5, apodado con el nombre de ‘Miguelón’, según aseguró ayer el codirector de las excavaciones, Juan Luis Arsuaga. Al igual que los anteriores corresponde a la especie Homo heiderbergensis y tienen una antigüedad de 500.000 años.0
Durante esta campaña de excavaciones se ha encontrado el frontal, que se ha unido a un parietal hallado el año pasado y a un occipital de hace varias campañas. Además, han aparecido muchos pequeños fragmentos que poco a poco se irán encajando hasta completar el cráneo. «El cráneo 5 también apareció en muchos pedazos y ahora podemos verle completo en el Museo de la Evolución Humana. El trabajo para unir todos los trozos requiere muchos meses e incluso años. El próximo año por estas fecha estará reconstruido», apuntó Arsuaga.

La investigadora Ana Gracia es la encargada de ir uniendo los diferentes pedazos, un trabajo muy laborioso que necesita mucha paciencia y mucho conocimiento de la anatomía humana.
El nuevo cráneo hace el número 17, lo que no quiere decir que todos estén completos, sino que se ha identificado esa cifra. «El hallado esta campaña puede ser el segundo más completo», añadió.
Todavía no se sabe el sexo, aunque los investigadores creen que es una mujer joven, algo que se confirmará cuando se encuentren los dientes. «El hallazgo de un cráneo es una noticia importantísima. Es como encontrarse un Velázquez o un Goya. El trabajo de recuperación es muy lento, pero que se compensa por el resultado».
Los investigadores han tenido muchas dificultades para excavar este año por las malas condiciones del yacimiento, que estaba muy embarrado y casi no había oxígeno. «Quizás ha sido por las lluvias, pero hemos tenido muchos problemas».

 Además de excavar, los investigadores han escaneado el yacimiento de la Sima de los Huesos en 3D, un duro trabajo, pero que será muy interesante de cara al futuro porque se logrará tener una imagen completa del yacimiento. «Nadie en todo el mundo lo hace y será muy interesante para investigaciones futuras. Tendremos una imagen única de todo el yacimiento en el ordenador. Podremos situar los objetos con coordenadas».
También se ha trabajado en el yacimiento denominado Galería de las Estatuas, situado a unos 350 metros de Cueva Mayor. Allí se han recuperado abundantes restos de fauna y un interesante conjunto de piezas de industria Musteriense, la que utilizaban los neandertales en torno a los 45.000-50.000 años. Se trata del único yacimiento de esta época en Atapuerca.

Los investigadores no descartan encontrar restos humanos de esta especie, la única que falta por encontrar en Atapuerca. «Habrá restos humanos, pero igual tardan muchos años en salir o no salen nunca».
Finalmente, en el yacimiento de El Portalón se han descubierto y excavado hogares de hace 3.900 años. Se han recuperado grandes fragmentos de vasijas rotas con decoraciones impresas.
También se han hallado numerosos restos de industria ósea y herramientas en piedra pulida, así como huesos humanos dispersos por toda la superficie, tanto de individuos adultos como inmaduros, aunque su significado aún no está claro.    
Fuente:www.diariodeburgos.es000

sábado, 24 de julio de 2010

-La Sima de los Huesos saca a la luz restos para reconstruir otro cráneo.

Los investigadores que trabajan en el yacimiento de la Sima de los Huesos han recuperado varios fragmentos craneales, que junto a otros de campañas anteriores, permitirán reconstruir otro cráneo humano complejo de una antigüedad de 500.000 años y perteneciente a la especie Homo heidelbergensis.
Sería el cráneo número 17 que sale a la luz de esta pequeña cavidad situada al pie de una sima vertical de 14 metros de caída, en la que está documentada la presencia de al menos una treintena de individuos. De este modo, los científicos tienen trabajo para largo en este emplazamiento donde se llevó a cabo la primera práctica funeraria de la historia de la humanidad.

El yacimiento alcanzó renombre internacional en 1992 al hallarse tres cráneos humanos completos: el Cráneo 4 (Agamenón), el Cráneo 5 (Miguelón) y el Cráneo 6. Desde entonces se han encontrado numerosos fragmentos craneales aislados que han permitido a los científicos ir reconstruyendo otros cráneos en diferente estado de conservación.
Durante esta campaña, la número 32, también se han recuperado dos piezas de industria lítica, así como huesos con marcas de corte en sedimentos de hace más de 1,3 millones de años, lo que apunta a que la presencia humana en Atapuerca es más antigua de la datada hasta el momento por resto de Homo antecessor.

Otra de las sorpresas de la campaña la ha proporcionado el yacimiento denominado Galería de las Estatuas, a unos 350 metros de la entrada a la Cueva Mayor, donde se han recuperado abundantes restos de fauna y un interesante conjunto de piezas de industria Musteriense, la propia de los neandertales, y cuya cronología está entre los 45.000 y los 50.000 años. Se trata del único yacimiento de esta época conocido en las cuevas de la Sierra de Atapuerca.

En la Cueva de El Mirador los trabajos se han centrado en la excavación de un sepulcro colectivo y una inhumación individual de la época Calcolítica (entre 4.000 y 5.000 años de antigüedad), momento en el que este emplazamiento fue ocupado como cueva sepulcral por las comunidades de pastores y agricultores que poblaban la zona. El sepulcro es colectivo, pero en un extremo aparece una joven de unos 15 años que fue enterrada sola.

Por lo que se refiere a Gran Dolina, en el nivel TD6, en el que en campañas pasadas se hallaron restos de Homo antecessor, se ha recuperado restos de hienas y de sus presas y restos de osos, mientras que en el TD10 ha salido un campamento de bisontes. Finalmente en El Portalón se ha recuperado restos cerámicos y herramientas.    
Fuente: www.diariodeburgos.es

viernes, 23 de julio de 2010

-Finaliza la campaña de excavaciones de 2010 en Atapuerca.


La presencia humana en la Sierra de Atapuerca, en Burgos, podría ser anterior al Homo Antecessor, el europeo más antiguo y remontarse a 1,5 millones de años. Así lo aseguró hoy en Atapuerca uno de los codirectores de los yacimientos, José María Bermúdez, quien destacó que la aparición de dos lascas de piedra en la Sima del Elefante en la presente campaña hace pensar que “aún no se ha tocado fondo”.

La campaña de excavaciones, que finalizó hoy, ha arrojado dos piezas de la industria lítica en la Sima del Elefante, así como de huesos con marcas de corte en sedimentos que posiblemente están por debajo de los datados en 1,2 millones de años. Un hecho que pondría mayor relieve a la importancia de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y que, como señaló el propio Bermúdez, “hacen posible hablar de un límite temporal nuevo, que con seguridad se cumplirá”. Estas evidencias apuntan a que la presencia humana en la Sierra de Atapuerca puede ser mas antigua a la conocida hasta el momento, aunque será necesario esperar a los resultados de futuras campañas.

La campaña de excavaciones 2010, que comenzó el pasado 15 de junio y se ha postergado hasta hoy, ha sido una campaña “muy tranquila”, dijo Bermúdez, en la que “aunque no ha habido descubrimientos sensacionales ha sido pródiga en hallazgos”.

Uno de los hallazgos más importantes se produjo hace unas semanas en la Cueva del Mirador, donde se ha encontrado restos del cadáver de una adolescente depositado sobre una repisa de roca en posición fetal. Estos restos tienen una antigüedad aproximada de unos 4.500 años por lo que datan de la época del calcolítico. El cadáver hallado tenía elementos de ornamento alrededor de la cintura y del cuello.

Este fue, sin duda, uno de los grandes descubrimientos de la temporada, que dejó sobre el aire varias hipótesis a expensas de que se realicen estudios más exhaustivos que puedan aportar datos de mayor precisión sobre la época del Neolítico. Bermúdez explicó que será necesario realizar estudios sobre el cadáver, que pueden prolongarse varios años, para poder determinar las características del considerado como el primer enterramiento de Atapuerca.

En el yacimiento de Gran Dolina, en el nivel TD-10, un equipo de entre 25 y 30 personas ha estado excavando en los niveles superiores del yacimiento en una supeficie de 80 metros cuadrados. Concretamente, se ha trabajado en el nivel TD10-2, con una antigüedad de unos 350.000 años. Este nivel se empezó a excavar en 2004 y desde entonces ha proporcionado un riquísimo registro fósil, con más de 51.000 restos faunísticos y 9.700 herramientas de piedra (en esta campaña, 11.500 y 2.500 respectivamente).

La campaña de excavación ha finalizado sin poder terminar de excavar y recuperar todos los restos de este interesante nivel. Por lo que Bermúdez entiende que se deberá esperar a la campaña de 2011 para poder tener una visión global del mismo y para poder plantear hipótesis que expliquen por qué en un determinado momento los grupos de Homo Heidelbergensis de la Sierra de Atapuerca se especializaron en la caza “profesional” y consumo de bisontes, sirviéndose para ello exclusivamente de las diferentes variedades de sílex existentes en al Sierra para la fabricación de sus instrumentos.

En el nivel TD-6, donde aparecieron los restos del Homo Antecesor, han aparecido herramientas líticas y restos de fauna que hacen prever que los primeros pobladores de la Península se establecieron allí de forma puntual. Explorada la última parte de este nivel, la próxima campaña se centrará en “terreno desconocido”, ya que como avanzó Bermúdez se explorará el nivel TD-5 y TD-4 , en la que todavía no se ha trabajado, lo que anima a los científicos en encontrar nuevos tesoros.

En la Galería de las Estatuas, un yacimiento ubicado a unos 350 metros de la actual entrada de la Cueva Mayor, se ha intervenido en sedimentos del Pleistoceno Superior que registran ocupaciones de neandertales. En la campaña de este año se han ampliado las áreas de excavación y se han recuperado abundantes restos de fauna y un interesante conjunto de piezas de industria muesteriense, que hacen prever que en futuras campañas se puedan encontrar restos de neandertales, en torno a los 50.000 años

En la Sima de los Huesos, conocida mundialmente porque en 1992 se tres cráneos humanos muy completos denominados, respectivamente, como Cráneo 4 (‘Agamenón’), Cráneo 5 (‘Miguelón’) y Cráneo 6, se han recuperado importantes fragmentos craneales que, junto a otros restos hallados en campañas anteriores, están permitiendo reconstruir un nuevo cráneo humano muy completo. 

Fuente: www.diariodeburgos.es

miércoles, 21 de julio de 2010

-La presencia humana en Atapuerca podría superar los 1,3 millones de años.

La campaña de excavaciones 2010 en Atapuerca ha sacado a la luz herramientas que superan los 1,3 millones de años en la Sima del Elefante, la antigüedad que se atribuye a los fósiles de Homo antecessor hallados en este yacimiento. El hallazgo hace albergar a los codirectores muchas esperanzas de encontrar restos humanos más antiguos, según aseguró ayer uno de los codirectores, Eudald Carbonell. Junto a la industria lítica también se han encontrado restos de panteras y de un gran bóvido.
«Sabemos que en la parte inferior de este yacimiento hay niveles más antiguos. También hemos encontrado mamíferos, lo que nos hace pensar en restos más antiguos y, por supuesto, en presencia antrópica (humana)».
El investigador asegura que los hallazgos vienen a confirmar que el yacimiento de la Sima del Elefante es «la cueva kárstica más importante» de Eurasia». En este sentido, mostró su deseo de que la Junta construya un puente sobre la Trinchera del Ferrocarril para poder excavar en los niveles más antiguos y confirmar estas teorías.

En este yacimiento se encontró en 2007 una mandíbula de 1,3 millones de años atribuida a la especie Homo antecessor, que en 2008 fue portada de la prestigiosa revista Nature. El fósil confirma en Atapuerca la presencia más antigua de la evolución humana en Europa.
A tres días de que finalice la actual campaña de excavaciones, continúan los trabajos en el nivel TD10 del yacimiento de Dolina, donde se ha encontrado un campamento de bisontes con una antigüedad de 450.000 años y que los investigadores consideran muy importante para conocer las técnicas de caza de los antepasados. También se ha completado la excavación en el nivel TD6 y se han documentado poblaciones esporádicas más antiguas de Homo antecessor en TD5.

El tercer yacimiento situado en la Trinchera del Ferrocarril, Galería, se excavará en extensión en los próximos años, de modo que estos días se están retirando los sedimentos estériles con maquinaria pesada con el objetivo de dejarlo listo de cara a la siguiente campaña. «La idea es hacer un sondeo en la porción que excavamos desde 1978 para comprobar los resultados de los registros antiguos. Queremos dejar al descubierto los techos y los muros de los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril para que todo el mundo pueda observar cómo eran las cuevas y, de este modo, acercarlas lo más posible las cuevas a los visitantes. El Museo de la Evolución es un espejo de lo que hacemos, la gente quiere saber más sobre los yacimientos y así podrán conocer los procesos científicos que hacemos aquí», añadió Carbonell.

Esta campaña también se ha trabajado en el yacimiento de El Mirador, donde salió a la luz un importante enterramiento de hace 4.000 años que tendrá una especial relevancia para estudiar las modalidades funerarias, así como en el asentamiento al aire libre Hotel California, donde se han excavado niveles de 55.000 años de antigüedad. Finalmente, en el complejo de Cueva Mayor se ha trabajado en El Portalón, la Sima de los Huesos y en la Galería de las Estatuas.
Durante la campaña 2010, que concluirá el viernes, la investigadora Ana Isabel Ortega está escaseando para reconstruir la sierra en tres dimensiones antes de la construcción del ferrocarril.  

Fuente: www.diariodeburgos.es

lunes, 21 de junio de 2010

-Aniversario de una historica inundación en Burgos.

Sucedió de madrugada. Primero se levantó el viento y después se desató una furibunda tormenta de agua y granizo. El diluvio se prolongó toda la noche. Al alba, Burgos era Venecia. El Vena y el Pico se habían desbordado con inmensa facilidad, convirtiendo en muy poco tiempo el centro de la ciudad en una laguna con calles como torrenteras. Como relata el historiador Pablo Mendéz en su imprescindible Burgos siglo XX. Cien años de luces y sombras (Berceo), «entre las casas de los bomberos y la antigua plaza de toros (actual avenida del Cid), el agua hacía su aparición de forma arrolladora. Las calles Sanz Pastor y Santander, la plaza de Santo Domingo y la plaza Mayor quedaron sumergidas en breves y dramáticos segundos. La calle de la Moneda sirvió de cauce para anegar sus inmediaciones. San Juan y La Puebla por un lado y la plaza del Rey San Fernando por otro, se inundaban rápidamente ante el ímpetu de las dos fuentes principales de entrada: la que corría por la Moneda y la que circulaba por la de Santander. Parte de la calle Vitoria corrió la misma suerte».

La situación de la ciudad en las primeras horas de la mañana era de perplejidad y desolación. Por fortuna, el Arlanzón no se salió de su cauce, y las mejoras introducidas años antes en el sistema de alcantarillado y desagüe evitó que el nivel de los rebosados Vena y Pico causara males mayores. Aunque la otra gran inundación de la ciudad (registrada en 1874) había alcanzado más altura, la de aquel 1930 fue la mayor de la historia. El agua irrumpió con furia en casas y comercios, anegando y destrozando todo tipo de enseres, incomunicando a los vecinos que, sobrecogidos e impotentes, tuvieron que refugiarse en sus hogares atemorizados porque sus vidas podían correr peligro si osaban combatir aquella plaga.
Hasta el edificio del Ayuntamiento, de cuyos responsables se esperaba una reacción, quedó anegado, alcanzado el agua hasta el undécimo peldaño de sus escaleras principales. En algunos de los comercios del centro el agua llegó a ocultar los mostradores, lo que da fe de la increíble cantidad de agua que se concentró en el corazón de la ciudad. «A las cuatro y media de la tarde empezó a decrecer el flujo, cesando apenas media hora después. Eso significa que durante más de siete horas el centro de la ciudad fue recibiendo caudal ininterrumpidamente. El desastre se había consumado pero el pánico todavía continuó durante algunas horas más, pues a media tarde volvió a llover con intensidad y desde Villímar llegaban noticias de que el Arlanzón bajaba con una crecida considerable», escribe Méndez.
Los militares trataron de abrir zanjas en el Espolón para intentar que la crecida desembocase en el Arlanzón, pero fue en vano, ya que el paseo se encuentra a mayor altura que la plaza Mayor, como explica el historiador en su obra. Desde el Consistorio se multiplcaron las órdenes: que los bomberos desalojaran los sótanos inundados y achicaran el agua con bombas; que la Panificadora Burgalesa abriera hasta bien tarde; que la Casa Refugio de San Juan hiciera comida para todos aquellos que no podían acceder a sus casas; que se intentara ayudar a quienes habían quedado atrapados en los suyas; que se tratara de arreglar el sistema elétrico averiado; que se repartiera cemento entre los comerciantes damnificados para hacer diques en las puertas de sus negocios...

Por suerte, antes de la llegada de la noche la lluvia cesó y las aguas, como si se hubiera abierto un enorme sumidero, desaparecieron de las calles como por ensalmo. Pero el aspecto que ofrecía la ciudad era dantesco: centenares de enseres yacían entre el barro y el fango como restos varados de un naugfragio. La catástrofe se hizo más visible cuando los afectados consiguieron sacar de las viviendas y comercios sus propiedades, como en un rastrillo ruinoso. Para fortuna de los burgaleses, el desastre generó entre los políticos el debate sobre el encauzamiento del Vena. Pocos días después de aquel 5 de junio de hace 80 años, la Dirección de Obras Públicas, a petición del Ayuntamiento, dio luz verde al inicio del estudio para encauzar este peligroso afluente del Arlanzón.    

Fuente: diariodeburgos.es

domingo, 20 de junio de 2010

-Más de 5.550 yacimientos arqueológicos en Burgos eclipsados por Atapuerca.

No son Atapuerca, pero toda la geografía provincial está salpicada de yacimientos paleontológicos y arqueológicos que también aportan su granito de arena al conocimiento de la evolución humana y que, desde hace años, viven a la sombra de los hallazgos que han dado la vuelta al mundo porque a día de hoy son los que más han aportado al conocimiento de la especie humana. En la provincia hay localizados e inventariados unos 5.500 yacimientos prehistóricos, desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad Moderna, aunque según los expertos la cifra puede llegar hasta los 7.000 porque el catálogo se hizo con prospecciones aleatorias y crece todos los años.

Buena parte de esos yacimientos pertenecen a asentamientos romanos y despoblados medievales, aunque en esta provincia se puede estudiar cualquier época. «Tenemos yacimientos de todas las edades y momentos, hay valles que son muy ricos en ocupaciones prehistóricas y zona como Monasterio de Rodilla que son muy ricos en yacimientos romanos, al igual que Tardajos; Arce Mirapérez (Miranda), las necrópolis de la Sierra, las ermitas rupestres o los dólmenes de Sedano. Hay mucho de todo», apunta desde el Servicio Territorial de Cultura.

Ese catálogo, que es un instrumento de conocimiento y de protección que permite a la Administración regional tutelar y conservar ese patrimonio, se actualiza diariamente y por ello se van incorporando todos aquellos yacimientos que aparecen al ejecutar obras públicas o particulares. «En muchos municipios la normativa urbanística incorpora la obligación de hacer intervenciones arqueológicas y en función de las mismas se va incrementando el inventario con un buen número de enclaves», apunta desde el Servicio Territorial de Cultura. «Los años que se ha trabajo mucho en evaluaciones de impacto ambiental y proyectos urbanístico, que llevan vinculadas intervenciones arqueológicas, lógicamente el volumen de yacimiento ha sido mayor, pero este año debido a la crisis se ha reducido el nivel de trabajo y se han identificado menos, pero es un inventario que normalmente está en evolución», manifiestan desde el Servicio Territorial de Cultura, a la vez que reiteran que lo importante es «tenerlos catalogados y documentados».

En ese catálogo se incluyen yacimientos de todas las zonas de la provincia, aunque cada una de ellas es rica en restos de determinadas épocas. En Las Merindades, donde las ocupaciones prehistóricas se identifican peor porque existe mucha vegetación, predominan los yacimientos medievales, mientras que en la comarca de La Bureba hay una elevada densidad de yacimientos romanos y la Ribera del Duero guarda un número importante de enclaves prehistóricos que van desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce. «Toda la ocupación prehistórica del valle de río Gromejón, de la ribera del Duero, en la Edad del Bronce Calcolítica es impresionante, «hablar de uno o varios yacimientos en la provincia es difícil», indican desde la Administración regional.

A pesar de esa dificultad, y por la importancia de sus restos arqueológicos y paleontológicos, hay declaradas y protegidas dieciséis zonas arqueológicas en la provincia, es junto a León la que más yacimientos arqueológico tiene inventariados. Entre esos tesoros destacan Atapuerca, Clunia, Peña Amaya, la Ulaña y Ojo Guareña, aunque también son dignos de resaltar los dólmenes de Sedano, la cueva de Valdegoba (Huérmeces) o Penches (Barcina de los Montes), Tedeja (Trespaderne), la Cueva del Puente (Villalba de Losa) o las necrópolis de Quintanar de la Sierra, así como los restos de dinosaurios e icnitas de la zona de Salas de los Infantes, entre otros.

Eclipsados por los grandes descubrimientos que aporta la Sierra de Atapuerca, la mayor parte de estos yacimientos permanecen en el anonimato y excepto en un par de casos, como son la ciudad romana de Clunia y el de los dinosuarios en la zona de Salas de los Infantes, en los últimos años, en parte por falta de subvenciones, no se han realizando en ellos ni excavaciones ni proyectos de investigación, aunque este año se volverá a trabajar en media docena. «El investigador que tiene interés presenta una solicitud en la Dirección General de Patrimonio y allí se decide si se financia o no», indican de la Junta, a la vez que aseguran que «el número de peticiones han descendido mucho y el motivo por el que se cerró la línea de subvenciones es porque luego faltaban muchas memorias, se excavaba mucho y luego no había resultados, solo se hacía el trabajo de campo».

Además de esos en los que ya se han realizado algunos trabajos, hay cientos de enclaves que permanecen ocultos -muchos de ellos se encuentran en terrenos cultivados- que esperan su oportunidad para mostrar la riqueza que atesoran y que permanece enterrada porque nadie ha mostrado interés por sacarla a la luz.
Contrariamente a lo que pudiera pensarse, el boom mediático que han logrado los yacimientos de Atapuerca no ha generado un mayor interés por la arqueología en al provincia y se puede afirmar que Atapuerca no ha sido en ese sentido un revulsivo, aunque lo que sí se han incrementado son las peticiones que realizan los ayuntamientos para poner en valor su yacimientos como un recurso turístico más. En algunos casos, como por ejemplo el de los dinosaurios de Salas o la ciudad romana de Clunia, estos yacimientos se han convertido en el principal reclamo para un turismo que va en aumento y que crecerá aún más cuando entre en funcionamiento el próximo mes el Museo de la Evolución Humana.

Con un legado patrimonial tan importante y disperso, garantizar su protección es tarea casi imposible y todos los años se presentan numerosas denuncias por los expolios que muchos de ellos sufren. En muchos casos, los que nos cuentan con vigilancia, la agresión es permanente sin que se puedan articular medidas de protección eficaces para todos ellos porque es difícil valorar su potencial.
Pero también en los que cuenta con guardas o vigilantes se producen robos. En lo que va de año, según indican desde el Servicio Territorial de Cultura, se han denunciado cuatro o cinco robos en la ciudad romana Clunia y Peña Amaya, dos lugares donde la Junta tiene guardas y por lo tanto se sabe que los dueños de lo ajeno han estado, pero uno se pregunta qué no estará pasando en los que no hay ningún tipo de vigilancia.

Fuente: diariodeburgos.es 

miércoles, 16 de junio de 2010

-Comienza una nueva campaña de excavaciones en Atapuerca.


La persistente lluvia no impidió que ayer comenzará la campaña número 32 en los yacimientos de la Sierra Atapuerca, que será conservadora al no abrirse ningún yacimiento nuevo.
Durante este mes de junio 50 investigadores trabajarán en los yacimientos situados en la Trinchera del Ferrocarril, especialmente en Gran Dolina y Sima del Elefante, al haber aportado los fósiles de la primera especie europea, el Homo antecessor, datada en 1,3 millones de años.
En el caso de la Sima del Elefante, no se podrá trabajar en extensión bajo el camino al no haberse construido el puente que habían demandado los codirectores de las excavaciones. Las fuertes inversiones que está acometiendo la Junta en otras infraestructuras han impedido llevar a cabo este proyecto. «Al haber aparecido tres fósiles de un homínido de hace 1,2 millones de años teníamos intención de excavar en extensión este yacimiento porque sabemos que debajo hay niveles más antiguos al del que aparecieron estos restos. Pensamos que podemos llegar a los 1,5 ó 1,6 millones de años», subrayó Eudald Carbonell, codirector de la excavaciones junto a Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell.

En este sentido, el científico apuntó que la idea es llegar a la base de la secuencia estratigráfica para tener certeza de la cronología. El hallazgo de fósiles humanos de 1,3 millones retrasó la llegada del Homo antecessor, hasta ese momento datada en 800.000 años, y además se confirmó que practicaba canibalismo.
Por lo que se refiere a Gran Dolina, se seguirá trabajando en los niveles superiores, donde existen numerosos restos de industria lítica de la época hachelense (Paleolítico Inferior). Hasta que no se sigan bajando niveles no se excavará en extensión en el TD6, donde aparecieron los primeros fósiles de antecessor en 1994.
Finalmente, se retomará la excavación en el yacimiento Galería-Covacha de los Zarpazos. La idea es seguir trabajando en su consolidación para que pueda ser visitada por el público.  
Fuente: diariodeburgos.es

lunes, 14 de junio de 2010

-Benigno Barbadillo

Benigno Barbadillo nació en Covarrubias en 1783. Cruzó el océano y se instaló en México. Con el dinero que hizo regresó a España en 1821 y fundó una bodega en Sanlúcar de Barrameda. Hoy es un imperio que lidera el mercado de la manzanilla.

Habrá que imaginar a Tomás Barbadillo, el tío de América, describiendo a la familia de Covarrubias por qué México era una tierra de promisión, un lugar en el que, en pocos años, él mismo había amasado una verdadera fortuna. Y habrá que figurarse al joven Benigno Barbadillo, el sobrino más resuelto, leyendo aquellas cartas que venían de ultramar y soñando con poder cruzar un día el océano. No debió ser muy diferente, porque en cuanto se hizo un joven de provecho se fue al reclamo de su tío llevándose con él a su primo del alma, Manuel López Barbadillo. Ambos recalaron en México y trabajaron en los negocios del tío Tomás, que eran de lo más variopinto: ventas de inmuebles, boticas, préstamos e importación de vinos españoles.
Benigno, que había nacido en Covarrubias en 1783, hizo fortuna y aprendió mucho en aquellos años, sobre todo en lo referente a vinos. El burgalés tuvo que combatir contra los insurrectos aztecas, por eso, cuando en 1821 se decretó la independencia de México del imperio español, estimó concluida su etapa americana. Benigno y su primo Manuel regresaron a España ese mismo año, pero estos indianos burgaleses no se instalaron en su Covarrubias natal, sino en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda. No perdieron el tiempo: antes de fin de año adquirieron una bodega y desde ese momento iniciaron la elaboración de vinos.
De carácter emprendedor, y con un gran olfato para los negocios, Benigno estableció pronto contactos que le acabarían reportando enormes beneficios. Su empresa comenzó a vender vino a la familia Osborne, y desde el primer instante exportaron sus caldos al extranjero. Sólo cinco años después de poner en marcha la bodega, Londres y Filadelfia conocieron el vino de jerez que los burgaleses fabricaban. Fue entonces, a mediados de la década de los 20, cuando apareció por primera vez la denominación de ‘Manzanilla’ en uno de los vinos de Barbadillo. El éxito del caldo fue enorme. Sin embargo, Benigno no pudo disfrutarlo por muchos años: falleció en 1837. Pero para entonces la proyección de la bodega era ya imparable. Su primogénito, de nombre Manuel, tomó las riendas del negocio, ampliándolo con importantes alianzas.

Ya en 1863, el nieto del burgalés fundador de la primera bodega, llamado Antonio, bautizó el incipiente imperio vinícola con el apellido familiar: Bodegas Barbadillo, con el que ha llegado hasta nuestros días. Y es que el sueño del indiano burgalés sigue siendo hoy una realidad que goza de una excelente salud.

Lidera con una cuota de existencias superior al 50 por ciento el mercado de las manzanillas; es propietaria de más de 500 hectáreas de viñedos y controla todos los procesos desde la viña, crianza, embotellado y distribución. Y desde el año 2002 cuenta con el Museo Barbadillo de la Manzanilla, donde se exhibe el riquísimo patrimonio bodeguero, a la sazón uno de los más importantes de España. Sus bodegas rodean el Castillo medieval de Santiago y ocupan una superficie total de más de 75.000 metros cuadrados con capacidad para 35 millones de litros, lo que la convierte en la mayor de la zona. En la actualidad, Bodegas Barbadillo está presente en más de 50 mercados, entre los que se encuentran Reino Unido, Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Estados Unidos. Casi dos siglos después de que la fundara el burgalés, sigue siendo una empresa familiar.

Barbadillo elabora en la actualidad el primer vino blanco de Andalucía y el más vendido en España, que lleva el nombre de Castillo de San Diego. En el año 2000 inició un fuerte proceso de diversificación que ha llevado a Bodegas Barbadillo a la internacionalización de las principales marcas, al desarrollo de un tinto Andaluz, Gibalbín, así como la apertura a otras denominaciones de origen y proyectos directamente relacionados con su actividad empresarial, tal es el caso de la incorporación de Bodegas y Viñedos Vega Real de la D.O. Ribera del Duero, la de Sierra de Sevilla, comercializadora de productos procedentes de cerdos Ibéricos criados en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla - ambas empresas pertenecientes a Barbadillo al 100% - y más recientemente, en 2007, la adquisición del 76% del accionariado de Bodega Pirineos en la Denominación de Origen Somontano.  
Fuente: www.diariodeburgos.es R. Pérez Barredo

domingo, 13 de junio de 2010

-Ojo Guareña, nuevo Itinerario Cultural Europeo.

Las cuevas burgalesas de Ojo Guareña son uno de los 14 elementos singulares de Castilla y León que el Comité Director de Cultura del Consejo de Europa ha reconocido como nuevo Itinerario Cultural Europeo. Este organismo, con sede en Estrasburgo (Francia), resolvió durante una sesión celebrada esta semana la concesión del carácter de Itinerario Cultural a la candidatura ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’. Esta ruta agrupa al conjunto de lugares visitables con manifestaciones rupestres prehistóricas de España, Portugal, Francia, Italia, Irlanda, Suecia y Noruega, reunidos en la Asociación Internacional ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’.

En el territorio de la Comunidad se han integrado manifestaciones de arte rupestre de diferentes cronologías, entre las que destaca especialmente la de Siega Verde en Salamanca, uno de los mayores conjuntos con grabados paleolíticos al aire libre de la Península Ibérica, propuesto para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial como ampliación del conjunto del Valle del Côa en Portugal. Además, seleccionados por sus características técnicas y por el hecho de que se encuentren abiertos a la visita de forma habitual, se incluyen junto a Ojo Guareña los abrigos rupestres del Risco La Zorrera y las pinturas de Muñopepe (Canto del Cuervo y La Atalaya) en Ávila; Ojo Guareña en Burgos; el Ídolo de Tabuyo del Monte en el Museo de León; los Abrigos rupestres de Las Batuecas y los grabados de la muralla de Yecla de Yeltes en Salamanca; el conjunto de Domingo García, los abrigos del Duratón, la Cueva de los Enebralejos en Segovia y las placas grabadas de Estebanvela en el Museo de Segovia; los Abrigos de Valonsadero, Abrigo de Peña de los Plantíos en Fuentetoba en Soria y la Placa de Villalba en el Museo Numantino.

Con su aprobación, Europa pone en marcha el primer Itinerario Cultural del Consejo de Europa basado en destinos arqueológicos de la Prehistoria europea, reconociendo de esta forma que las primeras expresiones artísticas desarrolladas por el Homo sapiens en cuevas, abrigos, afloramientos rocosos y estructuras megalíticas, constituyen un referente de su pasado común. Esta propuesta tiene los objetivos de conservar, conocer, difundir y facilitar la visita al legado cultural e histórico de los primeros pobladores prehistóricos del continente europeo, con sus manifestaciones rupestres como principal eje temático.

El nuevo Itinerario ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’ agrupa a prácticamente todos los grandes destinos turísticos europeos basados en la Prehistoria y su Arte Rupestre (en su mayor parte declarados Patrimonio de la Humanidad), los cuales se concentran en el sudoeste de Europa (Francia y Península Ibérica) y en determinadas áreas de Irlanda, Escandinavia y el norte de Italia.

Fuente: www.diariodeburgos.es

domingo, 30 de mayo de 2010

-La ermita de la Virgen de las Viñas y Fernado III el Santo.

Hoy, 30 de mayo, se celebra la fiesta del San Fernando III, rey de Castilla y de León. Aunque su canonización no se produjo hasta 1671, durante el papado de Clemente X, el pueblo lo tuvo por santo desde el momento de su fallecimiento. Nació en 1198 y durante su reinado fueron reconquistadas, entre otras plazas, las ciudades de Córdoba, Sevilla, Jaén y Murcia. Falleció en 1252 en Sevilla, en cuya catedral se encuentra sepultado.

Precisamente el documento real más antiguo conservado en el Archivo municipal de Aranda de Duero es una donación de Fernando III. En este documento, fechado entre 1236 y 1239, el rey dona al monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán unas aceñas y una heredad de tres yugadas, situadas en las márgenes del río Duero, en el término de Aranda. La yugada es una forma de medir la superficie de una tierra de labor y abarca lo que puede arar una pareja de bueyes en un día (del yugo que une los bueyes procede el término yugada). En el documento de Fernando III, además de la donación de estos molinos harineros y de las tres yugadas de tierra, se advierte que su voluntad debe ser respetada, sin que nadie ose ir contra las órdenes del rey.
El pueblo de Aranda no fue ajeno a la veneración como santo del rey castellano. Hasta la construcción del actual retablo mayor de la Virgen de las Viñas de 1957 existía en la ermita de la patrona de Aranda un altar dedicado a Fernando III el Santo. Tal como se puede apreciar en la fotografía en blanco y negro se situaba en el lado de la Epístola del Presbiterio. El del lado del Evangelio estaba dedicado a San Pedro Regalado. Pese a que ambos retablos han desaparecido se conservan enmarcados los dos lienzos en la propia ermita de la Virgen de las Viñas. El de San Pedro Regalado es anónimo y el de San Fernando aparece firmado por Marcos Fernández García, puede datar de finales del siglo XVII o principios del XVIII, fue restaurado en 1995.

El cuadro representa la entrada de Fernando III en la ciudad de Sevilla. El rey castellano aparece vestido con una armadura, coronado y con un manto real. Está montado en un caballo blanco y acompañado por unos guerreros que portan estandartes con una cruz grabada. El caballo del rey está pisando las banderas musulmanas en las que aparecen bordadas medias lunas, como símbolo de la religión islámica. De rodillas hay dos personajes con turbantes que ofrecen al rey castellano una bandeja con las llaves de la ciudad de Sevilla. Al fondo aparece la ciudad amurallada en la que destaca una alta torre que es la Giralda (sobre la misma se puede ver la famosa escultura-veleta). Entre las nubes que cubren la ciudad se ve una imagen de la Virgen con el niño que dice: «Presto se te entregará y tendrán fin tus deseos». Según la leyenda la Virgen, bajo la advocación de la Virgen de los Reyes, se apareció a San Fernando para anunciarle la deseada conquista de Sevilla.

Y es que, tal como se puede comprobar en este cuadro, en la historia de la conquista de Sevilla se mezclan las gestas guerreras con los hechos sobrenaturales, muy en la línea de los relatos épicos de siglos pasados. En el asedio de la ciudad de Sevilla tuvo un importante papel un burgalés: el almirante Bonifaz. Con una nao consiguió romper una cadena muy gruesa que atravesaba el río, con lo que consiguió completar el cerco a la ciudad.

En principio puede sorprender la presencia de un altar dedicado a San Fernando en la ermita de la Virgen de las Viñas. No obstante, no debemos olvidar que la historia de la advocación de la Virgen de las Viñas hunde sus raíces en la huida ante la conquista musulmana de territorios anteriormente cristianos. La presencia de San Fernando es una referencia a la Reconquista y a la recuperación de la presencia cristiana en las tierras hispanas. Asimismo este altar nos recuerda la tradicional vinculación que tiene la advocación de la Virgen de las Viñas con la Monarquía. Es probable que este altar, tal como ha sucedido con otros altares dedicados a San Fernando, pudiera ser costeado por los reyes con motivo de algún favor recibido.

Según las crónicas han sido muchos los reyes que, a su paso por Aranda, no han dejado de visitar la ermita de la Virgen de las Viñas. La leyenda cuenta que el rey Juan I fue quien construyó la ermita, su nieto Juan II la visitaría en distintas ocasiones haciendo grandes donaciones. Los Reyes Católicos favorecieron el santuario, otorgándole el privilegio de juro perpetuo, el 30 de abril de 1494. También fue visitado por Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Según cuenta la tradición popular estaban en Aranda los reyes Felipe III y Margarita de Austria cuando cayó gravemente enfermo uno de sus hijos, el futuro Felipe IV, sin que los médicos acertaran a descubrir el tratamiento adecuado. Los arandinos tomaron la imagen de la Virgen de las Viñas y la bajaron a Aranda, junto al lecho del infante enfermo, que estaba alojado en una casa de la Plaza Mayor. Como recobró la salud enseguida la reina quedó impresionada de la devoción de los arandinos y muy agradecida a la Virgen, con lo que realizó grandes donaciones a favor de la ermita. El traje que luce la Virgen de las Viñas el día de la fiesta mayor es un regalo de la reina Margarita. Si esta atribución es cierta dataría de entre los años 1605 (fecha del nacimiento del futuro Felipe IV) y 1611 (fallecimiento de la reina Margarita a la temprana edad de 26 años).

Aunque en el relato de todos estos hechos se mezcla la leyenda y la realidad, lo que es una realidad constatable es esa especial vinculación de la ermita de la Virgen de las Viñas con distintos reyes, lo cual nos puede dar una explicación razonable de la presencia de este altar dedicado a San Fernando, patrón de la monarquía hispánica.
Durante el último año la cofradía de la Virgen de las Viñas está haciendo un importante esfuerzo para recuperar distintas zonas de la ermita como el Camarín de la Virgen y otras salas que se van a habilitar como museo. La exhibición de este cuadro del rey San Fernando III contribuirá a que la vida del santo rey castellano vuelva a ser conocida por todos aquellos que visiten la ermita arandina. 

Fuente: diariodeburgos.es

lunes, 17 de mayo de 2010

-Don Fadrique, impresor de "La Celestina".

Se sabe que Fadrique de Basilea imprimió en Burgos, en el año de 1499, La Celestina, cuya autoría sigue en solfa a pesar de que, muy probablemente, la escribiera el manchego Fernando de Rojas. Si ya resulta curioso el misterio sobre la titularidad esta obra maestra de la literatura española, no lo es menos el que rodea al impresor, de quien todavía no se sabe a ciencia cierta cuál era su verdadero nombre. Fascinante juego de espejos. Novelesco, podríamos decir. Dentro de poco, esta ciudad contará con un museo del libro que, haciendo justicia, llevará el nombre de Fadrique de Basilea. Intentaremos desentrañar aquí quién fue este personaje, trascendente por decidirse a imprimir aquella Comedia de Calisto y Melibea, sin saber que iba a convertiese en un regalo impagable del que disfrutará la humanidad por los siglos de los siglos.

Para Julián Martín Abad, jefe del Servicio de Manuscritos, Incunables y Raros de la Biblioteca Nacional, aunque no existe constancia documental es muy posible que este impresor fuera Fiedrich Biel, quien ya imprimía en la ciudad suiza de Basilea hacia 1472. Sea o no así, la primera noticia cierta de que existe en Burgos un impresor llamado genéricamente ‘El alemán’ pero que se hace llamar maestro Fadrique es en 1482, cuando su taller recibió un encargo del Cabildo de la catedral para imprimir dos mil ejemplares de una hoja suelta, posiblemente de indulgencias. No existen ejemplares de esa hoja; sí, empero, de otra impresión un poco posterior: una Grammatica de Andrés Gutiérrez Cerezo, de la que se tiraron 400 ejemplares. Por ese trabajo Fadrique cobró 74.400 maravedíes

La casa-taller de este impresor estaba enclavada en un lugar provilegiado: frente a la catedral, en la plaza entonces denominada del Azogue. Afirma Julián Martín Abad, autor del estudio El taller del maestro Fadrique, alemán de Basilea, vecino de Burgos, publicado en el catálogo ‘El jardín de Melibea’ que se editó en 2000, nuestro impresor se casó con la burgalesa Isabel de la Fuente, de cuya unión nació una hija, Isabel de Basilea, quien acabaría convirtiéndose en uno de los personajes femeninos «más interesantes en la historia de la imprenta castellana».
De aquel taller de Fadrique, apunta Martín Abad, salieron más de 80 ediciones incunables, «un buen número sin indicaciones tipográficas y en demasiados casos representadas por ejemplares únicos conocidos, a la vez que muy dispersos por la geografía bibliotecaria mundial». Señala el estudioso que en los primeros años del siglo XVI, quizás debido a la crisis económica, el taller de Fadrique de Basilea baja el ritmo de su producción, recuperándose ésta hacia finales de la primera década. «Durante ese segundo momento de intensa actividad en el taller del maestro Fadrique encontramos de nuevo bastantes ediciones de obras devocionales y moralizantes; destaca la cuantía de textos literarios (incluyendo traducciones), principalmente literatura popular en forma de pliegos sueltos».

El taller del alemán siempre contó con las técnicas más avanzadas. «La renovación del material tipográfico y xilográfico se mantendrá siempre a muy alto nivel». respecto a las estampas o marcas tipográficas halladas en los ejemplares de muchas de sus ediciones, Martín Abad revela la existencia de siete, aunque sólo seis son conocidas.Quizás la más famosa sea una que podrá contemplarse en el Museo del Libro que llevará el nombre de este impresor: dentro de un marco de dientes de sierra blancos y negros, un león erguido sosteniendo con la pata delantera izquierda un estandarte blanco, y sosteniendo también, con las patas trasera y delantera derechas, un escudo con la cruz con pie en forma de 4 y las iniciales f b.
El maestro Fadrique estuvo siempre a la vanguardia de las diferentes soluciones técnicas y estéticas que iba ofreciendo la imprenta, «como es el caso de la utilización de tipos de gran cuerpo para los títulos que sustituyeron los acostumbrados títulos xilográficos que caracterizan a nuestros impresos del siglo XV, compartiendo entonces el uso de esta costumbre con Alemania». La última impresión de Fadrique fue una edición de Flor de virtudes con fecha de 1517. «El 1518 podemos considerar que su yerno, Alonso de Melgar, es ya responsable pleno de la actividad, claramente continuista, del taller del maestro de Basilea, iniciador de una saga de impresores, pues su hija Isabel, al quedar viuda, casará luego con Juan de Junta, uniendo la historia tipográfica de Burgos con la ya también antigua de Salamanca», apostilla.

La primera edición de La Celestina se cierra con esta addenda: «Fue impresa en la muy noble y muy leal ciudad de Burgos por Fadrique de Basilea Alemán a quince días del mes de octubre anno del nascimiento de nuestro salvador ihesu christo de mill quatrocientos e noventa annos...». Esta fue la piedra de toque, en el final del siglo (y de una era, con la entrada definitiva en el Renacimiento), para una epopeya editorial en la que Burgos habría de jugar un papel esencia. La capital castellana era una metrópoli referencial no sólo en lo político, sino también en lo económico, con el Consulado del Mar como centro de operaciones y de control en el comercio de las lanas castellanas, y en el ámbito cultural: arquitectos, pintores, escultores trabajaban en importantes construcciones de la época. También habría filófosos y teólogos desarrollando una intensa labor de pensamiento, como el caso de Francisco de Vitoria.
En aquel ambiente por desgracia irrepetible trabajó Fradrique de Basilea, pero no fue el único; tampoco La Celestina la única obra importante que saldría de los talleres castellanos. En1554 el suegro de Don Fadrique, Juan de Junta, alumbró otra obra llamada a la inmortalidad. Su título, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades. Con el fin del siglo XVI se extinguió el papel protagónico de Burgos. No hubo brasas ni rescoldos. Sólo entre finales del XIX y principios del XX la labor impresora recobraría cierta entidad, con los Calleja, Santiago Rodríguez, Aldecoa y compañía.  

Fuente:R. Pérez Barredo www.diariodeburgos.es