lunes, 28 de agosto de 2017

-Resultados de la investigación de los restos romanos de Sasamón.

Fuente: http://burgosconecta.es

Satisfacción entre los arqueólogos que han trabajado durante quince días en un enclave entre Sasamón y Olmillos que tuvo un papel protagonista en las Guerras Cántabras. Ya había constancia de que la zona del Correcastro pudo albergar fortificaciones militares utilizadas en el proceso de conquista y control de los territorios situados en la Meseta Norte y Cantabria. Sin embargo, los trabajos han ahondado en esa idea y han permitido concentrarse en una de estas fortificaciones, que presenta una planta en forma de naipe y alcanza casi las 8 hectáreas de extensión, pudiendo acoger a un contingente expedicionario del tamaño de entre 3.500 y 4.500 soldados.
Las estructuras, que habían sido dadas a conocer hace algunos años en varias publicaciones científicas, han sido ahora investigadas por un equipo arqueológico internacional formado por trece profesionales de diferentes universidades y centros de investigación de Reino Unido, Holanda, Alemania y España. Todos ellos coinciden que el recinto de Carrecastro habría sido una fortificación de tipo temporal, en la que vivirían durante un breve período de tiempo -entre un día y varias semanas-, cuando se encontraban en campaña. Para conocer más de este área, el equipo ha usado tecnologías innovadoras de análisis y reconocimiento para su estudio. Todo ello necesario, debido a los efectos sobre el terreno de la mecanización de las actividades agrícolas.
Por otro lado, en la zona del Arroyo del Puerco, han podido documentarse una serie de estructuras lineales que, de forma paralela, se extendían por espacio de varios cientos de metros. Su finalidad última aún no ha podido confirmarse. Asimismo, la prospección superficial de los terrenos ha logrado recuperar un buen número de evidencias materiales, que no solo se remitirían al periodo romano, sino que permiten reconstruir una completa secuencia de ocupación en la zona entre la Edad del Hierro y el presente. Los fragmentos de cerámica y restos de metales (clavos, tachuelas, apliques…) identificados han sido a continuación restaurados y estudiados por los arqueólogos.

Por otro lado, para determinar el momento preciso de ocupación de las estructuras de Carrecastro es necesario realizar nuevas intervenciones arqueológicas sobre el terreno. No obstante, los arqueólogos barajan diversas interpretaciones que permiten relacionarlas, bien con la última fase de conquista romana de la península Ibérica hace 2.000 años, bien con el momento posterior de puesta en explotación de estos territorios por los romanos.
No obstante, la localización de las estructuras de Carrecastro permite avanzar que la comarca de Odra-Pisuerga gozó de un gran protagonismo durante la conquista y dominación romana de los territorios norteños. Además, la presencia militar en la zona no solo se concentraría en el momento de las Guerras Cántabras (29-19 a. C.), sino que se han recuperado evidencias que permiten alargarla hasta la época de la dinastía julio-claudia (14-63 d. C.), fundada por el propio Augusto.
Todo estos descubrimientos han sido accesibles a todos los vecinos que se han interesado en visitar los yacimientos, hablar con los arqueólogos y compartir sus inquietudes con ellos. Además, para exponer los resultados de la investigación, los codirectores del proyecto ofrecieron una charla en el Centro Cultural de Sasamón. La cita despertó un gran interés y permitió que los propios vecinos y autoridades expresasen sus propias ideas y dudas sobre el potencial arqueológico de la comarca.
Por último, cabe recordar que la campaña ha contado con la financiación de la Leverhulme Foundation del Reino Unido con la participación y apoyo del Ayuntamiento de Sasamón, Adeco-Camino y la Diputación.

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