Fuente: www.elcorreodeburgos.com/
En tan solo una semana, el equipo de voluntarios y los investigadores del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (CAS) han localizado 60 restos fósiles de dinosaurio en el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal. Lo que se sabe hasta el momento es que se trata de un saurópodo -«herbívoro, de gran tamaño, de cuello y cola largos»- y que seguramente sea un titanosauriforme. Sin embargo, el director de las excavaciones, Fidel Torcida, precisaba ayer que ahora mismo resulta imposible determinar «con más exactitud el DNI del animal», de ahí la necesidad de «recoger más material de otras partes del cuerpo».
En esta semana de intenso trabajo en Torrelara, Torcida destacaba que «lo más interesante» que se han encontrado los investigadores es la presencia de «seis vértebras caudales con algunos huesos asociados a ellas y costillas». No obstante, la identificación del saurópodo a partir de los elementos hallados es una misión imposible porque «las vértebras de la cola que estamos encontrando no son muy diferentes entre dinosaurios de este tipo». Por lo tanto, se mostraba esperanzado en localizar restos pertenecientes a la cadera, hombros o extremidades. Y cómo no, el cráneo para despejar dudas con total seguridad, pero es consciente de que resulta bastante improbable.
Por otra parte, el CAS prevé exponer más superficie del yacimiento en los próximos días con la intención de averiguar otros datos de importancia como las circunstancias que propiciaron el depósito del cadáver. Al mismo tiempo, Torcida explica que también sería interesante determinar con la mayor precisión posible la datación del yacimiento. Por ahora, sostiene que se encuentra en un periodo de transición entre el Jurásico y el Cretácico, por lo que concretar la edad del dinosaurio se antoja difícil porque hay millones de años de diferencia. Sea como fuere, el equipo está recogiendo muestras de material orgánico carbonizado «que podría contener restos de polen», de gran utilidad para «determinar que plantas han existido en ese periodo». En caso de tener esa «suerte», sería viable «delimitar la edad con bastante precisión».
En cualquier caso, su dilatada experiencia le permite asegurar que «excavas porque sabes que vas a encontrar algo (...), pero hasta que no abres no sabes lo que va a pasar». El CAS tenía constancia desde hace años de que en la zona había restos de dinosaurio, pero en vista de los resultados obtenidos en tan poco tiempo el equipo se afanará, de aquí al próximo sábado, en descubrir el mayor número de elementos fósiles y determinar hasta «dónde se podría llegar». A continuación, el colectivo salense realizará un balance de la intervención para valorar «si merece la pena» impulsar una segunda excavación.
No en vano, el principal objetivo de los trabajos que se están llevando a cabo en Torrelara es ofrecer una «visión más completa de la anatomía del animal». Para ello, el CAS debe coordinar en primer lugar la limpieza y preparación del material para su posterior estudio. Torcida describe este paso inicial como un proceso «delicado» y «lento» que deberá sufragarse con los recursos del Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes. Lo ideal sería contar con un restaurador que se dedicase en exclusiva a limpiar las piezas localizadas, de tal manera que dicho cometido se podría realizar en un plazo aproximado de un año. Finalmente, cuando sea posible, los elementos fósiles se someterán a estudio comparándolos con hallazgos similares que se exponen en otros museos.
Las excavaciones han generado «bastante interés en la comarca», hasta el punto de que el Ayuntamiento de Torrelara está organizando visitas en grupo para conocer de primera mano los trabajos del CAS in situ. En esta semana, alrededor de 150 personas han recorrido el yacimiento para conocer in situ el proceso. Y es que tal y como admite Torcida, «la sociedad nos pregunta».
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