sábado, 8 de septiembre de 2007

-Villa Romana de Baños de Valdearados


La villa romana de Santa Cruz de Baños de Valdearados se descubrió de forma
casual en noviembre de 1.972 cuando una máquina excavadora nivelaba una finca
agrícola. Las diversas campañas de excavación arqueológica desde entonces han puesto al descubierto diez habitaciones y cuatro pasillos pertenecientes a la villa típica de época bajo imperial (siglos IV-VI d.C.), que representan sólo una parte de la superficie total de la mansión.

Se trataba de un establecimiento rural, propiedad de un importante terrateniente romano, que funcionaba como un gran centro de explotación agropecuaria y residencia señorial, valiéndose de su privilegiada situación en una zona fértil, próxima a la importante ciudad de Clunia y junto a la transitada vía de comunicación que unía Astorga (Asturica Augusta) con Zaragoza (Caesaraugusta).
En las villas se diferencian dos partes: la residencia del señor (pars urbana), que es
la zona excavada en este yacimiento; y el espacio en el que se distribuyen las viviendas
de los campesinos, los establos y almacenes (pars rustica).

Las estructuras y materiales hasta ahora descubiertos han permitido atisbar la existencia de
un asentamiento previo de los siglo I-II d.C., del que quedan pocos vestigios. Sobre éste se edificó la villa romana que hoy conocemos, de época bajoimperial. Se desconoce hasta cuándo fue habitada y por qué fue abandonada.
Ya en época medieval, en este lugar se situó una necrópolis o área de
enterramiento relacionada, muy probablemente, con un edificio religioso, un convento, al
que hace referencia un documento medieval del año 1.048. Sin embargo, los trabajos
arqueológicos llevados a cabo no han permitido su localización, aunque sí se han
descubierto varias tumbas que se pueden fechar entre los siglos IX y XI.

Lo más destacado de esta villa romana son los mosaicos que decoran sus habitaciones,
pertenecientes a la primera mitad del siglo V, y que constituyen uno de los conjuntos más significativos dentro de los conservados en fechas avanzadas en Hispania.
El oecus o salon principal de la villa, tiene una superficie de 66 m2 y está pavimentado con un mosaico dedicado a Baco, dios del vino, verdaderamente espectacular. En el triclinium o comedor, el mosaico está decorado con motivos geométricos y en otra habitación destaca un tercer mosaico figurativo.
Se conservan tres bustos femeninos que podrían identificarse como las Estaciones, habiendo desaparecido la cuarta figura.También se han conservado dos figuras de animales en movimiento, una liebre y un jabalí.
Uno de los aspectos más llamativos de la villa es su red de abastecimiento,
almacenaje y evacuación de agua, que se articula en torno a un pozo.
Este pozo estuvo en funcionamiento hasta comienzos del siglo V, momento en el que al reformarse la villa se colmata con escombros. Este hecho ha permitido recuperar un interesante
conjunto de estucos decorados que permiten conocer, a grandes rasgos, la decoración de
la vivienda durante el siglo IV.

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