domingo, 30 de septiembre de 2007

-Sancho II



Hijo de Fernando I, a la muerte de éste le correspondió el dominio de Castilla, con Santillana, la Liébana, y los Condados de Monzón, Saldaña y Carrión, junto con las parias del reino de Zaragoza. Tomó el trono de Castilla en 1066, y su primera acción fue enfrentarse en la llamada "Guerra de los Tres Sanchos" con Sancho IV de Navarra y Sancho Ramírez de Aragón, disputa en la que obtuvo los montes de Oca, la Bureba y Pancorbo. Más tarde, intentó restablecer la integridad del antiguo reino asturleonés-castellano, con predominio de Castilla.
Pronto inició hostilidades contra su hermano García rey de Galicia, a quién derrotó con ayuda de su hermano Alfonso VI, rey de León en esos momentos, encerrándole.


A partir de 1068 estalla la guerra abierta entre Sancho y su hermano Alfonso por la frontera castellano-leonesa. En ese mismo año 1068 ocurre una escaramuza en Llantada (cerca de Melgar de Fernamental –provincia de Burgos), que no pasó de ser un encuentro entre pequeñas huestes de ambos bandos cerca del río Pisuerga.
En 1072, después de haber llegado a un acuerdo entre los dos hermanos para despojar a García de sus dominios de Galicia y Portugal, Alfonso y Sancho se enfrentan en Golpejera (territorio leonés), el 4 de enero de 1072 (fecha probable) donde la leyenda nos ha dejado el papel fundamental de D. Rodrigo Díaz de Vivar en la victoria castellana. Sea como fuere, Alfonso cae prisionero de los castellanos, que lo llevan a Burgos. Sancho entra vencedor en León y se autocorona rey de León, pese a la oposición del clero y la nobleza leonesa (el Obispo de León se negó a oficiar la ceremonia de coronación). Ordena el exilio de sus dos hermanos: García, a Sevilla y Alfonso a Toledo.

Posteriormente reconquistó Toro, en manos de su hermana Elvira, y puso asedio a Zamora, donde encontró fuerte oposición de parte de su hermana Urraca y de los zamoranos. En pleno asedio, un tal Bellido Dolfos, simulando ser un desertor de Zamora, consiguió acercarse a Sancho II, y con la excusa de mostrarle los puntos débiles de la defensa zamorana, consiguió aislarle y darle muerte, regresando a Zamora como un héroe.
Paradójicamente, la muerte de Sancho II en 1072, supuso que el reino de Castilla y sus posesiones pasasen a manos del depuesto rey de León, Alfonso, hermano de Sancho, exiliado en Toledo, que no liberó a su hermano García I, a quién mantuvo en prisión hasta su muerte.
Tras el asesinato de Sancho II en Zamora, el Cid trae su cuerpo a enterrar a Oña, convirtiendo el monasterio de San Salvador en primer panteón Real de Castilla.

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