En el valle de Valdegobía, se han encontrado restos prehistóricos y yacimientos que demuestran la existencia de población en esta zona desde la Edad del Hierro. Fue un fuerte enclave romano y visigótico. Existen en el valle cuevas artificiales o eremíticas y enterramientos de los siglos VI y VII de comunidades de ermitaños.
El 21 de Diciembre del año 804, está fechada la carta de un desconocido obispo repoblador, de nombre Juan, que nos aporta una serie de datos, que relatan su llegada a Valpuesta y la invención de una iglesia abandonada y sin culto, dedicada a Santa María, que restaura con ayuda de sus gasalianes.
La arqueología parece sumarse a este interesantísimo panorama con unas manifestaciones humildes y modestas pero muy sugerentes: tres cuevas artificiales, estructuralmente muy distintas entre sí, pero que pueden encajarse sin dificultad dentro de los grupos que venimos estudiando de los eremitorios rupestres altomedievales del alto valle del Ebro.
Todas ellas están muy próximas al pueblecillo actual y se pueden recorrer y visitar en poco tiempo.
Todas ellas están muy próximas al pueblecillo actual y se pueden recorrer y visitar en poco tiempo.
A la salida del pueblo y junto a la carretera que se dirige a la localidad de Mioma se encuentra una primera cueva artificial, sencilla y muy grande y espaciosa, de planta rectangular con acceso deteriorado por desplome, ubicado en uno de los lados cortos del rectángulo.
La cueva, que abriría al Noroeste, es extraordinariamente húmeda debido a las filtraciones que se observan en varios puntos, sobre todo en lo que respecta al propio pavimento que presenta fuertes desniveles tal vez como resultado de la descomposición y arrastre de los materiales, que incluso puede hacer pensar que nunca se terminó de excavar. Las paredes y la techumbre son rectilíneas, presentando esporádicamente muescas y mechinales. Pero el elemento más interesante se encuentra en el fondo de la cueva que profundiza en dirección Sudeste, marcándose ligeramente dos tramos individualizados y separados por amplia pilastra central. Incluso el de la izquierda parece haber tenido gradas.
La cueva es muy amplia pero sin elementos especialmente significativos, extrañando las bruscas irregularidades de su suelo.
La cueva es muy amplia pero sin elementos especialmente significativos, extrañando las bruscas irregularidades de su suelo.
La segunda cueva es la más pequeña del grupo y también la mejor conservada. Está muy próxima al pueblo, tomando un viejo camino que asciende en dirección NO. Su puertecilla, rectilínea, angosta y con huellas para encajar o deslizar tablas, abre al Sur bajo una visera natural de la roca. El interior es reducido, con planta que inicia una herradura perfecta que luego se irregulariza, y techumbre curvada en pseudo-bóveda. Actualmente conserva en su interior una losa suelta que, probablemente, corresponde a una tapa de sepultura que se ubicaría en las proximidades, oculta hoy entre la maleza .La cuevecilla responde al tipo de celda que tantas veces vamos constatando.
A unos 300 metros del pueblo en dirección SE, se conservan restos de otra interesante cueva artificial. Destaca en ella su cuidada ejecución, con abundante trabajo de azuela e incluso alisado y pulimentado final. La cueva nos ha llegado parcialmente, pero puede deducirse su planta rectangular irregular, con puerta hacia el Sur, y techo y paredes rectilíneas. Es probable que el muro Norte haya sido retocado con posterioridad, rehundiéndolo toscamente para lograr un posible banco, pero lo que es indudablemente original es un nicho vertical y poco profundo, de más de un metro de altura y que se estrecha progresivamente hacia arriba. Esta especie de hornacina. Que arranca a unos 40 cm. del suelo, lleva entalladuras a los lados y está labrado con esmero. ¿Pudo encajarse aquí un altar?.
La planta de la cueva, el cuidado de la ejecución y la orientación litúrgica correcta no desecharían tal hipótesis.
Las cuevas de Valpuesta, aún dentro de su humildad, vienen a engrosar el ya denso panorama rupestre de la cuenca del Omecillo, y, lo que sería más importante, pudieran responder a ese ambiente monástico que tan manifiestamente nos descubren las noticias documentales.
Fuente: Luis Alberto Monreal Jimeno
Estuve en Atapuerca hace dos años y me maravilló...
ResponderEliminarSolamente quería felicitarte por tu blog. Entre de casualidad en tu casa. Enhorabuena por el desde "Panorámica Cazorlense", quizás pueda ser también tu blog amigo.
Me gusta...
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