El equipo de paleontólogos que trabaja en Salas de los Infantes ha
descubierto unas nuevas huellas de dinosaurios, «únicas en el mundo»,
que refuerzan la importancia de las icnitas de la Sierra de la Demanda y
refuerzan la importancia internacional de uno de los yacimientos más
importantes de cuantos hay en el mundo. El responsable del Museo de los
Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, explicó ayer a pie
del yacimiento de icnitas de Mambrillas de Lara que se trata de un
descubrimiento de una amplia calidad científica, descubierto de «forma
casual» por vecinos de la zona. En este sentido, indicó que tiene «con
unas características especiales» y «unas huellas que no aparecen en
ningún lugar del mundo».
«Pensamos que estamos ante un nuevo tipo de icnitas», matizó Torcida,
quien declaró que se trata de huellas de dinosaurios que no existirían
en otro lugar del planeta. De este modo, entiende que la aparición de
estas huellas milenarias haría necesario nombrar a Burgos «si aparece
algo semejante en otro lugar del mundo»
.El yacimiento, en concreto, se halla enmarcado en el término municipal
de Quintanilla de las Viñas. En este espacio se encuentra un conjunto de
yacimientos que se prolonga cinco kilómetros. El hallazgo se produjo
hace tres años, si bien los estudios realizados en la zona este verano,
validan la excepcionalidad de las huellas de la extinta especie animal.
Torcida entiende que el descubrimiento tendría entidad «suficiente»
para sumarse a la candidatura de Patrimonio de la Humanidad, de cara a
la consecución del preciado nombramiento. Cabe recordar que en el año
2010, las icnitas castellano y leonesas compitieron por el ansiado
título sin que pudiera conseguirse el mismo. «Lo que está claro es que
la visión global de icnitas en España se refuerza con estos
yacimientos».
Las VI Jornadas Paleontológicas celebraron el viernes su
segundo día de conferencias y comunicaciones, entre ellas la que ofreció
a primera hora Bernat Vila y en la que habló de los dinosaurios de los
Pirineos. Según el investigador, en esa zona existía una alta diversidad
de estos animales cerca de su extinción, de lo que se deduce que no
estaban en un declive natural, reforzando de esta manera la teoría de un
final catastrófico, como puede ser el de los meteoritos.
Después de una interesante sesión de comunicaciones, Carole Gee habló
de la dieta de los dinosaurios saurópodos, de gran tamaño. La
investigadora mostró sus estudios en los que relacionó la flora de la
época con la dieta de estos animales. Gee afirmó que los saurópodos
podían comer determinadas plantas porque las digerían mejor y les
aportaban más energía. Como dato curioso señaló que un dinosaurio de
estas dimensiones podía ingerir cerca de dos toneladas de alimento
vegetal cada día.
Fidel Torcida, director de Museo de Salas, abrió la sesión de la tarde
hablando de Demandasaurus, cuyos restos han sido encontrados en Salas y
que posee una serie de características que permiten su diferenciación
como nuevo género y especie. Torcida habló de la importancia de este
rebaquisáurido para entender la relación entre la fauna de dinosaurios
de África y de Europa hace 120 millones de años, ya que el Demandasaurus
ha sido el único rebaquisáurido descrito en Europa, mientras sí se ha
hecho en África y en América del Sur. También hizo referencia a cómo
vino y de dónde vino este tipo de dinosaurio.
La última conferencia de las jornadas, las que han contado con una
mayor participación internacional de todas las celebradas, la impartió
Ronan Allain, que habló de la relación que existe, por el tipo de
dinosaurios, entre un yacimiento de Francia y otro de Asia. Respecto al
primero de ellos, situado en Cognac, señaló que han hallado el que quizá
sea el dinosaurio más grande del mundo, al haber encontrado un fémur de
2,20 metros.
Fuente: www.diariodeburgos.es
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