Los yacimientos de
Atapuerca siguen deparando sorpresas.
Los investigadores que trabajan en
Gran Dolina encontraron el martes una herramienta de piedra que fue
utilizada por el Homo antecessor hace un millón de años.
Se trata de un chopper, una piedra de río con filo plano y recto, que
estos homínidos empleaban para descuartizar a los animales que caían en
la cueva. Es una tecnología muy primitiva que también está presente en
otros yacimientos españoles como el de Orce (Granada) o de Gran Bretaña.
La importancia de este hallazgo radica en que ha sido encontrada en el
nivel TD-4, que está por debajo del TD-6 en el que se hallaron en 1994
restos de antecessor datados en 800.000 años. «Probablemente sea unos
antecessor más primitivos. No sabemos la relación que hay. Quizás sean
los mismos que aparecieron en 1994, pero éso lo determinarán las
investigaciones, de modo que nos interesa ampliar la colección con más
hallazgos», explicó el investigador Jordi Russel, coordinador de este
nivel del yacimiento.
La presencia de huesos rotos para aprovechar el tuétano y las marcas de
corte encontradas en ellos ponen de manifiesto que estos homínidos eran
«carroñeros activos», según los investigadores.
La pieza también será muy interesante para ver la continuidad entre el
antecessor y el homínido encontrado en la Sima del Elefante, cuya
especie aún no se ha determinado y que tiene 1,2 millones de años. «Con
este hallazgo es muy difícil decir que no hay momentos de desocupación
humana en la Sierra de Atapuerca desde hace 1,2 millones de años a
800.000».
En este sentido, los codirectores Eudald Carbonell y José María
Bermúdez de Castro anunciaron que la próxima semana se publicará un
artículo sobre la continuidad de los homínidos desde hace 1,5 millones
de años a la actualidad. «¿Hay continuidad en la ocupación humana?, ¿los
humanos, como piensan algunos, desaparecían cada cierto tiempo y no
volvían a aparecer hasta pasados 50.000 años? Hay todo tipo de teorías e
hipótesis. Intentamos responder a estas preguntas con los hallazgos de
la excavación. Sabemos que hay restos humanos y que hay gente en Europa
desde al menos un millón de años. En Atapuerca, de momento, tenemos 1,2
millones en la Sima del Elefante», apuntaron los científicos.
En los niveles superiores de Gran Dolina, con una antigüedad de 450.000
años, también se han encontrado más de media docena de herramientas del
modo Achelense. Son bifaces de sílex de hasta 15 centímetros, talladas
en forma de almendra y con filos bien configurados. Su estudio permitirá
conocer mejor el modo de vida del Homo heidelbergensis
(400.000-500.000), la especie de la Sima de los Huesos. «Gran Dolina fue
una cueva utilizada como campamento estable. Llevaban allí los
animales, los descuartizaban y se los comían. Para ello utilizaban las
herramientas de piedra que fabricaban allí con cuarcita, cuarzo o sílex
de la Sierra. Todo ello, junto a los restos faunísticos, nos permite
hacer un estudio de las formas de subsistencia de estos grupos de
cazadores-recolectores», apuntó Andreu Ollé.
En el yacimiento más antiguo de Atapuerca el trabajo se centra en
excavar los 50 metros del nivel 7, que está por debajo del 9 en el que
se encontró la mandíbula de 1,2 millones de años. Hasta el momento, los
trabajos han sacado a la luz restos fósiles de animales, principalmente
astas de ciervos y huesos largos que no se han podido identificar, que
podrían tener 1,3 ó 1,4 millones de años. «Hay registro paleontológico y
esperamos que acaben apareciendo ek arqueológico, industria lítica o
restos humanos», subrayó Rosa Huget, responsable del yacimiento.
La instalación de un puente ha permitido a los investigadores
desarrollar su trabajo con más comodidad porque la cueva se metía debajo
del camino de la Trinchera del Ferrocarril.
En este yacimiento, con una antigüedad de entre 200.000 y 500.000 años,
se excava en las últimas ocupaciones para confirmar que la cueva sirvió
como una trampa natural para los animales que vivían en la Sierra. El
Homo heidelbergensis venía a por ellos, los procesaban mínimamente y se
los llevaban a su campamento. «Hemos encontrado lascas de 200.000 a
250.000 años y restos de costillas que confirman que la cueva seguía
funcionado como trampa con las últimas ocupaciones», indicaron las
investigadores Isabel Cáceres y Ana Isabel Ortega.
Este yacimiento es la entrada de Cueva Mayor y permite el estudio de la
Prehistoria más reciente (los últimos 10.000 años). Los investigadores
ha datado ocupaciones humanas desde el mundo medieval y romano hasta las
diferentes fases de la Edad del Bronce, el Calcolítico, el
Neolítico-Mesolítico y el Pleistoceno Superior. «Se ha terminado de
excavar el nivel Calcolítico en el que había unos enterramientos y han
aparecido restos humanos con sus ofrendas. Ahora nos centraremos en el
nivel Neolítico, que nos ocupará los próximos años», indicó el
codirector Juan Luis Arsuaga
El trabajo en el yacimiento en el que se han encontrado restos muy bien
conservados de una treintena de individuos de hace 500.000 años se
centra en topografíar la cueva y estudiar su geología para determinar
con precisión cómo era y comprender mejor cuándo se depositaron los
restos de homínidos, en lo que se considera una de las primeras
prácticas funerarias de la humanidad. «Queremos cerrar los estudios
geológicos para perfilar los cortes y las secciones y hacer muestreos
para datar la cronología de la Sima de los Huesos. Queremos reconstruir
la topografía que había cuando los humanos se acumularon», precisó
El equipo de la Sima de los Huesos está preparando un amplio estudio
sobre la cueva para presentarlo en el Congreso Mundial de Prehistoria
que se celebrará en próximo año en Burgos.
También se ha digitalizado toda la cueva en 3D, tanto para divulgación
como para la investigación. «Trabajamos con alguna empresa para recrear
en tres dimensiones y en tiempo real los niveles de la cueva. Estamos
probando un prototipo», señaló José Miguel Carretero.
En la Galería de las Estatuas se está interviniendo en sedimentos del
Pleistoceno Superior que registran ocupaciones de neandertales, siendo
el único yacimiento de esta época conocido en la Sierra de Atapuerca y
la única especie que falta por encontrar.
Continúan los trabajos en la parte de la cueva que fue usada como
sepulcro en el que en las últimas campañas han aparecido restos humanos
de hace 4.400 años.
Fuente: www.diariodeburgos.es
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