Un estudio realizado en
el grupo de Paleoecología y Paleofisiología del Centro Nacional de
Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) concluye que el
canibalismo practicado hace 800.000 años por el Homo antecessor no era
debido a periodos de hambruna.
El trabajo titulado ‘Modeling trophic resource availability for the
first human settlers of Europe: The case of Atapuerca-TD6’, publicado en
la revista Journal of Human Evolution, modeliza la disponibilidad de
recursos alimenticios en Atapuerca hace 800.000 años para Homo
antecessor y demuestra que habitaba un entorno muy rico en recursos, lo
que les ha llevado a la conclusión de que su canibalismo no era debido a
periodos de hambruna.
El trabajo se basa en un modelo matemático que permite estimar la
cantidad de recursos que podían obtenerse de manera sostenible de las
poblaciones de herbívoros presentes en el ecosistema de Atapuerca.
Además, en este modelo se incorpora la competencia con los predadores y
carroñeros por este tipo de presas. Los resultados demuestran
cuantitativamente que Homo antecessor vivía en un entorno donde podía
aprovisionarse de abundante carne y grasa a partir de los grandes
mamíferos que habitaban la sierra y sus inmediaciones. Estos resultados
permiten descartar la hipótesis de que antecessor practicara el
canibalismo de manera habitual como consecuencia de una escasez de
recursos continuada.
La excavación de Gran Dolina se inició en 1981 y en ella se hallaron los restos de la especie humana más antigua de Europa.
Fuente: www.diariodeburgos.es
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