El Homo antecessor, el homínido más antiguo de Europa, pudo medir
entre 1,73 y 1,74 metros, algo más alto de lo que se pensaba, según el
estudio más preciso hasta la fecha sobre su estatura y que se ha
publicado en la última edición de la revista científica Forensic Science International, en un trabajo desarrollado por investigadores del equipo de Atapuerca.
Anteriormente se había fijado en 1,71 metros la altura de esta especie,
con unas proporciones corporales similares a la del ser humano actual.
Junto con la edad y el peso, la altura es uno de los principales
parámetros que caracteriza a poblaciones e individuos, por lo que su
estimación es esencial en áreas como la antropología forense y la
paleontropología.
La obtención del nuevo dato sobre el Homo
antecessor ha sido posible gracias a una metodología que se basa en los
huesos de los pies, ha explicado Ignacio Martínez, profesor de la UAH y
miembro del equipo de Atapuerca (Burgos), donde se halló al Homo
antecessor, y el investigador Adrián Pablos, del centro mixto de la
Universidad Complutense y del Instituto Carlos III sobre Evolución y
Comportamiento Humanos, autor principal del artículo científico.
"La
mejor manera de calcular la estatura es tener el esqueleto completo,
pero no siempre es fácil disponer de ello, por lo que se recurre a
modelos matemáticos" basados en el principio de la proporcionalidad, ha
añadido Pablos, que también pertenece al grupo de Atapuerca desde el año
2005.
Es decir, los individuos grandes tienen huesos grandes y
los sujetos pequeños también los tienen pequeños. Lo más eficaz es usar
los huesos largos directamente implicados en la estatura, como el fémur y
la tibia.
La nueva investigación propone una metodología mucho más sólida, basándose en el tarso o metatarso del pie, que al ser pequeños, suelen encontrarse completos, y cuyo estudio combinado hacen la estimación más fiable, según Pablos.
La
muestra con la que se ha trabajado para esta investigación está
compuesta por casi cien individuos de una colección del Mueso Historia
Natural de Cleveland (Ohio, EEUU).
La metodología, que se
ensayará en el futuro sobre el Homo heidelbergensis, será aplicable
tanto a los fósiles como al área forense, ha concluido Adrián Pablos.
En
esta investigación han participado también el codirector de Atapuerca,
Juan Luis Arsuaga, el departamento de Estadística de la UNED y
paleontropólogos de las universidades de Cambridge y Rovira y Virgil,
entre otros.
Fuente: www.rtve.es
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