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martes, 1 de septiembre de 2009
-Descubierta antigua bodega medieval.
La localidad de Caleruega podría albergar la bodega más antigua de la Ribera del Duero. El hallazgo se produjo la semana pasada en el despoblado del Coto de la Quiñonera y, a la espera de una datación exhaustiva, algunos historiadores apuntan que podría tratarse de las bodegas de Alfonso VIII, que ya existían en el siglo XII -un documento de 1.179 guardado en el monasterio calerogano dice que «habíase 4.000 cántaras en las bodegas reales de San Martín de Bañuelos, de don Alfonso»- , e incluso otros autores estiman que su origen podría ser anterior y remontarse a la época imperial ya que en las proximidades existen los restos de una villa y discurre la calzada que unía Clunia con el Valle del Arlanza.
La cava, cuya entrada llevaba oculta desde hace seis décadas por un desprendimiento, fue descubierta siguiendo las indicaciones de Fernando Martín Gil, El Rojo, un pastor que nació en el Coto de la Quiñonera y que ha sido el impulsor de esta excavación.
El alcalde calerogano, José Ignacio Delgado, se muestra entusiasmado porque se han encontrado la cava en un perfecto estado de conservación pese a que ha llegado a estar en ocasiones completamente inundada.
Excavada en la roca, dispone de una única nave con orientación oeste-este trazada en sentido descendente hacia la puerta para permitir la salida del agua que mana en el fondo y se recogía en una pila tallada en la piedra. Tiene una longitud de 30 metros, una altura de cerca de cinco metros y una anchura de cuatro. A lo largo de ambos lados dispone un total de 12 cabañones o nichos, donde se colocaban las cubas, aunque la gran altura de los más profundos hace pensar que albergaron tinajas.
La bodega, según Delgado, fue utilizada hasta los años 40 por los obreros del Coto de la Quiñonera, ya que el señor tenía la suya propia, al parecer también de origen medieval aunque se cree que algo posterior y remodelada en el siglo XIX, amenazada de ruina, con un arco de medio punto en la entrada y de cuyo conjunto se conserva también parte del lagar.
El Ayuntamiento ha limpiado la bodega y está consolidando la entrada para evitar nuevos desprendimientos. Paralelamente se ha dado aviso a la arqueóloga provincial para que se acerque a visitarlo y determine si es necesario realizar alguna prospección y documentar con exactitud los restos.
A partir de ahí la idea es poner en valor este patrimonio, a ser posible en colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen o con algún bodeguero de la zona, e integrarlo en una ruta de senderismo.
Fuente: diariodeburgos
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