sábado, 29 de septiembre de 2007

-Valpuesta



La localidad de Valpuesta está estrechamente relacionada con los orígenes de la historia de Castilla. Este lugar fue sede episcopal y en él se asentaron muchos de los primeros repobladores de la región. Los hitos artísticos de este lugar son su colegiata gótica, el torreón de los Velasco del siglo XV, que se alza en medio del pueblo, y la casa-palacio de Zaldívar.
Desde la segunda mitad del siglo VIII las tierras del norte burgalés se convirtieron en baluarte de la repoblación frente a los musulmanes. En ellas se refugiaron numerosos cristianos de las comarcas linderas. El obispo Juan vio la necesidad de fundar en este lugar una nueva diócesis para atender las necesidades religiosas de estos cristianos. Dicha diócesis se fundó en el año 804, pero con el avance de la repoblación fue perdiendo importancia a favor de la emergente diócesis de Oca, a la que cedió su obispado en el año 1087.
El obispo Juan podría haber sido maestro de enseñanzas religiosas y gramaticales del rey Alfonso II cuando éste estaba refugiado con sus parientes alaveses. Quizás el tal Juan fuese obispo de la desaparecida sede de Auca, desaparecida en manos musulmanas y en cuya antigua jurisdicción se hallaba aquel territorio. Se sabe que esas tierras habían sido de su madre Munia y que en ellas había pasado su juventud. Su relación con Alfonso II parece confirmarla el hecho de que el rey defendió las fundaciones del obispo Juan del ataque cordobés del año 816 a orillas del rio Oroncillo.
Juan era de la región, que en aquella época se llamaba Bardulia. A comienzos del siglo IX se adentró en el valle de Valpuesta, regado por el rio Flumencillo. Allí se encontró con las ruinas de una iglesia dedicada a Santa María. Eligió el lugar para restaurar la iglesia y organizar la colonización de los alrededores. En su labor penetró hasta el corazón de Valdegobia, donde construyó edificios, organizó el cultivo, fijando su morada en Santa María de Valpuesta.
El obispo Juan también bajó hasta las actuales tierras de Miranda, ocupó la orilla derecha del Ebro por tierras de Sobrón y llegó hasta el río Oroncillo. En esta zona encontró las ruinas de seis iglesias dedicadas a los santos Cosme y Damián, San Esteban, San Cipriano, San Juan, San Pedro y San Pablo, y San Cipriano.
Santa María de Valpuesta fue elevada a sede episcopal. El mismo Juan afirmó que el rey intervino en la decisión.
Los monjes-canónigos del monasterio-colegiata de Valpuesta ejercieron una amplia jurisdicción civil y religiosa sobre la villa desde el año 804 hasta 1761.
La importancia de Valpuesta en los primeros tiempos de la Edad Media se refleja en sus
numerosos códices y en su cartulario, compuesto por 184 documentos, fechados entre el 804 y el 1140. Actualmente se encuentran en el Archivo Histórico Nacional. En ellos se distinguen rasgos de la primera lengua romance castellana y de su evolución.
Antes de la magnífica colegiata gótica de Valpuesta, construida en el año 1342, había en el
pueblo un templo mozárabe y otro románico, de los que hoy no queda ningún resto.

En el claustro gótico, fueron enterrados miembros de las familias de la nobleza local: los Guinea, los Pinedo, los Salazar y los Velasco.


Fuente: www.turismoburgos.org

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