viernes, 22 de julio de 2011

-Fósiles de anfibios y reptiles en la Sima del Elefante.

Los niveles superiores de Sima del Elefante (TE-18 y TE-19), datados en 300.000 años de antigüedad, se han convertido en el área con mayor diversidad de anfibios y reptiles fósiles documentada en Atapuerca en un mismo nivel estratigráfico. En estás áreas, las más modernas del yacimiento, se han rescatado casi 800 fósiles que se corresponden con 77 especímenes de anfibios y reptiles. Así se refleja en el artículo publicado en la revista Geobios por el investigación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y del Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Hugues-Alexandre Blain.


Entre los anfibios localizados destaca una salamandra, ocho ranas y sapos, una tortuga terrestre, tres lagartos y cuatro serpientes cuyos restos se rescataron entre el año 2001 y 2004 en el Lavadero del Río Arlanzón por el equipo de Microfauna en el que está integrado Blain y que cuenta con la dirección de Gloria Cuenca y la colaboración de Juan Manuel López García. Entre las piezas más singulares destacan los restos de un pequeño anfibio, el tritón palmeado. «Es el fósil más antiguo de esta especie localizado en la Península Ibérica ya que ha aparecido uno en Cantabria pero es más reciente y sólo he encontrado referencias de otro del Mioceno pero en Francia», asegura Hugues Blains. También se han documentado por primera vez taxones (huesos fósiles) de sapo pintojo y de una lagartija de género Podarcis.

Estos estudios paleontológicos sobre los anfibios han permitido constatar el parentesco de estas especies que poblaron la sierra de Atapuerca hace 300.000 años con los reptiles y anfibios que circulan por estas zonas en la actualidad. «Los estudios de biología molecular con análisis de ADN permiten definir el parentesco entre especies y se confirma que éstas se separaron hace un millón de años y con éstos restos óseos han confirmado estas hipótesis» afirma el investigador del IPHES. Y es que los restos localizados en los niveles superiores de Elefante, con 300.000 años de antigüedad, coinciden en un 60% con los reptiles existentes en Burgos en la actualidad y con un 80% de los anfibios de hoy en día. «Con excepción de las tortugas, todas las especies representadas están actualmente presentes en la provincia de Burgos y se confirma que la herpetofauna tenía ya un aspecto muy moderno hace 300.000 años», concluye Blain.

La presencia de estos anfibios y reptiles y en esta cantidad refleja la riqueza de los yacimientos. «Que haya en un mismo nivel tanta diversidad es excepcional y será uno de los más numerosos en España para un tiempo tan corto y puede ser por las condiciones de conservación registradas en este nivel», puntualiza.
Blain forma parte del equipo de Microfauna que cada día puede llegar a lavar una tonelada de sedimento procedente de todos los yacimientos abiertos en Atapuerca. Él se ha especializado en los fósiles de anfibios y reptiles pero existen también micromamíferos como ratones, roedores o musarañas. «La diferencia es que si mis compañeros pueden identificar una especie con un diente, en el caso de los anfibios puedo encontrar hasta 40.000 restos de todo el cuerpo pero el número de individuos es el mismo» asegura. La situación se debe a que los anfibios mueren en las cuevas o entre las rocas porque «entran en ellas en invierno para protegerse del frío y en verano en busca de humedad» mientras que los ratones «no entran en la cueva sino que aparecen al ser consumidos por los rapaces y depositados en la cueva», concluye.

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

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