lunes, 18 de febrero de 2013

-Goodall fascinada con Atapuerca.


Aterida de frío, pero con aura sosegada y paciente, recorrió ayer Jane Goodall los yacimientos de Atapuerca. Lo hizo como hechizada, atendiendo a las explicacioes de dos de sus codirectores, Carbonell y Bermúdez de Castro. «Es fascinante estar aquí y conocer este sitio, pero lo es aún más poder imaginar aquellos seres que vivieron en este lugar.Es una experiencia fascinante. Pienso también el trabajo que desde hace muchos años se ha realizado aquí», dijo la primatóloga a la conclusión del recorrido. Goodall reconoció que Atapuerca había removido en ella recuerdos de su experiencia la garganta de Olduvai, en Tanzania, junto al antropólogo Louis Leakey, su mentor. «Pero en aquellos tiempos aún no habíamos descubierto restos fósiles de nuestros ancestros, aunque así animales como los tigres con dientes de sable».

Aunque no se dedicó a la paleontología, señaló que las especies vivas a las que ella ha dedicado toda su vida también han aportado mucha información sobre nuestros ancestros. Así, la prestigiosa etóloga señaló que las ramitas que los chimpancés utilizan como herramientas fueron las primeras que utilizaron aquellas especies, y no las piedras, que vinieron después. «Esto ha añadido un nuevo capítulo a mis estudios de paleontología y a mis recuerdos», señaló en referencia al yacimiento burgalés, y estableció la similitud entre los chimpancés y las especies que vivieron en la sierra burgalesa: «Lo que hemos aprendido de los chimpancés y de sus conductas tan parecidas a las nuestras pueden darnos mucha información sobre cómo se comportaban nuestros ancestros. Gracias a los chimpancés podemos imaginarnos cómo se abrazaban, besaban o comunicaban. Me gusta pensar que hace un millón de años había en este sitio especies con buenas madres y malas madres, como existen en las sociedades de chimpancés y en las nuestras. Puedo imaginarme que incluso quienes vivieron aquí desarrrollaron personalidades: los habría arrogantes, amables, como sucede hoy en día...».Con su conferencia llenó el aforo del auditorio. Luis López Araico
José María Bermúdez de Castro no ahorró elogios para Goodall. «Es un placer tenerla aquí con nosotros.Cuando leí su biografía me quedé impresionado. Me pareció la historia increíble de una mujer increíble.Dedicar toda su vida a la investigación y más tarde a convivir con nuestros primos hermanos, los chimpancés, es algo muy emocionante, único, muy difícil de hacer. Una decisión increíble, y eso da idea de la talla de la persona que tenemos aquí».

Por su parte, Eudald Carbonell destacó que los 34 años años de trabajo en Atapuerca pueden compararse con los años que dedicó Louis Leakey en Tanzania junto a Jane, «y que significa un poco la continuidad y perspectivas muy similares. Está claro que conocer y saber cómo los fósiles se han desarrollado y qué carácterísticas tienen ha de tener comparación con las especies vivas como los chimpancés, los gorilas y nosostros mismos.Nuestra especie es una síntesis evolutiva de todas las especies.La relación entre científicos debe servir para seguir ahondando en estos proyectos. Proyectos que nos hacen más humanos», apostilló.


El director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Saiz, que acompañó a la científica en su visita a la cuna del Antecessor, destacó la importancia de la presencia de Goodall en Atapuerca por su condición de icono internacional de la ciencia. «Su visita simboliza lo que hemos querido que fuera la realidad de Atapuerca; que no sea sólo un rincón arqueológico de mucha importancia científica y divulgativa, sino que se proyecte internacionalmente. Este tipo de visitas ponen en el mapa del mundo científico Atapuerca y Burgos, lo que constituirá que con el tiempo Burgos se convierta en una referencia del quehacer investigador y divulgador de la ciencia. Por eso hoy (por ayer) es un día más importante de lo que pueda parecer.

Saiz admitió que el equipo directivo del Sistema Atapuerca está trabajando ya en acciones similares. Acción incluidas en una tercera fase, en palabras del director general de Patrimonio, que pasa por «consolidar un atractivo del nivel científico y de interés social de una realidad que a veces es difícil de acercar a los ciudadanos». Saiz dijo que no hay prisa por cubrir la plaza de director del Sistema Atapuerca -en la actualidad vacante tras la salida de Javier Vicente-, pero reconoció que ya están estudiando candidatos. «Dedicaremos el tiempo necesario a escoger el mejor».

Fuente:www.diariodeburgos.es

-200 años del asalto a la fortaleza de Santa Engracia.

La comarca burebana fue una zona donde los ejércitos y guerrilleros que participaron en la Guerra de la Independencia combatieron durante un mayor periodo de tiempo desde los primeros levantamientos populares. Así la última gran batalla en la zona fue la toma de la fortaleza de Santa Engracia en Pancorbo, que este año conmemora su bicentenario, donde perdieron la vida varios centenares de combatientes de ambos bandos.

 




Esta alta cifra de caídos es fácilmente comprensible incluso actualmente si se visitan los restos de este fuerte que tras una amplia puesta en valor puede recorrerse en su totalidad.
Las crónicas históricas recogen que en la retirada del ejército napoleónico ante el avance de las fuerzas angloespañolas se dejó un retén de 1.000 soldados para dar cobertura a la retirada de José I y frenar el mismo en el estratégico desfiladero.
Como consecuencia de esta decisión se puso sitio a la fortaleza pancorbina por tropas al mando del general Enrique O´Donnell que tuvo en el ingeniero Manuel Zappino su principal baza para la victoria. Zappino había sido uno de los ingenieros que participó en la construcción de la fortaleza por lo que conocía las debilidades de la misma.
Su consejo llevó a los oficiales de artillería Ferraz, Saravia y Bartolomé Gutiérrez a emplazar varias piezas de artillería en un punto clave donde bombardearon con dureza la posición francesa.
Pese a ello fue necesario un primer asalto a la posición inferior de Santa Marta que por la orografía fue ejecutado por la infantería aliada con el brigadier José Latorre a la cabeza.

Fuente www.elcorreodeburgos.com

domingo, 17 de febrero de 2013

-Goodall reclama corazón y cabeza para salvar el futuro del planeta.

Jane Goodall conserva el halo de una belleza serena. Tiene un aire jovial, y cuando sonríe y sus ojos se entrecierran levemente, compone un gesto tierno, de sincera simpatía, con el que es difícil no empatizar. Seguro que esa fue una de las armas con las que hace medio siglo logró ganarse la confianza de los chimpancés de Tanzania para convertirse en un símbolo planetario, en uno de los iconos en la lucha por la protección de la naturaleza y la conservación de la vida salvaje. Camina con agilidad; a pesar de que tiene casi ochenta años, sus piernas están acostumbradas a la selva. Y a recorrer el mundo.Tarea a la que dedica 300 días al año, llevando a todos los rincones su mensaje universal. El Museo de la Evolución Humana fue ayer la parada de la primatóloga británica, una de las científicas más importantes del mundo, que hoy verá in situ los yacimientos de Atapuerca.

Durante su encuentro con los periodistas, esta heroica defensora de la sostenibilidad reclamó «corazón y cabeza» para que el ser más inteligente de cuantos habitan la tierra sepa conservarla. Con un discurso sencillo pero profundo, Goodall hizo hincapié en esa perentoria necesidad recurriendo a la mayor enseñanza que en su vida le han procurado los chimpancés: «Nosotros no somos los únicos seres que tenemos mente, personalidad e ilusiones. Podemos preguntarnos: ¿qué nos hace diferentes? El explosivo desarrollo de nuestro intelecto. Pero no podemos imaginar lo que pueden hacer ellos: manejar ordenadores, i-pads, hacer operaciones matemáticas o aprender la lengua de signos. Pero no tiene sentido comparar su cerebro con el nuestro, que ha puesto al hombre en la luna. Por eso la pregunta ha de ser ¿cómo el ser más inteligente de este planeta está ahora destruyendo su único hogar? Creo que la respuesta a esta pregunta es una gran desconexión entre nuestra mente racional y el corazón».
A este respecto, Goodall depositó sus esperanzas en los niños y en los jóvenes en la consecución de ese futuro mejor. «Esta lucha no tendría sentido si no nos preocupáramos de que las próximas generaciones sean mejores con la naturaleza de lo que lo hemos sido nosotros». Esta es una de las razones por las que en los años 90 dentro del instituto que lleva su nombre, creara un programa destinado a los jóvenes que se extiende ya por 132 países llamado ‘Raíces y Brotes’. «El mensaje principal es que cada uno de nosotros marca una diferencia cada día; y tenemos la opción de elegir el tipo de impacto que vamos a tener. Tenemos miembros desde el Jardín de Infancia hasta la Universidad que pueden escoger entre tres tipo de proyectos: para ayudar a la gente, a los animales y al medio ambiente (en España hay 40 grupos).Este es el espíritu que tenemos».


El Instituto Jane Goodall trabaja desde los años 70 en esa y en otras muchas direcciones. Así, también lo hace en el rescate y decomiso de las crías de chimpancés que se venden en el mercado negro en África o contra la salvaje deforestación del continente negro, contra la violencia étnica y contra la pobreza.
Durante su intervención, que una deliciosa conferencia, Goodall habló de sus inicios, de su aventura en África, y, claro, de los chimpancés, de los que destacó sus enormes similitudes con los humanos.Dijo la primatóloga que su comunicación gestual es muy similar a la nuestra -los besos, los abrazos, las palmadas en la espalda; que la relación entre madres y crías es muy fuerte, así como entre hermanos y hermanas; que los machos compiten entre ellos por llegar a la cabeza de la jerarquía desplegando habilidades políticas para establecer alianza; y que de la misma forma que pueden ser violentos, son capaces de mostrar amor, compasión y altruismo verdadero».

Jane Goodall,Premio Príncipe de Asturias, fue recibida y presentada en el MEH por la consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Alicia García, quien consideró «un gran honor» la visita de la científica. Una mujer que, dijo, «es un símbolo, un icono de la naturaleza y esperanza por un mundo más sostenible y justo. Su proyecto ha trascendido la investigación para ser un movimiento social por todo el planeta al que se dedica en cuerpo y alma.Para Castilla y León y para Burgos es de máxima importancia que conociera Atapuerca», subrayó.


Fuente: www.diariodeburgos.es

sábado, 16 de febrero de 2013

-Jane Goodall visita Atapuerca.

La primatóloga británica Jane Goodall, premio Príncipe de Asturias y embajadora de la ONU, visitará hoy y mañana el Museo de la Evolución Humana y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.
Así, Goodall ofrecerá una charla organizada por el MEH en el Fórum Evolución este domingo, mientras que esta noche participará en una cena en favor de los proyectos del Instituto qu
e lleva su nombre. La charla versará sobre ‘Razones para la esperanza’, será a las 19 horas y cuya entrada es libre hasta completar aforo.
La científica británica estará en Burgos para conocer sobre el terreno los primeros fósiles europeos. Además, visitará en la Sierra los yacimientos de  Atapuerca, en compañía de los científicos del equipo investigador.
 El Instituto Jane Goodall y el MEH desarrollarán acciones que permitan difundir de forma conjunta la labor de divulgación del centro. Por una parte, con la presencia de Goodall se cuenta a través de una exposición de fotografías el trabajo de conservación que la doctora realiza en Gombe (Tanzania) con chimpancés. Asimismo, durante este primer semestre del año el MEH ofrecerá un Curso de Primatología impartido por expertos del Instituto.
Jane Goodall es doctora en Etología por la Universidad de Cambridge y doctora Honoris Causa por más de 40 universidades del mundo. Ha sido distinguida con más de 100 premios internacionales, además del Premio Príncipe de Asturias, la Legión de Honor de la República de Francia, y  el título de Dama del Imperio Británico. Del mismo modo, fue galardonada con la medalla Hubbard del National Geographic Society.


Fuente: www.diariodeburgos.es

lunes, 4 de febrero de 2013

-No era el último neandertal.

En el siempre apasionante y aún misterioso asunto de la desaparición de los neandertales en Europa, se ha barajado durante años la teoría de que los últimos individuos de aquella especie habrían sobrevivido un cierto tiempo en el sur de la península Ibérica. La presión en el territorio de la nueva especie, la nuestra, habría empujado hacia el extremo sur del continente a los viejos europeos hasta que desaparecieron también ellos, hace algo más de 30.000 años, mientras que en el Norte de la península, no existían ya sus congéneres desde hacía más de 10.000 años. Pues no. Esta teoría, a la luz de los últimos datos científicos, ya no encaja, dicen los investigadores que han hecho nuevas dataciones de los yacimientos. En realidad, los neandertales del sur de la península Ibérica no son tan recientes, tienen en torno a 46.000 años, así que no son los últimos de su especie.

Las nuevas dataciones se han hecho con la clásica técnica del radiocarbono, pero aplicando un procedimiento avanzado de ultrafiltrado que elimina la contaminación de las muestras. Los resultados indican que las piezas que se han podido datar con este método son 10.000 años más antiguas de lo que se había establecido, como mínimo. Así, la cronología pone de nuevo en ebullición los debates y las hipótesis sobre la convivencia en el territorio de las dos especies y las causas de la desaparición de una de ellas en esa compleja época de transición.

“En los años ochenta, las dataciones del yacimiento neandertal de Zafarraya, en la sierra de Alama (Málaga), se dataron en torno a 31.000 años (las más modernas), pero ahora vemos que esas cifras no son reales: tienen unos 46.000 años”, explica Cecilio Barroso-Ruiz, del Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, uno de los autores de la investigación, que se presenta en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU). “Esto cuestiona la teoría que propusimos entonces de que los del Sur de la península Ibérica fueron los últimos neandertales, pero ante los datos científicos...; en realidad se extinguieron cuando todos los demás neandertales”, añade. Es más, puntualiza, los del sur son más antiguos que los últimos del norte de la Península, que tienen unos 42.000 años.

Los investigadores (incluidos especialistas de la Universidad Nacional Australiana de Canberra, el Museo de Historia Natural de Paris y la Universidad de Oxford), liderados por Rachel E.Wood, han intentado aplicar la técnica del radiocarbono con ultrafiltrado en restos de 11 yacimientos del sur de la Península, pero solo han encontrado el colágeno necesario para hacer los análisis en dos de ellos: Cueva del Boquete de Zafarraya y Jarama VI (Sistema Central).

Los restos de esta última excavación también se han datado ahora en torno a 45.000 años, frente a los 30.000 o 32.000 años estimados anteriormente, explica Jesús F. Jordá, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En este yacimiento de Guadalajara, se han descubierto ya numerosas piezas de industria lítica típica de los neandertales (Musteriense) y un hueso fósil del pie de un neandertal. Los nuevos análisis se han hecho con colágeno extraído de huesos animales que tienen signos inequívocos de manipulación por el hombre, como las marcas del descarnado hechas con cuchillos de piedra.

El problema con el radiocarbono es que las muestras se contaminan fácilmente con material orgánico del entorno. Pero con el ultrafiltrado se rescata exclusivamente el colágeno fraccionado, el más antiguo, el correspondiente al fósil. Por eso, las piezas en las que se aplica siempre envejecen.
A la vista de los nuevos datos “habría que revisar los libros de la prehistoria”, señala Jordá. “En el centro y sur de la península Ibérica, los neandertales dejaron de existir hace 45.000 años, antes de la llegada a la región del norte de los humanos modernos, cuando antes pensábamos que los neandertales habían perdurado al Sur mientras que el homo sapiens estaba ya en el Norte”.

Podría ser que, no en el centro y sur de la península, pero si en el norte, hubieran coincidido en el tiempo y el territorio los unos y los otros. “Estamos sometiendo a nuevos análisis yacimientos como La Güelga (Asturias) para determinar si esa coexistencia tuvo lugar. Tendremos que esperar a los resultados para verificar o no esta hipótesis”, explica Jordá.
En el Norte, seguramente por las condiciones de humedad favorables a la conservación del colágeno, las dataciones no han presentado tantos problemas, apunta Barroso-Ruiz. En Zafarraya, recuerda este experto, se han encontrado fósiles de ocho o diez individuos neandertales. Son 15 fósiles en total, incluida una mandíbula muy bien conservada que se descubrió en 1983, un fémur canibalizado y otros huesos de las piernas.

“Si se retrasan 10.000 años las dataciones con este método del ultrafiltrado, puede que también se anticipe la llegada del hombre moderno a Europa y estaríamos en las mismas a efectos de convivencia de ambas especies”, sugiere el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, director del Centro Investigación sobre Evolución y Comportamiento (UCM-ISCIII).

“La hipótesis de que durante un tiempo los humanos modernos ocupaban el norte de la península y los neandertales el centro y sur, denominada de la frontera del Ebro, se basa no en restos fósiles sino arqueológicos, de piezas de diferentes culturas. En el norte hay una secuencia jerarquizada, con los restos musterienses en los niveles más antiguos y encima los de la primitiva cultura de nuestra especie (Auriñaciense), seguida de posteriores variaciones. Pero en el sur falta esa primera cultura del homo sapiens, así que parece que llegó más tarde, con las posteriores”. Para Arsuaga la única forma de salir de dudas en cuanto a la convivencia de las dos especies sería encontrar un yacimiento en que se fueran alternando las capas cronológicas de neandertales y homo sapiens.

Según su colega Ignacio Martínez, investigador del mismo centro y profesor de la Universidad de Alcalá, “nos falta demasiada información para conocer la causa exacta de la desaparición de los neandertales”. Lo que sí van conociendo los científicos, añade, son las circunstancias en que se produjo esa desaparición: si fue de golpe, si fue un proceso largo, si quedaron bolsas de los antiguos europeos... Alteraciones del clima, enfermedades o la competencia. pudieron influir varias causas, combinadas o no, apunta Martínez. “Me cuesta asumir que los neandertales se extinguieron solos”, concluye Arsuaga. “Estaban al límite, con una población pequeña, dispersa y con poca diversidad genética... y encima llegan otros a su territorio. Pero yo creo que sin nuestra especie los neandertales se habrían recuperado”.

Fuente:  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/04/actualidad/1360009691_107160.html