Entre las localidades de Pedrosa de Tobalina y La Orden, el río Jerea, afluente del Ebro, regala al visitante con uno de los más hermosos enclaves de la provincia burgalesa. Desde su nacimiento en los Montes de la Peña, el Jerea riega las tierras del Valle de Losa, mientras sigue su curso imparable en busca el Ebro. En ese breve recorrido, de apenas 45 kilómetros, el río se encaja varias veces, dando lugar a estrechos cañones y gargantas.
Su entrada en el Valle de Tobalina no podría ser más hermosa. El agua del río se precipita en una caída de casi veinte metros de altura y más de cien metros de anchura, dando lugar a un espectáculo grandioso e inolvidable, sobre todo en época de deshielo o de fuertes lluvias.
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