Enlace:https://www.diariodeburgos.es
Concluyó en la ermita de
San Nicolás de La Sequera de Haza la campaña de excavaciones que un
grupo de estudiantes e investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos
de Madrid ha llevado a cabo durante los últimos días, y los resultados
no pueden ser más positivos, ya que han hallado un horno de metales que
datan entre los siglos VII y XII y del que apenas hay ejemplares
descubiertos para poder establecer una comparativa.
Esta
estructura de combustión ha sido excavada en el interior de la ermita,
tiene unos tres metros de longitud y hace una especie de codo. «Es
alargada, con dos posibles cámaras, contiene restos de adobe formando
una cúpula en la cámara y en él han aparecido bastantes restos de
fundición de cobres», explica Alberto Polo, director de esta campaña,
que confiesa que mientras excavaban todo parecía indicar que se trataba
de un horno, hasta que el jueves lo confirmaron gracias a la aparición
de restos de cenizas en la parte más baja y la cámara del horno
perfectamente recortada en el geológico.
Según el arqueólogo, esto
viene a indicar que antes de que se construyera la ermita ese espacio
fue el lugar central de una comunidad de aldea, que vivía y desarrollaba
sus actividades en ese lugar. «Creemos que el funcionamiento de ese
horno puede corresponder con el uso de los silos hallados el año pasado,
mientras que la estructura de posible cabaña de la que encontramos
restos en el 2018 es todavía anterior, porque está muy pegada al horno y
parece complicado que pudieran coexistir», comenta Alberto Polo, que
reconoce que cuando acabó la campaña pasada sabían que en ese lugar
podía haber algo, pero desconocían el qué, e incluso pensaban que podría
tratarse de sepulturas.
Además de descubrir este casi inédito
horno, los trabajos también se han desarrollado en el exterior de la
ermita, en la zona en la que se halla la necrópolis y donde el año
pasado ya se excavaron varias tumbas. Este año se han descubierto tres
nuevas antropomorfas, con restos humanos y que ubican entre los siglos
VIII y XI. «Hemos descubierto que hay remociones de los cuerpos, es
decir, que los movían, o sacaban huesos de unos para meter otro cuerpo»,
señala Polo, que recuerda que también han excavado varios osarios que
ofrecen información sobre las personas que habitaban ese espacio. Hoy, a
las 10 horas, habrá una visita guiada por la ermita y a las 18 un
taller participativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario