Fuente:http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/burgos/atapuerca-metropoli-ultimo-millon-anos_175314.html
La sierra de Atapuerca y sus cuevas guardan los vestigios de los
primeros humanos europeos desde, al menos, 1,3 millones de años hasta
hoy. En este complejo de galerías interconectadas entre sí hay tres
niveles, bajo (Sima del Elefante, Sima de los Huesos) medio (Galería,
parte superior de Dolina) y alto (Fantasma, Portalón o Mirador). «Lo que
nos interesa es estar excavando siempre en diferentes cronologías para
realizar este conglomerado de dataciones y culturas que han estado
presentes en la sierra desde el ultimo millón y medio de años», explica
el codirector de las excavaciones, Eudald Carbonell. «La excavación
podemos decir que va por pisos, los más profundos están en la Sima de
los huesos, hay uno intermedio que son los de Trinchera y está el piso
superior que es el de los neandertales y que une a Estatuas y Fantasma»,
analiza el codirector de los trabajos, Juan Luis Arsuaga.
Así
las cosas el complejo de cavidades de Cueva Mayor-Cueva del Silo y Cueva
Peluda está conectado con las cavidades de Trinchera abiertas por la
mano del hombre a la mitad para realizar el tendido del ferrocarril y
junto a ellas las cavidades del sector meridional del Monte de San
Vicente, de colonización neandertal y sapiens que comprende cuevas como
la Paredeja, que se empieza a estudiar este año, cueva Ciega y el
Mirador, entre otras. Junto a ellas las cavidades del monte de
Matagrande, tal y como relatan Ana Isabel Ortega y Miguel Ángel Martín
en su libro ‘Cuevas de Atapuerca. Una visión de la mano del Grupo
Espeleológico Edelweiss’. Pero las ocupaciones humanas, los vestigios
que rastrean los 300 investigadores que se citan este año frente a las
cuadrículas de 10 yacimientos diferentes, varían de la formación
(karstificación) de las cuevas y hay zonas como Fantasma que ahora
abordan los niveles más modernos pero que tienen restos mucho más
antiguos que Elefante.
Este
año se han abierto nuevos frentes vinculados a las ocupaciones
musterienses. «Los neandertales por los que tanto hemos suspirado ahora
se excavan en dos yacimientos en cueva con ocupación, fauna que se han
comido, industria y fósiles... de aquí a 20 años nos dará mucha
información», reflexiona Arsuaga.
En el piso superior, si tenemos en
cuenta las cronologías de ocupación, se trabaja en Mirador y Portalón
de Cueva Mayor. Estos niveles se complementan con las ocupaciones
neandertales que están aflorando en Cueva Fantasma, donde este año se
está realizando un sondeo vertical a falta de cubierta para excavar en
extensión, y en Galería de las Estatuas. Ambos yacimientos están
conectados por unos conductos llenos de sedimento que dará para muchas
campañas. «Nos llegamos a escuchar en uno y otro lado», explica Arsuaga.
Este vecindario tiene mucho interés en neandertales. Son la
novedad aunque Estatuas se excava desde hace diez años. A estos dos se
une la Paredeja que parece tener más secuencia de la considerada desde
un punto de vista inicial y mucho más material del previsto. «Es la
primera vez que tendremos miles de piezas de paleolítico medio clásico
que empalmarán con las secuencias de paleolítico superior para cubrir
todo el espacio cultural que no habíamos podido cubrir hasta ahora»,
relata Carbonell.
De
ocupaciones intermedias, entre lo más antiguo de Elefante y Gran Dolina,
y lo más moderno de Portalón, Mirador, Fantasma, Estatuas y Paredeja,
están los homínidos de la Sima de los Huesos. En ese tramo intermedio de
ocupación con unas cronologías entre los 300.000 y los 450.000 años se
trabaja en los niveles superiores de Gran Dolina (TD10 y TD9), Galería y
Sima de los Huesos.
En Dolina están de enhorabuena. Tras 22
años han finalizado la excavación del nivel TD10. Es la cocina de
Atapuerca. El lugar donde los homínidos acercaban a los animales cazados
o rapiñados en múltiples trampas naturales. Aquí los procesan, los
engullen hasta llegar al tuétano de los huesos, y dejan también sus
herramientas. «En esta fase final del nivel salen más restos de
industria lítica, la típica del tipo achelense, pero menos restos de
fauna porque está en contacto con un nivel más ácido», analiza el
responsable del trabajo en el nivel, Andreu Ollé.
Aquí hay
poblaciones especializadas en caza de bisontes, que se merendaron un
león de las cavernas o muchos restos de carnívoros y herbívoros como
ciervos, caballos o bisontes. «En estos 22 años de trabajo se han
extraído alrededor de 300.000 piezas pero entre todos estos restos
mapados no hay ni un fósil humano ni evidencias de fuego o nada
parecido». En galería se encuentra una especie de despensa de estos
grupos que conviven en Dolina. «Es una trampa natural y aquí vienen con
sus herramientas, procesan los animales llevándose las patas y dejando
el tronco que es lo que encontramos», explica Isabel Cáceres. Un nivel
que se encuentra en los 300.000 años y que bordea el lugar donde, en los
años 90, apareció un resto de parietal similar al de la población de la
Sima de los Huesos.
Técnicas CSI por el ADN
En
la Sima de los Huesos se vuelven a buscar parte de los esqueletos de
los 28 a 30 individuos preneandertales depositados de forma intencional
en lo más profundo del complejo kárstico. De cara a ampliar los estudios
de ADN y lograr alcanzar al menos un 1% de ADN nuclear, se trabaja este
año al más puro estilo CSI. «Para realizar nuevos estudios y extraer
nuevas muestras tendría que ser de los niveles que saquemos estos años
por eso hemos excavamos en la pared de la cueva, donde la arcilla está
más fresca y con mascarillas y guantes con el fin de que estén en las
mejores condiciones posibles para estos estudios genéticos aunque
seguimos trabajando la morfología», resume Arsuaga.
Los
restos más antiguos de la comunidad se encuentran en Elefante, donde se
está por debajo del nivel de la famosa mandíbula Homo sp de 1,2
millones de años. También en los niveles bajos de Dolina se encuentran
en el millón de años donde «se dan las mismas condiciones de vida que en
las zonas donde ha aparecido Homo antecessor aunque no encontramos
evidencias humanas por ahora ni en fósiles de animales ni herramientas»,
explica su coordinador Jordi Rosell. Un nivel donde están recuperando
muchas piezas de oso pero al que le queda apenas dos o tres campañas
más. También se agota Elefante. «Esto era un sondeo y ya empezamos a
discutir qué hacer a futuro, en dos o tres campañas habremos acabado con
el 7 y se puede volver a empezar desde arriba o ir hacia dentro donde
hay potencial de siete metros de sedimento», señala la coordinadora de
los trabajos en esta zona, Rosa Huguet.
La estrategia del
proyecto mira hacia otro nivel antiguo como es Penal, un yacimiento que
está frente a Dolina. En realidad forman parte del mismo yacimiento pero
están separados por el corte de la Trinchera. «Es de cronología muy
antigua, pleistoceno inferior y tenemos que empezar a analizarlo»,
resalta Eudald.
En una metrópoli de nuestro pasado tan remoto como
la de Atapuerca se presenta una comunidad de vecinos prehistóricos que
seguirán aportando información y cerrando el circulo de uso en
diferentes culturas, especies y épocas de un mismo entorno geográfico.
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