El Centro de
Interpretación Arqueológica del Desfiladero de la Horadada, ligado a la
fortaleza de Tedeja (S.VI), la iglesia paleocristiana de Santa María de
Mijangos (S.V) y los eremitorios de Tartalés de Cilla de abrió sus
puertas en septiembre de 2002. Una inversión de 416.692 euros, aportados
en su gran parte por la Junta de Castilla y León y los fondos europeos
que gestiona el Ceder Merindades, hizo realidad el centro y la
consolidación de los tres yacimientos. Casi doce años después, el
abandono y la falta de dinero del Ayuntamiento de Trespaderne hacen
mella en este recurso turístico que desde el pasado mes de enero tiene
toda la zona expositiva situada al aire libre desprotegida al haberse
caído por completo los veinte metros del vallado de madera que la
separaban del exterior.
Pese al tiempo transcurrido, la alcaldesa, Isabel López, aseguró ayer a
DB que desconocía este hecho y que no hay ninguna decisión tomada sobre
su arreglo, a pesar de que los elementos del antiguo poblado romano y
visigodo están expuestos a robos y ataques vandálicos.
López admite que «el Centro de Interpretación de la Horadada es un
recurso que no podemos afrontar desde el Ayuntamiento de Trespaderne en
la situación económica actual». El centro permanece cerrado desde el
pasado verano. La alcaldesa señala que «la gestión directa es imposible
por falta de dinero». La contratación de una persona que abra el centro
está completamente descartada por el equipo de gobierno que desde el
pasado verano tampoco ha dado pasos en busca de una fórmula para su
reapertura.
La alcaldesa anuncia que «la previsión es sacarlo a concurso para
intentar reabrirlo en verano» con gestión privada, pero añade que «la
falta de tiempo ha impedido a la secretaria municipal redactar el pliego
de condiciones». Así pues, estos días de Semana Santa, los de mayor
afluencia de visitantes a la comarca, y el resto de la primavera
permanecerá cerrado.
El Centro de Interpretación de la Horadada fue atendido entre 2002 y
julio de 2010 por una persona contratada por el Ayuntamiento, cuyo
salario subvencionaba la Junta de Castilla y León. Con la desaparición
de las subvenciones, el centro fue cerrado a cal y canto la pasada
legislatura y así permaneció dos años, hasta que en julio de 2012, el
Ayuntamiento firmó un contrato de servicios menores con dos
emprendedoras, que tenían que abonar 1.000 euros al año y el 5% de las
entradas recaudadas. Sus ingresos fueron ínfimos, porque en los cinco
meses que abrieron, de junio a noviembre de 2012, recibieron 2.100
visitantes que pagaron en su mayoría una entrada rebajada de 1,5 euros.
En 2013, el centro solo abrió durante el verano y recibió 500
visitantes.
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZD5C2434B-FA2E-6AEF-B0B2C640950E2BCA/20140410/abandono/hace/mella/centro/interpretacion/horadada
menuda alcaldesa .... tan preocupada por las cosas que pasan en su pueblo!!aprilio
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