Pesa cuatro kilos y ochocientos gramos, no se dejó medir, pero no es más
grande que este periódico desplegado y, aunque tiene un aspecto de
peluche la fiera sacó sus garras cuando los veterinarios se acercaron a
ella para tomar muestras. Jimena, la osezna de cuatro meses hallada por
un particular el pasado viernes en Palacios del Sil, ya ha sido
trasladada al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos,
donde es sometida a un periodo de aislamiento a la espera de los
resultados del operativo, una especie de ‘operación oso pardo’, montado
para buscar a su madre en una zona muy concreta del extenso territorio
que separa las vertientes leonesa y asturiana de la montaña cantábrica.
Pero
cada día que pasa, las posibilidades de hallarla se reducen un 15%. Y a
este paso, el fin de semana será la fecha tope para dar por zanjada la
búsqueda y pasar al plan B: conservar a la osezna en un retiro absoluto
durante todo el verano e intentar reintroducirla en el entorno donde fue
encontrada ya en los meses de octubre o noviembre, cuando haya frutos y
comida en abundancia y la osezna tenga un tamaño para su relativa
autodefensa.
Todos los implicados en la trascendental salvación de esta
osezna saben que se enfrentan a un reto único en España, puesto que
Jimena es el plantígrado más joven que se ha hallado huérfano hasta
ahora, lo que implica un camino lleno de riesgos durante los próximos
meses.
Fuente: www.elcorreodeburgos.com
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