Fuente: https://www.lavanguardia.com
Los codirectores de Atapuerca, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, avanzan una «cascada de hallazgos importantísimos» en los yacimientos de Atapuerca. Hay 10 áreas de excavación abiertas con cronologías que van de 1,5 millones de años al neolítico. «Hay diez yacimientos abiertos y todos están produciendo cuando no hay algo interesante en uno es en otro, están apareciendo un montón de cosas que son hallazgos de museo», explicaba Bermúdez de Castro a los medios de comunicación. La campaña está marcada por el acceso al nivel de Homo antecessor. TD-6 se acaricia ya con la brocha en Gran Dolina y ya conminan al final de la campaña para presentación de resultados. Y esperan completar la cara del primer europeo. De Pink esperan encontrar fósiles más habituales como la mandíbula o el cráneo y quizás huesos postcraneales. «Piezas como estas son las que están cambiando de verdad la historia de la evolución humana en Europa y Asia», sentencia Eudald Carbonell.
Son conscientes que se van, este es su penúltimo año al frente de las excavaciones, pero lo hacen con un mapeo milímetro a milímetro de la sierra a ambos lados de la Trinchera del Ferrocarril. «Estamos acabando un ciclo de peritaje de lo que es el sistema kárstico y los rellenos de Atapuerca y entrando de nuevo, como ya hicimos en los 90, en una secuencia principal, con homínidos en prácticamente todos los yacimientos», añadió Carbonell.
Las superficies de excavación en donde trabajarán unos 300 arqueólogos en tres quincenas son diez más el lavadero del Río Arlanzón por donde se realiza una reexcavación en busca de los fósiles más pequeños. El proceso de excavación se divide en tres áreas. Están los yacimientos de Trinchera del Ferrocarril. Aquí se encuentran las áreas de excavación de Sima del Elefante (con los niveles más antiguos de 1,5 millones de años y ocupación humana en dos se secuencias diferentes Homo sp de 1,2 millones de años y Pink, que podría rozar los 1,5 millones de años de antigüedad y que están en fase de estudio); Galería, una especie de carnicería de hace 300.000 años; Dolina con dos superficies de excavación: TD-7 donde se han encontrado restos de hipopótamo y niveles muy ricos y ya acarician en extensión el nivel de Homo antecessor, y el nivel TD-4, la base del yacimiento, con restos en conexión anatómica de animales que rozan el millón de años. La novedad en la campaña de excavaciones en Trinchera Elefante, es Penal. Se trata de la continuidad de Gran Dolina al otro lado de la Trinchera del Ferrocarril y se corresponde con niveles antiguos.
La zona superior está dominada por los neandertales. Se trabaja en Cueva Fantasma, la mayor superficie de trabajo, en busca del neandertal clásico, y en Estatuas. Este yacimiento tiene una zona de excavación en el exterior, que era la entrada de la cueva, y en el interior donde, además de excavar un hogar neandertal, también se realiza una excavación meticulosa en busca de restos orgánicos. El interior de este yacimiento está en Cueva Mayor, el otro complejo donde se trabaja también en Sima de los Huesos, con algún zarpazo a la Sala de los Cíclopes buscando rastros de osos, y en Portalón de Cueva Mayor. Alejados hacia la carretera de Logroño, la cueva de Mirador, el punto más alto de la excavación. Y en el tramo más cercano a la base militar del Cid Campeador, el yacimiento al aire libre Campo Base Aymerich.
Para los codirectores retomar el trabajo en el Estrato Aurora que tantas
alegrías les ha dado es «un regalo que nos da la vida, nos vamos a
retirar viendo a antecessor otra vez», explicaba Bermúdez de Castro.
Recordaban como aquel hallazgo posicionó al equipo en la comunidad
científica internacional. «Con el hallazgo del 8 de julio de 1994
derrumbamos el programa científico de los norteuropeos que hablaban de
la cronología joven o corta para Europa, demostramos que había una
cronología madura y, por primera vez, científicos de nuestro país dieron
nombre a la especie que hoy, 30 años después es completamente
aceptada», resaltó Eudald Carbonell.
El equipo, aseguran los codirectores, está completamente preparado para afrontar los retos que quedan en Atapuerca y que son muchos. «Habremos rascado el uno por mil de lo que hay aquí», calcula Carbonell. «Por los estudios en las terrazas de los ríos sabemos que hay un umbral cronológico, está envejeciendo el paisaje de terrazas en formación, nos indica que hay pequeños cambios en el paisaje desde hace un millón y medio de años en los que están acompañados siempre por ocupación humana», añadió.
Por ello consideran que se acerca una «cascada de hallazgos importantísimos que servirán para complementar lo que ya sabemos». En cada intervención a los medios de los codirectores, hay un halo de despedida. Esperan colaborar en los estudios sobre los restos que ya se adivinan en el Estrato Aurora de Homo antecessor, pero están convencidos que más que fósiles, una estructura de trabajo y un conocimiento palmo a palmo de la sierra y su sistema kárstico dejan una cantera de primer nivel. «Se ha formado un equipo extraordinario, hay personas con una formación mejor que la nuestra, que han viajado mucho, que han estado con nosotros muchos años y eso garantiza la continuidad de Atapuerca con, al menos, dos generaciones de científicos que tenemos por detrás», reivindicó Bermúdez de Castro.
Hay cosas que se esperan, como la floración de fósiles de Homo antecessor que se avecina, y otras son grandes e inesperadas sorpresas. Así fue como se vivió el hallazgo el año pasado de Pink, la cara del primer europeo. Unos huesos que son difíciles de encontrar, los rostros del árbol genealógico de la evolución humana se cuentan con los dedos de una mano que se esperan completar con otros fósiles más habituales como mandíbula o cráneo. «La cara está bastante completa, pero todavía faltan cosas, es un milagro que se hayan conservado estos huesos que son muy finos y creemos que tiene que haber más», señala Bermúdez de Castro.
Esos restos completarían el estudio de presentación a nivel científico
que ya está prácticamente listo. «Lo tenemos todo bastante claro». El
objetivo es enviar la publicación para finales de año y calculan que su
publicación podría darse en abril o mayo del año que viene. El equipo
está «tratando de hacer cosas bonitas para competir por una portada de
la revista». Son publicaciones de revisión por pares, otros científicos,
y de alto impacto en la literatura científico. Un Nature, un Science que ya lograron portada con la mandíbula de Homo sp de Elefante y el Cráneo 5 de Miguelón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario