"Bajo el imperio de Dios, yo Fernán González y mi esposa Sancha, a
vos donamos...". Así comienza un pergamino del 1 de mayo del año 937
perteneciente al conde de Castilla Fernán González, noble del siglo X
elevado a la categoría de héroe por la leyenda. Un equipo de
investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) y de la Universidad Complutense ha certificado hoy en Burgos que
ese texto, conservado en la British Library desde 1943, "es el único
documento original conocido del conde Fernán González". Los ingleses
tenían este papel inventariado "pero desconocían que era el auténtico y
que no había ninguno más de este personaje", afirma Julio Escalona,
investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El pergamino, de 23,7 centímetros de alto por 36,8 de ancho, es un acta notarial en letra visigótica muy cuidada de la donación por parte de Fernán González de una propiedad suya, el monasterio de Santa María de Cárdaba (hoy en la provincia de Segovia), al monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos), explica el CSIC en su comunicado. En la parte inferior del documento se aprecian los monogramas, "signos que tenían los personajes más destacados para identificarse, una especie de sello", añade Escalona.
Este noble "es uno de los grandes personajes de la Edad Media castellana", ha dicho en conversación telefónica Escalona, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. Fernán González, cuya fecha exacta de nacimiento se desconoce, fue Conde Castilla entre 932 y 970, año de su fallecimiento. "Su figura fue mitificada en el siglo XII para reivindicar la identidad castellana frente a León. Incluso algunos autores llegaron a falsificar numerosos documentos atribuidos al conde para así vincularse a una figura histórica", explica Escalona.
"Algunas de estas falsificaciones han llegado hasta nuestros días; también copias de documentos auténticos", pero el acta de la que se ha informado —en una investigación que publicará en unos días la revista Journal of Medieval Iberian Studies— es "el único original relacionado con Fernán González que se conserva".
Otro valor histórico del pergamino es que fue obra del escriba Florencio de Valeránica (llamado así por el monasterio en el que trabajaba). Este monje fue uno de los iluminadores más importantes que adornaba libros en la Castilla del siglo X. De su mano en aquel monasterio salieron "los mejores códices iluminados de ese período". Pero de la construcción que se levantó en Tordómar (Burgos) apenas quedan unas piedras y unos restos escultóricos. Florencio de Valeránica también ejerció en ocasiones como redactor de documentos notariales. Un buen ejemplo es el pergamino del conde Fernán González.
"Probablemente el documento se elaboró en el propio monasterio de Valeránica y, tras la firma del acuerdo, se custodió en el archivo de San Pedro de Arlanza". El equipo de Escalona ha reconstruido el viaje a través de los siglos del documento. "En 1488 pasó al monasterio de Santa María de Sacramenia. El pergamino salió de este lugar a raíz de las desamortizaciones del siglo XIX y se le perdió la pista hasta 1943, cuando fue donado por un coleccionista inglés a la British Library, donde hoy se conserva".
El investigador del CSIC Julio Escalona ha explicado que Fernán González logró en un momento de disputas entre los nobles castellanos auparse en el 932 con el el título de Conde Castilla y predominar sobre todos. "No se sabe muy bien cómo, pero consiguió superar la división y su hijo, su nieto y su bisnieto heredaron el cargo". También conspiró para poner y quitar reyes de León. En el XII se revitalizó su figura porque tras la separación de Castilla y León en 1157 con la muerte del rey Alfonso VII, los castellanos quisieron reivindicar figuras del pasado y le colgaron valores y éxitos militares que no tenía. "El personaje borró al hombre real". Esa idealización, según Escalona, ha llegado hasta hace relativamente poco en la historia española.
Fuente: www.elpais.com
El pergamino, de 23,7 centímetros de alto por 36,8 de ancho, es un acta notarial en letra visigótica muy cuidada de la donación por parte de Fernán González de una propiedad suya, el monasterio de Santa María de Cárdaba (hoy en la provincia de Segovia), al monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos), explica el CSIC en su comunicado. En la parte inferior del documento se aprecian los monogramas, "signos que tenían los personajes más destacados para identificarse, una especie de sello", añade Escalona.
Este noble "es uno de los grandes personajes de la Edad Media castellana", ha dicho en conversación telefónica Escalona, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. Fernán González, cuya fecha exacta de nacimiento se desconoce, fue Conde Castilla entre 932 y 970, año de su fallecimiento. "Su figura fue mitificada en el siglo XII para reivindicar la identidad castellana frente a León. Incluso algunos autores llegaron a falsificar numerosos documentos atribuidos al conde para así vincularse a una figura histórica", explica Escalona.
"Algunas de estas falsificaciones han llegado hasta nuestros días; también copias de documentos auténticos", pero el acta de la que se ha informado —en una investigación que publicará en unos días la revista Journal of Medieval Iberian Studies— es "el único original relacionado con Fernán González que se conserva".
Otro valor histórico del pergamino es que fue obra del escriba Florencio de Valeránica (llamado así por el monasterio en el que trabajaba). Este monje fue uno de los iluminadores más importantes que adornaba libros en la Castilla del siglo X. De su mano en aquel monasterio salieron "los mejores códices iluminados de ese período". Pero de la construcción que se levantó en Tordómar (Burgos) apenas quedan unas piedras y unos restos escultóricos. Florencio de Valeránica también ejerció en ocasiones como redactor de documentos notariales. Un buen ejemplo es el pergamino del conde Fernán González.
"Probablemente el documento se elaboró en el propio monasterio de Valeránica y, tras la firma del acuerdo, se custodió en el archivo de San Pedro de Arlanza". El equipo de Escalona ha reconstruido el viaje a través de los siglos del documento. "En 1488 pasó al monasterio de Santa María de Sacramenia. El pergamino salió de este lugar a raíz de las desamortizaciones del siglo XIX y se le perdió la pista hasta 1943, cuando fue donado por un coleccionista inglés a la British Library, donde hoy se conserva".
El investigador del CSIC Julio Escalona ha explicado que Fernán González logró en un momento de disputas entre los nobles castellanos auparse en el 932 con el el título de Conde Castilla y predominar sobre todos. "No se sabe muy bien cómo, pero consiguió superar la división y su hijo, su nieto y su bisnieto heredaron el cargo". También conspiró para poner y quitar reyes de León. En el XII se revitalizó su figura porque tras la separación de Castilla y León en 1157 con la muerte del rey Alfonso VII, los castellanos quisieron reivindicar figuras del pasado y le colgaron valores y éxitos militares que no tenía. "El personaje borró al hombre real". Esa idealización, según Escalona, ha llegado hasta hace relativamente poco en la historia española.
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