Fuente: https://www.diariodeburgos.es/
Las excavaciones en Huérmeces
han finalizado este año con la confirmación de que existen mosaicos del
período final de la villa y que se encuentran en un estado de
conservación realmente delicado. Se trata de una sala especial por su
decoración y la hipótesis inicial es que se corresponda con una zona
termal, pero también pueda que sea una fase de una villa anterior. La
intervención arqueológica se hizo en una estancia que se tenía clara su
planta, octogonal, y donde se iban a encontrar un suelo cuyo estado se
quería analizar.

El sondeo estaba previsto para investigar lo que
ocurría tanto al interior como al exterior de la propia estancia. En
concreto se ha intervenido en la estancia 2T, localizando el muro
exterior de esta curiosa habitación octogonal así como los pavimentos
tanto interiores como exteriores que estuvieron en uso en la fase final
de la villa (siglo IV-V). Precisamente, se ha podido verificar que al
interior se disponía un mosaico de motivos geométricos de una fase
tardía dentro de la villa y que se superponía a otro previo. Mientras,
al exterior han encontrado una superficie de uso que es el típico suelo
con cantos, en el interior está el mencionado suelo de mosaico y saben
que debajo de dicho mosaico no hay en este caso el hipocausto, gloria o
área calefactada. Tiene «un uso especial» pero aún no está clara la
funcionalidad con lo que se ha documentado del complejo.
Este año
el objetivo consistía en indagar el estado de conservación tanto de la
zona monumental de la villa, de lo que se ve en la fotografía aérea, y
sobre todo determinados suelos que aparecen en las lecturas que se
hicieron con el georradar. Se ha detectado lo que se pretendía y que,
como sospechaban, es de tipo mosaico. Esto les permite plantear o tener
un diagnóstico completo para seguir investigando en el futuro sobre la
villa, que cuenta con varias estancias distintas. Ya en la campaña
anterior se sacó a la luz una zona de confluencia entre el interior de
la casa y un patio y uno de los primeros hallazgos en la zona fue la
base del hipocausto.
Inicialmente se hicieron una serie de
estudios diagnósticos no invasivos y el año pasado ya se realizó el
primer sondeo dirigido a detectar una serie de datos sobre la antigüedad
y la cronología en profundidad. «Hay una parte vinculada a la
cronología romana muy bien representada en este yacimiento y llevamos
varias actuaciones dirigidas a obtener datos sobre la fase de ocupación
romana», explica Eduardo Carmona, uno de los investigadores que ha
dirigido la intervención, que desarrolla que en múltiples ocasiones no
es lo más complejo la excavación de los bienes arqueológicos y sí
«diseñar unos buenos planes de conservación y protección».
En
comparación con la zona sobre la que trabajaron el año pasado, esta vez
se han desplazado más hacia el norte de la villa -como unos 50 metros- y
la excavación ha comprendido 25 metros cuadrados. Pero no se trata de
una ampliación del sondeo anterior y sí de un muestreo en otro sitio. Se
ha hecho en esa ubicación puesto que el georradar ya las localizó y
contaban con datos de las cosas que se podían encontrar a diferentes
profundidades. El equipo pretende así dar continuidad a sus trabajos en
este lugar para seguir recabando datos que permitan verificar la
existencia de una fase antigua (siglos I-II) y la relación de este
yacimiento con los que investigan en el entorno inmediato del valle del
Urbel.
Así, se continúa con la hipótesis de que existen varias
fases constructivas y aunque en principio los datos que se han obtenido
«solo se circunscriben a la fase final de la villa, eso no quiere decir
que realmente no existan más fases». Eso sí, se trata de un lugar
ocupado en diferentes ocasiones a lo largo del tiempo, «en la Edad del
Hierro y después se puso allí la villa romana».
Este verano realizaron una jornada de puertas abiertas a la que
acudieron numerosos vecinos de Huérmeces y de las localidades de
alrededor. El éxito fue rotundo y asistieron un centenar de visitantes
en dos turnos. Han despertado un gran interés en la población y se tiene
intención de concretar próximamente con el Ayuntamiento del municipio
una conferencia para explicar los resultados concretos. Un interés que
agradecen en gran medida los investigadores. El equipo arqueológico
viene investigando la Villa Romana de Vegas Negras desde 2018, bajo la
dirección de los investigadores de las universidades de Burgos y
Cantabria, Eduardo Carmona Ballestero, Carolina Cortés Bárcena y Adrián
García Rojo, y en esta ocasión ha intervenido en el yacimiento situado
en Huérmeces durante tres semanas con la financiación de la Dirección
General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.